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La Esposa Rebelde

Lisa Blake en una noche de fiesta se puso ebria y se encontró con un hombre con el cual se caso en esa noche. Al día siguiente se levantó y se fue de esa ciudad al enterarse que su pareja la había engañado, después de dos años regresó para superar todos sus problemas del pasado, pero quien diría que cuando buscaba trabajo terminaría en el mismo trabajo que con el hombre que se caso esa noche. Ella parece no recordarlo, pero él ego de aquel hombre no dejara que esa mujer lo olvide tan fácil ahora.

LectorBiub_Koni433 · Urban
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14 Chs

Dolor En El Pecho

Capítulo 13.

Jack estaba feliz bailando junto a Olivia hasta que se dio cuenta que Lisa ya había tardado en llegar, así que de metió entre la gente para decirle a Olivia, pero parecía muy distraída y por lo alto de la música no lo podía escuchar, así que fue él solo a buscarla; al salir de la multitud se chocó con Elena, le mostró una sonrisa. En ese momento, Olivia se dio cuenta que no estaban ninguno de sus dos amigos, así que los busco y pudo ver a Jack, se acercó recargando su hombro en él de lo ebria que estaba. 

—Olivia, ¿cuánto bebiste? 

—No se, tal vez una, dos… Doce…—mira a Elena y sonríe—Tu eres Elena, eres igual a como te describió Jack. 

—No la escuches, esta ebria… ¿Qué haces aquí sola?—Aleja a Olivia con su mano—. 

—Mi hermano me dejó abandonada por su esposa… ¿Cómo era que se llamaba?… Lisa Blake. 

—Se tambalea—Jack… Creo que sigo muy ebria, acabo de escuchar que dijo que Lisa esta casada. 

—Sigues ebria, y también lo escuché. 

—Es una historia muy interesante, mi hermano me la contó después de haberlo molestado tanto. 

—Si quieres te llevamos a tu casa y nos puedes contar la historia. 

Elena sonrió y asintió con la cabeza, teniendo su mano detrás hizo señas para que el chófer se fuera y dejara que Jack la llevará. 

Al despertar, Lisa estaba en su cama cobijada, no sabía quién la había traído hasta que recordó que se durmió en los brazos de Chase. Al dar la vuelta para tomar su teléfono del lado derecho vio una nota que era de Chase, decía algo así. 

—'Te quedaste dormida, descansa y no faltes mañana para el trabajo'. 

—Sonríe—Me trajo a mi casa…—Ve que hay otra nota en el mueble—. 

—'Sí llegas tarde de nuevo, te despido'. 

—Borra su sonrisa de su cara—Era tan bueno para ser verdad. 

Lisa se quedó despierta para esperar a Jack y Olivia, cuando llegaron Lisa sólo quería dormir ya que tenía que trabajar al día siguiente, les dijo que les contarán su historia urgente al día siguiente, algo que deben saber es que eso urgente era para saber si Lisa realmente se había casado. Al día siguiente, Lisa tenía que salir antes de que Olivia y Jack se despertarán, no quería hablar en la mañana, menos con esa resaca pequeña que sentía; al estar afuera vio a Charles esperándola, al momento de verlo se le fue la sensación de resaca que la estaba molestando. 

—Hola, Lisa… Vine para ir juntos a la compañía Walker. 

—En realidad, puedo ir yo sola…—intenta evitar estar con Charles—. 

—¿Sucede algo? Parece que te he molestado y no quieres estar conmigo. 

—En ese momento Lisa se sorprendió al ver la reacción de Charles—No es nada de eso, sólo… Vamos. 

Lisa quería apartarse de Charles, pero era demasiado difícil si cada vez que lo intentaba, actuará como un niño. Lisa se subió al auto de Charles y se fueron hasta la compañía Walker, se bajó sin decirle nada a Charles, pero él la siguió y quiso sacar una conversación, pero ella sólo evitaba hablar. Al estar adentro iba llegando Elena, Charles la vio con una sonrisa mientras se acercaba a ellos y su corazón comenzó a saltar, se había enamorado a primera vista de Elena. 

—Hola, señorita Blake… Es la amiga de Jack y quería saber si podía conocerla. 

—Tu debes ser Elena, claro, seria un placer conocerte… Terminando el trabajo podemos ir a comer. 

—Se mete en la plática—Hola, soy Charles O'Brien. 

—Mucho gusto, soy Elena Walker—voltea a ver de nuevo a Lisa—Entonces nos vemos esta tarde. 

Elena se marchó muy contenta, se preguntaran cual es su plan, sabe que si se hace amiga de Lisa podrá pasar más tiempo con Jack y podrá conocer mejor a la esposa de su hermano, así que esa es la razón de tanta alegría en sus ojos. Tan pronto como se fue, Charles no se podía mover sentía que el amor había llegado a su vida, miró a Lisa confundida de verlo tan quieto y sin decir nada que la hizo preguntar. 

—¿Te encuentras bien, Charles? 

—Lisa… Creo que me enamore de esa chica. 

Lisa sintió como su mundo se derrumbaba tan rápido, algo de había destrozado dentro de ella, pero sólo mostró una sonrisa y se despidió de Charles. Aunque estaba aún mal no quería mostrarlo, Lisa odiaba que la gente le preguntara si algo malo le sucedía, ya que siempre le preguntaban como podían ayudarla y ella sabía menos como ayudarse. 

Durante todo el día la pasó escuchando a Amelia y sus historias hasta que salió; al estar apuntó de irse en el elevador, el cual era la última que faltaba, ya que todos habían llenado el elevador y ella decidió esperar a que se fueran todos, no le gustaba estar con tanta gente, así que al subir le a plano al botón y antes de que las puertas se cerrarán una mano lo detuvo asiendo que abriera, al ver a Daniel se sorprendió, ya que detrás de él estaba Chase. Al verla se metió y dejó a Daniel afuera del elevador haciéndole entender que se fuera después, ya que quería estar sólo con Lisa. Ella no dijo nada y se quedó viendo a otro lado sin hacer contacto visual hasta que escuchó lo que dijo Chase y se sorprendió. 

—No se y no es de mi incumbencia el porque estés mal, pero deja de fingir esa sonrisa frente a mí. 

Lisa se dio la vuelta mirando a Chase y de un pequeño salto se espanto al verlo más cerca de ella que antes, él la tomó de la barbilla ligeramente y con sus ojos cruzandose. 

—Yo no soy como los demás, Lisa Blake, no puedes sonreír sino estás feliz y no puedes llorar sino estás triste… Quiero conocer todo de la verdadera tu, aunque sea malo o bueno. Has lo que quieras frente a mí. 

Lisa no podía decir nada o tan siquiera moverse, y no era por que Chase la tenía junto a ella, sino que sentía que era la primera vez que alguien entendía lo que gritaba con la mirada.