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No hay nada peor que una bestia acorralada...

PERSONAJE: Ikky

Fuerza: 14 *subestadisticas desbloqueables después de stat +16

Destreza: 15 *subestadisticas desbloqueables después de stat +16

Constitución: 14 *subestadisticas desbloqueables después de stat +16

Inteligencia: 14 *subestadisticas desbloqueables después de stat +16

Sabiduría: 14 *subestadisticas desbloqueables después de stat +16

Carisma: 12 *subestadisticas desbloqueables después de stat +16

Percepción: 14 *subestadisticas desbloqueables después de stat +16

Suerte: 12 *subestadisticas desbloqueables después de stat +16

Vida: 42/48

Mana: bloqueado

Espíritu: bloqueado

Ki: bloqueado

Habilidades: Lanzada precisa 1/5000*Combate

Lanzadas múltiples 7/1000*Combate

Rastreo 423/1000*Común

Visión tenue 729/1000*Común

Detectar mágia 0/1000*Común

Nivel: 3 Exp: 1/10000

Oficio: bloqueado hasta nivel 10

"Título: el persistente *efecto: cuando el personaje esté más de 1 hora luchando ignora el cansancio y entra en un estado de especial lucidez dando una probabilidad de crítico de +25%"

"Título: exterminador de plagas *efecto: Cuando el personaje mate a más de 100 monstruos de la misma especie conseguirá un 50% de daño adicional contra los seres, cuando mate más de 1000 monstruos un 100% de daño, cuando mate más de 10.000 monstruos conseguirá un 200% de daño contra la especie. Actualmente:

100% daño contra ratas gigantes

 

"Título: El que crece rápido *efecto: El personaje recibirá el doble de experiencia hasta el nivel 10.

"Título: Rey del coliseo *efecto: puedes equipar la armadura del gladiador. El objeto se conservará después de la finalización del tutorial.

 

Con la experiencia de los goblins no debería haber subido de nivel, sobretodo porque rematar a los heridos me daba mucha menos experiencia... era el felino el que debió aportar la mayor parte. Con una nueva determinación seguí avanzando.

La cueva ascendía, y el olor a sangre, y a mierda de gato impregnaba cada vez más el lugar, al llegar a un recodó pude escuchar un rugido lastimero que rebotaba en las paredes. Sería bonito pensar que sorprendí al animal herido, pero una bestia es una bestia y sus sentidos le avisaron de mi presencia mucho antes de que yo pidiese verlo. El túnel natural en principio estrecho se fue ensanchando y ganando altura, tres animales adultos podrían andar tranquilamente ya por el, y para hacer peor las cosas distintas cornisas se podían intuir algunos metros por encima de mi cabeza.

Solo me dio tiempo de ver unos ojos rojos que se precipitaban hacía a mi desde las alturas, mi lanza fue arrancada de mi mano por el peso de más de 200 kilos de la bestia que cayó con sus fauces abiertas sobre mi escudo, caí de espaldas con todo el peso encima aplastándome, apenas alcance la espada corta que tenía en mi costado derecho, y mientras el animal lanzaba dentelladas y clavaba las garras en el escudo hasta atravesarlo, intenté apuñalarlo como pude...el animal tiro de sus garras arrastrándome con el escudo detrás como si fuese una marioneta, lanzándome hacia un lado, me arañe la cara, me doble un tobillo, y aterricé como pude con el escudo destrozado aún colgando del brazo, aunque poca defensa podía ejercer con el ya... puse la espada por delante intentando alejar las garras que se acercaban con ganas de arrancarme la cabeza, si no fuese por los antebrazos de gladiador, me habría dejado inutilizado el brazo derecho...

Sangraba, y me había cogido por sorpresa, cogí de mi cinturón la daga, dispuesto a morir luchando una pelea de perros... saltó de nuevo sobre mí, conseguí esquivar parte de su peso, pero sus dientes lograron atravesar las espinilleras desgarrando mi pierna derecha, conseguí darle un tajo con la espada corta que le cercenó la oreja y cortó a través de su mandíbula. La reacción fue violenta, y sacudiéndome me lanzo dándome de bruces en el suelo y soltando la espada corta en el proceso. Me quedé sin aliento pero pude notar el mango de mi lanza debajo de mí, no toda la mala suerte iba a estar de mi lado, ¿no?, me giré a tiempo de elevarla. Esta se clavó por debajo de la axila de la criatura, si es que los felinos tenían axila, pero con el peso del felino y al estar apoyada en el suelo mi lanza se quebró...

Pude rodar hacia un lado escapando por poco de la dentellada... Con lanza clavada profundamente en el cuerpo, con todas las heridas de su combate previo, con la cantidad de sangre que debía haber perdido y el maldito animal seguía persiguiéndome, yo tampoco estaba en mi mejor momento, magullado, con una pierna desgarrada, alguna costilla rota, y varios cortes...

Armado ahora solo con una daga y el hacha de mano conseguí incorporarme en un pequeño respiro que me dio el felino, cargó de frente para rematarme rápido a dentelladas al no estorbarle el escudo, y no poder usar sus garras al tener una pata inutilizada...

El hacha de mano le dio en la boca, en los dientes, se escucho el ruido de dientes rotos como si se hubiese roto una vajilla, pero esto no lo detuvo y consiguió morderme en el hombro derecho, no soltó la presa y noté como penetraban los dientes en el coleto de cuero, en mi piel, en mi carne, y tocaban mi hueso. Creí que me arrancaría el brazo de cuajo, así que comencé a apuñalarle la cabeza con la daga. Si queréis hacer la prueba coged una cabeza de cordero e intentad clavarle un cuchillo en la parte del hueso... por más fuerza las heridas no calaban, solo rasgaban la piel resbalando por el cráneo.

El animal rodó para aplastarme con su peso en la caída, pero la lanza o los 80 centímetros que quedaban de ella no solo se le hundieron más en la carne sino que me dejó el espacio para respirar y evitar la garra... seguía destrozándome el hombro con su mandíbula y sus dientes, y en ese espacio solo podía apuñalar en corto el cuerpo... Tras segundos que se me hicieron eternos de lucha agónica aflojó la presa de sus dientes, seguí apuñalando, con saña, con ganas de sobrevivir...

El peso del animal se derrumbó salí como pude de debajo de él, arrastrándome, con un dolor inumano en mi pierna y en mi hombro... Hice unos jirones con mi ropa, me vendé el hombro, y me hice un torniquete en la pierna para detener la hemorragia, entablille con una parte de la lanza la pierna para poder apoyarla y use la otra parte como bastón...

"Se ha creado la habilidad primeros auxilios*común: 1/1000

¿y si quedaba aun otro felino, aunque estuviera herido y fuera una cría? Recogí daga, espada, y hacha, y ayudado del bastón subí hasta lo que parecía ser una sala o gruta más grande, un poco de claridad se filtraba desde una cornisa arriba a la derecha...

En el suelo otra cría yacía, con una respiración entrecortada, el lóbulo y el pómulo izquierdos completamente hundidos por un golpe de un arma roma. Me acerqué a la criatura con la intención de descargar mi hacha, pero estaba moribundo... no se recuperaría... no con esa herida pese a que su progenitor lo arrastró hasta aquí para salvarlo... Estaba agotado, no merecía el esfuerzo.

Los huesos de múltiples goblins yacían por doquier, incluso huesos de otros animales y bestias desconocidas, no había mucha cosa aprovechable, solo un osario entre mierda de gato gigante...

Me asomé a la pendiente que llevaba a la luz...

"Felicidades al jugador por ser el primero en descubrir la segunda salida de la mazmorra, ¿quieres seguir con la siguiente fase?"

Haciendo de tripas corazón dije: "quiero seguir en la mazmorra..."

Por el número de cadáveres y huesos, y por el hecho de la salida se podía deducir que los felinos se habían instalado hace algún tiempo en esta gruta, y que el encuentro con los goblins fue un lamentable accidente para estos últimos...

Arrastré mi cuerpo cueva abajo tras no encontrar nada en la guarida de los felinos que me fuese de utilidad... Cada vez que me encontraba con el cadáver de un goblin registraba para ver que tenía, era un momento para tomar aire, y para disfrutar del botín...

Para cuando llegué a la colonia goblin ya tenía más cosas de las que mi maltrecho cuerpo podía cargar... la hemorragia en la pierna se había detenido, pero me sentía débil... Eché un vistazo con más detenimiento a la caberna, en algunas zonas más oscuras grandes setas con un tronco del tamaño de un hombre adulto crecían, como un bosquecillo de setas de al menos tres metros de alto, no brillaban como las otras, ni pensé que tan fibrosas como eran pudiesen comerse, tras comprobar que no había enemigos vivos a la vista, dejé la exploración de toda la caverna que continuaba estrechandose por detrás del bosque de setas hacia la oscuridad... Entre la setas en un pequeño cercado algún tipo de ...¿oveja? De seis patas rumiaba y comía musgo. Solucionada la pregunta de que comerían los goblins más allá de setas, me acerque a la hoguera del centro de la aldea, en el fuego en una tosca olla de barro algo como un guiso que olía a estiercol se cocía...

Hambriento, cansado y casi desangrado no lo hice asco pese al olor a un poco de guiso de la oveja de seis patas... comí sentado, y no tardé mucho en quedarme dormido como un tronco...