Capítulo 62: Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas

(Perspectiva 3° persona)

En una de las enfermerías de la Academia Yamada, una hermosa mujer de cabello castaño, grandes pechos y orejas puntiagudas disfrutaba de su almuerzo.

La mujer era Ryouko Mikado, una mujer con una belleza tal que el planeta Tierra podría no tener el tamaño necesario para albergar todas las personas que han intentado cortejarla a lo largo de lo de su vida.

Esta hermosa estaba disfrutando de un shushi bellamente preparado que podría causar conmoción a los mejores chefs del mundo, pero a pesar de que Ryouko disfrutaba de este delicioso manjar, su expresión era ligeramente melancólica mientras suspiraba.

"Es la quita vez que suspiras en los últimos 10 minutos, pareces una mocosa frustrada por problemas amorosos" – Una hermosa mujer de cabello negro puso los ojos en blanco.

La mujer era una de las amigas más cercanas de Ryouko, una hermosa mujer de cabello negro y pechos bastante grandes que, en lugar de estar cubiertos apropiadamente, solo una venda de doctor cubría sus pezones dándole una apariencia erótica e inapropiada para un colegio.

El nombre de la mujer era Touko Hizuki y al igual que Ryouko, ella era una científica de renombre que por diversas circunstancias tuvo que refugiarse en la comunidad demihumana junto a su hermana a pesar de que Touko era técnicamente humana.

Cuando Ryouko llegó a la comunidad demihumana conoció a Touko ya que a muy pocas personas les interesaba la ciencia mientras que la mayoría de demihumanos prefieren la magia.

Para Ryouko, Touko era una mujer problemática y pervertida con un anormal interés en su propia hermana, pero también era una mujer agradable y confiable que prefería arriesgar su vida antes que dar la espalda a sus amigos, contrario a otra amiga suya la cual le dio la espalda cuando más la necesitaba…

Ryouko suspiró y miró a su pervertida amiga. – "Deberías ponerte ropa adecuada, recuerda que ahora somos enfermeras y debemos mantener una imagen decente"

"Tch, es incómodo cuando me pongo otra ropa" – Touko chaqueó la lengua con disgusto. – "Por cierto, ¿Por qué tienes puesta ropa tan aburrida? ¿Dónde están tu camisa escotada y falda corta?"

"…" – Ryouko comenzó a comer en silencio.

El primer día de clases Ryouko se volvió popular entre los estudiantes por su voz amable, actitud madura y apariencia sexy que causaba hemorragias nasales en los estudiantes masculinos más hormonales, incluso había colegialas que habían comenzado a llamarla 'Onee-sama' con expresiones soñadoras.

Ryouko estaba acostumbrada a las miradas acaloradas que recorrían su cuerpo y habían pasado años desde que dejó de prestarles atención, pero por alguna razón el día de ayer ella sintió una sensación de disgusto e incomodidad cuando los estudiantes y algunos profesores la devoraban con la mirada.

Ryouko no era una mujer idiota o densa, era solo que le costaba reconocer lo que estaba sucediendo.

Ryouko volvió a suspirar después de comer otro rollo de sushi. – "Maldito Satou, ¿Por qué tienes que cocinar tan bien?"

"¿Satou? ¿El director?" – Touko abrió los ojos con sorpresa. – "¿Por qué el director te hizo el almuerzo?"

"No me hizo el almuerzo, ayer le pedí que me enviara sushi, pero Satou exageró y envió tanto sushi que aún no me lo he terminado, aunque también lo envió en una caja especial que conserva fresca la comida durante meses por lo que puedo comer sushi en el almuerzo" – Ryouko sonrió ligeramente al pensar en la dedicación que Satou siempre mostraba al cocinar.

"… Oh Dios…" – Touko parpadeo varias veces y luego mostró una sonrisa traviesa. – "Ya entiendo porque rechazaste a tantos hombres ricos y poderosos e incluso rechazaste ser la amante de un emperador espacial, resulta que en lugar de hombres musculosos o fuertes prefieres a los hombres con una forma más redonda~"

"…" – Ryouko volvió a comer en silencio mientras baja la cabeza.

"Espera, ¿Es enserio?" – Touko casi se cae de la silla por la incredulidad. – "Solo estaba bromeando, no esperaba que tuvieras esos fetiches… ¿O acaso fuiste elegida como tributo?"

Ryouko frunció el ceño. – "No menciones eso, nunca menciones eso"

Touko hizo un gesto de sellar sus labios, ella conocía bien a Ryouko y sabía que si seguía hablando entonces Ryouko quemaría su álbum con las fotos de su hermana menor bañándose.

Ryouko suspiró. – "Tengo que hablar con los lideres de la comunidad, ahora que conozco mejor a Satou estoy seguro de que la idea de ofrecer un grupo de mujeres como tributo es una pésima idea"

"Aunque fue idea de su ayudante" – Touko sonrió con ironía.

"Las mujeres que están junto a Satou se mueven por cuenta propia" – Ryouko sonrió con ironía. – "Satou deja que las personas que lo rodean vivan con libertad, pero las mujeres que están a su lado son un poco… Bueno, problemáticas"

Touko tenía una expresión sarcástica. – "Espera, ¿Esos monstruos son mujeres? Bueno, el dicho que de una joven bruja es más aterradora que un viejo demonio es verdad, casi me da un infarto cuando la persona con sombrero mostró su sed de sangre, en ese momento pensé que nos mataría a todos"

Ryouko suspiró cuando recordó cuando la comunidad de demihumanos llegó al área residencial de Satou.

Dos personas envueltas en sombras cuyas siluetas no permitía saber si eran hombres o mujeres fueron quienes les explicaron que Satou les daría protección y cambio quería obediencia, y en caso de que alguien se negara…

Bueno, nadie murió, pero los lideres de la comunidad demihumana están asustados de Satou porque piensan que él envió a las dos personas como una forma de advertencia.

Ahora que últimamente Ryouko pasaba mucho tiempo con Satou para hacerle análisis y exámenes de salud, ella sabía que el hombre era una persona torpe que confiaba demasiado en sus seres queridos, y si bien las mujeres que rodeaban a Satou no lo traicionarían, ellas veían a todas las personas como basura desechable, en especial las dos mujeres que habían causado pesadillas a los lideres de la comunidad demihumana, Enma y Kiara.

Quizás solo la mujer llamada Asagi podría considerarse como una persona cuerda, pero la intuición de Ryouko le decía que ella era parecida a las otras dos mujeres diabólicas.

"Bueno, como sea" – Touko se encogió de hombros. – "Intentaré hablar con los lideres de la comunidad, pero esos idiotas obstinados no renunciaran a la idea de ofrecer a las mujeres mas hermosas al director, incluso yo fui elegida como tributo"

"No puedes culparlos, la masacre causada por los Verdaderos Demonios les dejó un trauma permanente" – Ryouko suspiró con tristeza al recordar el día cuando el Inframundo atacó la Academia Youkai.

Ese día la mayoría de los hombres demihumanos fueron brutalmente asesinados y usados como alimento mientras que más de la mitad de las mujeres fueron violadas en pleno campo de batalla, la crueldad de los habitantes del Inframundo fue tal que muchas mujeres eligieron suicidarse para no caer en las manos de los demonios, pero ni siquiera eso las salvó del sufrimiento pues los Verdaderos Demonios tenían nigromantes entre sus tropas.

Menos de una decima parte de la comunidad demihumana pudo escapar, y aunque ahora estaban a salvo en el mundo humano, el trauma de la guerra era una sombra que cubría sus corazones.

Ryouko sentía un miedo y tristeza infinitos al recordar ese incidente, pero algo en las palabras de su amiga le impidió deprimirse. – "¡¿Fuiste elegida como tributo?!"

Touko se encogió de hombros despreocupadamente. – "Ser una mujer tan excepcionalmente hermosa no siempre es tan bueno, mi pecado fue nacer con un cuerpo y cara perfectos~"

Ryouko se sintió furiosa, en parte porque su amiga fuera tan despreocupada con su propia seguridad, y por otra parte debido a una extraña sensación amarga. – "¡Esto no es algo para bromear! ¡¿Realmente darías tu cuerpo a una persona que conoces?!"

Aunque Ryouko sabía que Satou era un hombre amable, ella también sabía que él tenía una libido interminable y aunque ella conocía hasta cierto punto la vida sexual de Satou, la idea de que una de sus mejores amigas se acostara con él le incomodaba.

Contraria a la seriedad de Ryouko, Touko tenía una actitud despreocupada. – "No veo el problema, en el peor de los casos el director es un pervertido que intentará sodomizarme, pero cualquier cosa es que él me haga es mucho mejor a lo que nos harían los demonios, además…"

Touko mostró una expresión cariñosa casi maternal muy diferente a su usual actitud pervertida y despreocupada. – "Mi linda hermana menor necesita un hogar seguro y este lugar puede darle la vida normal que ella siempre a deseado, si es por ella no me importa lo que me pase"

Ryouko no pudo responder a eso, ella sabía que la actitud pervertida e incestuosa de Touko era la forma como ella afrontaba sus propias preocupaciones, en especial desde que su madre fue una de las victimas de los Verdaderos Demonios…

"Además, ahora que estamos a salvo puedo tener los gloriosos pechos de Ayana-chan solo para mí~" – Touko estaba babeando.

"Mis sentimientos se desperdician en ti, solo eres una pervertida" – Ryouko suspiró con ironía ante las payasadas pervertidas de su amiga.

"Solo soy honesta con mis deseos" – Touko sonrió descaradamente. – "Ahora dime, ¿Enserio te enamoraste del director?"

"…" – Ryouko suspiró. – "No lo sé, las relaciones que tuve fueron por mi curiosidad sobre los sentimientos, pero nunca sentí nada significativo, es solo que cuando paso tiempo con Satou…. Me siento a gusto, me divierto y puedo olvidar todos mis problemas"

"Bien, son tus fetiches, no te juzgo" – Touko se encogió de hombros. – "Y si realmente comienzas una relación con el director no tendré que acostarme con él y podré seguir disfrutando de mi Ayana-chan~"

Ryouko se divertía hablando con su amiga por lo que siguieron charlando mientras ella contaba el tipo de interacciones que había tenido con Satou.

Mientras ambas hermosas enfermeras se relajaban, sonó el timbre del celular de Ryouko. Ella revisó su celular y al ver que era Satou no pudo evitar formar una pequeña sonrisa.

Ryouko contestó la llamada y estaba por saludar, pero el ruido la detuvo.

"¡Mikado sálvame! ¡Una chica perro quiere violarme!"

"¡Satou estas siendo injusto! ¡Se supone que primero debes tomar mi virginidad!"

"¡¿Qué estas haciendo vaca tonta?! ¡Pervertida!"

"Ah♥~"

"¡Ustedes dos dejen de mirar y ayúdenme!"

Después de eso la llamada se cortó abruptamente.

Ryouko se quedó perpleja y luego sonrió con ironía cuando pensó en la inusual suerte que Satou tenía con las mujeres a pesar de que su apariencia estaba totalmente lejos de lo que puede considerarse un hombre guapo.

"Vuelvo en un rato, tu sigue disfrutando tu comida" – Ryouko se puso de pie para ir a ayudar a Satou, afortunadamente Satou le envió su ubicación antes de colgar la llamada.

"Suena que esta pasando algo divertido" – Touko se puso de pie con una sonrisa traviesa.

Touko había estado aburrida de los estudiantes pervertidos que sangraban por la nariz cada vez que sus grandes pechos se sacudían, en su opinión esa clase de chicos eran patéticos y jamás podrían satisfacer a una mujer por demasiado precoces.

Lo peor es que esos chicos solo la miraban y no se atrevían a tocarla, ella quería que al menos un chico intentara cruzar la línea para así tener una nueva rata de laboratorio bajo el pretexto de que era un ligero castigo.

Ambas mujeres llegaron frente al laboratorio de ciencias. No había estudiantes ni profesores cerca por lo que nadie notó los gritos que venían del salón los cuales parecían alguna clase de situación pornográfica.

Lo mas extraño es que normalmente es la mujer quien grita por ayuda mientras el hombre hace ruidos obscenos, pero en este caso se escuchaban las suplicas de un hombre adulto acompañado de los extraños gruñidos de una adolescente.

Ryouko tenía una expresión incomoda, pero la expresión de Touko era sombría ya que ella reconocía los gruñidos similares a un animal en celo.

Touko abrió la puerta de golpe y comprobó que sus temores eran verdaderos.

"¡Ayana detente!" – Touko se apresuró a entrar en el laboratorio mientras varios vendajes salían de los bolsillos de su bata de laboratorio.

Ayana estaba sentada sobre el área de la entrepierna del director, aunque él aun estaba vestido, parte de su saco y camisa estaban rotos como si un animal intentara comérselo.

Satou había estado luchando con Ayana para intentar apartarla de su cuerpo, pero la chica con orejas de perro mostró una fuerza sobrehumana a la vez que su mirada era tan intimidante como un lobo hambriento.

Los vendajes se movieron a gran velocidad y en un instante amarraron los brazos y piernas de Ayana y fácilmente alejaron su cuerpo de Satou.

Satou suspiró aliviado, su corazón había estado en pánico ya que a pesar de haber tenido sexo con mujeres aterradoras como Enma y Kiara, esta era la primera vez que Satou era tratado como una presa en un sentido literal.

Si no fuera porque Ayana apestaba a feromonas y su área íntima desbordaba un líquido viscoso, Satou hubiera creído que la chica lo confundió con un platillo de cerdo agridulce y planeaba comérselo.

"¿Estas bien?" – Ryouko se acercó a Satou con una expresión de preocupación.

"Ahora se como se sienten los cerdos en un matadero" – Satou suspiró. – "Aunque no me haré vegetariano"

Ryuouko sonrió amablemente mientras se agachaba para acomodar la ropa desarreglada de Satou. – "Si puedes bromear entonces estas bien"

"Gracias" – Satou suspiró. – "No entiendo porque siempre me meto en este tipo de situaciones, es absurdo"

Ryouko volteo a mirar a Lala que seguía haciendo pucheros. – "¿Por qué no ayudaste a Satou?"

Lala hizo más pucheros y señaló la entrepierna de Satou. – "Satou lo estaba disfrutando"

"Ejem" – Satou se rascó la mejilla con torpeza. – "Es una reacción involuntaria…"

Ryouko suspiró y comenzó a comprender que la amarga sensación en su interior eran celos, pero ahora había algo mas importante.

Ryouko miró a la chica con orejas de perro la cual estaba sacudiéndose para intentar liberarse de los vendajes que sujetaban su cuerpo.

Respiración agitada, pupilas dilatas, secreción de jugos vaginales, intenso olor a feromonas como una señal química de apareamiento, Ryouko reconoció todo esto como señales de la época de apareamiento de un animal.

A todo esto se sumaba el hecho de que los pezones de Ayana habían comenzado a secretar leche materna lo que podría ser un efecto secundario de su mutación pero en este caso solo mostraba el intenso deseo sexual que la chica perro estaba experimentando.

Ryouko se puso de pie y se acerco a Touko quien tenía una expresión seria, a ella le preocupaba que su amiga malinterpretara que Satou le hizo algo a su amada hermana menor. – "Esto debe ser un accidente, no creo que Satou causara esto…"

"Lo sé" – Touko siguió mirando a su hermana menor quien parecía estar enloqueciendo. – "Su lado animal esta tomando el control de su mente y si no hago algo pronto, ella podría perder permanentemente la cordura"

Ryouko frunció el ceño, la situación era peor de lo que ella imaginaba.

"Esto suele pasarle en las noches de luna llena, sin embargo, nunca mostró una actitud tan agresiva y normalmente se calma después de que juego con sus genitales hasta hacerla desmayar" – Touko dijo algo escandaloso con una expresión de seriedad. – "Pero el problema es que su lado animal parece haber elegido un macho para reproducirse"

"… ¿Qué? ¿Yo?" – Satou se señaló a si mismo con expresión estúpida.

"Sí, usted director" – Touko exhalo con disgusto. – "No hay tiempo, mueve tu trasero aquí y folla a mi hermana hasta dejarla satisfecha"

"… ¿Qué?" – Lala, Airi, Ryouko y Satou inclinaron la cabeza de forma estúpida.

"Trae aquí tu maldito pene y mételo en el coño de mi hermana" – Touko parecía mas enojada con cada palabra. – "Si no te das prisa ella no solo va a enloquecer, su vida estará en peligro"

"¿No puedes darle un sedante o algo así? Por amor de Dios eres una científica" – Satou se veía incomodo.

"Darle un sedante puede hacer que su código genético se rompa lo que puede causar una mutación que la convertirá en una criatura más parecida a un animal que a una persona" – Touko estaba furiosa y preocupada.

"Oh Dios, no quiero ver una Nina que dice Ed-Ward…" – Satou murmuro en voz baja mientras se estremecía de miedo. – "Pero aun así, ella no luce en buen estado mental y sería lo mismo a una violación…."

"¡Deja de quejarte!" – Touko gritó exasperada. – "¡Te vas a follar a una hermosa chica de grandes pechos! ¡¿Por qué mierda te quejas?! ¡Solo ve y usa tu maldita porquería!"

"¡No soy un jodido caballo semental!" – Satou respondió sin pensar. – "¡No puedo simplemente sacar mi entrepierna y meterla en cada mujer que se me cruza, no me trates como un jodido animal!"

"¡¿No puedes hacerlo?! ¡Solo mírate, tu pene esta tan duro que parece que va a romper tus pantalones!" – Touko parecía que quería saltar para golpear a Satou.

"¡Es una maldita reacción natural!" – Satou también parecía querer pelear. – "¡No es mi maldita culpa que mi libido sea interminable! ¿¡Tienes una jodida idea de lo frustrante que es siempre sentirme como un animal en celo mientras estoy rodeado de mujeres hermosas?! ¡Maldita sea, estoy intentando no ver tus jodidas tetas ya que soy una persona decente, maldita perra exhibicionista!"

"¡Podré ser una pervertida exhibicionista, pero no soy una perra!" – Touko caminó hacia Satou llena de furia.

"¡Ustedes dos ya basta!" – Ryouko se puso de pie entre los dos idiotas ruidosos, su grito hizo que tanto la mujer exhibicionista como el hombre gordo recobraran el sentido. – "¡Mírense, una vida inocente está en peligro, pero ustedes dos están actuando como idiotas irracionales! ¡Dejen de esta pelea sin sentido y hagan algo para ayudar a esta chica!"

Satou respiró profundo y miró a Ayana solo para ver como la linda chica con orejas de perro dejaba salir gruñidos furiosos y enloquecidos como si fuera un perro rabioso.

"Lo siento, me dejé llevar, he estado un poco frustrado desde hace unas horas…" – Satou se sintió culpable.

Si bien Touko lo hizo enojar, eso era porque ella estaba llena de ansiedad debido a la condición de su hermana además de que Satou se culpaba a si mismo porque Ayana terminó en este estado debido a las ridículas habilidades de su sistema.

"No, yo lo siento, solo estoy asustada de que algo le ocurra a mi hermana…" – Touko seguía furiosa, pero el miedo de perder a su hermana apagó las llamas de la furia en su corazón dejando solo la fría ansiedad.

Ryouko suspiró aliviada al ver que ambas personas lograron calmarse y luego centró su atención en Satou. – "Se que esto es difícil para ti, pero no hay tiempo para buscar otra solución…"

Satou suspiró pesadamente, el mentiría si dijera que no estaba tentado a tener sexo con Ayana ya que ella se adaptaba a sus fetiches de chicas con orejas de animales, pero la sola idea de hacer algo parecido a una violación le causaba una sensación tan desagradable que vomitar sus propios intestinos sería más tolerable.

La sola posibilidad de ser etiquetado como un violador era suficiente para llevarlo al borde de un ataque de ansiedad y si no fuera por los medicamentos él ya se habría desmayado, así de severo seguía siendo su trauma.

Satou tenía una lucha interna entre sus deseos y sus miedos, ese conflicto empeoraba por el hecho de que sus deseos estaban justificados ya que, si él se negaba a tener sexo con Ayana, ella podría convertirse en una versión hentai de cierta niña perro con un final trágico…

Mientras Satou apretaba los puños ante el auto desprecio que sentía por ser tan cobarde, algo ocurrió que sacudió sus ideales.

"Te lo suplico…" – Touko se había arrodillado frente a Satou, ella renunció a todo su orgullo mientras sus lágrimas cubrían el suelo. – "No quiero perderla a ella también, es la única familia que me queda…"

"…" – Satou cerró los ojos un momento y luego gritó con frustración. – "¡Maldita sea!"

Satou caminó hacia Ayana que seguía luchando para intentar liberarse de los vendajes, solo cuando Satou se acercó fue que ella logró calmarse un poco, pero su mirada hambrienta se enfocó totalmente en sus pantalones.

"Voy a ser claro" – Satou volteó para mirar a Touko. – "Si por alguna estúpida razón esta chica dice algo como 'no puedo vivir sin ti', no quiero escuchar una sola queja tuya…"

Satou dirigió su mirada a Lala, Airi y Ryouko. – "Y ustedes, por favor no le digan a nadie sobre esto, sin importar las circunstancias lo que estoy haciendo es algo terrible así que espero no escuchar ningún comentario al respecto… No seré capaz de soportarlo…"

Las cuatro mujeres asintieron, incluso Airi quien no tenía la menor idea sobre lo que estaba pasando.

Satou suspiró, sus manos sujetaron el rostro de Ayana y sin dudar besó sus labios.

Ayana parecía una persona perdida en el desierto que encuentra un oasis ya que comenzó a disfrutar del sabor de Satou como si fuera un elixir adictivo.

Solo con ese beso Ayana dejó salir una gran cantidad de líquido mientras su cuerpo se estremecía debido al placer sin embargo esto no fue suficiente para calmarla, al contrario, su excitación solo creció.

En cuanto a satou….

"No soy furry, no soy furry, no soy furry, sus orejas y cola no me excitan, no soy furry…"

Él estaba recitando un nuevo tipo de mantra en su mente.

---

---

Nota del Autor:

Se me hace tarde para la cena así que no tuve tiempo de poner imagenes, lo siento.

¡Feliz año nuevo!

Gracias por leer mi trabajo, los amo<3

Un abrazo <3