35 Capítulo 35

Los tres se acercan a una mesa para sentarse, aunque Salamadra se queda apoyada en otra mesa con un pie sobre el banco. Ésta y el chico se miran para ver quien comienza a hablar primero. Salamandra es más directa y Trevol es más suave, por lo que empieza él.

_Veras... Hace tres años...

_Un momento, un momento - Mary lo detiene - ¿Quiénes sois ? - pregunta alterada, no sabe quiénes son y porqué la buscan. Salamandra le sonríe pícara.

_Somos vampiros, ¿esque no lo has sentido? - dice la chica de cabellos rojo mostrando sus ojos y colmillos.

_Sí pero...

_Mary - dice Trevol - Tranquila - le sonríe - Estás a salvo con nosotros. Verás...eatás aquí porque...nuestro tribunal de vampiros supo de una... violación humana... en una noche de luna roja - el cuerpo de la chica se tensa - Aquellos hombres, fueron condenados a muerte. Aquí ese tipo de cosas no se aceptan, todos los vampiros tiene sus reglas - hace una pausa.

_No sé si es malo semtirse bien al oir tus palbras, aún soy humana...- dice Mary quitándose un gran peso.

_Los vampiros del tribunal después de buscarte por días, dejaron que te vayas, algunos querían que te unas a ellos, pero no pudieron encontrarte... Perdieron tu rastro - sigue Trevol mirándola con sus ojos dulces - Un año después, todos los vampiros se empezaron a quejar de las muchas leyes que tenemos, el tribunal ha cambiado muchas reglas.

_Malditos malnacidos - maldice la chica de pelo naranja - De pronto han aceptado a tener como esclavos a humanos inocentes, a asesinar cuando nos plazca, a cometer crímenes, porque así es nuestra raza, así somos por naturaleza, unos monstruos, dicen que necesitamos liberarnos y que este mundo nos pertenece... - dice indignada.

Mary se queda impresionada ante esa actitud molesta de Salamandra. Tan malo es el tribunal, piensa Mary.

_Nuestro grupo no responde a esas leyes, no queremos ser así. Nuestro grupo es tranquilo y apaciguador. No asesinados ni torturamos, sino luchamos, y cazamos, y vivimos nuestras propias leyes. Decidimos huir...Nos querían meter presos por no aceptar las nuevas reglas y alzar al los humanos para que nos hicieran lo que quieran.Y ahora nos están cazando.

_Esperad, esperad.... ¿Cazando?

_¿Cómo, no sabes nada de los míticos cazadores? - pregunta algo molesta la otra chica.

_Yo...- dice Mary algo avergonzada.

_Increíble - Salamandra alza las manos - ¿Ahora te tenemos que dar clases de Historia pequeña...?

_Salamandra.... - Trevol la mira a los ojos para que se calmara - Los cazadores a los que llamamos nosotros cazan a vampiros.

_¿Cazadores de vampiros? - pregunta Mary asustada.

_Así es - sigue Trevol en tono suave - Los vampiros que siguen las leyes del tribunal han pactado con los cazadores para que vengan a matarnos y deshacerse de aquellos que se oponen a las nuevas reglas. No todos aceptaron, hay uno en particular al que lo llaman el hombre del arco de oro. Es el más rápido, ágil y mejor cazador conocido en esta parte del mundo. Es el peor de todos..., peor que un vampiro- Trevol mira a la nada con desprecio, a Mary se le vino en la mente un pequeño pragmento de un arco y un armario.

_Hemos querido que vinieras aquí para que te unas a nosotros...- sigue Salamandra mirando a Trevol como si ocultara algo - No eres la única semi-vampiro en la aldea.

_Si todos los que estáis aquí sois vampiros, ¿por qué vuestros ojos son de colores distintos? - pregunta curiosa.

_Porque somos de sangre pura, vampiros de nacimiento- dice el chico quien la mira atentamente con ojos sedientos - Tu eres mestiza, es lo que nos distingue a los vampiros de sangre pura y a los vampiros convertidos. Te llevamos buscando meses Mary.

_¿Pero por qué, qué de especial tengo? Sólo soy una simple muchacha a la que la marcaron de por vida, escondida del resto por temor a que le pueden hacer... No tengo nada de especial...- pregunta muy desesperada Mary por saberlo todo - Salamandra y Trevol se miran preocupados - ¿¡Qué pasa !? - hay un gran silencio entre todos, la tensión aumenta - No...no sé qué hago aquí, es más no debería de estar aquí- Mary está decidida a marcharse hasta que entra una muje bien vestida de un alto rango, transmite poder, mucho poder. Su pelo ceniza, su belleza extrema, su elegancia, todo ella, la hace tener respeto. Además de poder, transmite caridad, amabilidad, y protección. Sus ojos son de un rojo carmín, imposibles de evitar. Se prepara para hablar.

_Los vampiro nacidos bajo tormenta de sangre, son muy especiales - dice con voz seductora - No solo los de sangre real, sino como tú también - camina elegantemente hasta el final para alzarse en un pequeño trono de piedra blanca - En la Historia antigua... los vampiros que nacen bajo luna roja, por desgracia son un arma para la raza vampírica. Algunos son entrenados para matar, otros mueren porque no sobreviven a la transformación, y otros son soldados poderosos.

Mary es incapaz de tragar saliva, su cuerpo está paralizado al escuchar aquello incapaz de creer, solo se queda mirando y escuchando.

_Incluso hoy en día se siguen utilizando esos vampiros como arma... - sigue la mujer - Los vampiros de tormenta roja, son una verdadeea joya que cualquer humano, cazador y vamprio desea - observa a Mary fijamente, lo que acaba de escuchar la deja helada. Todo el que está en la sala, se queda en completo silencio - Te necesitamos Mary.

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