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LA MUJER SIN NOMBRE

Ha pasado un año desde que Colt dejó a la familia Billswourd partiendo rumbo a California, durante su viaje se encuentra con una casa elegante que solo está bajo la custodia de un niño pequeño con una escopeta en sus jóvenes manos ¿podrá Colt ayudar al pequeño Jimmy a cuidar su hogar del ejercito invasor del malvado general Saavedra y liberar los pueblos que se encuentran bajo su tiránico dominio?

crazor_productions · Fantasy
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PARTE 2: RECUERDOS DEL PASADO

CAPITULO 1: UNA NOCHE DE DESCANSO

La noche había caído, las penumbras en el desierto eran un peligro en todo momento para Colt; pero si ella tenía en cuenta que la perseguían soldados profesionales entrenados y tenía a un niño pequeño bajo su cuidado en ese momento, lo mejor era ser el doble de cuidadosa de lo que era usualmente. Eso significaba cero montes, cero fogatas al aire libre y, por supuesto, buscar una cueva o mina abandonada, algo que era más fácil decir que hacer. Colt no sabía si podrían encontrar un lugar donde descansar esa noche hasta que vio a la distancia un pequeño túnel de roca que en plena noche era más oscuro que una cueva, un lugar perfecto donde sus siluetas no serian vistas tan fácilmente. Existía la posibilidad de que hubiese animales salvajes en su interior; pero era un riesgo que estaba dispuesta a correr con la intención de evitar a los animales salvajes del exterior. Golpeando con sus botas el lomo de su fiel corcel, Colt, se encaminó al interior de la cueva.

- ¡N…no!- gimió Jimmy aterrorizado- está muy oscuro allí dentro

- Mejor- asintió Colt- porque de ese modo pasaremos desapercibidos

- ¡Pero debe de ser la guarida de un monstruo horrible Colt! ¡Podría devorarnos mientras dormimos!- le contestó Jimmy sintiéndose más aterrado que antes. Colocando sus manos sobre su hombro, logró tranquilizarlo diciéndole

- No te preocupes Jimmy, yo estoy a tu lado y si hay un monstruo horrible, lo sabré en el acto y me aseguraré de que no nos moleste ni esta noche ni ninguna otra

- ¿Lo prometes?- le preguntó Jimmy aun asustado; pero más tranquilo que haría un minuto atrás

- Lo prometo- le juró Colt con una gran sonrisa maternal que terminó por convencerlo

Ambos estaban de suerte, no habían animales salvajes ni monstruos en el interior de esa caverna, solo insectos y un pequeño calor veraniego producto de los constantes rayos de luz solar que golpeaban la roca todo el día. Aquel inaguantable calor le recordaba a Jimmy el horno de la bruja del cuento que su madre le contaba todas las noches antes de ir a dormir, en ese momento el pequeño sentía como si ambos fuesen Hansel y Gretel.

Percibiendo aquel temor, Colt le respondió bajándose de su caballo:

- No te preocupes, el calor se pasara dentro de unas horas, las noches en el desierto son muy frías

- ¿E… estás segura?- le preguntó Jimmy bajándose también del caballo, sentándose en el oscuro suelo

- Cien por ciento- afirmó Colt- entretanto quítate la camisa hasta que te sientas mejor

- ¡Colt!- exclamó Jimmy horrorizado- ¡No puedo quitarme la camisa cuando hay damas presentes! ¡Eso es una inmoralidad! mamá siempre me decía que debía de estar vestido delante de las damas o ellas pensarían mal de mí

- Pues en estos momentos estamos en una cueva oscura donde no podemos vernos y siendo tu mejor amiga no voy a dejar que tengas un golpe de calor- le contestó Colt quitándose su poncho- y como prueba de nuestra mutua confianza, me quitaré la camisa para sentirme mejor

- ¡Colt no!- exclamó Jimmy ruborizándose ante tal idea- ¡Eso también es algo malo! ¡Las damas no deben de estar desnudas delante de los caballeros!

- Pues yo no soy una dama y tú aun eres un niño pequeño, por lo que esa regla no cuenta por esta noche- rió Colt desabrochándose su camisa dejando su cuerpo expuesto en plena oscuridad, Jimmy sintió una pequeña pena al saber eso; pero dicha pena no era la que sentía un muchacho al ver a una linda chica, que podía gustarle, desnuda por accidente sino la vergüenza y el rechazo que sentía un hijo cuando veía a su madre desnuda por accidente, Colt pudo percibir nuevamente esa pena y, con un tono maternal, le dijo- mucho mejor, quítate la camisa y recuéstate en el suelo, veras como tu cuerpo se entibia en el acto

- Es…está bien Colt- le respondió Jimmy quitándose la camisa y recostándose en el suelo, el frio de aquel suelo junto con el calor del túnel lograron crear una sensación armónica en su cuerpo que lo ayudaron a conciliar el sueño, antes de dormir le dijo a su amiga- buenas noches Colt

- Buenas noches Jimmy- le respondió Colt viéndolo aun en plena oscuridad por medio de esa extraña habilidad que de poco en poco se despertaba en su interior haciéndose más frecuente de lo que pensaba- que sueñes con los… ¿Engels?

- Angelitos- le corrigió Jimmy durmiéndose

Aquello le llamó la atención, el termino era Ángel; pero ella recordaba otra denominación para aquella raza alada incluso recordaba a una jovencita de cabello violeta ¿O era morado? Que se llamaba Jaraniel, eran recuerdos difusos de lo que parecía otra época y otra vida.

Sus recuerdos comenzaban a aflorar con lentitud mientras se dormía, un evento en especial venia a su cabeza, algo que parecía haber olvidado incluso en aquel entonces cuando recordaba quien era… recordaba el sonido de unos tambores de guerra… una ciudad enorme y de aspecto cristalino aunque se veía en un pésimo estado… se veía a sí misma en un caballo siendo acompañada por su hija junto a una pequeña a la que amaba como si fuese una aunque ella viese a su esposo con cierta malicia que podía rayar en un deseo prohibido; pero aun así Colt la quería mucho… los tambores se acrecentaban conforme ella se acercaba a las tropas que esperaban ansiosamente su llegada…

Hasta que finalmente llegó a donde estaba el General Jeing- Li y….

. . .

Se bajó del caballo furiosa. Colt se acercó al general y le dio, sin previo aviso, una bofetada que lo tiró al suelo, aquel hombre calvo con ojos rasgados la observó con una furia que intentaba reprimir sin éxito alguno delante de su presencia.

Llevando una armadura plateada con un peto que remarcaba sus senos junto a la insignia de un Dragón Rojo abrazando una espada estando a su lado un Dragón Azul. Unas hombreras enormes que sostenían una capa de color azul con bordados dorados, una enorme boina verde cubría su larga cabellera rojiza y en el centro se encontraba una estrella que tenia la figura de un Dragón sosteniendo una espada en el centro. Poseía una malla plateada y sus piernas, como también brazos, se encontraban cubiertos por el resto de su armadura.

Una pequeña de cabello rubio y ojos verdes, que llevaba una armadura completa con las mismas insignias, miraba con divertida malicia al general Jieng-Li y con una pequeña risita, que delataba aquella sádica sensación de verlo en el suelo, se mofó diciendo:

- Estas en problemas

- Ya basta Anaias- le ordenó la otra muchacha de cabello rojizo que era similar a Colt en todo, menos en edad y en el color de sus ojos

Colt miró con enojo a Jieng- Li por unos minutos y le preguntó con un duro tono de voz

- ¡¿Acaso esperar unos quince minutos también es demasiado trabajo para ti?!- desenvainando su espada acercó el filo a su pecho añadiendo- si las tropas de Barkur llegasen a verlos por accidente, toda la operación se iría al carajo y miles de inocentes morirían cambiando el curso de esta guerra ¡Aun podemos ganarla!

- Si no nos movemos rápido, todos moriremos de igual forma- le contestó Jieng- Li sobándose su mejilla- ¿O es que aun no entiende la gravedad del asunto, su majestad?