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Muerto de vergüenza

-Vamos cariño- dijo Antonio

-Pero quería ir a ver una película- dijo Julieta, la madre de Valery

-Luego vamos cariño… hug, ¿Por qué la casa está vacía?

Empezó a buscar en la sala y cocina, pero no veía a ninguno de los empleados, ¿será que Valery esta en casa y les volvió a dar el día libre?...

Antonio fue a buscar al cuarto de su hija, pero no estaba, luego fue al estudio, pero tampoco.

Justo cuando pensó en marcarle al mayordomo oyó unas voces, venían del cuarto de Leonardo…

"¿Valery y Leonardo están juntos?"

Cuando se acercó a la puerta noto que esta no estaba del todo cerrada por lo que se asomó… ahí fue donde vio a Valery acostar a Leonardo sobre sus piernas…

Su padre se sorprendió mucho, pensó que estaba soñando, de inmediato se fue, no quería interrumpirlos, era la primera vez que algo así pasaba y no quería arruinarlo.

Regreso con su esposa

-Cariño, ¿encontraste a Valery? - pregunto Julieta

-Mm… digamos que sí, pero está ocupada, no hay que interrumpir… ¿acaso no querías ir a ver una película?, vamos…

Si Valery hubiera sabido que esto ocurrió sin que lo notara se hubiera muerto de vergüenza y lucharía por explicarlo, pero no fue así…

-

Dentro de la habitación

- ¿Q-que haces?

-actuando como tu almohada… debo limpiar toda esa sangre en tu cara y te tienes que tomar estas pastillas

-Oh…- Leonardo no tenía nada más que decir

Valery tomo el algodón y el alcohol y empezó a limpiar las heridas y sangre de Leonardo, estaba actuando tan preocupada y cuidadosa…

A decir verdad, Leonardo podía hacer esto por sí mismo, Valery solo necesitaba traerle un cubo con agua, pero… ella no pregunto y Leonardo no planeaba decirle…

Así Valery continuo y cuando termino dejo las cosas y tomo el vaso con agua y las pastillas que trajo para Leonardo, se las dio y él se las tomo.

Acabo muy rápido, Valery había practicado artes marciales desde muy pequeña y había aprendido a curarse a sí misma por lo que le fue demasiado fácil hacer esto, demasiado rápido pensó Leonardo, pero mejor esto a nada…

Pronto Valery tenía un plato de sopa en su mano, hizo las cosas muy rápidas que la sopa no se había enfriado, estaba en su punto, y como antes Valery empezó a hacer las cosas por Leonardo, con una mano tomaba el plato y con otra la cuchara mientras Leonardo estaba sobre sus piernas.

"Quisiera que esto nunca termine", pensó Leonardo