webnovel

Lucifer, Príncipe de la oscuridad y la maldad

"Unamos nuestras fuerzas y luchemos contra nuestro padre. ¿Qué acaso no deseas ese trono?. Juntos podremos derrocar a ese viejo. ¿Qué me dices? ¿No quieres iniciar una rebelión?. Lucifer. ¿No deseas ese trono....?" Lucifer, era el arcángel más poderoso de todos los tiempos, él sucesor de dios en el trono, sin embargo, tal cosa nunca llegó, el trono fue simplemente algo que él no pudo alcanzar. Furioso por eso. Lucifer tomo rencor contra su padre y lentamente comenzó a despegarse de él y su hermano, Yahveh pudo verlo en sus ojos. Fue entonces que él aprovecho ese momento de debilidad de Lucifer, le dio la mano y le dijo que juntos podían tomar el trono, lo cautivo y le dio su mano para reclamar juntos el trono. Enfurecido, Lucifer acepto y allí fue donde todo comenzó, el inicio de su fin. Lucifer fue traicionado por su hermano y enviado al infierno por su traición al cielo. Allí fue cuando Lucifer lo entendió, él entendió la verdad de todo. Entendió que fue traicionado y ahora iba a buscar la venganza que tentó anhelaba...

Green0034 · Fantasy
Not enough ratings
29 Chs

Capitulo 22: Augurio

A lo largo de la historia muchos seres se han encontrado con diferentes anomalías en el extenso universo en el que vivían, desde Seres sumamente extraños que no deberían ser capaces de existir hasta seres malditos que contenían maldiciones capaces de destruir tu vida para siempre.

El creador nunca aclaro esto, pero en el mundo celestial se tenían ciertas creencias sobre el augurio y las maldiciones que podían recaer sobre ciertas personas, maldiciones y augurios que no traían nada bueno, muerte, desastre y sufrimiento.

Al final estos dos conceptos fueron muy utilizados por los Seres celestiales quienes atribuían ciertos eventos a maldiciones o malos augurios que fueron lanzados por el universo, incluso se decía que el creador lanzaba estos eventos para advertir sutilmente a alguien sobre el desastre que estaba apunto de iniciar, pero al final todo eso eran solo eran creencias, al final cada quien decidía si tomarlo en serio o no hacerlo, pero al final había mas quienes se lo tomaban muy en serio.

Lucifer era uno de ellos.

"¡Una serpiente blanca!"

Obviamente estaba sorprendido ya que temerariamente recordaba dos eventos desafortunados del pasado.

Antes de esta, dos veces son las que Lucifer ha visto serpientes blancas en su vida, dos veces donde le ocurrieron las peores tragedias que uno puede sufrir en la vida.

La primera vez fue poco antes de ser desterrado al infierno y la segunda vez fue cuando murió por primera vez.

Al final ambas veces presagiaron un terrible desenlace para su vida, dos desastres que marcarían la vida del diablo por siempre y para siempre por toda la eternidad.

Y justamente ahora que todo parecía marchar relativamente bien vio otra serpiente blanca pasar por su lado, y esto ocasiono varios sentimientos en su cuerpo, sentimientos que no sabia como expresar, desde el miedo hasta la ira, sentimientos que le hacían recordar ciertos sentimientos que inquietaban lo mas profundo de su mente.

Sentimientos que le daban demasiada intranquilidad.

-De nuevo, de nuevo voy a sufrir una maldita desgracia?-

-Tsk-

-¡No lo permitiré!-

-¡No voy a permitir que eso suceda de nuevo!-

-¡No permitiré que otra vez mi vida se vaya a la mierda por una maldita serpiente, no lo dejare!-

Iba a romper el ciclo de una maldita vez, no iba a permitir que otra vez sucediera, no iba a permitir que sucediera la misma mierda otra maldita vez.

Rabiando de ira, Bell se dirigió en donde estaba la extraña serpiente blanca, no deseaba que todo se fuera al sastre por culpa de esta serpiente, no deseaba que su vida sufriera un desenlace como el que sufrió en aquellos años, por ello inmediatamente intento eliminar todo aquello que traía desorden a su vida.

"¡AHHHH!"

"¡!"

Como si supiera lo que pasaba, la serpiente inmediatamente se escondió al ver que Bell se acercaba con mucha ira y velocidad hacia donde ella se encontraba, al palpar el peligro inmediatamente huyo para no sufrir la ira del demonio mas poderoso de la historia.

"¡No vas a escapar morirás bajo mi mano!"

"

¡No dejare que esta oportunidad que se me fue dada se vaya a la mierda por ti, si tengo que matarte lo hare sin dudar en nada!"

Bell no estaba bromeando en nada, no quería vivir otra tragedia en su vida, por ello estaba decidió a usar todo su poder para erradicar el problema de raíz.

Bell entonces detuvo su paso, recargo la poca magia que tenia y luego concentro su poder en un solo objetivo.

La serpiente blanca.

Bell sin importar nada corrió hacia donde estaba la serpiente blanca, con una velocidad sobre humana corrió y corrió hasta capturar a la pobre serpiente que le esperaba un terrible destino a manos del demonio mas cruel de la existencia.

"¡Bnnnnmm!"

La serpiente chillaba pero Bell no parecía importarle para nada sus lloriqueos, simplemente tenia pensado en eliminar lo que él pensaba que era una maldición que le fue impuesta, con demasiada ira, Bell inmediatamente cargo un ataque que iba a destruir por completo la existencia de la serpiente.

De pronto el aire se volvió sumamente pesado, en la atmosfera del lugar comenzó a sentirse un viento caliente que afectaba los alrededores del bosque, el calor fue tan fuerte que los animales que habían comenzado a irse voltearon a ver impactados a Bell por que no sabían que era lo que había pasado, no entendían por que había decidió comenzar atacar de nuevo y por supuesto que entraron en histeria al saber que podían perder su hogar.

Rápidamente huyeron del lugar pensando que tal vez su fin había llegado.

"¡¡Vas a morir!!"

Totalmente cegado por la ira cargo el mejor ataque que actualmente podia hacer.

Sin embargo rápidamente se dio cuenta de algo.

"¡!"

Sintió el miedo de todos los animales que había a su alrededor incluida la pequeña serpiente que temblaba al ver a tal Ser frente a él...

Bell había prometido algo y ahora estaba rompiendo ese acuerdo al intentar usar todo su poder para eliminar esta pequeña serpiente.

Al final nada había cambiado y seguía siendo el mismo ser que años atrás había sembrado el terror y la maldad en mundos aledaños, el llamado Demonio de la perdición.

Al darse cuenta de lo que estaba haciendo rápidamente dejo de usar su poder, soltó a la pequeña serpiente y todo comenzó a volver a la normalidad.

Al ver que todo estaba volviendo a la normalidad, la pequeña serpiente simplemente miro a Bell con una mirada de miedo, no quería moverse ya que no confiaba en lo que él pudiera hacer, sin embargo él simplemente se dio la vuelta y le dijo unas ultimas palabras.

"Vete..."

Con una voz casi sin fuerza, Bell le dijo que se fuera, era una voz sin poder pero que contenía sentimientos reprimidos, como si le dijera que irse era mejor a quedarse.

La serpiente parecía entender el significado de sus palabras por lo que rápidamente se marcho sin siquiera mirar atrás.

Bell simplemente soltó un suspiro cansado y sin mas decidió que era hora de marcharse, no deseaba pensar en nada mas ya que sabia que la ira volvería a apoderarse de él, por ello simplemente en silencio se marcho sin dar vuelta a atrás y se dirigió rumbo a su hogar.

En completo silencio, Bell marcho a casa y simplemente dejo de lado todo lo que pasaba, ni siquiera sonreía, simplemente camino sin pensar o decir una sola palabra sobre este día, simplemente no le interesaba y por ahora necesitaba descansar su mente.

Ya de noche, Bell pudo llegar a casa sin tener mayor problema, la montaña no estaba demasiado lejos de donde estaba su casa así que el camino fue relativamente corto, al final llego a casa para por fin descansar un largo rato del día tan pesado que había tenido.

Llego a casa y lo primero que hizo fue ducharse para luego ir a dormir, su familia se preocupo por él, pero al final un simple estoy bien" fue suficiente para tranquilizar a ambas damas.

Bell simplemente deseaba descansar, así que les pidió a ambas que lo dejaran dormir, ellas naturalmente lo entendieron así que respetando su petición, dejaron en paz al cansado Bell.

Bell no tardo demasiado en entrar al mundo de los sueños, simplemente cerro los ojos y rápidamente comenzó a soñar.

Sin preocuparse por nada, Bell entro en el mundo de los sueños donde soñó el sueño mas hermoso que uno podia tener, sin embargo, los sueños son sueños y la realidad es la realidad, al final ese sueño confirmaba lo que tanto sospechaba en su Ser interior, confirmaba la realidad de las cosas.

Un horrendo acontecimiento estaba a punto de llegar y no había nada que pudiera pararlo.