Cuatro Secciones

—Sarah estaba sin palabras. Ni siquiera sabía cómo reaccionar, sabiendo que a su esposo le gustaba ser un cornudo.

Luego estaba la rubia en la proyección, lavándole el cerebro para convertirla en una Buena Esposa. Incluso se sintió convencida de continuar su aventura con Kiba, pero entonces escuchó a su esposo toser.

El monitor de frecuencia cardíaca también comenzó a emitir fuertes pitidos. Asustada, corrió hacia su esposo.

—¡Daniel! —Sarah estaba preocupada. Su boca estaba llena de sangre y había manchas de sangre en la mascarilla de oxígeno.

Al momento siguiente, los médicos se precipitaron para verificar la condición de Daniel.

—¡Está en medio de un derrame cerebral! —el médico jefe gritó con incredulidad. Sabía que las arterias del paciente estaban seriamente dañadas, pero estaba seguro de que no debería haber riesgo de un derrame.

—¡Rápido! ¡Comienza la operación! —otro médico le recordó al médico jefe.

—¡Ah, sí!

Los médicos comenzaron apresuradamente el tratamiento. A Sarah y Kiba se les pidió que esperaran afuera.

Sarah miró a Kiba con enojo. Estaba segura de que Daniel habría estado bien si Kiba no hubiera revelado sus vergonzosos secretos.

—La ira no le queda bien a tu bonito rostro —Kiba la miró a los ojos—. Solo quiero ver alegría en tu rostro.

—Tú... —Sarah estaba enfurecida pero no se atrevió a decir más.

—Olvidémonos del mal pasado ahora que hemos resuelto nuestros problemas —Kiba tomó su barbilla con su mano—. ¡No quiero más amargura entre nosotros!

Sarah estaba a punto de protestar cuando encontró sus labios sobre los suyos, besándola íntimamente. La tomó desprevenida con el beso y para cuando recuperó sus sentidos, él se alejó.

—¡Que solo haya dulzura en nuestros labios! —Rayos de luz blanca brotaron debajo de sus pies mientras Kiba decía—. ¡Daniel nunca se enterará de la dulzura que compartiremos, así que no te preocupes!

Las mejillas de Sarah se tornaron rojas por la ira y la vergüenza. Se sentía enojada consigo misma por gustarle la osadía de Kiba al decir tal cosa abierta mente.

—¡Nunca volveré a engañar a Daniel! —Sarah se aseguró a sí misma, pero solo ella sabe cuán firme era su convicción...

Al día siguiente.

Sección I del laboratorio subterráneo en Casa Sobre Sueño.

(N/D: Por favor, revisa #gallery en Discord https://discord.gg/TGmqHw3 Te ayudará a visualizar el laboratorio y la villa)

Swoosh~

Agatha y Kiba se teletransportaron dentro del laboratorio.

—[[Lady Agatha, bienvenida al laboratorio]] —la voz de Claudia resonó dentro del laboratorio.

—¿Claudia, verdad? —Agatha preguntó después de abrir los ojos. El apartamento que Kiba le había dado también estaba gestionado por Claudia, así que la conocía.

—[[Sí. Espero que tu cita con el ginecólogo haya ido bien.]] —Claudia respondió.

—Gracias. ¡Fue bien! —Agatha dijo mientras escaneaba el laboratorio.

Había cámaras criogénicas, cápsulas de estasis, contenedores de muestras, mesas de examinación, etc., cada unidad con una consola de control separada.

Agatha estaba segura de que no era simplemente un laboratorio lleno de aparatos actualizados, ni era una instalación médica con la última maquinaria.

Solo por el equipo, estaba segura de que el laboratorio tenía la capacidad de llevar a cabo incluso experimentos avanzados de ingeniería genética.

Luego miró la pared, el suelo y el cielorraso metalizado de color blanco. No podía identificar el metal utilizado, pero estaba segura de que el laboratorio podría sobrevivir incluso a un desastre nuclear basado en el diseño.

—¿Eres un survivalista? —Agatha no pudo evitar preguntar. Sabía que había muchas sociedades secretas fundadas sobre el concepto de supervivencialismo.

Los miembros de estas sociedades temían una interrupción a gran escala en el mundo y por lo tanto se preparaban con anticipación. Incluso había organizaciones místicas apoyando a estas sociedades por su agenda.

—Supongo que se podría decir eso —Kiba estaba más bien avergonzado por su evaluación.

Él ya no era un survivalista, pero hace cuatro años, cuando acababa de fusionarse con la Chispa Cósmica, era diferente.

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En aquel entonces, era alguien que había sobrevivido a los peligros de los barrios bajos y la expedición minera. Esas experiencias de vida o muerte le enseñaron a nunca dar por sentada su seguridad.

Así que pasó casi un año creando cosas que le ayudarían en el futuro. Esto incluía a Claudia y las secciones subterráneas.

Principalmente construyó este laboratorio genético para estudiar los efectos de la Chispa Cósmica en su cuerpo. Por desgracia, fracasó estrepitosamente.

Sus escáneres corporales y muestras de sangre solo mostrarían que era un mutante con la habilidad de teletransportación y fuerza aumentada. Las demás habilidades estaban ocultas a los escáneres, al igual que la existencia de la Chispa Cósmica dentro de su pecho.

Incluso intentó experimentar con su sangre, pero al final, los resultados de las pruebas no fueron diferentes de los de un mutante normal.

Pero tal actitud precavida y estudiosa era cosa del pasado. El paso del tiempo y el efecto de un estilo de vida lujoso lo habían influenciado más de lo que él podía imaginar.

—Sé que ganas una buena cantidad con los trabajos extraños que tomas, ¡pero nunca pensé que fuera a este nivel! —comentó Agatha.

Estaba segura de que algunos de los aparatos aquí podrían superar a los de la Corporación Ángel Blanco. Esto solo demostraba lo rico que era.

—¡No necesitas ganar dinero para establecer el laboratorio! —explicó Kiba con una sonrisa—. ¡Solo necesitas ser bueno para "pedir prestado" cosas!

—¿Robaste los artículos? —Agatha lo miró incrédula.

—¡No! Algunos los compré, pero la mayoría han sido "prestados—explicó Kiba—. Los hombres piden prestado de la naturaleza, y yo le pedí prestado a mis semejantes. ¡Eso no se considera robar en absoluto!

—¿Es así? —Agatha estaba divertida.

—Sí. Y solo has visto una sección —señaló Kiba al final del pasillo donde se encontraba una puerta—. Hay otras secciones.

—¿Otras? —Agatha estaba atónita—. ¿Cuánto "has pedido prestado" para crear las otras secciones?

—Puedes juzgarlo por ti misma —Kiba y Agatha llegaron frente a la puerta.

Después de la confirmación de Claudia, la puerta se abrió para revelar la Sección II.

Esta sección estaba dedicada a la creación de droides, drones, armas, etc. Los droides utilizados en la villa se compraron en tiendas normales para evitar sospechas, pero los responsables de la seguridad principal fueron creados aquí.

—Aquí es donde Claudia construyó la pulsera que te di —señaló Kiba hacia un escritorio metálico donde dos brazos robóticos estaban trabajando—. Ella está tratando de crear más artículos de defensa para ti.

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—¿Más? —Agatha se sorprendió.

—La pulsera solo puede protegerte de ataques físicos o energéticos —Kiba explicó—. Claudia y yo no tenemos mucha experiencia en diseñar artículos defensivos para otros tipos de ataques, así que podría llevar un año antes de que los preparativos estén completos.

Caminaron hacia la Sección III, que ocupaba más espacio en comparación con las secciones anteriores. El rostro de Agatha se torció de sorpresa al mirar hacia adelante.

Una aeronave flotaba sobre el suelo. Tenía el aspecto de un jet privado, pero por lo demás, no era ordinaria en absoluto.

La aeronave ofrecía una velocidad de hasta 3500 km/h junto con características de seguridad mejoradas como un sistema antimisiles y protección de campo de fuerza.

—Sabía que a los hombres les interesan las mujeres y los vehículos —Agatha se compuso y dijo—. ¡Pero pensé que solo estabas interesado en mujeres!

La cara de Kiba se contrajo. La mayoría de las cosas que poseía eran para satisfacer su vanidad en lugar de servir a una necesidad real.

—¡Debes ser realmente bueno para 'pedir prestado' cosas! —Agatha comentó después de revisar las estadísticas de la aeronave.

Se preguntaba sobre las identidades de las pobres almas que se habían arruinado después de 'prestarle' a Kiba todos los artículos necesarios.

Kiba dio una ligera tos y dijo:

—Volvamos a la Sección I.

—¿Volver? —Agatha estaba confundida, pues vio al final del pasillo, había otra puerta con un letrero de 'IV—. ¿No me vas a mostrar esa sección?

—Esa es un área restringida —la expresión de Kiba se volvió grave—. Incluso yo no me atrevo a ir allí sin los preparativos adecuados.

Agatha se sobresaltó por la gravedad de sus palabras. Miró con más atención la puerta a la Sección IV.

Solo la puerta parecía ser tres veces más gruesa que las puertas de las secciones anteriores. Luego estaba un campo de fuerza rojo alrededor de la puerta para mejorar aún más la seguridad.

—¿Qué hay ahí? —Agatha no pudo evitar preguntar.

—No puedo responder —Kiba dijo mientras pensaba en un evento que cambió toda su vida—. Confío en ti, pero hay cosas que es mejor no saber.

Agatha nunca lo había visto tan serio en todos los años que lo conocía. Ni siquiera cuando hablaron de su hijo no nacido.

—Entiendo —Agatha asintió entendiendo—. Tenía curiosidad, pero también sabía que a veces la ignorancia es una bendición.

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