PRELUDIO: Al borde de mis pensamientos...

He empezado a vivir sólo desde los 10 años de edad cuando mi familia fue asesinada perdí a mi hermana era menor por un año, a mi madre y a mi padre. Nos consideraban la familia perfecta teníamos dinero, educación, modales y sobre todo amor no nos faltaba nada eso pensaban, mientras en la realidad era sólo apariencia todo eso era cierto hasta qué mi madre se embarazo de nuevo y nació una hermosa niña, todos pensaron que sería una bendición para la familia pero... Eso no era verdad mis padres no querían otro integrante en la familia ellos sólo habían planeado tener un solo hijo, por accidente nació mi hermana menor Eiko todos la amaban excepto mis padres aparentaban hacerlo, sin embargo todo eso que mostraban eran mentiras para aparentar. Yo no sentía nada de afecto hacía mis padres pero para ellos era su todo, yo pensaba que eran un estorbo en mi vida cuando cumplí los 4 años. Me di cuenta de la hipocresía de mis padres hacia mi hermana menor todo para quedar bien con la gente, yo odiaba aparentar por qué tengo que fingir para hacer feliz a personas que ni conozco eso me preguntaba... Más nunca me respondieron y tampoco pregunté después de todo yo también tengo que aparentar. Dinero, educación, modales, belleza, atracción, todo lo tenía mi hermana no entendía la razón por las que mis padres no la amaban tenía 6 años cuando empecé a notar que cualquier persona caía ante su belleza, amabilidad y alegría, nunca la había visto llorar. No hablamos mucho ya que la mayoría del tiempo nunca me interesó acercarme a ella mi pasatiempo siempre fue sentarme en mi habitación mientras veía a la nada. Tal vez suena aburrido pero para mi es encantador estar sólo y sin ruidos molestos sin tanta gente a mi alrededor podría escapar fácilmente de la realidad de mi familia. Cumplí los 7 años todos me festejaban a lo grande digno de una familia de buen apellido pero yo odiaba mis cumpleaños por qué siempre había y había más gente. Rostros que no conocía que eran mis supuestos amigos míos y primos, todos asistían a los eventos que realizaba mi familia a excepción de uno es el único que nunca asistió a ninguno de los eventos era mi tío, mi madre me dijo que mi tío asistió a un solo evento y fue cuando nací a si que nunca lo conocí desde ese día el nunca se presento de nuevo. Mi padre amaba esos eventos después de todo fue el que se quedó con la herencia de mi abuelo, mi madre también los disfrutaba mientras mi padre los disfrutará ella era feliz con eso, yo no los disfrutó tengo que hacer cosas como interactuar con esta gente, hablar de pasatiempos, de cosas de mi edad. Fingir llevarme bien con ellos era un fastidió. Yo seguía hablando con ellos mientras me abrumaban pensamientos, me entraba la risa de todos ellos a mis oídos, sus palabras resonaban en mi mente y solo quería.... Deshacerme de todos ellos, mientras yo no sabía que hacer si seguir allí soportando todo o salir corriendo. Me tocó alguien el hombro, yo dejé de pensar inmediatamente y giré mi rostro al oír una voz suave que dijo "Él está un poco cansado no lo abrumen todos juntos con tantas preguntas, el cumpleañero también se cansa" sonrió gentilmente es mi hermana de aspecto tranquilo pero gentil, su cabello era como si vieras hilos de oro totalmente brillante largo odulado, es perfecta, pero sólo pude mirar su labios rosados claros con su sonrisa gentil. Sólo era un año menor y ella era tan madura que dejo callados a todos, nadie se quejó sólo captaron ordenes como si fuera una reina y sus súbditos. Ella soltó mi hombro y se dio media vuelta y se marchó hacía la mesa donde se encontraba tomando el té, mientras se alejaba su aura, su fragancia y su elegancia quedaban en el caminó donde avanzaba con su vestido violeta y su largo cabello color oro. Me volvió a surgir la duda de por qué mis padres no la adoraban y decidieron adorarme a mi. Esa fue la primera vez que hablé con ella a pesar de ser hermanos, terminó la fiesta al final no salí corriendo de mi fiesta y la pude terminar gracias a la persona que he ignorado toda su vida fue la que me salvó a pesar de que no hemos convivido solo de apariencia parecía saber lo que sentía en ese momento. Me fui a mi habitación mientras mis padres se quedaban atrás bebiendo con mis tíos, las risas se iban alejando mientras más me alejaba del salón de fiestas, me acercaba a mi habitación pasando por el piso de madera y el fondo del pasillo se iba iluminando entre más avanzaba, cuando por fin iba llegar a mi habitación una luz salía desde una habitación. Me acerqué a ver que era esa luz tan brillante que iluminaba el pasillo, la puerta estaba entre abierta, yo decidí no asomarme e ir directamente y abrir la puerta. La abrí, mientras se iluminaba más el pasillo, en el fondo de la habitación había una cama con sábanas violetas y un oso de peluche, los muebles también tenían adornos violeta y peluches lindos los que le gustaría a una chica. Una chica... Ah... no puede ser. Mire lentamente hacía el tocador... Había una persona con piel blanca con un camisón como piyama se veía parte de su ropa interior violeta extrañamente combinaba con su habitación estaba descalza sus piernas tenían una piel más clara que su rostro... Mientras volví a mirar hacía arriba calculé que aproximadamente llevaba casi 3 minutos analizando la situación y nunca se me ocurrió mirar su cara. Ella se sujetaba su cabello color oro con mucho cuidado haciéndose una coleta con el mientras sus ojos violetas me miraban por el espejo del tocador. Sólo dijo una cosa con sus labios rosados mientras me miraba con sus ojos violeta fijamente "pervertido" fue lo que dijo. Yo sólo retrocedí unos pasos y cerré la puerta. Y me dirigí hacía mi habitación, no supe como reaccionar ante esa situación sólo me senté contra la pared y miraba hacía la puerta. Sin asimilar que es lo que había pasado y sin entender lo que quiso decir. CONTINUARÁ...

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