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La Esposa Rebelde

Lisa Blake en una noche de fiesta se puso ebria y se encontró con un hombre con el cual se caso en esa noche. Al día siguiente se levantó y se fue de esa ciudad al enterarse que su pareja la había engañado, después de dos años regresó para superar todos sus problemas del pasado, pero quien diría que cuando buscaba trabajo terminaría en el mismo trabajo que con el hombre que se caso esa noche. Ella parece no recordarlo, pero él ego de aquel hombre no dejara que esa mujer lo olvide tan fácil ahora.

LectorBiub_Koni433 · Urban
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14 Chs

Que Ingenuo Es

Capítulo 9.

Al salir de la residencia de Chase, pidió un taxi que estaba pasando y se fue. 

Mientras tanto Chase no dejaba de ver su reloj en su oficina hasta que entró Daniel he hizo una sonrisa sabiendo que Lisa ya había salido corriendo. Al dirigir su mirada a Daniel borró esa sonrisa y sólo tomó los papeles que le llevaba. Daniel suspiró y decidió decirle quien era el o la que había dejado a Lisa encerrada en las oficinas del penúltimo piso y al decirle quienes eran las dos personas que entraron últimas en el piso, dijo. 

—Presidente, miré las cámaras de seguridad y me di cuenta que las dos últimas personas en entrar a la oficina son la señorita Bell y esa chica. 

—Sabía que esa vez que salía del sanitario quería seducirme, pero jamás pensé que descubriría que Lisa es mi esposa, mientras que Jessica sabrá bien quien es. 

Cómo lo leyeron, Chase cree que la chica que chocó dos veces con él, la cual todos menos él sabemos que es Lisa, fue quien dejó a la misma Lisa encerrada en las oficinas, un punto para el ingenuo de Chase, en fin, al día siguiente de trabajo y quiero saltarme ese día por que es demasiada tontería. Les digo que, mejor veamos que sucedió ese día; Lisa se fue a su departamento para cambiarse rápido he ir al trabajo, sabía que había llegado tarde y aún así no impidió que se encontrará con Chase cuando iba entrando. Lo intento ignorar, pero cuando iba pasando por un lado de él, le tomó la muñeca haciéndola girar para que lo viera a la cara, Lisa sentía nervios ya que pensó que le haría algo por llegar tarde. Esperen, aquí viene lo mejor, ni por que se vieron por un tiempo fijamente Chase se dio cuenta que era Lisa; ella soltó su brazo bruscamente para terminar viendo al suelo muy nerviosa de lo que diría. 

—¿Sabes lo que acabas de hacer? 

—No quita su mirada del suelo—Si, yo realmente lo lamento, presidente. 

—Con lamentarlo no resolverá lo que le hiciste a mi esposa. 

—"Espera… ¡¿Qué?! De qué diablos está hablando"— ¿Disculpe? No entiendo… 

—Anoche en cerraste a mi esposa en las oficinas y la hiciste sufrir, ¿cuanto te dio, Jessica Bell? Te daré el doble para dejes a mi esposa en paz. 

—"Esté hombre no es el más inteligente, cree que yo misma me encerré"—. 

—¡¿Me escuchaste?! ¡¿Cuanto te dio?! Te daré el doble—Saca una tarjeta—. 

—Jaja, no puedo creer que crea que con dinero se resuelve todo…—toma la tarjeta y la rompe en dos—Puede quedarse con su tonto dinero, que quede claro jamás trabajaría para Jessica Bell y por cierto, use un poco esa inteligencia que dice tener. 

Lisa se marchó dejando a Chase más molesto de lo que se encontraba; Daniel quien estaba presenciando todo estaba buscando rápido quien era y cuando la encontró se quería reír, pero Chase lo miró con esos ojos que podían atravesar a cualquier humano. Comenzó a caminar directo a su oficina y cuando estaba justamente ahí empezó a estallar de furia; Daniel dio un suspiro y entró a la oficina para decirle lo que había encontrado de aquella chica. 

—Presidente… Esa mujer… 

—¡¿Qué?! ¡Dilo rápido Daniel! 

—¡Esa mujer es Lisa Blake! Presidente… 

—Chase dejó de pensar en lo molesto que estaba en ese instante—Esa mujer astuta… Verá como la hago pagar por ésto—Mira a Daniel—Trae a Jessica Bell, y no vuelvas a gritar… Te van a escuchar. 

—"¿Se da cuenta que usted hizo su oficina un desastre por segunda vez? Además, sus gritos apuesto que hasta los escucho la señorita Blake"—. 

Daniel solo hizo una reverencia y se marchó, mientras que Chase se quedó sentado pensando en una manera de vengarse. Lisa estaba en su asiento y de repente estornudo, sentía un mal presentimiento, pero eso no impedía que trabajará hasta que cuando era hora salir comenzó a estornudar y toser muy seguido, sabía que se había enfermado, pero eso no era lo peor para ella en ese momento, mientras caminaba a la salida chocó con una secretaria que llevaba un café, su lentes se le habían caído y sólo los levantó rápidamente. Lisa tuvo que ir al sanitario y se dio cuenta que se habían roto sus lentes cuando chocó con aquella secretaria, así que los guardo y se limpió un poco la mancha de café para irse. Al ir saliendo, iba llegando Jessica y al ver a Lisa se detuvo frente a ella; Lisa seguía concentrada en limpiarse su camisa y cuando chocó con Jessica se iba a disculpar, pero al ver que era ella se quedó callada. 

—Hola, amiga… Pensé que te habías marchado, me alegra que volvieras. 

—Mira que detrás de Jessica va acercándose Chase y cambia de actitud completamente—Yo también me alegró de verte, después de todo te acostaste con mi novio y quien sabe cuantas veces. 

—¿Y qué? Al menos yo pude probar su sabor y tu… Dejaste ir una oportunidad, ahora yo me casare con un multimillonario, admitelo Lisa Blake, yo gane. 

—Detrás de Jessica—Cuéntame más… O mejor no, después de todo no me interesa si te acostaste con medio mundo. 

—Se voltea asustada—Cariño, no es verdad, ella es una amiga y estábamos jugando. 

—¿La conoces?—voltea a ver a Lisa—. 

—No, jamás la había visto. 

—¡Tú! Maldita perra…—levanta su mano con intenciones de golpear a Lisa—. 

Crean o no aquí les dejaré la intriga, pueden sacar conclusiones ya que no sabemos si Lisa se defenderá o el príncipe Chase detendrá la mano de Jessica, algo es seguro. Lisa se sorprendió y también se quería reír de que Jessica se había molestado completamente, fue una escena muy divertida, además, pensó que Chase iba a defender a Jessica ya que era su prometida hasta que recordó la tontería de Chase sobre que ella era su esposa, algo en lo que podemos darle un punto a Lisa por ingenua al no recordar que realmente es su esposa. Les dije que ese día había muchas tonterías.