1 Capitulo 1 el campamento.

Estaba corriendo como alma que lleva el diablo, pero con cada paso que daba; sentía que se acercaba. Saltaba arbustos me agarraba de los troncos para dar vueltas serradas y trataba de buscar alguna cabaña o algo en dónde poder refugiarme, hasta que escuche los fuertes y rápidos pasos de la criatura a la cual, aún no me atrevía a dirigir le la mirada y en un pequeño pero terrible descuido; acabé tropezando, sumado a la velocidad que llevaba, termine rodando un par de veces antes de golpearme la cabeza contra un árbol. Trate de ponerme de pie, pero al girar mi cuerpo y tener la mirada en el piso, me di cuenta de que ya no se escuchaban los pasos de la criatura, y tan pronto como levanté la mirada; escuche un gruñido detrás de mi nuca, acompañado por una cálida respiración, rápidamente la sensación de calor invadió mi espalda junto con una ligera presión.

Entonces en un intento por saber que animal sería el que acabaría con mi vida. Giré lentamente la cabeza hasta que logré ver a la inmensa criatura de pelaje negro. La criatura abrió el hocico y yo acepte mi destino, serrando los ojos y dejé mi cuello al descubierto esperando el ataque de la criatura mientras pensaba en el sacrificio de mi hermano, con el que me reunirían más pronto de lo que le hubiese gustado.

*

"Hijo, tú padre y yo te hicimos un regalo por tu graduación".

Dijo mi madre mientras me entregaba un sobre, el cual yo tomé gustoso.

"Gracias." Lo abrí y me encontré con una hoja que, tras sacarla y leer su contenido, me di cuenta que era el pase a un campamento de verano en el que yo podía elegir entre 4 grupos para acampar en distintos lugares, siendo el primer grupo en un desierto, el segundo sería en unas montañas, el tercero en una isla con un denso bosque y por último el cuarto grupo en el que se haría bajo el agua. Esto último me había emocionado ya que siempre he sentido una fuerte atracción por el mar. "Muchas gracias." Dije con una sonrisa llena de emoción, y tal vez se pregunten por qué no les das un abrazo, pues la respuesta es que al igual que mi padre, no me gusta el contacto físico. Cosa curiosa ya que mi madre me contestó en varias ocasiones el cómo siempre quería andar abrazando los. Bueno ya no los aburro contándoles mi penoso pasado y continuemos con el presente.

"¿A dónde te gustaría ir a comer?".

pregunta mi padre, a lo que yo respondí. "Unas tortas en la casa." Caminamos a la oficina de la preparatoria ya que mis padres tenían unas preguntas que hacerle a la secre, además de que nos faltaba recoger la boleta. Fuimos recibidos y mis padres se presentaron, y la secre me saludó a lo que rápidamente le devuelvo el saludo, tengo que admitir que la secretaria me parece muy atractiva aún que no recuerdo con cuántos años nos llevamos.

"Aquí tengo su boleta".

Le entrega el papel a mi madre con una sonrisa y está se lo agradece, para poco después revisarla y poner una expresión de sorpresa, mientras que yo me imaginaba mi todo poderoso 6.5 como en la secundaria, y cuando mi madre le muestra la boleta a mi padre este también se sorprende y es entonces cuando me permiten verla; sacándome de onda ya que me esperaba un 6 ya que nunca estudiaba, y a pesar de ello saque es un 9. Le devolví la boleta a mi madre para que la guarde en su bolso mientras que mi padre le pregunta a la secre si hacen exámenes para saber el IQ, ya que cuando estuve con una psicóloga, está les dijo que mi IQ era de 85 pero tras hacer yo un examen, me dio 130. Además de que le menciono mi terrible desempeño en la primaria y secundaria, incluido el año sabático de tomé, y por el cual dio como resultado que haga la prepa en 2 años. Entonces la secre nos mencionó de los psicólogos más cercanos a los que podríamos acudir para que nos hagan un examen y de ahí darnos un apoyo en caso de que tuviésemos un IQ alto.

Luego de un corto intercambio de palabras, la secre me dio un regaló en forma de sombrero de graduación y le agradecí, entonces me preguntó si me podía dar un abrazo y desde luego le dije que si. Puede que no me guste el contacto físico, pero tampoco le diría que no; así que nos abrazamos y después nos despedimos. Tras salir de la dirección fuimos despidiéndonos de todos para salir e ir al estacionamiento; en el camino quería quitarme el gorro y la toga, pero mi madre dijo que me lo quitara hasta llegar al carro, y mi padre la apoyo diciendo que disfrute de este día porque cuando esté casado y tenga hijos, intentaré hacer lo que no hice en su momento y seré el papá que toma con los amigos de su hijo. En fin, llegamos al carro y me preguntaron que quería comer, y nuevamente les respondí unas tortas en la casa, pero está vez agregué el queso amarillo. Y mi padre dijo que eso se puede comer cuando sea, que pidiese algo como comer en un restaurante o algo por el estilo para disfrutar de este día, pero en lo único que pensaba era en ir a la casa y encerrarme en mi cuarto, pero sabiendo que somos igual de tercos decidí hacer que diera por mi lado dando por su lado.

"Bueno, entonces unas hamburguesas con guacamole y tocino." Mi hermanita me apoyó y mis padres aceptaron. Cierto, olvidé mencionar a mi hermana, bueno igual es discreta y no hace escándalo cuando estamos haciendo algo importante pero cuándo estamos en casa, habla hasta por los codos. Bueno el resto del día no fue muy novedoso, además del hecho de que mi madre me tomo fotos a pesar de que yo no quería.

Al día siguiente me levanté a las 7:30am y me di una manita de gato para devolver la toga y el gorro, a la prepa llegando por las 8:15am. Siendo recibido por uno de mis maestros de mate, después de saludarlo y de despedirnos fui a esperar el camión que tardó más de lo normal, cuando finalmente llegó me subí y me senté hasta atrás y para cuando ya se avía recorrido un buen tramo. El camión termino lleno de gente y a mi lado estaba un señor o señora, no sabría decir si era uno o el otro ya que cuando me di cuenta de su presencia, ya estaba al lado de mi. Fácilmente abarcaba lo mismo que dos personas, además de que tenía su sudorosa axila contra mi hombro, así que mantuve el rostro apuntando a la venta el resto del camino hasta que llegamos a mi parada. En fin, regrese a la casa y me cambié de camisa, poco después mis padres regresaron con tacos de pescado para el desayuno, y un par de horas después de comer subíamos al carro y mi padre nos llevó al muelle en el que escogería a cuál grupo ir, pero cuando llegamos, avía una gran fila y no alcance lugar en el último grupo, así que escogí el tercero. Nos separaron por los grupos y nos subieron a distintos barcos, todos nos despedimos de nuestras familias mientras los barcos avanzaban.

Tras unas horas, algunos se mareaban, otros se reunieron en grupos para hablar y algunos como yo, simplemente nos fuimos a los bordes para apreciar la vista, hasta que al cabo de 2 días llegamos a nuestro destino, y tan pronto como íbamos bajando, nos daban un brazalete con el que nos podrían encontrar en caso de que algo nos pase. Después nos explicaron las reglas, actividades y lugares del campamento; duchas y dormitorios de chicos y chicas en lados opuestos del campamento, y las duchas están en un cuarto dentro de los dormitorios para prevenir cualquier intento por husmear, todas las noches de 10 pm a 12 AM nos reunimos en la fogata del centro del campamento para contar historias, anécdotas y hacer otros juegos. se formarán equipos 8 equipos que competirán entre si hasta el final del campamento, donde al equipo ganador se le dará un cupón de descuento para el próximo campamento, también nos explicaron que las sanciones variaban desde impedir que participemos en la fogata hasta la expulsó permanente del campamento.

Al cabo de unos minutos en los que llevamos nuestro equipaje hasta las cabañas correspondientes a nuestro género, elegimos nuestras camas, siendo yo el que escogió la del fondo a la izquierda estando en la esquina, y un chico me preguntó si podía usar la parte de arriba.

"Si no hay problema." Entonces guardamos nuestras maletas en el mueble a los pies de la litera para después encontrar un plumón y dos minis pizarrones dónde apuntamos nuestros nombres, y por curiosidad leí el suyo, siendo Alfonso Coronado. Pero al ver su letra y después la mí, sentí que mi letra estaba escrita con el culo.

"Bueno, nos vamos... ¿Dulian?".

Dijo al tratar de leer mi letra, a lo que simplemente respondí con una sonrisa mientras extendía la mano para corregir la letra y escribir con mejor letra mi nombre, siendo Julián Coronado, y al darse cuenta sonrió con ironía.

"Ah entonces también eres Coronado".

"Sip." Entonces uno de nuestros guías nos llama a la entrada de la recamara y nos invita a qué lo sigamos a la cafetería para comer y conocer a los demás equipos ya que al parecer cada barco es un equipo. Lo seguimos haciendo el centro del campamento y no muy lejos de la fogata estaba el mapa del campamento, dónde se nos mostraba todos los edificios y sobre estos, un símbolo en forma de animal con un determinado color, siendo los dormitorios y duchas de los chicos, un monito azul y el de las chicas lo mismo pero de rosa y con falda, el edificio de acondicionamiento físico, tiene un gorila negro de perfil, el de manualidades a un pájaro verde de perfil y con una ramita en el pico, el almacén de comida, a un chanchito rosado y sentado de perfil, el edificio con el equipo de exploración con un lobo rojo y aullando de perfil. Por último, la cafetería, la cual tiene a un panda comiendo su bambú, siendo el único con 3 colores, el panda blanco y negro mientras el bambú de verde. siendo en ese orden de manera ascendente hasta llegar a la cafetería, para cuando llegamos fuimos recibidos por otras personas que se encargaban del campamento. Entonces tomamos haciendo en una gran mesa con asientos a los lados, y al prestar atención en el centro estaba el número 1, después fueron llegando los demás equipos y fueron siendo sentados en orden con forme llegaban, hasta que llegó el cuarto equipo.

Fue entonces cuando nos sirvieron la comida siendo pizzas con espagueti y nos fueron sirviendo un vaso con soda, aún que yo no quise y mejor les pedí agua. después de la comida y de media hora de reposo, salimos para hacer la primera actividad. Siendo el de manualidades en el edificio con el pájaro verde, y al entrar tomamos asiento y observamos una hoja blanca con su lápiz y borrador. Una instructora nos explicó y dio ejemplos para dibujar personas, animales y paisajes; después nos pidió que dibujemos lo que queramos. Así que me puse a pensar en que dibujar como por veinte minutos, en los que varios ya avían terminando, incluso mi compañero Alfonso tenía muy avanzado su dibujo de un ángel con armadura, cosa que por me trajo a la mente a mi ex mascota, Maya. Así que me puse a dibujarla, y tras muchos intentos fallidos, logra hacer parte del dibujo no muy lamentable. Pero el tiempo se acabó y mientras entregábamos los dibujos, logré ver por última vez el de Alfonso, siendo un dibujo muy bueno.

"Dibujas muy bien." Comenté y él se rasco la nuca mientras sonreía con timidez.

"Bueno ya eh estado en un taller de dibujo y aún sigo practicando".

"¿Me podrías enseñar?".

"Claro".

Después de estar otra hora en el edificio de manualidades, pasamos al de acondicionamiento físico, dónde un entrenador saco una lista y la revisó para después llamar a unos cuantos de nosotros para que no hagan esfuerzo físico, pero en su lugar nos harían seguimiento a modo de entrenadores, fue entonces cuan nos puso a hacer estiramientos para después hacernos trotar. Mientras lo hacíamos les explicaba a los que no harían ejercicio, de que se trataba el juego, entonces se separaron y se pusieron en distintas partes del edificio. después de ello sonó su silbato para que nos detengamos, seguido de ello nos explicó que el juego, el equipo 1 y 2 van al ring, equipo 3 y 4 a las carreras por turnos, equipo 5 y 6 a la pared de rapel y el equipo 7 y 8 a la cancha de quemados.

Así que fuimos al ring y dos chicas se nos acercaron y nos explicaron las reglas; no golpes bajos, al cuello y a los ojos, tampoco se vale morder. Todo lo demás está bien, las condiciones para ganar son derribar a tu oponente 2 beses, o que se rinda dando 3 golpees al piso. Luego nos entregaron equipo para proteger nos de los golpes, cubriendo pecho, ingle, cabeza y otras protecciones de las manos a los codos y de rodillas a pies. Las chicas pelearán en un ring y los chicos en otro, así que fueron pasando hasta que llegó mi turno, siendo contra Alfonso, el tomo una postura de boxeador mientras que yo me puse de puntillas mientras flexionada las piernas asegurándome de que estaban muy juntas, incliné ligeramente mi cuerpo hacia el frente y protejo mi cabeza con el brazo izquierdo dejándolo enfrente al igual que mi pierna izquierda, por ende tanto brazo como pierna derecha se quedaron atrás, pero el brazo derecho lo deje pegado a la cadera. La chica nos indicó que iniciemos, y Alfonso se acercó cautelosamente hasta que estuve dentro de su rango de alcance dándome un buen golpe que rápidamente respondí arremetiendo en su contra a modo de embestida, pero golpeándolo en el estómago con el codo, bajando su defensa el tiempo suficiente como para agarrarlo y tirarlo al piso, obteniendo la primera victoria, así que le extendí la mano y el la aceptó. Nuevamente nos pusimos en guardia, pero en esta ocasión fui yo quien arremetió en su contra haciendo una finta dónde le hice creer que le daría un golpe cuando en realidad le di una embestida, pero él se agarra de mí y me da un rodillazo, pero para el segundo rodillazo, logré atrapar su pierna para levantarlo y dejarlo caer de espaldas sobre la esponja. Quedando como el ganador, nuevamente le extendí la mano y le ayudé a ponerse de pie para bajar del ring y quitarnos la protección. Luego de otras peleas en las que cada vez se volvía más difícil, acabé perdiendo en la cuarta ronda y ese chico que me derrotó a cabo ganando este mini torneo, ciertamente peleaba muy bien, y solo unos cuantos le dieron pelea, y fui uno de ellos solo por qué me la pasaba esquivando tantos golpes como me era posible y de no ser por qué se tropezó, la pelea solo hubiese durado hasta el segundo asalto.

Para cuando ya todos terminaron sus actividades, el entrenador nos entregó una hoja en la que había retos de pensamiento abstracto, encontrar patrones, organizar figuras, adivinanzas siendo estás las únicas que no pude responder a tiempo ya que las dejé al último, y por último resolver problemas triviales. Nuevamente fui de los últimos, pero también tuve el mejor puntaje del equipo; después nos dejaron hacer lo que queramos no sin antes avisarnos que no nos podíamos adentrar al bosque sin algún guía, además de que mañana después del desayuno, saldríamos a explorar, además de que nos recordaron la reunión en la fogata, y si no queríamos ir no avía problema, pero si no vamos no obtendremos décimas para el equipo. Después de ello nos dejaron con la rienda suelta y muchos fueron a caminar a la playa, otros se sentaron a platicar en la cafetería y yo fui directo al muelle, ya que Alfonso quiso invitar al chico que ganó en el ring.

"A Maya le hubiese gustado estar en la playa, bueno para este momento ya debes de estar viéndome en el otro mundo, como mi ángel guardián, solo espero que nos volvamos a ver ya sea en el otro mundo, o en otra vida." Pensé mientras observaba las olas del mar sintiendo la fría brisa cubriéndome como un manto que me refugiaba del mundo exterior, luego me deje caer con los ojos serrados, dejando que mi cuerpo sea guiado por la fría y salada agua, pero al abrirlos me di cuenta de que avía una silueta en el borde del muelle, así que salí a la superficie y saludé a la persona, y tras pasar mi pelo hacia atrás, logré ver a una chica que me pareció atractiva de cuerpo pero con unos tremendos cachetes que daban ganas de pellizcar los y más cuando al verlos con atención, se le podía ver un ligero enrojecimiento gracias a que su piel es pálida.

"Vimos que te caíste y pensamos que te ahogarías."

Dijo en un tono que sentí como si se hubiese preocupado, pero también molestado por la acción que avía echo.

"Lo siento, la próxima vez nadaré dónde todos me puedan ver".

"Si y también avísale a algún instructor".

se formó un momento de silencio incómodo así que me animé a preguntarle si quería nadar.

"¿Te gustaría nadar?, el agua está fría, pero te acostumbrarás".

"No gracias, aquí estoy bien, además no se nadar".

"Está bien, pero si cambias de opinión te puedo enseñar. Estaré de ese lado." Apunté al lado derecho del muelle para nadar más cercas de la orilla, unos minutos después ya me avía olvidado de la chica y nuevamente me adentre aún más en el mar, y Ben está ocasión me puse a bucear, encontrándome no muy lejos un coral, así que regrese a la superficie y recordé a la chica así giré la cabeza y la mire, así que me acerque para hacerle una pregunta.

"¿Dices que no sabes nadar, pero porque te ha cercarías a ayudar a alguien que posiblemente se esté ahogando?".

"Bueno, no sé. Creo que fue una reacción".

Me imaginaba agarrándola para jalarla al agua y comprobar la veracidad de sus palabras, pero al final opte por no hacerlo ya que no me parecía correcto.

"Bueno, tiene sentido." Nade hacia la costa para salir del agua y exprimirme algo de ella. "Adiós." Nos despedimos y caminé hasta llegar a los dormitorios donde entre descalzo para no meter arena y reducir la cantidad de agua que dejaba a mi paso. Tras llegar a mi maleta, saque una toalla y un cambio de ropa para ir a los vestidores de la ducha en el centro del edificio. Luego del cambio volví a salir no sin antes tender mi ropa y aún que por un momento pensé en que me la podrían esconder, acabé descartando lo ya que acabamos de llegar y aún no agarran suficiente confianza, y estarán muy ocupados haciendo amistades como para andar ganando enemigos.

Tras un rato, caminando hacia el muelle, me di cuenta de que la chica seguía ahí, así que continúe caminando hasta llegar a su lado para sentarme.

"¿Te gusta nadar?".

"Sip, aún que no alcance lugar en el que estaba bajo el agua, igual aquí hay mucho mar. ¿Y si alcanzaste el que querías?".

"Yo estaba indecisa, no sabía si escoger el desierto o este lugar, pero la chica que estaba enfrente de mi tomó el último lugar en el desierto así que aquí me tienes".

Y nuevamente surgió otro momento de silencio incómodo, pero está vez fue ella quien lo rompió.

"¿Quieres caminar?".

"Claro." Nos pusimos de pie y nos alejamos del muelle para caminar en la playa e iniciar un intercambio de preguntas hasta que llegamos al punto de preguntar qué animes veíamos, películas que nos gustan, tipo de música que escuchamos y demás; hasta que se nos hizo de noche y fue entonces cuando nos dimos cuenta de que no teníamos nuestros celulares, así que la acompañe hasta la entrada de los dormitorios de las chicas para que tomara su teléfono y después ella hizo lo misma, acompañándome hasta la entrada de los dormitorios de los chicos. Luego continuamos con nuestra caminata hasta que Alfonso apareció junto con el chico con el que quería hacer amistad.

"Julián, adivina cuál es su apellido".

Dijo mientras apuntaba al chico a su derecha.

"¿Guerrero?".

"Nop".

"No me se muchos apellidos".

"Este si te lo sabes".

"Vásquez".

"Nop".

"Coronado".

"Awiwi".

"Órale, otro Coronado".

"Si es chistoso, está el Coronado peleador, el Coronado inteligente y el Coronado artista".

Los 4 sonreímos y fue cuando se presentó el tercer Coronado.

"Hola me llamo Ernesto".

Nos presentamos y fue hasta ese momento en el que escuché el nombre de la chica a mi lado, siendo Malú Sánchez, tras presentarnos continuamos con la caminata y por un momento pensé que Alfonso y Ernesto se nos unirían, pero nos miraron a Malú y a mí para después despedirse e ir a los dormitorios. Así que le reste importancia y continuamos nuestra charla hasta que se dieron las 8 de la tarde, así que fuimos a cenar, luego continuamos platicando hasta que nos dimos cuenta de que las personas se estaban reuniendo en la fogata, entonces revisamos la hora y nos dimos cuenta de que solo faltaba poco más de media hora para que iniciará la junta en la fogata.

"¿Quieres ir a tomar un lugar?".

"Claro." Caminamos hacia un lugar con poca gente y nos sentamos. continuamos hablando hasta que se dio la hora y fue entonces cuando nos dimos cuenta de que todos nos estaban viendo, y le dijeron que continúe.

Malú continúo la anécdota y al terminar llegó el instructor, el cual se presentó y nos dio una breve explicación de cómo funciona la junta de la fogata y las décimas de los equipos; la intención de la reunión en la fogata es principalmente para quitarles el miedo a hablar frente a las personas, y para que se generen nuevas amistades. Y la forma en la que se manejan los puntos de los equipos se hace sumando los puntos de cada uno de los miembros del equipo y dividirlo entre el número de integrantes para sacar el promedio, y aquel equipo con el puntaje más alto, recibirá el cupón de descuento para el próximo campamento. Y luego nos explicó cómo ganar puntos; siendo con un mayor desempeño en cada taller variando la calificación de una décima si fu nulo tu desempeño a 5 décimas si fuiste un sobresaliente, pero existen los extras; éstos se ganan en la exploración, y está se hará cada mañana después del desayuno y regresaremos para la comida, seguido por el taller de manualidades y por último el taller de acondicionamiento físico. Otra cosa que debemos de tener en cuenta es que en caso de un empate se realizará una competencia entre los mejores miembros de cada equipo empatado. Después de la explicación, dio inicio a una historia.

"Ok chicos y chicas, ahora demos inicio con la historia de la Isla. Nos remontamos al siglo XIX, dos hermanos salieron a la búsqueda de nuevas tierras y tras estar días en mar abierto lograron dar con esta isla, y de inmediato se acercaron para hacer el campamento, uno de los hermanos quería salir a explorar el bosque, pero el hermano mayor le se lo negó, y le dijo que lo mejor sería descansar e ir mañana de expedición. Pero el menor seguía empeñado en ir al bosque así que les ayudo a armar el campamento y esperó a que todos estuviesen dormidos para salir e ir al interior del bosque, conforme se adentraba a la oscuridad, la sensación de ser observado se volvía más y más fuerte, llegando al punto de hacerlo ver ojos y siluetas entre los árboles. Así que decidió regresar al campamento y hacer como que no pasó nada, para el amanecer ya se avía olvidado de su pequeña experiencia en el bosque, pero mientras comía, nuevamente se sintió observado e instintivamente volteo hacia el bosque, pero no encontró nada. Al cabo de unas horas ya se encontraban en lo profundo del bosque y fue ahí cuando escucharon un grito, pero al voltear hacia el origen, no encontraron nada, poco después se escuchó otro grito y alguien más avía desaparecido, esto puso nerviosos a los exploradores así que se juntaron en un círculo y apuntaron sus rifles hacia el frente, a la espera de lo que sea que los estuviese cazando, pero esto no importó ya que les dispararon con los rifles de los dos desaparecidos, matando a muchos en el proceso, así que el hermano mayor declaró la retirada y todos salieron corriendo hacia el campamento, pero al llegar se encuentran con que su campamento estaba destruido. Incluso el velero se encontraba hecho añicos, lo que significaba que ya no tenían reservas de comida, y les tomaría días llegar a tierra así que decidieron que reunirían recursos y para el anochecer le rendirían tributo a sus compañeros caídos. Pero fue esa misma noche cuando volvieron a ser atacados, y los remamos decidieron salir corriendo ya que ni siquiera podían ver a su enemigo. tras correr y correr, acabaron adentrándose en el bosque e intentaron ver hacia atrás y a pesar de no ver nada, continuaron corriendo hasta que llegaron a una pequeña montaña en la que avía una cueva, entonces entraron y tras un rato dando vueltas escucharon un coro de gruñidos acompañados por el leve brillo de los ojos de las desconocidas criaturas. Los hermanos trataron de salir de la cueva con la esperanza de escapar, pero las criaturas les pisaban los talones, entonces el hermano mayor pensó en una forma para darle algo de tiempo a su hermano; siendo quedarse a pelear con las criaturas y que su hermano continuara corriendo. El hermano mayor se despidió del menor y encaró con determinación y arma en mano a las enormes criaturas, cosa que casi hace que el menor dejara de correr, pero tras ver la mirada del mayor; aceptó su decisión y continúo corriendo sin mirar atrás hasta que ya no puedo seguir corriendo, entonces se recargo contra un árbol para recuperar el aliento y tras unos minutos, escuchó paso que al principio creyó serían los de su hermano pero al ver los ojos brillantes, empezó a correr en las dirección opuesta logrando mantener la distancia por unos minutos hasta que finalmente tropezó, golpeándose la cabeza contra el tronco de un árbol, y trato de levantarse hasta que la criatura se le puso encima, así que volteo lentamente para ver a su asesino; encontrándose con una gran criatura de pelaje negro e inmensos dientes de un blanco solo comparable con el de la nieve, para finalmente ser acabado con una mordida en el cuello".

Luego de esa historia contaron otras hasta que eventualmente llegamos a la medianoche y cada uno nos fuimos a nuestras respectivas áreas, pero antes de que me levantará de mi lugar, la chica me dio un toque en el hombro para llamar mi atención así que la mire y está me sonrió.

"¿Te gustaría ir al bosque?".

"No gracias, tengo sueño".

"Bueno entonces nos vemos mañana".

Nos despedimos y me lávate siendo nuevamente el último, y mientras caminaba al edificio pensaba en la historia que nos contó el instructor, que a pesar de no ser aterradora en su momento, si te generaba inquietud y paranoia al estar solo a unas decenas de metros del bosque del cual salieron unos chicos a los que poco y nada me importaron hasta que llegue a la entrada; recordando que deje mi ropa tendida en las duchas, así que por curiosidad fui a revisar, descubriendo que ya no estaba poniendo me de mal humor pero igual me calmé y salí como si nada, poco después los chicos me miraba entre risas las cuales solo aumentaban mi odio y resentimiento, pero por fortuna me encontré con la mirada de confusión de mi compañero el cual se me acercó para preguntar lo que pasaba.

"Oye, ¿Sabes por qué se ríen?".

"Si, tendí mi ropa en las duchas y alguno de ellos se le ocurrió que sería divertido sacar esa ropa y esperar a ver de quien sería".

Dije mientras abría mi maleta y revisaba el fondo de ella, para encontrar el fondo falso y levantarlo un poco para sacar una hoja de navaja para construcción, además de unos guantes que usé para ocultarla.

"¿Y esos guantes?".

"Saldré a buscar mi ropa y los guantes son por si metieron la ropa entre ramas que me puedan hacer cortes". Tras mi última palabra, dirigí la mirada hacia la entrada, dándome cuenta de que el instructor llegó a asegurarse de que todos estemos presentes, después de pasar lista y confirmar que no faltaba nadie, nos dio las buenas noches y salió serrando la puerta tras de sí.

"Bueno, supongo que esperaré hasta que se duerman." Dije mientras abría la maleta para guardar mis guantes hasta que pensé en el ruido que aria así que mejor la cerré y guardé los guantes con la hoja de navaja, bajo la almohada para sentarme en la cama dándome cuenta de que nadie estaba acostado.

"Parece que tendremos que esperar mucho para que se duerman".

Mal dije de mil formas en mi mente por no pensar en esto, pero igual no es como si a mi ropa le saliesen patitas para seguir alejándose.

Tras un par de horas después los chicos finalmente se fueron a dormir, pero igualmente me esperé hasta que sentía los párpados pesados. Entonces me levanto con cuidado de no hacer ruido y me pongo los guantes para después agarrar la navaja, a lo que en automático llevé mis manos a la altura de mi estómago e intentar meter las manos en los bolsillos de un suéter, pero, al hacerlo me di cuenta de que en lugar del suéter solo tenía la camiseta de mangas largas, así que me quedé con la cuchilla en la mano y caminé hasta la entrada donde me detuve un segundo para asegurarme de que nadie estaba despierto. Luego abrí la puerta que afortunadamente no hizo ruido, permitiendo me salir sin preocupaciones.

"Ju, hace frío." Dije al recordar la historia de los hermanos, así que me centré en encontrar mi ropa; dando inició con paso firme. Mientras me acercaba al bosque me empezaban a surgir dudas y pensamientos en los que era atacado por algún animal, así que agarre las cuchilla de modo en el que sus bordes no amenazaban con dañarme al usarla en contra de cualquier criatura, al adentrarme en el bosque quise retroceder pero el orgullo hizo que continuara caminando, hasta que escuche un crujido que me puso la piel de gallina, y al voltear de modo casual; me encontré con que no avía nada, así que continúe caminando y buscando alguna pista de mi ropa y tras unos minutos recordé que podía usar mi celular, así que lo saqué y prendí su linterna, facilitando me la búsqueda pero aun así me costó casi una hora encontrar los cordones de mis tenis, que afortunadamente no son oscuras como las de mis botas. Retomé la búsqueda no muy lejos del arbusto dónde las encontré, pero me di cuenta de que sería tonto esconder todo cercas, así que me enderece y me adentre aún más en el bosque, asegurándome de iluminar y revisar por encima los costados.

Entonces pasaron casi 2 horas y todavía no encontraba otra prenda, pero justo cuando ya me quería regresar al campamento para buscar en otro lugar, logré ver el rojo de mi camiseta de mangas cortas, sacándome una sonrisa que desaparecido tan pronto como vi que tenía una serpiente con escamas verdes, recordé los documentales que solía ver de pequeño. Pensé en usar una rama para apartar a la serpiente, pero me dio flojera y mejor revisé un árbol para poder recargar me y descansar en lo que la serpiente subía por el otro árbol, y cuando finalmente termino, me acerque y tome con rapidez la prenda para de inmediato sacudir la a la distancia, por si acaso. Luego la dejé en el antebrazo izquierdo, siendo este el que ahora sostenía mi celular. Al cabo de otra hora encontré mis calcetines y zapatos, faltando solo mi ropa interior y pantalón, pero un ruido me hizo dar un pequeño brinco a la vez que sostenía con fuerza la cuchilla. Busqué por el lugar, pero no encontré nada, igualmente sentí un fuerte impulsó por salir corriendo cosa que no tarde en hacer, y al empezar a correr logré escuchar como si alguien hubiese saltado de un arbusto, acelerando aún más mi corazón el cual ya se encontraba muy agitado. Corrí tan rápido como pude, esquivando con gracia los arbustos y árboles, recordándome a mis tiempos en la primaria cuando corría entre la gente para que no me pudiesen atrapar, pero al estar oxidado acabo por hacer que me golpeara la mano con la que sostenía el teléfono, dejándome a oscuras, aumentando la dificultad para esquivar y fue en ese momento en el que escuche gruñidos a mis espaldas, haciendo que me sienta ridiculizado por haber huido de unos simples perros, así que frene en seco y encare a mis perseguidores para soltar unas palabras llenas del odió recién formado.

"Haber malditos perros, se callan o me los madreo." Logré escuchar que se detuvieron enfrente de mí y gracias a sus fuertes gruñidos logré identificar el área en la que se encontraban, pero sus gruñidos me enfurecieron a tal punto que automáticamente empecé a gruñir les. "Cierren el ¡Puto HOCICO!" Grité lleno de rabia, provocando que uno de ellos saltara hacia mi rostro así que me moví hacia el frente y al lado para darle con la cuchilla, haciéndole un corte y provocando que suelte un chillido, a lo que respondí con risas entre dientes. "¡¿Eso es todo maldita miseria?!. ¡Me oyes!, ¡Te haré comida china!" Me lance en contra del animal pero escuche al otro moverse hacia mi costado para de inmediato embestir me, aplastando me contra el tronco de un árbol bastante grueso, así que aproveché y le clave la cuchilla en uno de sus ojos, provocando que chille y se agite pero antes de que logrará cegar lo del otro ojo, pude ver al inmenso lobo que estaba a punto de embestir me, y a sabiendas de las altas probabilidades de lo que significaría, decidí recibir el impacto que al alcanzarme me arrojo al suelo, y fue hasta ahora que me doy cuenta que estos animales son casi tan altos como yo y eso que mi altura es de 1.75 metros. Trate de levantarme, pero la criatura se puso sobre mí con sus patas a mis costados y con sus ojos mirando fijamente a los míos.

A pesar de querer cortarle el cuello no fui capaz, y no me avía paralizado del miedo ya que moví mi mano con la cuchilla hacia su cuello hasta que la punta hizo contacto con su piel, pero sin ejercer la suficiente presión como para hacerle un corte. La otra criatura caminaba en círculos alrededor de nosotros, gruñendo en silencio hasta que el que estaba encima mío le miro de reojo, haciendo que se callara y bajara la cabeza antes de retirarse con un resoplido, y poco después la criatura que me mantuvo abajo, termino por retroceder para olfatear entre mis piernas a lo que de inmediato las cerré, provocando que levanté la cabeza para mirarme y mostrarme los dientes, entonces le respondí dándole un patada que afortunadamente le dio en la nariz, haciendo que chille y se la cubra pero gracias a ese chirrido, su compañero regreso y se preparó para atacar mientras que yo me ponía de pie. Mis ojos ya se avían acostumbrado a la oscuridad y lograba ver las siluetas de los lobos de pelaje oscuro a los que ya podía apreciar su altura la cual me intimida va, y de no ser por mi orgullo, lo más probable es que retrocediera lo más rápido que pudiera. Nuevamente el otro lobo miro a su compañero y con un gruñido hizo que se pusiera a mi izquierda, recordando al instante que en esa dirección se encuentra el campamento, pero fue el peculiar chillido comparable con el que hacen los guepardos para llamar a sus crías, lo que llamó mi atención; fijando mi vista en el otro lobo el cual tras sostener el contacto visual por unos segundos, dio media vuelta y avanzó un par de metros antes de mirar hacia atrás y repetir el peculiar chillido siendo acompañado por un sutil movimiento de cola, entonces volteo hacia atrás y me encuentro con el otro lobo, mostrándome los dientes así que me pongo en guardia y me preparo para cortarle el otro ojo pero el anterior lobo atrapa mi antebrazo con el hocico, pero sin usar más fuerza de la necesaria para jalar de mí.

Al ya dar un par de pasos me suelta y continúa avanzando para nuevamente detenerse tras alejarse un par de metros, dándome por vencido, sigo a la criatura manteniendo especial atención a cada sonido que hace el lobo a mis espaldas. Al cabo de un largo rato llegamos a una cueva dónde se encontraban otros lobos de diferentes colores, pero por la oscuridad no lograba ver sus colores exactos, pero gracias al pequeño claro pude ver el pelaje grisáceo del lobo que me estaba guiando, y al voltear hacia atrás descubrí que su pelaje es de un marrón muy oscuro que, de no ser por la luz, seguiría pensando que es oscuro. Al entrar a la cueva, todos los lobos se levantaron y nos rodearon para empezar a gruñir pero tras un rato en el que el lobo de pelaje gris les miraba y debes en cuando les gruñía las cosas acabaron por calmarse lo suficiente como para no sentir que estaban a punto de devorarme, y solo entonces el lobo que había estado siguiendo volvió a hacer el peculiar chillido mientras me observaba, así que me acerque y empezó a caminar hacia el fondo de la cueva, hasta llegar a un túnel por el que entramos, encontrándome con el resto de mis prendas.

"Entonces aquí estaban." Dije con una sonrisa mientras que el lobo se sentaba a un lado, siempre manteniendo la mirada fija en mi así que me acerque lentamente a mis prendas, pero al estirar mi mano izquierda hacia ellas, la criatura me empujó y dejo con la espalda contra el suelo, y antes de que pudiese levantarme, pegó su hocico a mi entrepierna para olfatear sin importarle cuánto tratará de empujarlo. Al final me di por vencido y dejé que continuara pero acabo provocándome una erección, cosa que por un momento me confundió pero acabó por confirmar mi fetiche con los colmillos, al parecer la criatura se dio cuenta ya que empezó a frotar su hocico con más fuerza y debes en cuando me dirigía la mirada, así que trate de retroceder pero la criatura abrió el hocico y lamió mi pantalón, y apozar de la oscuridad, por la entrada se filtraba la suficiente como para permitir me ver su larga y húmeda lengua junto a sus inmensos colmillos, haciendo que tenga una erección dolorosamente dura además de sentir el ardor en mi rostro, Justo después de que soltará un suspiro, se retiraron y me entregó mis prendas, y aún con mi erección me puse de pie ya con el resto de mis prendas en la mano izquierda.

La criatura se recostó a mi lado y me miró para después ver su lomo y repetir la acción un par de veces, así que me subí y la criatura se levantó para llevarme a la salida e ir corriendo hacia el campamento, no sin antes tomar una parado junto a mi celular. Después de un par de minutos llegamos al final del bosque justo al amanecer, entonces me baje y mire a lo que ahora supuse sería una loba, y está se me acerco y por instinto me alejé. Entonces movió su oreja derecha hacia atrás y regreso al bosque, mientras que yo me daba la vuelta para regresar a los dormitorios no sin antes esconder mi erección. Al final pude entrar sin despertar a nadie y guarde mi ropa en la maleta justo antes de dejar la navaja dentro de mi guante derecho, asegurando me dé que no corte mi palma en caso de que la cierre, después me acuesto y justo antes de cerrar los ojos, sonó una escandalosa trompeta que despertó a la gran mayoría, y los que aún dormían fueron despertados por sus compañeros para después dirigirse a las duchas por grupos.

"Buenos días carnal, ¿Dormiste bien?".

Preguntó Alfonso con la cabeza colgando del borde de su cama.

"Dormir, ¿Qué es eso?" Mi pregunta le saco una pequeña risa y la bajar me observó con atención, logrando ver algo de polvo en mis codos y piernas, además de encontrarse con pelo de animal.

"¿Te agarraste a putazos con el bosque?".

"Sip y pude encontrar toda mi ropa".

"Si mi hubieras despertado, te habría ayudado".

"No importa lo echo, echo está así que despiértame para cuando ya nos toqué el baño".

Al cabo de algunos minutos fue nuestro turno, y después de ello fuimos a la cafetería, viendo como todos se reunían y yo les enviaba un mensaje a mis padres para que sepan que me la estoy pasando bien.

*

Pov Luna.

Tras haber dejado al humano, e intentado darle una lamida de despedida, escuché el llamado de mi padre así que salí corriendo del lugar para llegar a la cueva, encontrándome con el resto de la manada, la cual avía salido a cazar, dejando solo a las crías en la cueva. Mi padre olfateó y reconoció el olor a humano emanando de mi así que se me acercó y al salir de la cueva se pudo apreciar algunas manchas de sangre en su hocico y patas, pero igual se podía confundir con su pelaje rojizo.

"¿Trajiste a un humano a la cueva?".

Sus penetrantes ojos azules me molestaban, y no ayudaba el hecho de que también haya heredado eso de él.

"No tienes que preguntar si ya sabes la respuesta." Dije sosteniendo le la mirada, cosa que tomo como un reto y dio un paso hacia mi antes de hablar.

"Conoces las reglas, el acuerdo se debe de respetar".

"Si, si como digas, ese sermón ya me lo sé." Levanté la cabeza y le di la espalda para retirarme.

"¿A dónde crees que vas?".

"A comer algo de lo que guarde." Dije telepáticamente sin voltear hacia atrás, pero empecé a sentir un peculiar cosquilleo en la cabeza, dándome a entender que intentaba retomar la conexión telepática conmigo, pero lo rechazo y continúe caminando; ya me había dado el sermón del día y no tenía la paciencia para intentar explicarle cada paso que doy. Fui corriendo hasta que llegue a la playa, dónde respiré profundamente, dejando que el salado y fresco viento se llevará todo mi malestar, al cabo de unos minutos capte el aroma del chico emanando de mi lomo, así que empecé a olfatear lo con los ojos serrados, en un intento por recibir todo su olor pero un tercer olor se hizo presente así que deje de buscar el aroma del humano para rápidamente irme del lugar, ya que otro lobo de la manada de acercaba, pero este a diferencia de los que se quedaron en la cueva, no era un cachorro, este es un adulto joven que me sacaba casi 5 años de ventaja.

Entonces sentí un cosquilleo en la cabeza mientras que escuchaba como se acercaba junto a otros lobos, así que corrí lo más rápido que pude, pero al parecer se dio cuenta ya que al cabo de unos segundos ya me había alcanzado. Yo le gruñía y trataba de morder le las patas para que se alejara, pero este otro podía reaccionar mucho más rápido que la mayoría de nosotros, así que no le resultaba muy complicado evadir mis mordidas. Continúo su intento por entablar una conexión telepática conmigo, y yo me reúse, entonces el me embistió y por la velocidad no puede frenar antes de golpearme con un árbol, dando de costado.

"¿Qué quieres?" Pregunté molesta por repetir esto desde hace 5 años, cuando cumplí los 15 años.

"Tranquila fiera, solo quería saludarte".

Se me acercó y yo me puse de pie, con las orejas hacía atrás, gruñendo y mostrándole mis dientes mientras se me erizaba el pelaje del lomo.

"Lindura, no seas tímida, sabes que no sería capaz de hacerte daño. Amenos que eso quieras".

Fácilmente podría oler su excitación a kilómetros, y desde luego mi padre lo sabía, pero consideraba a este patán como uno de los mejores miembros de la manada, y siendo honesta, yo también lo pienso, pero no por ello estaré con él y su calenturiento cuerpo.

"Ya te dije que quiero estar sola".

"Oh vamos, no hablas enserio".

"Lárgate antes de que te arranque la cola".

"¿Otra vez? Sabes que me volverá a crecer en un par de días, además de que tú padre se molestará mucho más de lo que ya está".

"Me importa un comino si se enoja o no".

"Hacía mucho que no hablábamos tanto, acaso te estás dando cuenta de tus verdaderos sentimientos hacia mí".

"Déjame en paz." Dije cortando la conexión para de inmediato regresar a la manada, dónde su presencia se volvía menos irritante, a cambio de un sermón con mi padre ya que de mi cama se emanaba el aroma del humano. Ya todos estaba vestidos en sus formas humanas con excepción de los cachorros, ya que ellos aún no aprendían a cambiar de forma. Por mi parte decidí mantener mi forma de loba hasta que mi madre entró con algo de comida.

"¿Porque trajiste al humano?".

"No sé, solo lo hice." Dije con la telepatía, pero al estar ella en su forma humana, no pudo escucharme y realmente no tenía ganas de cambiar de forma así que simplemente la mire de reojo y ella se desvistió para cambiar a su forma animal.

"Y bien, ¿Me lo dirás o también me vas a bloquear?".

"No sé porque lo traje".

"Oye yo también tuve 20 años y sé que no es fácil pasar de toda una vida como lobo a una más semejante a la de los humanos".

"Eso no es complicado".

"¿Entonces?".

Solté un bufido y miré de reojo a la blanca loba que era mi madre. "Nada más me dio curiosidad".

"Está bien, hablaré con tu padre, pero será la única vez que traigas a un humano hasta la cueva. Si quieres hablar de algo más; estaré cercas, a y come algo antes de dormir, tu padre ya levantó la barrera".

Asentí y me recosté. Al menos mi madre se tomaba el tiempo para escucharme; a veces pensaba en salir a explorar, pero si por accidente entraba al territorio de otros lobos o algo peor, terminaría en serios problemas.

Pov Julian.

Caminábamos hacia el sendero junto a la cafetería para entrar al bosque, cosa que me recordó a los lobos así que me acomode los guantes, asegurando me de que la cuchilla estaba lista para ser usada cuando lo necesite. El sentimiento de emoción hacía que me impaciente y quiera adelantarme, pero gracias a qué Alfonso estaba hablando con Ernesto, Malú se acercó para hablarme.

"Pareces cansado, ¿No dormiste bien?".

"Pues no puedo, tuve que salir a buscar mi ropa ya que alguien le pareció buena idea gastarme una broma, igual ya no importa. Encontré toda así que ya no me preocupo".

"¿No quieres venganza?".

"Me vengaré a su tiempo, por ahora solo quiero dormir".

"Sé quiénes te escondieron la ropa".

Esas palabras hicieron que todo el sueño que tenía desapareciera, siendo reemplazado por determinación, así que le pregunté quienes fueron y me apunto a un grupo de chicas que casualmente nos estaban observando burlonamente, así que respondí a esas miradas con una altanera para después regresar la mirada a Malú.

"Después me vengaré." Dije ya con una sonrisa más notable mientras que en el fondo solo quería irme a dormir.

"¿Quieres regresar?".

"No, luego se me quita el sueño".

"Mejor vamos para que duermas un poco, yo te despierto cuando termine la caminata".

"Bueno." Tengo que admitir que su propuesta me parecía buena idea, además de que necesitaría estar al cien en los siguientes talleres. Caminamos de vuelta y fuimos a los dormitorios de los chicos dónde ella me dejó para despedirse e ir corriendo de vuelta al bosque, mientras que yo regresaba el interior para caminar hacia mi cama para dejarme caer, quedando dormido en cuestión de minutos.

*

Fui despertado por Malú cuando regresó de la caminata, así que fui al baño y me lavé la cara para ir con ella a la cafetería, dónde nos esperaban Alfonso y Ernesto, quienes los recibieron con una sonrisa.

"¿Cómo está bella durmiente?".

Pregunto Alfonso mientras me acercaba un plato con hot dogs.

"Mejor." Respondí al tiempo que agarraba uno para comérmelo.

"¿Sabías que todos somos del mismo equipo?".

Le dirigí la mirada con una deja levantada mientras le pegaba la primera mordida a mi comida.

"Pero como estábamos en diferentes lugares del barco, nunca nos pudimos dar el tiempo para conocernos".

Trago y tomo algo de agua antes de hablar. "Y en esos tres días, que estuvieron haciendo si no era hacer amistades." Pregunté y Alfonso respondió casi de inmediato.

"Yo estaba mareado todo el tiempo, después de comer sentía que regresaría todo".

De inmediato recordé a un chico que se parecía a él, pero al estar entretenido con el mar, no le puse atención. Después de él habló Ernesto.

"Bueno en mi caso, estaba todo el tiempo pegado al celular viendo memes, películas que ya tenía descargadas y la mayoría del tiempo me la pasaba jugando".

"Yo, pues me la pasaba viendo el mar o usando el celular ya que estaba aburrida y no se me daba hablar con otras chicas".

"¿Eres lesbiana?".

Preguntó Alfonso y Malú negó antes de hablar.

"En mi familia hay puros hombres, y yo soy la única chica así que tenía dos opciones; juntarme con mis tías o con mis primos, y como mis tías solo hablaba de cosas que poco y nada me interesan, acabé juntando me con mis primos, así que prácticamente fui un niño más. ¿Y tú July?".

"La mayoría del tiempo estaba viendo el mar así que no tuve mucho contacto." Continuamos comiendo y hablando de cosas triviales hasta que se dio la hora de ir al taller de manualidades, dónde la instructora nos explicó la actividad que tendríamos, siendo esta la de hacer una película, así los cuatro nos juntamos para ponernos de acuerdo.

Alfonso quería hacer una comedia física al puro estilo de son como niños, mientras que Ernesto quería una con acción al estilo de Rocky y Malú prefería una como crepúsculo. Esto hizo que todos la miremos con cara de ¿Neta?, así que pensé en unir las ideas y ver que salía de ello. A todo les pareció bien así que nos pusimos de acuerdo y quedamos que lo primero sería hacer el guion del cual yo me encargaría, y como solo seríamos 4, todos tendríamos que actuar así que yo me quede con el papel del malo, Alfonso, Malú y Ernesto como los buenos. Ellos me hicieron una lluvia de ideas mientras escribía. Para el final del taller salimos al de acondicionamiento físico, mientras que yo continuaba escribiendo.

"¿Cómo va?".

Pregunto Alfonso viendo que ya llevaba bastante. "Bien, supongo que no dormir bien me ayuda a escribir. A este ritmo terminaré para mañana".

"Supongo que ya has escrito algunas historias".

"Pues sí, pero, nunca me terminaron de convencer así que las abandonaba." Entonces el instructor no dijo que podíamos continuar con lo del taller anterior así que, fueron a conseguir vestuario ya que grabaríamos en el bosque y añadiríamos algunos efectos con una de las computadoras del taller de manualidades. Eventualmente se hizo tarde y me dio un bloqueo así que les avise que saldría a caminar al bosque para motivar me, y así continuar con la escritura.

"Ten cuidado, no te valla a comer un monstruo".

El chiste de Alfonso me hizo reír tras recordar la historia que nos contó el instructor pero fue cuando me encontraba solo a la mitad del bosque, cuando recordé a los lobos de la noche pasada y al recordar a la loba, volví a tener una erección así que para distraer mi mente, trate de escribir pero no lograba nada, ya me encontraba a la mitad de la historia pero a pesar de todas las ideas, no lograba escribir nada, cosa que realmente me empezaba a frustrar hasta llegar al punto en el que directamente me enfade y guarde el progreso para después copiar todo el texto y pegarlo en otra aplicación para nuevamente guardar y apagar el celular.

Caminé sin un rumbo fijo hasta que en un momento dado escuche pasos atrás de mí, pero al voltear me no encontré nada así que reanude la caminata, golpeándome con un árbol para poco después ver a mi lado a la misma loba gris que me llevo de regreso al campamento. La impresión que haberme la encontrado sin previo aviso, causó que le diese un potente izquierdazo al hocico; asiéndola chillar, mientras que yo sacaba la cuchilla de mi guante, entonces la loba se recupera y se me acerca con la cabeza baja mientras olfateaba, así que me quede quieto y deje que me oliera para que agarrará confianza, además de que esto me ayudaría a quitarme el susto.

"Emm, hola." Hablé en un intento por mantener la calma, pero la loba empezó a subir la cabeza, así que cubrí mi entrepierna, entonces la loba me empujó para ponerse encima de mí y empezar a lamerme la boca.

Pov Luna.

Estaba emocionada por haberme reencontrado con el humano, pero sabía que no podía estar fuera demasiado tiempo así que aproveché que lo avía tirado para tomarlo del brazo con cuidado de no morder muy fuerte, luego de ayudarle a ponerse de pie; metí el hocico entre sus piernas y lo monte sobre mi lomo para de inmediato correr de vuelta a la cueva dónde estaríamos solos por un par de horas, antes de que regresen los otros cachorros. En el camino casi se me caía un par de veces, pero por fortuna logramos llegar sin tener que detenernos, entonces lo deje en mi cama para olfatear su entrepierna en busca de sus genitales. El humano me empujaba y se retorcía, y yo no sabía porque, hasta que me di cuenta de que aún tenía sus prendas puestas así que me senté y me le quede viendo por unos minutos, pero parece que el humano no entendía lo que quería así que adopte mi forma humana para poder comunicarme con él.

"Quiero que te quites la ropa." Dije con una mirada dulce para que cediera, pero su rostro solo demostraba asombro. El humano se avía congelado de seguro por la impresión, así que le bajé los pantalones y regresé a mi forma de lobo para oler sus genitales, capturando cada uno de sus olores; volviendo me adicta a su esencia. El impulso por conseguir más fue tal que no me di cuenta cuando fue que ya tenía el hocico entre su furiosa erección y sus bolas, traté de separarme, pero ni siquiera podían parar, simplemente quería más así que abrí la boca y lamí sus bolas, asegurándome de no lastimarlo con mis afilados colmillos. Pero tras volver a ver su miembro erecto, acabé sucumbiendo a los deseos de mi cuerpo; derribándolo y capturando su miembro con mi hocico. Entonces dirigí la mirada hacia arriba, encontrándome con la mirada de terror del humano, cosa que me preocupo y me hizo pensar que le estaba haciendo daño así que abrí lenta y cuidadosamente la boca para retroceder y dejar libre su miembro, para evaluar su estado al igual que sus bolas, pero al no encontrar ninguna herida, regresé la vista al humano el cual seguía mirándome con terror.

Entonces lo entendí, él me tenía miedo así que lo que necesitaba hacer era ir lentamente para que viera que no soy una amenaza, pero al final me valió madres y le empecé a mamar la verga con empeñó, buscando conseguir que se corra en mi boca, dejando que mi cuerpo sea quien tome las decisiones, lamia y chupaba sus bolas enrollando mi lengua alrededor de esas orbes antes de introducirlas a mi boca, donde succionaba con suavidad antes de pasar a su miembro al cual le daba ligeras mordidas que ni marca dejaban, siempre tenía cuidado de no herirlo pero en algunas ocasiones no podía contenerme y se me pasaba la fuerza con la que chupaba su cabeza, provocándole un orgasmo, haciendo que se estremeciera; y mientras expulsaba su semilla le estimulaba el miembro con mi lengua, moviendo mi cabeza hacia adelante y atrás. Esto provocó que el chico perdiera la fuerza de sus piernas, terminando tirado en el suelo, cosa que aproveche para seguir estimulando su miembro, y debes en cundo sus bolas. Sacándole muchos gemidos y jadeos, al humano el cual ya no podía hacer nada más que sufrir espasmos, mientras que yo buscaba sacarle otro orgasmo así que puse mi hocico bajo sus bolas y lo miré directamente a los ojos con dulzura. Logrando hacer que se pusiese tan rojo que pensarías que explotaría, después de ello solamente basto un rose en las bolas para que se corriera así que metí su miembro a mi boca y trague hasta la última gota para después lamer lo que calló sobre su abdomen; antes de recostarme a su lado.

"Eso estuvo delicioso." Dije telepáticamente antes de levantarme y poner mi entrada junto a su rostro para que me lamiera mientras yo volvía a mamar su aún erecto miembro. No sabía porque lo hacía, pero no me podía detener, simplemente necesitaba más mucho más de él, quizás me esté excediendo, pero aún que estuviera mi padre, no podría detenerme; de un momento a otro siento como me empieza a estimular con sus dedos, haciéndome sentir algo de alivio, pero poco a poco eso hizo que esta nueva sensación se volviera más fuerte; haciéndome jadear sin que pudiese parar, para este punto ya no podía seguir con su miembro.

Me centraba únicamente en recibir más contacto de el en mi entrada, eventualmente sentí como introdujo su brazo, haciéndome gemir con fuerza así que le dirigí una mirada y él simplemente empezó a meter y sacar su brazo, palpando mis puntos más sensibles, haciendo que gimiera y jadeara como perra en selo, y de un momento a otro sentí que empezaba a masajear mis piernas, haciendo que estas estuvieran a punto de perder la poca fuerza que aún las mantenía medianamente firmes.

Regresé mi hocico a sus bolas para chuparlas, pero sin darme cuenta, también estaba chupando su miembro. El humano se quitó de debajo de mí y empezó a mover más rápido y profundo su brazo, haciendo que me corra mientras mi cuerpo sufría fuertes y rítmicos espasmos, haciendo me perder por momento la conciencia.

Cuando los espasmos cesaron observé al humano, el cual estaba saliendo de mi cuarto así que me arrastré hacia él para al estar a su lado jalarlo de vuelta al interior para acostarlo y frotar mi hocico contra su entrepierna, en un intento por bajarle los pantalones, pero todo fue en vano ya que el humano se reusaba a cooperar así que tuve que volver a tomar mi forma humana para con mi fuerza sobre humana; bajarle los pantalones para empezar a lamer y chupar su miembro pero al cabo de un rato, regresé a mi forma de lobo ya que me gusta más como se sentía rodear su miembro con mi lengua. Y así continué atendiendo sus genitales hasta que alguien entró a la cueva.

"Ya llegamos".

Dijo mi padre cosa que me hizo desear que me tragara la tierra. Trate de detenerme y dejar de jugar con el humano, entonces este tubo un último orgasmo, el cual trague con mucho gusto antes de salir a la entrada de mi cuarto y encontrarme con la mirada de enfado de mi padre en su forma humana así que mientras empezaba a hablar cambié a mi forma humana.

"¿Qué crees que acabas de hacer?".

"Nada que te importe".

"Trajiste al humano".

Se empezó a acercar y pude sentir el sentimiento de hostilidad emanando de él. "Lo tocas y te mato".

"Los humanos aún no deben de tener contacto con nosotros".

"Lo tocas y te mato, te quedó claro." Dije antes de pasar a mi forma de lobo, mostrándole los dientes y gruñendo furiosamente.

"¿Acaso te tragaste su semen?".

"Eso a ti no te importa." Entonces se quedó en silencio.

"¿Puedo hablar con él?".

Gruñí en respuesta, pero le importó poco y nada, ya que empezó a caminar hacia la entrada de mí cuarto así que me puse a medio camino, y empecé a gruñir con aún más fuerza, pero esto no sirvió ya que mi padre se metió entré mis piernas y entro a mi cuarto.

Pov Julian.

Me avía quedado dormido hasta que alguien me tocó el hombro, y al abrir los ojos me encontré con que seguía en la oscura cueva. Entonces escuche la voz de un hombre que me hizo sentir lo imponente que era, así que lo busque con la mirada, pero al verlo también puede ver que la loba estaba caminando atrás de él, dirigiéndose hacia mis piernas para mirar fija mente al señor dándome cuenta que vestía con ropa casual, pero fue por la mirada de la loba que tuve otra erección, cosa que no pasó desapercibida.

"Okey, Luna ayúdale con su asunto".

Le indico a la loba mientras me agarraba de los brazos, yo traté de liberarme, pero tan pronto como sentí que la loba atrapó mi miembro; detuve todo intento por liberarme, ya que temía que en un movimiento en falso me mordiera. Eventualmente retomo la mamada, lamiendo y chupando cada tanto, pero en esta ocasión me dejó expuesta la cabeza para darle largas y lentas lamidas, haciendo que me retuerza por la sensibilidad que tenía. Mientras me lamía no podía evitar bajar la mirada para ver cómo lo hacía; perdiendo me en sus ojos y el movimiento de su hocico mientras buscaba sus colmillos, cosa que pareció notar ya que giró un poco su cabeza para mostrarme sus dientes antes de frotarlos contra mi hombro y volver a envolverlo con su lengua a tiempo para recibir otro orgasmo.

"Luna, ¿Lo mordiste?... Está bien, una última pregunta, ¿Él es?".

La loba aún no me soltaba y mantenía su vista fija en mi para después darme una sutil pero juguetona mordida, antes de olfatear mis bolas, haciendo que me ponga aún más duro.

"Bueno, pero ten en cuenta que, si es cierto, esto significaría que los vampiros ya no serán nuestros aliados, y que será el objetivo de muchos de nuestros enemigos... Perfecto, pero a partir de ahora no pueden estar solos. Y no te preocupes, mientras esté en el campamento estará a salvó... Está bien ya me voy".

No entendía ni un carajo de lo que estaba pasando, pero igual ni me importaba tanto como ver a la loba con el hocico pegado a mis bolas. Después de un rato finalmente se separó y de inmediato me acomode la ropa para ponerme de pie e ir caminando con torpeza hacia la salida, pero la loba se puso en medio y se recostó mientras hacia el peculiar chillido que me recordaba al de los guepardos. Entendí lo que quería así que me subí y dejé que me llevará de vuelta al campamento, en el camino me puse a escribir ya que como estaba caminando quise aprovechar el tiempo avanzando bastante con la escritura. Ya no estaba muy lejos del desenlace y para cuando llegamos al final del bosque me bajé y me dio una lamida en la boca, luego de ello nos quedamos viendo a los ojos, no entendía porque sentía tanto interés hacia esa loba.

Para la mañana ya había terminado la historia así que salí del baño para ir por otro cambio de ropa, pero al revisar mi maleta me di cuenta de que no tenía la navaja, le reste importancia ya que no la necesitaría, además la podía buscar más tarde ya que la última vez que la vi fue en la cueva antes de lo que paso entre la loba y yo. Agarre un cambio y fui con toalla en mano a las duchas, al cabo de unos minutos ya estaba listo así que fui a mi cama para dormir y al momento en que serré los ojos; escuche la maldita trompeta. "Otra vez".

Me levanté y se repitió todo, con la diferencia de que este día no saldríamos al bosque, en lugar de ello continuaríamos con la grabación de la película así que nosotros fuimos después del desayuno, al bosque para grabar con el celular de Malú ya que era el que tenía mejor imagen pero entre que grabamos y nos movíamos, dimos con una cabaña a la que entramos y dentro de ella se encontraba equipo de grabación con mucho polvo y telarañas, así que entre todos nos las arreglamos para iniciar la grabación con el nuevo equipo, el cual nos fue de gran ayuda, y aún que no sabíamos cómo usar algunos de los dispositivos, logramos hacer varias tomas.

Al atardecer decidimos que sería bueno descansar y distraernos un poco, por mi parte solo quería dormir así que les dije al trío y nos despedimos, tomamos rutas distintas y al rato me encontré con la loba; haciendo que me ponga a la defensiva, una vez que se me pasó el susto reanude mi camino hacia los dormitorios, pero la loba hizo un chillido llamando mi atención. Al verla recostada entendí que me quería llevar a la cueva, cosa que no quería, pero por alguna razón no pude rechazarla así que subí y dejé que me llevara, entonces sentí que se me erizaban las patillas y el pelo de la nuca. El resto del camino estuve bostezando y cuando entramos a su área me recostó sobre unas pieles para después acostarse a mi lado, así que serré los ojos; quedándome dormido casi instantáneamente.

*

Me desperté al sentir que la loba me estaba olfateando la entrepierna como si quisiera acceder a algo fuera de su alcance; recordándome lo de la noche pasada así que la empujé y revisé mi teléfono, dándome cuenta de que son las 7 y que pronto sería hora de cenar así que me levanté y caminé hacia la salida, pero al ver a más de una docena de lobos gigantes observando me acobardé y retrocedí hasta entrar en el área de la loba con la que dormí. La loba pareció entender lo que quería e hizo el chillido a la vez que se recostaba para que la montará, así que lo hice y me llevo de vuelta al campamento, tras bajarme me lamió el rostro y yo le sonreí y agradecí antes de darme la vuelta para caminar hacia los dormitorios, y de paso quitarme algunos pelos de la loba.

Tras arreglarme, salgo y de inmediato fijo mi vista en dirección al mar, sintiendo cierto grado de atracción por el mismo, pero antes de que diese un paso escuche la voz de Alfonso llamándome junto con Malú y Ernesto. Respondí al saludo y nos acercamos, entonces me di cuenta de que algo no andaba bien así que les pregunté si me perdí de algo, y antes de responderme se miraron mutuamente y Alfonso dio un paso al frente para hablar.

"Al parecer unas chicas nos vieron usando el equipo y cuando queríamos continuar con las escenas de entrenamiento, descubrimos a 3 chicas saboteando el equipo y las seguimos hasta una fosa donde arrojaron los restos. Así que tendremos que empezar de cero".

Sabía de qué chicas estaba hablando y no me quedaría de brazos cruzados, pero por ahora lo más importante era seguir grabando.

"No importa, de todos modos, ya sabemos que hacer." Regresamos al bosque para grabar, hasta que se dio la hora de cenar, entonces nos dimos cuenta de que muchos ya avían terminado de grabar, por ende, los instructores nos dijeron que mañana por la tarde sería cuando mostremos nuestras películas. Después de haber comido retomamos la grabación, y pese a algunos contratiempos logramos finalizar la grabación.

"Ok a mimir".

Dijo Alfonso mientras bostezaba, y poco después nosotros también bostezamos. Malú se despidió y nos fuimos a dormir. En el camión creí haber escuchado que algo nos seguía, pero al mirar para atrás no vi a nadie así que supuse que solo era mi imaginación así que regresé la vista al frente justa antes de meterme tremendo madrazo contra un árbol, cosa que les dio gracia al dúo a mi derecha.

"¿Te pegaste?".

Preguntó Alfonso a lo que respondí, simón. Nos reímos un poco y continuamos caminando hasta que entramos a los dormitorios.

*

Al día siguiente fui despertado por Ernesto ya que Alfonso se nos adelantó para terminar la portada de la película. Nos dimos una ducha y salimos, siendo recibidos por la helada brisa matutina. Cuando llegamos a la cafetería nos encontramos con Malú y Alfonso, así que nos sentamos juntos a ellos para desayunar.

"¿Cómo quedó?".

Preguntó Ernesto mientras esperaba la hora para comer. Entonces Alfonso le mostró una hoja con un dibujo en el que salíamos todos.

"¿Qué te parece?".

Observamos el dibujo, apreciando los detalles que tenía, entonces lo felicitamos y poco después iniciaron otro tema de conversación en el que no participé. Y tras unos minutos, más gente empezó a llegar y pronto fuimos a desayunar, al terminar Alfonso y Ernesto querían ir a caminar en el bosque, así que nos invitaron, pero Malú y yo rechazamos la invitación. Entonces el dúo se despidió y se adentró en el bosque dejándonos solos.

"Me imagino que vas a nadar".

Dijo Malú mientras estiraba los brazos, y yo le pregunté si quería ir, pero unas chicas nos interrumpieron.

"¿Oye ella es tu novia?".

Preguntó una de las chicas mientras se sentaba junto a mí, y por reflejo me aparte mientras la miraba de reojo. "No." Entonces otra chica se sentó a lado de mi mientras que una tercera me ponía las manos en los hombros, así que me levanté y me pase al lado de Malú para indicarle que nos fuésemos, a lo que ella sin decir nada se pone de pie para acompañarme a la playa, pero mientras caminábamos, mire de reojo hacía atrás, fijando la mirada en el trío. Cuando llegamos al muelle, nos sentamos en el borde y miramos al horizonte.

"Parece que va a llover".

Dijo Malú en un intento por romper el hielo, pero yo no sabía cómo continuar la plática, entonces recordé a la loba así que miré para atrás, encontrándome al trío no muy lejos. Y la albina nos estaba observando. "Si bien recuerdo, dijiste que no sabías nadar." Comenté aun mirando a la chica, la cual parecía estar sonriendo. Por otro lado, Malú afirmó mientras me dirigía una mirada de desconfianza. "Entonces te voy a enseñar." Tan pronto como terminé de hablar, la empujé y deje que se callera al agua, pero está me agarró del brazo y me arrastro con ella. Al estar bajo el agua, pude ver cómo trataba de salir a la superficie así que la sujete de la cintura y la ayude a subir, hasta que sacamos nuestras cabezas por encima del agua.

"No putas mames, el agua está helada cabron".

Me reí de su queja y ella no tardó en acompañarme, así que la jalé para nadar juntos y asegurarme de que no se valla a ahogar. Pero entre nuestras risas, acabamos nadando demasiado juntos y al final nos dimos cuenta de que esto se podía malinterpretar así que nos separamos un poco. "Creo que ya fue mucho juego." Dije mientras miraba hacia la costa dándome cuenta de que estaba algo más lejos de lo que me imaginaba.

"Si será mejor que regresemos".

Empezamos a nadar siendo entonces cuando me di cuenta de que Malú en realidad si sabía nadar, ya que no me costaba mucho empujarla para avanzar, así que la solté y ella inmediatamente se me echó encima.

"Oye no me sueltes".

"Creí que ya no era necesario".

"Pues creíste mal".

Me reí y nuevamente la tomé de la cintura para irnos juntos de regreso a la playa, en eso me llega a la mente mi celular, pero al revisar mi pantalón me doy cuenta de que no lo tenía, aliviándome. Una vez que llegamos a tierra firme, nos exprimimos algo de agua.

"¿Adónde vas a ir?".

Preguntó Malú mientras se acomodaba el pelo. Entonces pensé un por un momento en lo que aria pero no se me ocurrió nada. "No sé, tal vez valla a dormir o algo así, ¿Y tú?".

"Pues pensaba ir a pasear en el bosque".

"Bueno entonces nos vemos luego".

"Aja".

Nos despedimos y caminamos hacía nuestros dormitorios para darnos una ducha con la que quitarnos la sal. Tras mi ducha me cambio de ropa y tiendo la húmeda para irme directo a la cama donde quede noqueado en cuestión de minutos, teniendo a la loba dando vueltas en la cabeza. Al despertar me encontré con la loba, y por el susto pegué un brinco, golpeándome la cabeza con la base de la cama de Alfonso. "¿Por qué estás aquí? Alguien podría verte." Le advertí, pero la loba me ignoro, así que me puse de pie y solo entonces me di cuenta de que no era la loba que me avía encontrado en el bosque, Sierra mente se trataba de un camino, pero este resultó ser un zorro, así que retrocedí y la criatura empezó a cambiar parcialmente de forma, siendo lo suficiente como para reconocer a la chica albina con la que sostuve la mirada antes de arrojar nos a Malú y a mí al agua. Pensé en múltiples formas de librarme de esta situación, pero no ayudó que la pelirroja y la rubia también se encontrarán bloqueándome la salida, rápidamente fui acorralado y la albina me olfateo antes de sonreír y pasar una de sus garras contra mi cuello.

"¿Conoces a alguien que se parece a mí?".

"¿Qué quieres?" No pensaba, literalmente avía dejado de pensar, lo único que quería era salir corriendo, pero si lo intentaba acabaría siendo el postre.

"Preguntas que quiero, Ju ju, bueno eso no es muy difícil de adivinar, por qué no te relajas y nos acompañas, cachorro".

Se dio la vuelta y empezó a caminar hacia la salida para al llegar a la puerta, detenerse y mirarme de reojo, e indicarme que continúe, así que hice caso y la seguí, entonces entramos al bosque, donde caminamos por bastante tiempo hasta que finalmente llegamos a la cueva en la que se encontraba la manada de lobos, los cuales ya nos estaban esperando, entonces la loba sale de la cueva y empieza a gruñir. Me preguntaba en qué rayos me metí.

"Hola lobitos".

Saludo la zorra blanca mientras me los lobos se limitaban a gruñir.

"Oh no se preocupe, esto es entre su hija y yo... No hace falta que explique mis razones, según el tratado reto a Luna a una batalla por la posición de este macho".

En esta situación lo único que puedo llegar a decir es ya valió vergas.

"¿Aceptas el desafío?".

La loba se pone al frente de la manada y la chica sonríe para después todos ir al interior del bosque hasta que llegamos a un gran claro. Entonces la albina adopto su forma de zorro, mientras me el padre de la loba me manda a sentar sobre una pila de rocas, haciéndome sentir como si fuese una especie de trofeo. Por otro lado, la loba y la zorra empezaron a caminar en círculos, midiendo a su oponente, entonces Luna se lanza sobre la zorra mordiendo le el cuello para de inmediato empezar a sacudir la cabeza de un lado a otro, por otra parte; la zorra permanecía tranquila hasta que cruzamos miradas, siendo ese el momento en el que la loba cambio la forma de su cuerpo a uno antropomórfico.

La loba le enterró las garras en el cuello a la zorra y está permanecía en su lugar sin hacer nada, hasta que fue derribada, y nuevamente cruzamos miradas, mientras que la loba le clavaba las garras en el estómago, siendo entonces cuando escuché en mi mente una silenciosa voz, entonces me pregunté; "¿Por qué no se defiende?" Poco después de haberme dicho esa pregunta, la zorra pateo a la loba para ponerse de pie. Luna regreso con rapidez, pero la otra simplemente evadir los ataques, pero no entendía porque solo esquivar, si usaba su peso para inmovilizar la podría morderla sin gastar tanta energía. Entonces la zorra logró morder uno de los brazos de Luna para de inmediato alzarla y golpearla contra el piso repetidas veces, tratándola como a un muñeco de trapo, cada tres golpes contra el piso la sacudían y reanudaba los impactos.

Pero la loba aumentó de volumen y le abrió el hocico y le metió un sonoro rodillazo a la garganta, provocando que la zorra tosiese, así que la loba continúo atacando su cuello mientras evadía los constantes zarpazos de la otra. Cuando parecía que la loba estaba ganando, la zorra nuevamente demostró superioridad al dislocar intencionalmente su mandíbula inferior para acercarse y poder abrirle el estómago de un zarpazo; obligando a la loba a retroceder; fue entonces cuando pude ver cómo su mandíbula volvía a su lugar, dándome a entender que se podía regenerar, así que miré al vientre de la loba, descubriendo que su estómago ya no estaba sangrando.

Pese a que me sorprendía ver el enfrentamiento entre esas dos criaturas, aún no me movía de mi lugar ya que temía que me atacarán tan pronto como intentará huir, así que por curiosidad quise mirar hacia mis costados, pero justo antes de que siquiera apartará la vista de la pelea, la masa muscular de la loba aumentó de golpe al igual que su estatura, su musculatura no era exagerada, fácilmente solo sus brazos serían aproximadamente del doble de ancho que mis hombros, y su altura me parecía que aumentó casi un metro; ahora parecía ser que la zorra perdería y ese pensamiento casi fue seguro tras ver la impresionante forma en la que los músculos de las piernas de la loba, se tensaron para darle un rápido impulso en contra de la zorra, embistiendo con el hombro, mandándola a volar a varios metros, deteniéndose tras golpear un árbol.

Entonces la zorra se levantó, pero mientras lo hacía; la forma de su cuerpo cambiaba a una antropomórfica, desde luego su hocico era más pequeño, además sus cola y orejas son más largas que las de la loba. Ambas tensaron los músculos de sus piernas y arremetieron la una contra la otra en lo que parecía se convertiría en una prueba de fuerza y peso, en la que la loba tendría las de ganar, pero la zorra dio un salto en el último segundo, y en pleno aire agarró la mandíbula de la loba, para jalarla y golpearla contra el suelo, para casi al instante evadir un zarpazo, y por la fuerza de este; al golpear el suelo, levantó polvo entonces se reincorporo para arremeter en contra de la zorra.

Esta última evadía los zarpazos sin mucho esfuerzo, entonces Luna trato de patearla, pero en ese momento, la zorra salto. Conectando le un rodillazo en el hocico, seguido por una combinación de golpes de los cuales la loba no pudo defenderse, y tras unos segundos, Luna trato de recuperar terreno, pero la zorra le apartó la mano para con la misma mano, golpearle la nariz, haciendo retroceder a su oponente, y en ese momento de vulnerabilidad; le golpeó el estómago, pecho y garganta, haciendo que la mayor se límite a proteger se. Entonces la zorra baja y deja los brazos en los costados, cosa que la loba aprovecho para tratar de atacar, pero ten pronto como lanzo un zarpazo. La zorra lo bloqueo y contraatacó con otra combinación de golpes, pero en esta ocasión también ataco a las piernas. Dejándola de rodillas en el piso, entonces la loba intento darle un último zarpazo, pero este solo corto el aire ya que la zorra se puso detrás de la loba para dejarla inconsciente con una patada en la nuca, quedando como ganadora.

Después de ello, la zorra se nos acercó y me miró con una sonrisa que me puso la piel de gallina, por otro lado, el padre Luna miraba con molestia a su hija, luego fijó su mirada en mí y la zorra. Pese a tener cara de lobo, pude identificar la expresión de intriga. Nuevamente empezó un intercambio de miradas de la que no entendía la razón, hasta que la zorra empezó a hablar.

"Conoces las reglas, yo gané así que ya no lo pueden tocar sin mi permiso".

Tras sus palabras escuché un gruñido, y al dirigir la mirada hacia su origen, me encontré con la loba aún en su forma musculosa.

"Después de todo, jamás lo reclamaste ¿O me equivocó?".

La loba se lanzó en contra de la zorra, pero está le conecto un derechazo con una fuerza tan grande que incluso, fue capaz de mandar a volar a la loba, varios metros hacia atrás, donde empezó a toser sangre.

"Dejaré pasar esta falta de respeto por el acuerdo entre nuestras familias, pero si vuelve a suceder, no estoy segura de poder contener mi fuerza".

El lobo asintió, entonces la zorra se me acercó y yo por reflejo retrocedí; cayendo me dé la piedra de una forma lamentable, esto al parecer le causó gracia ya que empezó a sonreír de una forma un tanto distinta ya que ladeo la cabeza.

"Vamos cachorro, tengo que aclarar algunos asuntos contigo".

Entonces la zorra se me acercó con rapidez y me levanto con una mano hasta la altura de su cabeza, y nuevamente sentí ese sentimiento de vulnerabilidad que tanto detesto, aún que también estaba presente un miedo, del cual solo podía pensar en huir, pero mi cuerpo ya no respondía a mis deseos. Supongo que la zorra se dio cuenta de ello ya que me llevo entre sus brazos como si estuviera cargando a un temeroso conejo. Mientras la zorra me llevaba de regreso al campamento, me di cuenta de que ya era mediodía, así que no estuve mucho tiempo durmiendo, posiblemente unas dos o tres horas.

Pero no fue hasta que llegamos al campamento cuando me di cuenta de que ella y las otras, seguían viéndose como zorras, entonces me imaginé varios escenarios en los que otros las descubrían y estás los mataban, pero lo descarté casi al instante ya que no me parecía muy lógico. Así que me límite a esperar y las otras zorras se fueron, dejándonos solos mientras nos acercábamos a los dormitorios de los chicos. Al entrar, no había nadie así que la zorra me llevo hasta las duchas, donde me dejo recostado en el pasillo de los vestidores.

"Ahora te voy a reclamar, y no te preocupes, no te haré daño".

Me intento desvestir, a lo que yo respondí con patadas, pero al final no sirvió de nada, ya que en cuestión de segundos; me encontraba a su merced.

"Eso es, has de este juego más interesante".

Al terminar su frase, me sujetó de las muñecas con una mano, y las presionó por encima de mi cabeza, mientras que con su mano derecha exploraba mi abdomen. Entonces pensé en darle un rodillazo, pero la zorra juntó nuestras pelvis. Así que trate de liberar mis manos, aunque su agarré era demasiado fuerte y tan pronto como aparte mi mirada de sus ojos sentí como me mordía el cuello, clavándome los colmillos para después lamer mis heridas; poniéndome nervioso, provocando que empiece a patalear con desesperación mientras que la zorra me miraba con diversión y picardía.

Rápidamente entendí que sin importar cuánto me esfuerce, ella siempre será mucho más fuerte que yo, y que estaré a su merced, pero a pesar de ello, continuaba moviéndome de forma errática y desesperada. Varias veces pensé en gritar, pero cada vez que lo pensaba; lo descartaba al instante ya que, si gritaba no sabría de lo que sería capaz de hacerme, y no lo quería averiguar.

"Sabes, eres algo inquieto... Así que terminaré rápido".

Mientras me susurraba al oído, bajaba su mano derecha hacia mi entrepierna, así que deje de luchar, mi cuerpo temblaba de miedo e impotencia, mientras que mi mirada se encontraba fija en su mano. La zorra separó mis piernas y me sonrió, entonces aparte la mirada para no darle el gusto de ver mi expresión.

"¿Ya no pelearas? Bueno, sabes lo que te conviene".

Cuando terminó de hablar, me dio un ligero apretón en la entrepierna, cosa que de alguna forma me hizo enfurecer lo suficiente como para ignorar el peligro y miedo; dándome la fuerza para liberar una mano y clavarle el pulgar en uno de sus ojos. Esto fue suficiente para que la zorra me liberará, pero tan pronto como retrocedió, me hacer que y le agarre los dedos de la mano derecha para torcerlos hacia los costados. Ganando me un manotazo que me arrojó al suelo, así que me puse de pie y salí corriendo, pero cuando estaba por llegar a la puerta de la salida, una de sus manos me estaba agarrando de la pierna, y con un simple tirón; me mandó de regreso a la entrada de las duchas, para casi de inmediato meterme y golpearme contra un muro mientras gruñía.

"Eso me dolió... Ja eso me dolió".

Su tono y mirada parecían ser de orgullo, cosa que me confundió, pero a pesar de ello, aún conservaba un fuerte odio hacia esa maldita zorra.

"Bueno supongo que aún no estás listo, después de todo. Solo eres un simple humano".

Me lamió y acorraló contra una esquina, donde nuevamente trato de desvestirme, pero yo me las arreglaba para golpearla y torcerle los dedos, frustrándola lo suficiente como para que dejara de intentarlo. Entonces me dio un rodillazo en la entrepierna, causando me bastante dolor el cual fue eclipsado por mi furia, la cual desate dándole golpes al hocicón y cuello, con la intención de que desproteja su pecho y en la primera oportunidad que me dio; le mordí un pezón con tanta fuerza que incluso la zorra chilló, su piel era muy dura, pero a pesar de ello seguí mordiendo lo más fuerte que podía. Me empezó a gritar que parará, pero eso solo me motivaba a aumentar la fuerza hasta que escuche a las otras zorras entrar, pero en su forma humana, rápidamente me acomode en otro pezón y lo mordí con el otro lado de mi mandíbula para morder con toda la fuerza que le quedaba a mi dolorida boca.

Por otro lado, sus amigas me jalaron con tanta fuerza que perdí uno de mis dientes mientras que la zorra daba pequeños saltos en su lugar, mientras maldecía y cubría sus senos. Sus amigas me miraron con resentimiento así que le di un cabezazo en la nariz a la pelirroja, quedando libre hasta que la rubia me obligó a arrodillarme tras haberme pateado las piernas. Intenté levantarme, pero la pelirroja también me pateo y me acorralaron contra una pared, cosa que aproveche para arremeter en contra de la rubia, recibiendo unos dolorosos golpes antes de poder morderle un dedo a la vez que le clavaba los pulgares en los ojos, pero la zorra me mordió en el hombro, y lo más extraño de eso es que sentí como si todo mi cuerpo perdiera fuerza hasta que perdí el conocimiento.

Pov Malú.

Me encontraba caminando en la playa hasta que vi a Alfonso y Ernesto intentando trepar por una palmera, así que me acerqué y los saludé para después preguntarles que querían hacer, entonces Alfonso me respondió tras haber caído.

"Vemos quien llega primero a los cocos".

"¿No han pensado en usar sus cinturones?" Dije recordando la película de Mulán.

"Eso le quitaría la dificultad".

Nuevamente intenta subir y cuando ambos estaban por la mitad, pisaron mal y cayeron de pie. "Jeje, me recuerdan a mis primos." Me hacer que a la palmera y empecé a trepar hasta llegar a los cocos, pero al estar junto a ellos me di cuenta de que no los podría quitar. "Oigan ¿De casualidad saben quitar cocos sin cuchillos?".

"No pero aquí tenemos unos cuchillos".

Entonces Ernesto sacan un cuchillo con dientes cosa que me resultó extraño. "¿De dónde lo sacaste?".

"De la cocina".

Respondieron Alfonso y Ernesto al mismo tiempo, a lo que yo susurré; pinches ratas. Luego Ernesto le entrego el cuchillo a Alfonso y le ayudó a subirse a sus hombros para que me dé el cuchillo, y al agarrarlo, regrese con los cocos para cortar el tallo que los unos a la palmera, dejando caer uno tras otro, siendo atrapados por los chicos. Después de cortar los cocos, baje con cuidado de no cortarme con el cuchillo.

*

Pasaron algunos minutos y ya era hora de comer así que fui a despertar a Julian mientras que Alfonso y Ernesto iban a apartar un lugar. En el camino miraba de reojo el mar hasta que llegue a la entrada de los dormitorios, así que entre y miré el lugar encontrándome a Julian recostado en su cama así que camine hacia él para despertarlo. Pero antes de hacerlo me senté a su lado y lo miré por un rato, apreciando la tranquilidad de su estado, no es como si él fuese alguien desastroso, todo lo contrario, parecía ser reservado incluso diría que algo sumiso ya que por la forma en que camina; moviendo poco los brazos, casi como si estuviera tenso todo el tiempo, además de estar ligeramente encorvado, me hace pensar que es alguien fácil de manipular. Tal vez sea mi imaginación, pero abecés me parece que casi no parpadea, probablemente sea solo mi imaginación así que le doy unos empujones hasta que se despierta.

"Buenos días dormilón".

"Hola".

"¿Descansaste?".

"Si".

"Bien, entonces vamos a comer." Salimos y al llegar a la cafetería nos sentamos junto a Alfonso y Ernesto, pero mientras comíamos, el mismo trío de chicas de la mañana, se acercaron y se sentaron junto a Julian.

"No les importa que los acompañemos, ¿Verdad?".

Preguntó la rubia a Alfonso y este estuvo de acuerdo así que Ernesto le hizo un espacio a la pelirroja, y está le sonrió mientras se sentaba a su lado. Y Julian se encontraba muy tensó ya que la peliblanca prácticamente se le quería echar encima.

"Julian, ¿Recuerdas en donde deje mi celular?" Pregunté para que pudiese salir de su nerviosismo, pero no creo que entendiese mi intención.

"Creo que en los dormitorios o igual vamos a buscarlo".

"Perfecto". Pensé hasta que la otra se ofreció para ayudarnos con la búsqueda. Trate de convencerla para que no se levantará, pero al final nos acompañó. Veía a Julian de reojo, notando claramente la incomodidad y nerviosismo que tenía, probablemente le parecía atractiva. Después de algunos minutos buscando en el dormitorio de las chicas, fui a las duchas y entré a los vestidores, para sacar mi celular y hacer como si lo hubiese encontrado.

"Ya lo encontré." Dije mientras les mostraba el celular, luego salimos y en el camino de regreso, me di cuenta de que la otra estaba acercándose mucho a Julian, cosa que no me agradó, aun así, no me metí; ya que era su decisión si dejarla o no.

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