1 Greicy Montecarlo.

Los chicos se habían llevado al hermano de Catalina, que su nombre es Lucas, yo quería ir pero no me dejaron, Catalina había vuelto a dormir y yo comía. Según ellos no tenía que ver todo lo que iban a hacer, creen que por el embarazo podría vomitar y eso.

Catalina estaba muy quieta, incluso parecería dormida, me levante del sofá y me estiré. Catalina volteo a averme y yo suspire al ver que estaba despierta.

—Ya me aburrí —le digo y ella asiente—¿Tu también? —le preguntó y vuelve a asentir. No se porque Connor tardaba tanto, sabía que no podía estar mucho tiempo encerrada en una habitación, si no llegaba pronto tendría una crisis nerviosa y eso no sería nada bonito.

Daba vueltas por toda la habitación, cada segundo me sentía muy nerviosa, trataba de mantener todas mis emociones bajo control. Catalina solo me seguía por mis movimientos, ladeó la cabeza preguntándome si me pasaba algo.

—Solo son los nervios, no soporto estar encerrada más de unas hora, trae malos recuerdos y puedo tener una crisis nerviosa y en mi estado no es lo mejor —le digo y asiente.

La puerta se abre y entra un hombre, yo al instante me pongo a la defensiva, el nos mira a las dos, pero después centra su mirada en mi.

—Hermosa, rubia, ojos verdes azulados, carita de ángel, tu debes ser Cielo Miller, la mujer de Connor Pratt—dice y lo veo dar un paso hacia mí.

—Te acercas y te mató —le digo y el se detiene soltando una risa.

—Definitivamente tu eres Cielo, sabes hemos investigado todo a su alrededor —dice y mira a Catalina —¿No te da miedo que la chica que te dejo así, este junto a ti? Podría intentar matarte.

—¿Quien eres y que mierdas haces aquí? —le preguntó poniendo mis manos en mi cadera.

—Digamos que sólo venía a darle un mensaje a Connor, pero como no está, te lo daré a ti, a ver si contigo entiende —dije y se acerca a mi, pero por instinto reaccionó golpeándolo y cae al piso, saco el arma y le apuntó.

Saco mi teléfono y le marcó a Connor.

—¿Que pasa amor? Ya estamos en camino.

—Pues mas les vale que lleguen rápido, aquí hay un tipo que dice querer darte un mensaje.

—No cortés.

Le voto el celular a Catalina y cae en su regazo y ella brinca asustada y la volteo a ver. Grave error. Ese tipo se lanzó contra mi y trato de derribarme, con mi rodilla golpe sus partes bajas, el afloja el agarre y yo aprovecho para golpearlo de nuevo en el estómago. El me golpea y me quejó, pero le regreso el golpe, escuchó los quejidos de Catalina pero no le prestó a atención.

—Le quitare a Connor lo que mas ama— dice antes de lanzar un golpe, yo lo esquivo, pero solo era una distracción para el próximo ataque, donde su mano llevaba un cuchillo y lo clavo en mi vientre.

Me quede quieta, sólo viendo en ese punto, la sangre mancha mi blusa, pero no me importa, lo único que me importa es mi bebé, saca el cuchillo haciendo que suelte un quejido de dolor, caigo de rodillas y lo veo tomar el teléfono.

—Te deje un regalito Connor, espero verte pronto —dice y vuelve a dejar el teléfono en el regazo de Catalina, la pobre esta tan asustada qué intenta gritar. El me mira burlón, pero yo lo miro tratando de memorizar su rostro, sale de la habitación y Catalina hace todo lo posible para llamar la atención.

Miro la herida y la sangre no deja de salir, mi bebé tiene que estar bien, tiene que estarlo, lágrimas no dejaban de salir de mis ojos, la puerta se abrió de a golpe y por ahí entraron los chicos, Connor al verme se detuvo en seco. Pánico era lo que transmitía sus ojos, yo también sentía pánico, no quería perderlo.

—¡Un doctor, alguien traiga una puta camilla!

Los gritos de Kenet era lo único qué escuchaba, Connor se acercó a mi y se puso de rodillas.

—Todo saldrá bien amor, nuestro bebé estará sano y salvó.

Sus palabras eran las únicas que necesitaba, estaba vez ya no luche y me deje llevar, mi bebé tenía que estar bien.

(*******)

Bebé. Mi bebé.

Abrí los ojos de a golpe, estaba en una habitación de hospital, trate de levantarme pero no pude el dolor en el vientre era evidente, mire a mi alrededor y vi a Connor recostado en el sofá ¿Cuanto tiempo llevaba dormida?

—Connor.

El se levantó sobresaltado, al mirarme vi que sus ojos estaban rojos e hinchado, su mirada me transmitía Dolor y sufrimiento.

Dolor y Sufrimiento, nuevamente habían llegado a mi vida, no quería tenerlas eni vida, no esta vez.

—No, por favor dime que no es cierto, qué nuestro bebé esta bien y que solo me lastimaron a mi, ¡Dimelo Connor!

—Cielo, yo...

—¡No, No, No! ¡Mi bebé tiene que estar bien! ¡Dime que estas jugando Connor! ¡Dimelo por favor.

El negó agachando la cabeza y comenzó a llorar.

—¡NO! ¡MI BEBÉ! ¡NOO!

Mis gritos eran cada vez mas fuerte, los doctores entraron y trataron de retenerme, pero hubo algo que en no cambio, algo se apoderó de mi y no fue el dolor o el sufrimiento, fue la irá, la sed de venganza, grite, pero esta vez fue diferente, Connor me vio diferente, todo el mundo lo hizo. Golpe a cada uno de ellos, hasta quitarme el suero.

Volví a gritar, tome lo primero que encontré y golpe a un enfermero, alguien me sostuvo, pero lo golpe.

—Esto no se va a quedar así, ellos tiene que pagar por la muerte de mi bebé —dije y reír, me di la vuelta y vi a Connor en el suelo, trataba de pensar bien, pero no podía —¿Verdad amor? Vengáremos la muerte de nuestro bebé— le digo con una sonrisa en el rostro, me acercó a él, hasta quedar a su altura y le doy un beso.

—En cuanto salga de aquí buscáremos a ese idiota y le haremos pagar por esto ¿Verda amor?—le vuelvo a preguntar el y el asiente.

Mire a los doctores y les sonreír, mire al chico al que golpe y suspire.

—Cielo.

La voz de Connor me hizo prestarle mi atención a él.

—¿Dime, Amor?

—¿Sabes qué te amo verdad? —me pregunta y yo asiento sonriendole —¿Sabes que cualquier cosa que hago, lo hago por tu bien?

—Lo se, amor, tu prometiste cuidarme y jamas dejarme —le digo sonriendo y el asiente, pero de un momento a otro lo miro sería —¿Sabes que haría si tu me dejas?—le pregunto y el niega —Te buscaría, hasta encontrarte y si alguien me lo impide lo mataré, por qué tu prometiste ser sólo mio y yo no pienso dejar que nadie te tenga, por eso matare a quien sea. —dejo de hablar al sentir un pinchaso en  mi espalda, lo que le hace cerrar los ojos.

(CONNOR)

Los doctores la sedaron y le pusieron restricciones, verla así, me hizo entender que había cometido un terrible error y tenía que enmendarlo.

Un Psiquiatra estaba analizando las grabaciones, yo estaba a su lado, todos estábamos de acuerdo en que Cielo cambio por completo de un momento a otro, el doctor repetía la cinta a cada momento, mientras por otra cámara la estábamos vigilando.

—Es justo lo que me sospeché, lo primero que ocurrió fue que entró en una crisis nerviosa por la pérdida de su bebé, joven, su novia ha presentado signos de esquizofrenia, aunque hablando sin profesionalismos, tiene crisis Sociopatas, eso y la esquizofrenia pueden volverla loca, lo mejor sera internarla— dice y yo niego.

—No la internaré, su hermanó se encargará de ella—le digo y salgo de esa habitación

No sabia que pensar, mis pensamientos estaban hechos un lío. ¿Cielo una Sociopata? No me lo podía creer, a todo lo que ha llegado un error mio.

(CIELO)

Al abrir los ojos se sentía tan pesado, solo quería seguir durmiendo y convencerme de qué todo esto era un maldito sueño. No podía aceptar que mi bebé estuviera muerto.

La puerta se abrió y entró Kenet, al verlo comencé a llorar, el rápidamente se acercó a mí para abrazarme.

—Lo siento tanto Cielo, no debimos dejarlas solas.

—¿Por que Kenet? ¿Por que con mi bebé? El no tenía la culpa de nada, podía lastimarme a mi, no a él, me duele mucho Kenet, mi bebé era lo más importante para mi, me quitaron todo, mi bebé, mi felicidad y mi familia.

—Calma hermosa, nosotros siempre estaremos aquí para ti, Connor te ama nena, mas que a nada en este maldito mundo, te lo puedo asegurar —dije limpiando mis lágrimas.

—¿Donde esta él? —le preguntó suspirando.

—Fue a la casa un momento, tal vez fue por ropa para ti—dice y asiento.

No podía ni imaginar el dolor que Connor sentía en éste momento, habíamos perdido a nuestro pequeño, nuestra pequeña prueba de nuestro Amor, varias preguntas rondaban por mi cabeza, pero preferí no pensar en eso, no podía hacerlo en este instante. Todo se había derrumbado en un instante, veía todo diferente ahora, solo tenía una meta y era matar al tipo que me quito a mi hijo, no sin antes torturarlo hasta qué me de el nombre, de quien lo mandó.

Nuestro pequeño tendría su venganza y yo la satisfacción de ver a ese hombre sufrir de todas las maneras posibles, su dolor sería mi placer, su agonía mi fuerza, Connor tendría que estar conmigo, no creó que pueda mantener la calma, se que en cuánto lo vea perderé toda la calma y voy a querer matarlo al instante y si lo hago no podre divertirme lo suficiente.

Kenet se fue, dejándome sola, tenía que pensar, tenía que comenzar a admitir todo lo que había estado pasando, había perdido a mi bebé pata siempre, me lo habían quitado, le robaron la oportunidad de ver la vida, me quitaron la oportunidad de ser madre, de poder cargarlo. Simplemente están difícil aceptar todo a la vez, el dolor en mi pecho incrementaba y no podía hacer nada, solamente llorar y tratar de olvidar ¿Pero como puedo olvidar algo que ame tanto? ¿Como me puedo olvidar de mi propio hijo? El dolor arde, me quema cada vez más, no puedo dejar de llorar, de recordar ese maldito momento, quisiera regresar el tiempo y poder impedir eso, dispararle, matarlo antes que le pudiera hacer algo a mi hijo. Pero no puedo hacer nada, lo he perdido para siempre.

Nuevamente la puerta de la habitación de abre y entra Connor, solo que se ve diferente.

—¿Estas bien amor?—le preguntó limpiando mis lágrimas.

—Tenemos que hablar —dice de una manera muy fría, algo muy distinto en él, podría usar ese tono con otras personas, pero conmigo no lo hacía y eso me asusta.

—¿Sobre que? —me atrevo a preguntarle.

—Sobre todo, tengo mucho que decirte realmente —dice y asiento.

—Esta bien, dilo todo, no te guardés nada—le digo y el asiente.

—Cielo, yo realmente jamás te ame.

Creó estar Volviéndome loca, si, definitivamente eso tiene que ser, siento que mi corazón se detiene y me falta la respiración, esto no puede ser verdad.

—Me llamaste la atención en verte toda frágil y sin nadie, ver todo el sufrimiento en ti era algo excitante, sol quería ver hasta donde era capaz de cambiarte, pensaba matarte en cuánto me cansara de ti y creeme que estaba por hacerlo, todo fue una mentira Cielo, yo jamás amaría a alguien como tu, si me quede contigo fue por qué vi que empezabas a asesinar, después vino el embarazo, eso si me alegró, pospuse mis planes de matarte por lo menos hasta qué tuvieras a mi hijo, pero lastimosamente murió, así ya no hay nada que haga que este contigo, otra cosa, si tuve sexo con Joscelyn, también con Melody, también con esa Sexi recepcionista, solo quería hacerte un Moustro y lo conseguí, mirate Cielo, sigues siendo tan patética, yo merezco algo mejor que tu, por ahora no te mataré, te dejaré en la agonía de la muerte de nuestro hijo, no hay nada mejor que la muerte qué eso, saber qué no pudiste hacer nada para evitar que muriera, pero te prometo Cielo Miller, tu y yo nos volveremos a encontrar y esta vez no tendré piedad de ti, te mataré y creeme que lo disfrutaré, no lo olvides Cielo, solo fuiste un juguete, nada fue real, tu matabas a cada chica por qué sabias qué eran mejor que tú y realmente lo eran.

Ya no podía soportar ni una sola palabra más, él estaba mintiendo de eso estaba segura, no podía ser cierto, la puerta de la habitación se abrió y entró Kenet, bastante molesto, su mirada estaba dirigida hacía Connor.

—Si ya terminaste de escupir todo tu veneno, sera mejor que te larguesde aquí.

Connor me miro y sonrió burlón, eso dolió aun más, salió de la habitación sin mirar atrás.

—¡No, no, no! Todo esto es un puto sueño, Connor me ama realmente, él esta mintiendo, él me ama, de eso estoy segura ¡El esta mintiendo!

Y así volví a llorar colapsandome por completo.

Los brazos de Kenet me rodearon, pero nada ni nadie podía reconstruir mi corazón rotó.

Mi hijo se fue, Connor se fue rompiendome el corazón. Toda mi felicidad se había ido, no tenía nada había vuelto a ser la misma Cielo de antes.

Sentía dolor, sentía sufrimiento, sentía ira y tenia sed de venganza.

—Tenemos que irnos, salir de este lugar —dice y yo solo puedo asentir. Varios trataron de detenernos pero no pudieron, los chicos estaban en el pasillo y Catalina estaba en una silla de ruedas, todos estaban listos para irnos.

—El jet esta listo, ya mandé a varias personas por tus cosas, en cuánto todo este listó las llevarán hacía donde estemos.

Comenzamos a caminar hacia la salida, Kenet me ayudó a subir al auto y ayudó a Brandon con Catalina, ambas estábamos juntas, ella tocó mi costado y yo suspire aguantando las ganas de llorar.

—Lo perdí, Catalina, perdí a mi razón de ser feliz.

El auto se estacionó en una autopista privada, Kenet se bajó del auto y me ayudo a bajar del auto, lo mire sorprendida y el sonrió.

—Apartir de ahora, tu tendrás todo conmigo, eres ami hermana y te mereces esto y mucho más, tu vida a partir de ahora va a cambiar. Connor se va a arrepentir de todo lo que hizo —dijo y le Sonreí.

—Connor es mio Kenet y eso ni él, ni nadie mas lo va a impedir, tu lo sabes—le digo y el asiente riendo.

—No esperaba menos de ti hermana, sabía que no te rendirías tan fácilmente, pero hay otro tema que tenemos qué tratar, es sobre tu salud mental —Dice y me llevaba hacia el jet.

—¿A qué te referies? —le preguntó confundida.

—Un psiquiatra te evaluó debido a tu comportamiento, llegó a la conclusión que tuviste ataques Sociopatas, en pocas palabras Cielo, te han etiquetado como una Sociopata —dijo y me detuve en seco. Connor había dicho que era un Moustro. En esto me había convertido él, en una Sociopata, alguien que se deja llevar por sus impulsos, en eso me ha convertido. Pero esta vez yo cambiaría eso.

—Él me creó, ahora tendrá que asumir las consecuencias —le digoa Kenet y el asiente. Me sienta en un asiento del Jet y se sienta a mi lado.

—Connor a desaparecido de la faz de la tierra, en éstos momentos tengo a gente tratando de localizarlo, pero no lo han logrado —dice y yo niego.

—No lo busques, eso lo haré yo, lo busacre por todo el mundo si es necesario, él ha olvidado qué soy la única qué lo conoce tan bien, podrá huir de mí, pero no esconderse, esta Sociopata recuperara lo que es de ella y él lo es, se lo dije y no escuchó, otra cosa, estoy segura qué algo paso para qué actuara así, esa no es su manera de decir las cosas.

—Tal vez tengas razón, pero eso no cambia nada.

—Lo sé, no he dicho lo contrario —dije y mire con atención a Brandon con Catalina, en este momento los envidiaba. Decidí no mirar y ver por la ventana como despegábamos.

La felicidad siempre me duraba muy poco, era muy feliz cuando mi madre estaba con nosotros, pero todo eso se arruinó cuando ella se fue y me dejó. Con Connor había sido feliz, tan feliz que no podía dejar de sonreír, pero para él todo era mentirá, aunque yo creía todo lo contrario, el jamás podría Mentirme a mí, el me había hecho un Moustro, pero era el Moustro que lo consumiría por completo.

Entraría nuevamente a su vida, lo haría sentirse encerrado y no descansaría hasta qué el fuera tan dependiente de mi, así como él me hizo a mi, me volvió tan dependiente de él, me volví dependiente de su voz, de sus besos, de su cuerpo, de sus caricias y de todos esos malditos Te amo, que a cada día mencionábamos, se metió tan dentro de mi piel, que no puedo estar mucho tiempo sin él, pero la espera valdrá la pena, él volverá a hacer mío.

Su voz, su risa, todo su ser seria mío, era sólo cuestión de tiempo, él lo sabía por eso se fue, sabe que no puede estar alejado de mí, así cómo yo no lo puedo hacer, Connor Pratt había llevado el juego de atrapados a un nivel mas alto. Este juego seis tan interesante y tan excitante.

—¿Estas bien?

La voz de Kenet hace qué salga de mis pensamientos, lo volteó a ver y veo que esta en la computadora.

—Dime.

—Tienes una nueva identidad, Greicy montecarlo, somos de Italia, así qué tendrás que aprender a hablar ese idioma —dice y yo asiento, entonces tendría nuevas oportunidades, Kenet me daría una vida llena de lujos, pero nada de eso, llenaba mi corazón, él pertenecía completamente a Connor Pratt.

—¿Hacia donde vamos?

—Atenas.

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