Prólogo: el principio comienza en el final

Siento que el mundo da vueltas y mi cuerpo se siente demasiado pesado como para levantarme del suelo. A mi alrededor, veo cuerpos sin vida repartidos por todo el lugar. Las alas metálicas en mi espalda están cubiertas por un líquido rojo. Las gigantes pantallas de la ciudadela muestran mi cara y debajo de ella, un apartado dice "capturar vivo".

Sangre corre desde mi frente obstruyendo la visión de mi ojo derecho. Intento levantarme, pero me es imposible en mi condición actual. Siento como si cuerpo hubiese sido destruido desde adentro. Miro hacia arriba y veo una hermosa noche estrellada. Siento como si en algún momento yo hubiera intentado alcanzar esas estrellas, pero ahora todo eso me es indiferente. No puedo recordar nada antes de este momento. cada vez que intento recordar, mi cabeza duele de formas terribles, como si me advirtiera a mí mismo que los recuerdos que intento recuperar guardaran más dolor del que ya siento.

Trago saliva pesadamente mientras le ordeno a mi cuerpo que se levante. Y cuando lo logro, hombres que visten armaduras de combate me rodean con sus lanzas laser. Ellos tienes alas como las mías, pero parecen una versión menos actualizada. Los miro a la cara y no puedo entender lo veo. ¿Por qué? ¿Por qué ellos lloran? los hombres que parecen guardias tienen los dientes apretados mientras las lágrimas caen por sus mejillas. Ellos continúan avanzando para rodearme, ¿pero a que se debe su llanto?

"¡Ya no resistirá mucho más, continúen!" ordeno un hombre a sus soldados.

Los soldados luchaban contra una bestia de aspecto humanoide de color negro que parecía estar en sus últimos alientos. La bestia fue atravesada por múltiples lanzas y espadas laser. Antes de perecer por completo, ella estiro su mano hacia mí, casi pude escuchar que decía: tú puedes.

Mi abdomen fue atravesado repentinamente por un disparo. Escupí sangr e y caí de rodillas. Logre ponerme de pie nuevamente e intente correr. Solo pude dar unos pasos cuando vi caer mi brazo derecho en un charco hecho de mi propia sangre.

"¡¡Ahhh!!" grite. mi brazo se había desprendido de mi cuerpo desde un poco más debajo de mi hombro.

La sangre manchaba mi ropa mientras me desangraba dolorosamente. Seguía gritando de rodillas y con la frente en el piso. Mi sangre se esparcía de manera veloz, manchando el blanco suelo hecho de mármol.

Los soldados me tomaron de mi ahora único brazo y me levantaron. En ese momento las alas en mi espalda desprendieron sus cabezas haciéndolas rodar por el piso. Intente ahora escapar volando, pero una red me intercepto en el aire. Caí al suelo como un costal de papas. Poco a poco, todo se volvía oscuro. Mi mente comenzaba a desvanecerse. Aun no podía recordar nada, mi pasado estaba completamente nublado, pero podía ver mi futuro claramente… la muerte esperaba por mí. Ese era el único futuro que quedaba para mi… finalmente, todo se volvió negro…