Bajo el Agua: 4

El estruendo en la cueva fue como un rugido que resonó en sus oídos. Los zombis que antes estaban comprometidos en la batalla contra Henry, Axel y Aurora, de repente, dieron la vuelta y comenzaron a correr hacia la parte más profunda de la cueva, donde Hibris había revelado su presencia.

-¿Qué está pasando? Pregunta Henry.

-No lo sé, pero algo muy malo está sucediendo. Responde Aurora.

Axel, con su arma lista, estaba preparado para cualquier cosa. Se adentraron más en la cueva, siguiendo la estampida de zombis que los llevó hacia el epicentro del caos. Mientras tanto, en la otra parte de la cueva, Rayber y Rohwder, junto con su escuadrón, estaban enfrentando la amenaza directa de La Sombra Suprema. La entidad oscura emitía una presencia aterradora, y los zombis obedecían sus órdenes sin cuestionar.

-Tenemos que hacer algo antes de que esto se salga de control. Le dice Rayber a Rohwder.

-¡Atención a todos! ¡Concéntrate en los zombis! ¡No dejen que se acerquen a Hibris!

El escuadrón de la Legión 101 se esforzaba por mantener a raya a los zombis, pero la situación se complicaba a medida que la oscuridad de La Sombra Suprema manipulaba la cueva a su voluntad. En la otra parte, Henry, Axel y Aurora se unieron al escuadrón. La mirada de Rayber y Axel se cruzó, compartiendo la tensión del momento. Mientras tanto, Carlos, en su forma oscura, giró hacia ellos con una malévola sonrisa.

Las fuerzas de la Legión 101 se encontraban atrapadas entre el enjambre de zombis y la presencia aterradora de Hibris. El destino de todos estaba en juego, y la batalla por la supervivencia estaba a punto de alcanzar su punto culminante en las entrañas de la cueva.

Junior el segundo al mando del escuadrón de Henry y el primer soldado en encontrarlo tirado en aquella cloaca, con determinación, se ajustó la imponente armadura Juggernaut APX. La brillante armadura contrastaba con la oscuridad de la cueva. Se dirigía hacia el lugar donde Henry les había enviado la señal de ayuda.

-¡Mantengan la posición aquí! Yo me encargaré de lo que sea que esté pasando con Henry y los demás.

El resto del escuadrón de Rayber y Rohwder se quedó, protegiendo la retaguardia y enfrentándose a los zombis que continuaban emergiendo de las profundidades de la cueva. Mientras Junior avanzaba, la armadura Juggernaut APX emitía una luz imponente, iluminando el camino oscuro. Llegó al lugar donde Henry y los demás estaban atrapados entre los zombis y la Sombra Suprema.

-¡Henry, ¿qué está sucediendo aquí?! Pregunta Junior.

-¡Junior! No tenemos tiempo para explicaciones largas. Carlos está controlando a los zombis. Necesitamos deshacernos de ella.

-Entendido. Déjamelo a mi.

La presencia imponente de Junior, con la armadura APX, cambió la dinámica de la batalla. Hibris, al ver la nueva amenaza, envió a los zombis contra Junior. La armadura resistía los embates de los muertos vivientes, pero la lucha estaba lejos de ser fácil. En el otro extremo de la cueva, Rayber y Rohwder notaron la llegada de Junior.

-¡Mira quién decidió unirse a la fiesta!

-¡Enfóquense en limpiar el camino! No sabemos cuánto tiempo más podemos resistir aquí.

La cueva temblaba con la intensidad de la batalla, y el destino de todos dependía de la capacidad de Junior para enfrentarse a Hibris y abrir un camino hacia la libertad.

La armadura Juggernaut APX brillaba con intensidad mientras Junior se enfrentaba Carlos. La cueva resonaba con el choque de los golpes y la estruendosa batalla entre el héroe y el oscuro ser que una vez fue Carlos.

-¡Te voy a matar!, Hibris.

Carlos emitió una risa oscura y distorsionada, su figura moviéndose con una agilidad sobrenatural. Se lanzó hacia Junior con una velocidad increíble, pero la armadura APX demostró ser una defensa formidable. Los puñetazos y patadas resonaron, creando ondas de choque que hacían temblar las paredes de la cueva. Junior usaba la fuerza bruta de la armadura para resistir los embates, pero Hibris era astuto, esquivando y contrarrestando con movimientos ágiles y tácticas impredecibles.

Mientras tanto, Rayber, Rohwder y el escuadrón luchaban contra los zombis que el aura controlaba. La situación se volvía más desesperada con cada minuto que pasaba. Axel se acercó a Rayber.

-Tienen que detener a esa cosa. No podemos quedarnos aquí para siempre.

-Lo sé, Axel. Pero necesitamos confiar en Junior para enfrentarse a Carlos. Debemos resistir un poco más. Le dice Rayber a Axel.

De vuelta en la batalla central, Junior, con determinación, lanzó un potente rayo de energía desde la armadura APX, golpeando directamente a la Sombra Suprema. La figura oscura tembló momentáneamente, pero no cedió por completo.

La lucha continuó, una danza caótica entre la luz y la oscuridad, con el destino de todos pendiendo en un delicado equilibrio.

Mientras tanto en el campamento, los soldados de Henry logran hacer que el submarino pueda volver a funcionar rompiendo con la grieta que los mantenía encerrado, haciendo que este deje entrar toda una ola gigante. Los soldados de Henry lo llaman y le dicen que van directo hacia allá, pero que se prepare que se van a dar una mojadita.

Mientras Junior y Hibris están en su más grande pelea, la Armadura parece no aguantas más haciendo que Carlos le un golpe critico a Junior dejándolo inconsciente, Henry al ver esto va hacia donde está su fiel Sub-Capitán junto con Rayber, Hibris al saber el plan que están planeado decide ponerle fin a esto acercando a Junior a su boca para ser devorado, no sin antes llegar el submarino con una fuerte oleada arrasando todo a su paso, esta ola choca con todos los que están ahí, los zombis y Carlos, al ver esto Rayber corre hacia aurora para protegerla, mientras que los demás aguantan como pueden bajo el agua, mientras el que maneja el submarino hable una compuerta para que cada uno de ellos puedan, entrar, con solo Junior y la Sombra en peligro, Junior decide salir de la armadura y hacerla explotar para salir todos de ahí de una vez por todas, justo antes de Junior irse la Sombra dice:

-Pudiste escapar ahora, pero ya nos volveremos a ver y me asegurare de darte tu peor muerte.

Para luego la armadura explotar y, debido al agua el submarino no sufrió casi ningún daño, pudiendo salir de esa cueva submarina con todos sanos y salvos, dejando consigo atrás una explosión tan grande que sacudió el océano.

Luego de llegar a tierra firme, todos se miran unos a otros, mientras el científico que ellos rescataron dice que esto no se ha acabado. El científico, con su semblante serio, se acerca al grupo que acaba de salir del submarino. Los ojos de Henry reflejan la preocupación y la determinación al mismo tiempo.

-Esto no es el fin. La Sombra Suprema es solo una pieza de un rompecabezas más grande. Hay algo más oscuro y peligroso acechando en las sombras. Dice el científico.

-¿Qué significa eso? ¿Qué más hay por venir? Pregunta Rayber.

-Hay fuerzas desconocidas en juego, algo que ni siquiera mi experiencia científica puede explicar completamente. Necesitamos investigar, entender, y encontrar una manera de detener esto de raíz.

Aurora, aún conmocionada por los eventos recientes, se acerca a Rayber y lo abraza.

-No podemos darnos por vencidos ahora. Hemos superado demasiado para dejarnos vencer por la oscuridad.

Mientras tanto, Axel, en un rincón apartado, observa en silencio. Rohwder se acerca a él, notando su expresión pensativa.

-¿Estás bien, Axel?

-Solo estoy pensando en todo lo que hemos perdido y en lo que aún queda por enfrentar. Pero no vamos a rendirnos. Henry, recuperándose del choque y observando a su alrededor, toma la palabra.

-Estamos unidos y somos más fuertes de lo que jamás imaginamos. Esta pesadilla no ha terminado, pero nosotros tampoco. Debemos seguir adelante, enfrentar lo que sea que venga y encontrar una manera de poner fin a esta oscuridad de una vez por todas. Dice Henry.

Carlos, con su cuerpo deformado por la oscura transformación, yace derrotado ante el grupo. A pesar de su derrota, una sonrisa sutil se dibuja en su rostro.

-Me vencieron, pero no han visto nada aún. Mis amigos... mis verdaderos aliados, están esperando en las sombras. Pronto los conocerán, y no tendrán escapatoria.

Rayber, desconfiado pero intrigado, se acerca a Carlos y le pregunta

-¿Quiénes son tus amigos? ¿Qué más escondes?

-No es asunto tuyo... por ahora. Pero sepan esto, la oscuridad que enfrentan es solo el principio. No podrán detener lo que viene.

Carlos, con su voz distorsionada, suelta una risa malévola antes de desvanecerse en la nada. El grupo se queda mirando el lugar donde antes estaba su figura, sumido en pensamientos inciertos.

-¿Amigos en la oscuridad? Esto se pone cada vez más extraño. Dice Rohwder.

La Legión 101, aunque ha logrado superar numerosos desafíos, enfrenta la incertidumbre de lo que Carlos advirtió. La oscuridad en el horizonte parece expandirse, y los miembros del grupo se encuentran inquietos por lo que está por venir.

-No podemos quedarnos de brazos cruzados. Debemos prepararnos para lo que sea que esté en camino. ¿Alguna idea de quiénes podrían ser esos 'amigos' de Carlos? Dice Rayber.

-Ninguna idea, pero seguro no son aliados amigables. Debemos fortalecernos, conseguir más suministros, y asegurarnos de que la base esté a prueba de cualquier ataque. Responde Aurora.

-Estuve investigando en estos tres años. La oscuridad ha evolucionado, pero también nosotros. Conseguí contactos, y hay rumores de otros grupos de resistencia en diferentes partes del mundo. Quizás deberíamos buscar alianzas. Agrega Henry.

-Buena idea. Entre más fuerzas tengamos, mejor. Responde Axel.

La Legión 101, decididos a enfrentar cualquier amenaza, inicia una nueva fase en su lucha por la supervivencia. Mientras preparan la base, Axel propone un plan audaz.

-Sabemos que los Resistentes tenían tecnología poderosa, especialmente la armadura Juggernaut APX. ¿Y si intentamos robar otra de esas armaduras? Nos daría una ventaja significativa. 

Rayber, con una mezcla de determinación y precaución, considera la propuesta.

-Es arriesgado, pero prefiero disculparme con ellos y ver si nos podemos ayudar mutuamente.

Mientras la Legión 101 se prepara para lo que viene, en el horizonte se forma una tormenta oscura, simbolizando la inminente llegada de nuevos desafíos. En otro lugar, en un rincón del mundo sumido en la penumbra, una figura encapuchada observa la situación a través de una pantalla. Una risa siniestra se escapa de la oscuridad mientras sus ojos brillan con malicia.

-Los juegos acaban de empezar, Legión. Y yo tengo la última carta bajo la manga.

El sol se pone en el horizonte, pintando el cielo con tonos cálidos y prometiendo un nuevo día lleno de desafíos y misterios. La Legión 101, ahora más unida que nunca, se prepara para lo que vendrá, consciente de que su lucha apenas comienza