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Desde ese momento en específico, Alexander le estuvo contando a Kuroka básicamente quién era él.

No le contó la versión que les había hecho por primera vez a Yasaka y los demás, sino que fue directamente con la parte que es un poco más verdad, pero aún así, más reservada.

Alexander hablaba y por supuesto, nunca dejó de ver las reacciones de Kuroka, ya que en contrario a su contraparte en la obra original, en este momento, ella no tenía esos aires de "Onee-san" ligeramente erótico que tenía allí...

Oh, la parte erótica sí la tenía, ya que su cuerpo estaba extremadamente desarrollado, e incluso casi cambió a simple vista luego de tener una noche tan salvaje con Alexander, pero en general era agradable de ver.

Como ahora.

Tal vez fuese porque le parecía injusto, tal vez fuese por algo más que él desconocía, pero actualmente Alexander reía en secreto mirando el puchero adorable de Kuroka y sus orejas levemente movidas.

'Ah...'

Ahora que recordaba, Alexander cayó finalmente de la palma, le estaba contando a Kuroka justo acerca de quiénes eran las chicas que ella había visto en Kyoto, al parecer, siempre supo que todas compartían una relación amorosa consigo mismo, ya que había que ser tonto para no darse cuenta... pero a lo mejor, ella misma esperaba que fuera diferente...

'¿Está... celosa?'

Alexander no sabía por qué, pero estaba alegre pensando en esto, de hecho, casi pareció sentir una voz robótica en su cabeza...

[Felicidades, paso 1, completado.]

Pero sacudió la cabeza y dejó de pensar en cosas aleatorias. Continuando con su narración.

"... Y fue por eso que me vinieron a solicitar presencia los Demonios. De hecho, no es por sentirme vanaglorioso, pero gracias a esto, finalmente habrá paz en las Tres Grandes Facciones, mediante un tratado que se firmará en unas semanas."

"Eso..."

Kuroka abrió su pequeña boca en sorpresa...

"Eso es enorme-nya..."

Rememorando, y sin dejar de sentirse segura en este lugar, Kuroka pensó lentamente en todo lo que le dijo Alexander, y estuvo 5 minutos en silencio.

Alexander esperó pacientemente.

"Alexander-san." Hasta que Kuroka lo miró seriamente.

"¿Si?"

"Creo que ya sé porque me enviaron en esta misión."

"Si, supongo que yo era el objetivo, ¿eh?"

Kuroka asintió, "Según lo que me dijo, lo más probable es que sea así-nya... incluso aunque me ha tratado tan bien, incluso aunque..."

Kuroka se sonrojó profusamente de manera repentina, porque aunque todavía no tenía un perfecto control sobre su "período de apareamiento", era lo bastante bueno como para controlarse a sí misma cada vez que le ocurría, que generalmente solía ser en intervalos de medio año, lo que provocaba que tuviese una consciencia limpia en ese determinado momento de su vida...

Y aunque no supo que se descontroló cuando sintió la Energía Natural de Alexander que habitaba en Asora, ella fue completamente consciente de todo lo que hizo con él.

Pensándolo hasta ahora, Kuroka todavía se sonrojaba tanto cuando sentía un leve sentimiento de placer remanente en sus partes íntimas, que parecía un tomate de tamaño humano cuando lo hacía.

"Jaja, bueno, eso realmente no importa, lo importante ahora mismo es que estás sana y salva, y que a partir de ahora, nunca más volverá a ser igual, lo prometo."

"¿Por qué... me aprecias tanto-nya? Me contaste toda tu vida pero, esto no..."

Kuroka tenía una mirada consternada en su rostro...

Pero en ese momento, un pensamiento oscilante en su cabeza hizo que abriera grande sus ojos mientras señalaba con su dedo a Alexander: "¡N-no será qué...! ¡Hey, yo sé que lo que pasó fue en mayor parte mi culpa por mi propia raza, pero, ¿no me digas que te enamoraste de mi a primera vista-nya?!"

Alexander abrió su boca todavía más grande de Kuroka cuando ella actuó así, pero al momento siguiente puso una cara seria, como un nieto que le pide dinero al abuelo para comprar un juguete. Entonces asintió, "Hmm, tienes razón Kuroka, desde la primera vez que te ví, conquistaste mi corazón."

"¡¿Q-Qué?!"

Kuroka vió la mirada seria de Alexander y le gritó sonrojada, "¡T-T-Túú... ¿c-cómo puedes decir eso tan a la ligera-nya?!"

Alexander sonrió mirando a Kuroka, "Esto es cierto, Kuroka, lo puedo decir así específicamente por ello. Desde el momento en que puse mis ojos en tí, sentí que me gustaste, y cuando eso pasa, suele ser permanente, al menos en esta parte... soy un hombre bastante fiel."

"¡Hmph!" Escuchando lo que ella pensaba eran puras habladurías, Kuroka de repente encontró coraje, dejó escapar un resoplido enojado y se cruzó de brazos, alzando los pechos blanco perla casi totalmente visibles en su Kimono holgado, y luego dijo: "¿Fiel? ¿Te has dado cuenta de la cantidad de mujeres que tienes en el centro del territorio Youkai? Un tipo tan desleal como tú, hmph, ¡mi mamá me avisó de eso cuando era niña-nya!"

Alexander: "..."

Después de decir eso, el semblante de Kuroka se volvió más grave, "Además... todavía no has explicado correctamente cómo es que conoces parte de mi pasado."

...

Que este tipo delante de ella fuera bueno con ella en toda esta semana, era algo por lo que Kuroka podría apreciar su presencia, pero... una cosa que ella nunca podría dejar ir, una cosa por la cual ella se enfrentaría a cualquiera hasta la muerte... era por guardar el secreto de su pasado.

Por lo que aunque Alexander sea la persona más amable y carismática del mundo, ella nunca podría dejar de tener su defensa contra él, porque sabía demasiado... sabía todo lo que ella se había esforzado por esconder.

Una sola vez que lo comentó, fue suficiente para alarmar a Kuroka por todo este tiempo.

...

"Bueno... supongo que en esa parte tienes razón."

Alexander asintió pesadamente, él también estaba deacuerdo con la guardia que Kuroka mantenía sobre él. Para una persona como Kuroka, que era una persona fría y burlona por fuera, pero cálida como la leche tibia por dentro, debería ser muy difícil saber que alguien que conoció hace poco sabe su mayor secreto.

"Aunque..." La cara de Alexander se volvió rara por unos segundos, "Realmente no soy desleal... sólo... soy muy voluble en el amor."

"¡Hmph! ¿Cuántas veces te has convencido con esa excusa?"

Alexander: "..."

De hecho, en este momento, el Gran Héroe Alexander se sonrojó un poco... porque él mismo se había dicho esto varias veces en el pasado.

Y de alguna forma, no se podía explicar tener un Harem simplemente por "ser voluble en el amor".

"Suspiro... está bien. Kuroka, espera un momento aquí."

Kuroka: "?"

Kuroka vió que Alexander se levantó de el sofá y se dirigió a unos metros de distancia, para sacar un teléfono móvil y hablar con alguien por unos momentos.

Luego le hizo unas señas, "Acompáñame por un momento a la entrada."

'Baka-nya.' Kuroka, sintiéndose molesta pero curiosa, siguió a Alexander a la entrada de esta Mansión de fantasía, y se pararon justo en el camino de entrada de la Mansión, poco después de el jardín que tanto llamaba la atención de una chica Nekoshou como Kuroka, por los espléndidos olores que desprendía.

Olores parecidos a... este tipo.

.....

"¿Hmm?"

Alexander no entendió por qué Kuroka se sonrojó justo ahora, pero le asintió para decir, "Llamé a una persona que me dijo casi todo lo que sé sobre tu pasado. Debe estar camino hacia aquí, no demora mucho."

"..." Kuroka sólo frunció las cejas en respuesta.

Y así, el tiempo, andando como andaba esa hermosa mujer de gran cintura sentada en la bicicleta con casi todo a la vista... pasó sin detenerse.

Después de 5 minutos, Alexander se enojó un poco, y justo cuando estaba a punto de volver a llamar...

La silueta de alguien se podía ver manifestándose allí a poca distancia.

"Whoa, así que este es el famoso Asora, ¿eh? Por el Dios de la Biblia que descansa en paz, ¡que energía tan fuerte y aterradora hay en este lugar, Alex-dono!"

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