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LA ESPOSA PROMISCUA DEL CEO FRÍO

—Oooooooo... no... no lo hagas. —Bebé, tú lo deseas. Nancy quiere llorar sin lágrimas tumbada en la mesa, mirando al gran jefe detrás de ella seguir follándola sin descanso, la primera vez que se arrepiente de trabajar aquí. Día tras día era follada y le dolían la espalda y las piernas. ¡Solo era una pequeña secretaria que quería hacer bien su trabajo! ¿Cómo podía ser tan difícil? —Jefe tienes que trabajar en serio, no puedes entregarte al sexo femenino todo el día, tú... ah... —Nancy intentó razonar con el gran lobo gris detrás de ella, pero él no escuchaba en absoluto e incluso intensificaba su comportamiento. —No me entrego al sexo femenino, solo me entrego a ti. El hombre yacía detrás de su oreja, respirando pesadamente, extremadamente seductor. El aliento ardiente que exhalaba hacía que Nancy resistiera tensando su cuerpo. —Sssss... relájate... no... —No había vergüenza en la oficina, mientras que en un lugar distante, otra asistente miserable miraba al cielo sin palabras. ¡CEO y señora por favor déjenme ir, cambien a alguien para exprimirlo! ¿Por qué todos son subordinados del CEO, pero el asistente y la secretaria reciben un trato diferente?

Xiao_Yan_0938 · Urban
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Capítulo 33 ¡Envuelve a la zorra!

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—Presidente, ¿está ahí? Tengo algo que informar —era la voz de Evline, la tesorera.

...

Nancy no quería preocuparse por los golpes en la puerta en ese momento, estaba acostada inmóvil como un conejo marchitándose, y nada movía su atención.

Miguel también estaba desnudo en ese momento, su ropa había sido esparcida por todo el suelo desde hacía tiempo, fresco de su clímax, y no quería encontrarse con nadie sin importancia.

Especialmente después de escuchar lo que su asistente había dicho sobre esa pequeña mente de Evline.

¿Qué podría haber hecho? Había leído todos los documentos de informe del departamento financiero, no había problema en absoluto.

Llegar a él en este momento, probablemente no sería nada bueno.

Entonces, Miguel tampoco se molestó con ella.

—Presidente, ¿está ahí? —una voz vino de nuevo desde fuera de la puerta, acompañada por unos cuantos golpes.

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