773 Extra 19: El mundo he de cambiar (54)

"¿A caso eres una divinidad?" - preguntó Irasue con sorpresa, después de todo, esta aura tan distintiva no podía pertenecerle a un Yokai. Incluso ella, quien era considerada un dios por muchas personas, todavía mantenía esa aura terrenal, pero este no era el caso para este hombre desconocido.

"Se podría decir que así es" - asintió Kurama mientras abría los ojos y soltaba un suspiro - "Me gustaría disculparme por causarte inconvenientes, no me había percatado de los problemas que te había causado, después de todo, es tal como dices, hay una extraña "salida" entre la barrera que divide los dos mundos"

"No gano nada con mentir, ahora, me gustaría saber si puedes hacerte responsable y bloquear esa entrada" - dijo Irasue con seriedad, después de todo, ella no quería que el último "favor" que su difunto esposo le había pedido, terminara de mala manera por la intervención de un tercero.

"Puedo bloquear la entrada si eso es lo que deseas, aunque por un contrato voy a tener que abrirla de nuevo" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza.

Irasue se quedó en silencio mientras fruncía el ceño - "Entiendo, aunque para prevenir que no repitas esto hasta que cumplas el contrato, voy a tener que quedarme a vigilarte"

Kurama no supo qué decir ante esto - "Ok, no tengo problema"

"Espera, quiero saber algunas cosas" - dijo Sesshomaru mientras volvía en sí.

"¿Qué?" - preguntó Kurama mientras levantaba una ceja, aunque su expresión cambió cuando sintió algo familiar en este chico, no porque se parecía a su madre, sino porque su aura era ligeramente parecida a la de cierto chico que conocía - "Espera, yo te conozco, tú peleaste contra el grupo de Inuyasha"

La expresión de Sesshomaru se oscureció mientras sentía como sus emociones estaban empezando a descontrolarse.

"¿Ho ~? ¿A caso dije algo para molestarte?" - preguntó Kurama mientras le daba una enorme sonrisa y liberaba un poco de su poder.

Sesshomaru saltó contra Kurama, sin importarle las consecuencias de sus acciones, más que nada porque no podía permitir que su orgullo siguiera siendo atacado. Él había aguantado las palabras de su madre porque bueno, ella era su madre, pero este bastardo había tocado una herida delicada que había estado recién sanando.

Kurama le dio una mirada en blanco antes de negar con la cabeza. Él detuvo en seco a su atacante con una de sus colas antes de arrojarlo contra el suelo.

Irasue no estaba sorprendido por esto porque era obvio que este extraño hombre era mucho más poderoso que su hijo, incluso estaba empezando a pensar que tal vez él era más poderoso que su difunto esposo.

"¿Eso es todo?" - preguntó Kurama mientras miraba hacia el suelo con una expresión aburrida.

"¡Amo!" - exclamó Jaken mientras corría donde su maestro, solo para notar como él estaba inconsciente. El rey de los duendes no podía creer que Sesshomaru, uno de los Daiyokai más poderosos que había conocido, fuera derrotado por un solo ataque - "¿Quién eres?"

"¿Quién soy?" - preguntó Kurama mientras ladeaba la cabeza - "Es simple, me llaman de muchas formas, aunque prefiero el título de Jubi no Kitsune, mi nombre es Kurama Uzumaki"

"¿Jubi?" - repitió Irasue con sorpresa antes de fruncir el ceño - "¿Cómo es posible que un Kitsune lograra conseguir una décima cola cuando el máximo son nueve?"

"Muchas coincidencias que no planeo explicar" - respondió Kurama mientras mostraba su "verdadera" apariencia, dos orejas de zorro saliendo sobre su cabeza junto a 10 colas plateadas de gran tamaño.

Irasue se le quedó mirando unos segundos antes de sentir como sus ojos se posaban inconscientemente en uno de los ojos del Kitsune Daiyokai. Ella podía sentir como si su alma fuera atrapada por la extraña apariencia de este ojo.

"Te recomiendo que no mires por mucho más mi Rinnegan" - dijo Kurama mientras negaba con la cabeza.

"¿Ojo de Samsara?" - repitió Irasue con sorpresa porque por fin comprendía por qué el Kitsune frente a ella había logrado abrir una brecha entre el infierno y el mundo terrenal. Él literalmente podía controlar el ciclo de la natural de la vida, la muerte y la reencarnación.

"Exacto" - asintió Kurama con calma mientras se ponía a pensar - "En cuanto a querer quedarte en mi pueblo para que me vigiles, no tengo problema, aunque me gustaría que mantuviéramos una distancia prudente"

"¿A caso piensas que te atacaré durante la noche?" - dijo Irasue con el ceño fruncido - "Creo que estás pensando demasiado las cosas"

"No lo digo por eso, sino porque sería mal visto, más cuando recién nos conocemos" - respondió Kurama con calma.

La expresión de Irasue era cada vez más oscura porque sentía que la estaban rechazando, a ella, la diosa de muchos Daiyokai, la mujer más hermosa de esta región.

"Ahora siento que es mejor que te vigile con mayor seriedad, así que viviré en tu hogar" - dijo Irasue con desdén - "Ahora si me disculpas, tengo algunas cosas que completar antes de empezar con mi vigilancia"

Kurama se quedó en silencio antes de negar con la cabeza porque tal parecía que sus palabras le habían explotado en la cara - "Como quieras..."

El Kitsune Daiyokai rápidamente desapareció del lugar, aunque no sin antes marcar dónde estaba su hogar.

Cuando vio que no había nadie en su mansión, él fue a su habitación y activó el nuevo comunicador que había hecho con el teléfono que consiguió en el futuro. Le tomó toda la semana poder mezclar esta tecnología con los sellos de su dimensión, aunque el trabajo fue terminado con éxito.

"¿Kurama? ¿Qué es lo que sucede?" - dijo Kushina desde su dimensión.

"¿A caso no puedo llamarlas para saber cómo están las cosas, y sin tener que contarles sobre mis problemas en esta dimensión?" - preguntó Kurama al escuchar la voz de su amada de cabello rojo.

"Normalmente, ese es el caso" - respondió Kushina mientras le daba una sonrisa bromista - "En fin, ¿Cómo estás?"

"Un poco mejor, en cuanto a Izumi, ella está bien, aunque está viviendo su propia vida" - respondió Kurama mientras explicaba la situación general.

"Ya veo, es bueno escuchar que estás dejando que ella dé sus propios primeros pasos" - asintió Kushina, o al menos eso fue lo que Kurama vio con la proyección - "¿Quieres que llame a las demás?"

"No, solo llama a Kaguya, es tiempo de que vengan a esta dimensión" - dijo Kurama con seriedad.

"¿Tan pronto?" - preguntó Kushina con sorpresa, aunque rápidamente asintió, después de todo, ella quería estar nuevamente junto a su amado.

"Sí, ya estoy terminando con mis preparativos para poder empezar con el proceso de cambio de raza, aunque voy a necesitar la ayuda de Kaguya porque ella es la que más posible experiencia tenga al respecto" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza.

"Ok, voy a llamarla" - dijo Kushina mientras desaparecía de la imagen.

Kurama se quedó en silencio unos segundos antes de ver cómo Kaguya aparecía en la imagen.

"¿Está todo listo?" - preguntó Kaguya mientras levantaba una ceja.

"Sí, acabo de terminar con los preparativos para poder crear un punto de anclaje que puedas usar para mover a nuestra familia" - dijo Kurama mientras negaba con la cabeza - "En cuanto a mi experimento para hacer cambios de razas, todavía estoy en la fase preliminar, aunque por lo que he logrado ver, mi Chakra es compatible con los Yokai de este mundo, así que solo necesito que Yura mejore un poco más para poder crear un cuerpo que pueda usar Youki y chakra por partes iguales"

"Es bueno escucharlo" - sonrió Kaguya, después de todo, ella también esperaba por este día. Ella había logrado tener algunas visiones sobre posibles futuros gracias a la información que consiguió sobre su Dojutsu en la residencia principal del clan Otsutsuki luego de que ella y Kurama lo destruyeran por completo.

Esa pequeña guerra terminó con gran parte de la información siendo destruida en el proceso, aunque lo más importante seguía en perfecto estado. Durante su búsqueda en los archivos del clan, ella descubrió las otras habilidades únicas que poseía el Tenseigan que Hinata podría despertar en cualquier momento gracias a la bendición que Hamura le había dado.

"Dame un momento" - dijo Kurama mientras tomaba una piedra y ponía un poco de su sangre en ella para activarla - "¡Sunpō Ankā (Ancla Dimensional)!

Debajo de sus pies, un extraño pentagrama empezó a materializarse, creando un potente temblor dentro de la habitación.

Kurama se quedó en silencio mientras sentía como una gran cantidad de sudor empezaba a acumularse en su frente.

"¡Kurama-dono!" - exclamó Irasue desde el exterior de la habitación.

"Estoy ocupado" - respondió Kurama mientras respiraba con dificultad porque podía sentir como su chakra estaba siendo absorbido por la piedra que estaba usando como catalizador.

"Siento una creciente presión espiritual dentro de tu habitación, así que necesito revisar qué es lo que tratas de hacer" - dijo Irasue con seriedad.

"Lo siento, pero estoy ocupado ahora" - respondió Kurama mientras repetía sus palabras.

Irasue rápidamente abrió la puerta, solo para ver cómo Kurama estaba concentrando todo su poder en la extraña piedra en su mano - "¿Qué estás haciendo?"

"Estoy ocupado" - respondió Kurama mientras hacía un sello de manos, y en el proceso, hacía aparecer un enorme portal frente a él. Sin que pudiera hacer más, él cayó de rodillas mientras empezaba a respirar con dificultad.

Irasue intentó decir algo más, aunque no pudo hacerlo porque sintió una enorme presión salir del extraño portal. Lentamente, ella levantó la mirada y vio a una hermosa mujer de cabello plateado salir y mirarla con el ceño fruncido - "¿Quién eres?"

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