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LA MUJER SIN NOMBRE

Ha pasado un año desde que Colt dejó a la familia Billswourd partiendo rumbo a California, durante su viaje se encuentra con una casa elegante que solo está bajo la custodia de un niño pequeño con una escopeta en sus jóvenes manos ¿podrá Colt ayudar al pequeño Jimmy a cuidar su hogar del ejercito invasor del malvado general Saavedra y liberar los pueblos que se encuentran bajo su tiránico dominio?

crazor_productions · Fantasy
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CAPITULO 10: LA SEGUNDA HORA DEL ASEDIO: 1:00 AM

El sonido de los buitres era lo único que se oía aquella noche tras el primer combate, Colt se había suplido con las municiones de los soldados muertos junto a sus fusiles de un solo tiro y muchas bolsitas con pólvora que aquellos cadáveres llevaban en sus cinturones. La oscuridad era lo único que dominaba aquel hogar. Ramón se encontraba herido y convaleciente como para poder ayudar a Colt quien tenía una armada enemiga al acecho, el que se negasen a continuar atacando lejos de tranquilizarla, la volvía más atenta. Algo estaban planeando, algo iban a hacer y si no lo descubría pronto, entonces todos sus esfuerzos habrían sido en vano porque los soldados los matarían a todos, aunque existía la posibilidad de que quisieran ser atentos con ella y dejarla viva para sus reclutamientos forzosos.

Mirando con sumo cuidado por la ventana, Colt pudo divisar un pequeño regimiento haciendo guardia como si estuviesen asegurándose de que ella no huiría con el pequeño junto a su prisionero, era obvio que algo tramaban.

- Esto no me gusta nada- susurró Ramón sosteniendo con fuerzas su rifle- ¿Por qué dejaron de atacarnos?

- No lo sé- le respondió Colt- pero sea cual sea el motivo, es claro que nos llevan la ventaja en este momento

- Alguna idea de que hacer al respecto- le preguntó Ramón sintiendo un pequeño temor debido al sepulcral silencio que había por los alrededores

- Solo esperar y observar- le aseguró Colt sacando un poco de tabaco de su bolsillo junto a un papel que lamió y envolvió creando un pequeño cigarrillo

El cañón tardaría unos minutos en llegar; pero no había prisa, sus objetivos no se habían movido de la casa y apenas daban señales de vida en el interior de aquel hogar, esbozando una sonrisa, el sargento a cargo del asedio decidió que era hora de poner un poco de presión sobre aquellos rebeldes, con un ademan de su mano le ordenó a los soldados que iniciaran un pequeño ataque con sus rifles, solo debían de disparar y continuar corriendo con sus caballos rodeando la casa, los ataques de escaramuza serian suficientes para distraer la atención de los rebeldes pudiendo ocultar su verdadera arma de ataque: el cañón.

El sonido de los jinetes gritando y corriendo en círculos por la casa mientras disparaban sus rifles alertaron a Ramón; pero Colt apenas si se inmutó, con una sonrisa le dijo a Ramón al ver que intentaba dispararles a los jinetes:

- No malgastes munición Ramón, ellos tienen la oscuridad y la velocidad de sus caballos de su lado, no podrás darles

- Entonces ¿Qué sugieres que haga, que me quede sentado esperando a que una bala perdida me mate?- le preguntó Ramón continuando con su contra ataque

- No, lo que te sugiero es que te agaches y sigas esperando, los guardias no se han movido de su puesto, los jinetes son tres o cuatro que aprovechan la oscuridad junto al dramatismo para hacernos creer que sus números son mayores y que están continuando con el ataque

- ¿Por qué piensas que en realidad no nos están atacando?- le preguntó Ramón sentándose en el suelo- la sonrisa de Colt, que continuaba fumando su cigarrillo, se acentuó y le respondió

- Porque la puerta de atrás está abierta desde hace una hora atrás; pero los jinetes no se han adentrado por ella, si el ataque fuese en serio, habrían intentado entrar en este momento

Mirando con detenimiento aquella puerta abierta que los Jinetes ignoraban adrede, finalizó diciendo:

- Aun no es el momento, solo espera un poco mas y me cubrirás porque pienso terminar este asedio cuanto antes- con enojo añadió en voz baja- no me gusta la idea de volver a ser la prisionera de un grupo de degenerados