webnovel

La mañana del viaje

RIIIIIIIIING! RIIIIIIIIIIIIIING! RIIIIIIIIIIIIIING!

Mi alarma suena de repente, ya es de día. No dormí ni un poco en toda la noche. Me pasa demasiado cuando algo diferente o asombroso va a pasar.

Cuando voy a un lugar distinto, cuando me voy de viaje, cuando salgo de mi típica y aburrida rutina.

Tal vez muchos de ustedes se pregunten: ¿Qué me emociona tanto? Pues les contaré, me voy de Intercambio a Canadá!!!

Desde pequeña me han dicho que iré allá, al fin es el día. Es hoy!!!

La cálida luz del sol cruza mi ventana avisándome que ya es hora de levantarme. Rápidamente me dirijo a bañarme, lo cual es muy sencillo, debido a que no tengo hermanos.

Es raro eso, pues en mi familia todos tienen hermanos. Mis papás tienen a mis tíos y mis primos a su hermano o hermana, mientras que yo soy la única que no tiene a nadie con quien charlar o pelear por bobadas sin sentido.

Lo bueno es que tengo una perrita, ella lo es todo para mí. Es como mi propia hija, alguien a quien amo demasiado y protegería hoy y siempre con mi vida.

Mis padres siempre se preguntaron: ¿Un hermano o un perro? Obviamente elegí la segunda opción, pues amo a los perros. Son tan bellos, hermosos, fabulosos, amorosos, entre muchas cosas más.

Después de salir del baño, voy al armario y no decido que ponerme, así que entró en crisis existencial. Un vestido.... Mejor no, después terminaré congelandome. Algo más casual me vendría bien.

Estoy tan sumergida en mis decisiones de ropa que no me doy cuenta de todo el ruido que hay abajo.

-¡¡¡EMMA!!!! BAJA A DESAYUNAR!!! Nos vamos en una hora y aún no has terminado de empacar-. Grita desde la cocina.

-¡¡¡BAJO EN 5 MINUTOS!!!- Espero que eso sea suficiente para bajarle los humos...

5 minutos después...

- Hasta que por fin llegas. Come o se te enfriará el desayuno- Me dice mientras coloca unos deliciosos hotcakes con fruta en la mesa.

-Gracias- Digo al mismo tiempo que como. De verdad amo la comida, es algo inigualable.

-Recuerda que tenemos que estar en el aeropuerto dos horas antes- Se aclara la garganta para continuar- No sea que vaya a pasar lo de la otra vez.

Flashback

1 año antes...

-¡¡¡CORRE!!! EL AVIÓN TE VA A DEJAR- Grita mi madre mientras nos acercamos a los detectores.

-¡ESO ES LO QUE HAGO! Mis piernas no dan para tanto. No sirvo para correr.

Ella se despide de mí y yo salgo corriendo como loca a buscar la sala donde los pasajeros están abordando.

-¡Rayos! No la encuentro.

A lo lejos observo el número de la sala y la puerta que está a punto de cerrarse. Con todas mis fuerzas grito:

-¡NOOOOOOOO! Esperenme- Tan distraída estoy que me tropiezo con una maleta y caigo disparada al suelo.

¡¿Quien puso eso ahí?!

La señorita llega hasta mí y dice:

-¿Estás bien?

Solo asiento con la cabeza y le digo:

- Me podría dar unos audífonos para el vuelo?

Fin del flashback*

-¡Eso no fue mi culpa!- Me quejó por el evidente reclamo de mi mamá.

-¿En serio?- Mi mamá pone esa cara que ponen todas sus madres cuando no les creen a sus hijas.

- Alguien movió las salas de dónde realmente deberían estar- Eso tiene mucha lógica para mí.

-¿De dónde sacas esas ideas, emma?- A veces ni yo sé.- Mejor come.

Esto está delicioso. Difícilmente me hacen hotcakes, pero como me voy imagino que quieren que mi último desayuno aquí sea increíble.

Termino de desayunar y me pongo a empacar las cosas. Dicen que para viajar hay que meter lo básico, sin embargo creo que terminaré metiendo toda la casa.

Empiezo por la ropa, los objetos personales, aparatos electrónicos, entre más cosas. Cuando termino, casi no puedo cerrar la maleta.

-¡EMMA, VÁMONOS!- Grita mi padre desde el carro.

-YA VOY- Miro mi cuarto por última vez y desaparezco por mi puerta.

Cuando bajo encuentro a Molly, la cual está moviendo su colita de un lado a otro llena de mucha alegría. Que mal, me pone muy triste dejarla. Por mi cuenta me la llevaría a todas partes.

Me despido de la casa y entro en el carro junto a Molly y mis papás.

Media hora después...

Hemos llegado al aeropuerto. Bajamos la maleta y nos ponemos a caminar hasta el registro. Tardamos un largo rato esperando. Cuando por fin nos atienden vamos a vuelos internacionales. Ya tengo el boleto de avión en mis manos, pero falta 1:30 para el despegue.

Repentinamente, mi estómago gruñe. Creo que todo el aeropuerto pudo escucharlo.

Decidimos ir a un restaurante con comida deliciosa y buen servicio. Ordenamos, esperamos y llega nuestra comida.

-Está deliciosa- digo al mismo tiempo que saboreo esta delicia.

Ya terminamos de comer. Al fin mi pancita está llena. Pienso que todavía hay tiempo para un postre, así que vamos por helado.

Al terminar nos dirigimos a los detectores. Hasta aquí pueden llegar mis papás y Molly. Me siento muy triste, pues no los podré ver en mucho tiempo.

El ambiente está muy deprimente. Ellos están por contener las lágrimas y yo les doy un gran abrazo a ambos.

-Los llamaré a diario- digo para alivianar el ambiente.

Es el turno de despedirme de Molly, mi bebé especial, mi angelito hermoso.

-Te amo hermosa- Le digo mientras la abrazo. -Siempre vas a estar en mi corazón y a dónde yo vaya... Irás tú.

Me acerco a la señora que resive mi boleto y lo escane. Voy a los detectores y paso hacia el otro lado de la sala.

Mis padres me miran con una sonrisa en sus rostros y Molly con una carita triste.

-¡LOS AMO! LOS VOY A EXTRAÑAR MUCHÍSIMO.

Es lo único que digo antes de desaparecer de su vista.