webnovel

Cap 14 Viaje

La lluvia de la tarde fuera de la mansión Zehren se prolongó también durante la noche, constantemente se escuchaban los rugidos de los deslumbrantes relámpagos. Caín miró hacia las ventanas goteantes con sus emociones fluyendo con la misma fuerza que aquella lluvia, a pesar de haber tenido lo que se podía describir como una perfecta tarde, se sentía totalmente resentido con su alrededor. Cuanto más avanzaba el reloj, más solitario tendía a sentirse. 

Frente a él la señorita Eilith disfrutaba de una cena tranquila rodeada de los 4 candidatos que la acompañaban en la mesa. Invitada a causa del conde Salieri, Caín la hizo llamar para disculparse personalmente como su padre le ordenó, aunque en realidad, ella no estaba para nada afectada por el asunto de la fiesta de la marquesa. Eilith no era pretensiosa, a ella le fue concedida la gracia de la comprehensión, además, en aquel momento, el cortés Raguel manejó todo el asunto aún si nadie se lo pidió. 

 —Sabes Caín... pronto se celebrará el festival de Yuor 

Leroy reaccionó antes de que Caín pudiera alcanzar el sentido de la conversación. Conocía todo acerca de esa región debido a que su famoso festival siempre coincidía con el cambio de estación. 

—Incontables veces el abuelo ha roto su promesa de viajar a Yuor conmigo, y este año, es posible que sea de la misma manera. 

Lucrecia comprendió enseguida el hecho de que la nieta del duque expresara abiertamente sus pensamientos sobre la provincia natal de la familia Billeter, era el lejano lugar donde creció, una región a por lo menos 5 horas de camino al norte de Kevland. 

—Caín, ven conmigo a Yuor, si es contigo mi abuelo lo permitirá. 

Las intenciones de la noble Eilith eran claras, nadie estaba sorprendido, los 3 de los 5 elegidos tan solo esperaron por la reacción de Caín como parte del entretenimiento. Lo miraron directamente, tanto que, le fue imposible mantenerse en silencio por mucho tiempo. 

La primavera terminaba, el hijo del conde posiblemente podría tomarse algunos días de sus deberes dentro de la mansión, ese no era un problema para él. En cualquier caso, no podía negarse, y si tenía que pensárselo, era esta una buena oportunidad para redimirse por su descortesía pasada. 

—Por supuesto, será un placer. 

Con la respuesta afirmativa, Eilith sonrío como una niña a la que le han comprado algo que deseaba encaprichadamente, reflejando un prominente brillo de emoción en sus inocentes ojos azules. 

—Vaya, me siento un poco celoso, ¿por qué solo Caín? 

Las diferentes reacciones atacaron la figura elegante de Raguel, claramente había lanzado una broma que nadie más que Eilith encontró divertida. 

—¿Te gustaría visitar Yuor? 

—Solo me siento deprimido porque Caín pasará tanto tiempo a solas con la preciosa Eilith. 

Las mejillas de la chica se sonrojaron dulcemente, resultó intimidada y cubrió sus labios con sus pálidos dedos. El diablo castaño habría continuado hablando más de una cosa para hacerla sentir avergonzada, pero fue interrumpido por la entrada de una dama de servicio. 

—La señorita Delilah regresó. 

La voz que le susurró en secreto intrigó a la muñeca de cristal, ella fue la única en notar como su sonrisa se suavizó antes de levantarse para abandonar el comedor. 

La visita de Delilah había terminado, el solo pensar en el lugar del que venía, despertaba toda la curiosidad del hijo de los barones, pretender modestia estaba lejos de su personalidad, simplemente se vio así mismo caminando a lo largo del pasillo para encontrar a Delilah. 

La discreta joven salió del auto como si la lluvia formara parte de una ilusión, en ese momento su rostro y sus cabellos humedecidos manifestaron un particular encanto, Raguel deseo secar su piel y ponerla en un lugar mucho más cálido, desde luego, ella no esperó ser recibida por ese hombre y se detuvo antes de entrar. 

—¿Por qué estás aquí? 

El viento arrastró una densa corriente de agua logrando que la joven avanzara con una reacción evasiva hacia el hijo del barón Asselín 

—¿Ha ido bien su visita con los Bathory? ¿Es Neil realmente un hombre tan impresionante? 

—Lo es. 

La respuesta fue inesperada, el valor de esa chica ordinaria se elevó con tal solo dos palabras, Raguel no podía imaginar cuan real era todo aquello. 

—Delilah... ¿de verdad has visto a Neil Bathory? 

Delilah afirmó con naturalidad como si fuera inconsciente de cuan inalcanzable era ese especifico hombre. Todo el tema de su elección como candidata había llenado sus pensamientos, el impacto fue tan grande que apenas podía manipular sus reacciones. 

—Si eso sucedió... 

—No puedo decirte nada de lo que sucedió en ese lugar, así que volveré a mi habitación. 

Si Delilah no se iba ahora, Raguel la cuestionaría durante toda la noche, ella no se podía permitir hablar libremente sobre la familia Bathory y quiso adelantarse. 

—Te gustaría cenar ahora, todos están ahí dentro. 

La joven dedicó una mirada indirecta al comedor con una expresión completamente fría. Estaba lo suficientemente cansada como para reunirse con sus compañeros. 

—Cenaré en mi habitación. 

Antes de que Raguel insistiera en detenerla ella le dedicó una suave mirada sonriéndole al mismo tiempo. 

—Estos días me he vuelto bastante insoportable para Lucrecia y... —dijo para luego detenerse y devolver su atención hacia las escaleras. —Caín luce más tranquilo cuando no estoy cerca. 

Delilah tenía poco control sobre sus emociones, sentía que su corazón se enfriaba con frecuencia cuando era obligada a enfrentar la existencia de Caín desde que las cosas no habían cambiado y, ese era el problema. 

Raguel lo recordó, al intranquilo Caín mirando a través de la ventana del balcón antes de abandonar el salón. Aquella noche no fue otro más que Raguel quien inventó una excusa para el conde Salieri cuando su primogénito no volvió a aparecer. Lo que había visto en la entrada de la mansión tan solo fue una cautivadora despedida entre Andrea Bathory y Delilah y fue incapaz de controlar sus acciones. Raguel creía haberlo comprendido, pero ahora, todo aquello parecía haber sido por nada. 

A la mañana siguiente ese hombre apenas miró a Delilah, incluso aquellas veces en que se encontraron cara a cara, él se limitaba a ofrecer un saludo corto, su falsa sonrisa era bastante obvia. Fue impresionante como esa chica para la que no hubo nada, logró un significativo control sobre sí misma, respondía a la frialdad como si sus sentimientos no valieran nada. El brillo de resignación en sus ojos seguía siendo bastante duro de soportar. 

—Caín viajara a Yuor la próxima semana, tal vez te sientas mejor cuando no esté. 

El rostro de la chica palideció, su cuerpo perdió la estabilidad, afligido por la repentina noticia. ¿Caín estaba haciendo un viaje a Yuor? ¿cuándo? ¿por qué? La idea de no verlo le creó un fuerte dolor en el pecho porque no podía negar su deseo de encontrarse con él, aún si no hablaban más que para lo indispensable. 

—Los asuntos de Caín, no tienen nada que ver conmigo. 

Ese no era un buen momento para jugar con ella, estaba gastando toda su energía en pretender algo que no sentía cuando respondió. 

—Te gusta tanto Caín que ni siquiera puedes ocultarlo. 

Las palabras provocadoras le despertaron el deseo de trabajar más duramente reprimiendo sus sentimientos, pero Raguel solo estaba bromeando, no quería hacerla ver tan frágil. 

—Él está en un nivel demasiado alto, lo que sienta no tiene ningún significado. 

El dolor que experimentó al dejar esas palabras rasgó su sensible corazón, estaba molesta y al mismo tiempo se sentía verdaderamente derrotada, el deseo de ocultarse en algún lugar creció en su interior. 

—Déjame acompañarte a tu habitación. 

Raguel era un hombre bastante aterrador, alguien de quien no se podía escapar, Delilah se sintió insegura, pero enseguida supo que el no pretendía herirla, esos preciosos ojos esmeralda la miraron con un genuino sentimiento de preocupación. 

♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠