122 Capítulo 119: Cosas nuevas (No se me ocurría nada mejor)

Estaba desnudo montando a Elise dando vueltas por el campamento, estábamos planeando nuestro próximo objetivo mientras hablábamos de ciertos temas.

"¿Estás segura de esto? Ya te conté como soy y no es necesario que lleguemos a eso" Le pregunté a Elise ahora que hablamos sobre nosotros.

"Sé que es raro y tampoco estoy seguro si me llegaría a gustar pero también siento curiosidad de como seria. Me has mostrado un mundo completamente nuevo y aunque va en contra de muchas de las cosas que son correctas... quiero verlo, quiero que lo intentemos, nunca he tenido un compañero y me gustaría saber como seria"(Elise)

"Incluso si ese compañero soy yo"(Red)

"Sí, confió en ti mas que en cualquiera que haya conocido, eres un buen macho en varios sentidos a pesar de no ser un unicornio, y contigo siento que todo es nuevo, creo que podemos intentarlo... pero sigo con la idea de no tener bebes, y aparearme contigo sigue poniéndome algo nervioso, me gustaría esperar para eso si es posible"(Elise)

"jajaja, no te preocupes, no te presionaré, a mí también me pone algo incómodo. Tu estética, aunque bella, no es nada comparado a lo que estoy acostumbrado y no es que no lo hiciera si tú quisieras... pero también necesito tiempo para hacerme a la idea"(Red)

"Estamos igual entonces"(Elise)

"Y lo de las crías también, no quiero tener hijos tan pronto, y no creo que nos sea posible de todas formas"(Red)

"Bien" Dijo con un pequeño movimiento de emoción al ver que congeniamos.

"... Podrías dejar de moverte de esa manera, me haces cosquillas en los huevos"(Red)

"¿Cómo? ¿Así?" Dijo burlonamente, moviéndose de forma más pronunciada.

"Oye, no provoques a la bestia porque me harás retractarme de mis palabras anteriores"(Red)

"En serio... ¿Qué no eras demasiado joven para eso?" Siguió burlándose, luego de que dejamos las cosas claras y pasara la vergüenza inicial, la incomodidad desapareció y estas cosas parecían hasta divertidas.

"Humm... tu te lo buscaste" Dije mientras sacaba una rama pulida de mi inventario que tenía preparado para algunos rituales y le di un fuerte azote en el trasero que la hizo gritar.

Seguimos así por un tiempo, con ella saltando de un lado al otro y yo atontándola continuamente, hasta que acabamos recostados en el suelo, cansados. Ella sollozaba por su trasero adolorido y terminó dándome un mordisco en el hombro demostrando su enojo... pero yo también la mordí, porque esos saltos también dolieron en partes importantes.

...

Habíamos decidido aprender el uno del otro respecto a las características de nuestras propias especies en caso de que las cosas continuaran desarrollándose en esa dirección y lo único que puedo decir respecto a eso es que fue... gracioso.

Escuché sobre las costumbres entre parejas de su parte, incluso fuimos juntos con su manada a hablar con los otros unicornios. Fue como se esperaba, cuando me vieron montarla, la estampida vino hacia mí, pero conseguimos apaciguarlos, de todas formas, nunca me bajé de Elise en ningún momento.

No les agradamos y nos dijeron un montón de cosas, pero fuimos firmes, sin abusar mucho. Intentamos que nos acepten en lo mínimo por los menos, pero aún se quejaban de que Elise se haya escapado conmigo y al final tuvimos que huir del lugar, pero no nos rendimos. Esto era una prueba para el futuro.

Por otro lado, Elise con curiosidad preguntó sobre algunas de las actividades sexuales menos profundas que suelen utilizar los humanos. Saqué algunas de las revistas que aún no había podido darle a Myrtle y se las enseñé. Sus expresiones, o mas bien los sentimientos que trasmitía nuestra conexión, fueron muy divertidos. Ella no entendía como podíamos hacer tantas cosas en algo tan simple como reproducirse.

Quiso intentar algunas cosas simples para ver si podía adaptarse, por lo que elegimos algo sencillo y lo que obtuvimos fue... a Elise con una cuerda atando su cuerpo, el cual si fuera mas humanoide se vería muy erótico. Se quejó de que la cuerda era incómoda y no entendía si lo estaba haciendo bien. Para completarlo conseguí colgarla, sin que llegara a tocar el suelo, y la imagen solo se volvió mas graciosa y su confusión mayor.

...

En medio del bosque estábamos tomando un descanso para comer algo, acabábamos de salir de la periferia del territorio de las acromantulas. Matamos algunos y guardamos sus cuerpos en mi inventario para obtener algunos elementos y el resto venderlo al comerciante.

"Creo que deberíamos ir al campamento centauro"(Red)

"¿Ahora?"(Elise)

"Sí, lo hemos pospuesto por demasiado tiempo, pero ahora creo que estoy lo suficiente fuerte como para que podamos escapar si no nos reciben bien. Estaría bueno ver como les va, además de que tener un buen trato con ellos puede facilitarnos muchas cosas aquí en el bosque y aumentar nuestro rango de acción"(Red)

"Ok"(Elise)

Terminamos de comer y pusimos rumbo al campamento centauro, pero a medio camino Elise se detuvo repentinamente y yo activé mi [sentir la vida] para detectar a algunos seres que se nos acercaban.

Escuchamos fuertes pasos junto con los ladridos de un perro y nos pusimos en posición de ataque a la vez que sacaba una espada que compre al comerciante, era ligera pero filosa y nos había ayudado mucho. La otra parte también pareció notarnos y se detuvo no muy lejos, dejando que ambos lados nos viéramos entre nosotros.

Yo y Elise vimos a un hombre enorme y barbudo con una ballesta en la espalda, acompañado de un perro negro que parecí querer correr y esconderse. Era claro que era Hagrid, el semigigante estaba dando una de sus patrullas habituales y había podido notar el brillo distintivo de los unicornios, por lo que se acercaba para verlo.

Por el otro lado, Hagrid había visto una escena muy poco habitual. Había un unicornio tal como había esperado, pero sobre él había un niño desnudo con ojos rojos y un largo cabello desarreglado de mismo color. Esta imagen fue lo suficientemente extraña para dejarlo aturdido por el tiempo suficiente como para que yo y Elise saliéramos del lugar sin darle tiempo de alcanzarnos.

Hagrid estaba muy confundido, no podía asociar a ninguna especie con mi aspecto, que se lleve bien con los unicornios, la otra opción es que sea como él, un semihumano, pero eso lo hacía mas raro, ya que por mi aspecto todavía debería ser un niño a su parecer. A su mente llego algo que su arácnido amigo le había contado, sobre que sus hijos estaban siendo casados ​​y logro relacionarnos, pero para cuando pudo darse cuenta ya habíamos desaparecido.

...

Escapamos del lugar, ya que no quería relacionarme con nadie en mi edad actual. Esperaba que esto no nos hubiera delatado, y agradecía que estuviéramos lejos de nuestro campamento. Desde ahora en adelante debíamos tener mas cuidado y nuestra necesidad de comunicarnos con los centauros era mayor.

Seguimos el camino acordado y llegamos al territorio de los centauros, estuvimos algo tensos al llegar, no necesariamente seria como la vez anterior. No fuimos detenidos por las patrullas hasta que ya estuvimos bastante cerca de su campamento y recibimos la misma mirada que Hagrid.

El pueblo fue alertado y cada vez mas centauros salían de sus casas, para cuando quisimos darnos cuenta teníamos un semicírculo de centauros frente a nosotros que nos miraban con asombro, duda y cautela.

No quisimos hacer ningún movimiento brusco para evitar algún malentendido, así que esperamos a que ellos hablaran primero. Un gran centauro y con varias canas en su cabello se adelantó, parecía imponente con su tamaño y lenguaje corporal, pero también desprendía cierta sensación de amabilidad y tranquilidad.

"¿Quién viene?" Preguntó el líder actual de los centauros.

"Red y Elise... yo soy Red y ella es Elise"

"¿A qué vienen a nuestro campamento? Si desean pasar mas allá de este lugar pueden rodearlo por el río del este"

"Venimos a buscaros, particularmente" Cuando dije estas palabras, la mayoría de los centauros sujetaron sus arcos con mas firmeza y las madres metieron a sus hijos a sus tiendas "No malentiendan, venimos en paz, nuestro campamento esta bastante lejos al noreste, sabíamos de ustedes y queríamos llegar a un acuerdo pasivo para poder pasar por estos lugares sin problemas y quisas hacer trueques"(Red)

"Nosotros..."

"Puedo tener a mi compañera como garantía que no somos maliciosos" Dije mientras palmeaba a Elise "No buscamos problemas con los que no nos provocan. Las acromantulas por ejemplo, nos mantuvieron por años en una situación muy difícil y ahora las cazamos"

Hubo un silencio en el lugar, los murmullos de los centauros se escucharon pero nadie hablaba demasiado fuerte. Su líder pensó por un tiempo, ignorando algunas de las palabras de las personas a su alrededor.

"Esta bien" El gran centauro aceptó.

Esto sorprendió un poco a los centauros, y a nosotros el que aceptara tan rápido. Hablamos desde la distancia un rato mas antes de darnos la vuelta y volver.

No pensamos hacer mucho mas aquí hoy para no presionar mucho, la próxima vez vendríamos con algunas cosas para comerciar. Para la primera vez estuvo bien.

...

Durante el siguiente tiempo vinimos hasta dos veces por semana con algunos regalos y recursos para realizar trueques. Lo que obteníamos eran principalmente algunas de sus predicciones, medicamentos o conocimiento.

Según lo que aprendimos, ellos predijeron hace tiempo que el 'orden y el caos se habían asentado en este bosque' y ahora lo relacionaban con nosotros. Se enteraron de nuestras actividades y actualizaron un poco su mapa mental del bosque agregando nuestro campamento. Al ser aliados nos comprometimos a ayudarnos en caso de que alguno de los lados estuviera en los terrenos del otro.

Aunque al principio no le caímos bien a todos, nos ganamos el aprecio del pueblo. Puede que pertenezca al lado del mal, pero mi edad y mi gran cercanía con Elise les dejó aceptarme, solo que aún no dejaban que los niños se queden solos conmigo. Aun con eso, me he percatado de que algunos parecieron haber notado que mi relación con Elise era mas cercana de lo habitual y la confusión sobre nosotros crecía mas, en especial la de una joven centauride.

Conocimos a cierta joven que nos dejó curiosos, se llamaba Marrill y era muy intensa. No tenía miedo a nada y no se apartaba de nosotros como los demás al principio. Ella no podía entender como yo y Elise nos llevábamos bien, éramos completamente opuestos, y cuando se enteró de que nuestra relación era mas de lo que aparentaba casi se volvió loca.

Esperaba que solo fuera de una fachada y que nos odiáramos, pero nos vio en secreto y no encontró nada que lo demostrara. En un ejercicio de entrenamiento de los centauros Elise y yo participamos demostrando una coordinación perfecta y lo bien que nos complementábamos, dejándola aun mas sorprendida.

Al final terminamos llevándonos bastante bien, era muy distinto a su futuro yo, pero aun así era bastante agradable. Sabiendo que le gustaba la herbología y la curación, colaboramos con ella enseñándole algunas cosas y regalándole algunas plantas exóticas. Le costó aceptar que nos llevemos bien y, mas aún, que fuéramos casi una pareja, pero lo tomó como una enseñanza y desde entonces preguntó sobre nosotros de forma mas personal tratando de entender y aprender sobre nosotros.

Luego de obtener cierta favorabilidad de parte del campamento, empezamos a usar el [viaje rápido] para ir y venir con mas facilidad, cosa que usamos en un momento que tuvimos que irnos cuando escuchamos que Hagrid había venido a preguntarles por nosotros. Les pedimos que nos mantuvieran en secreto y nos fuimos. Esperaríamos un tiempo antes de volver y nuestros intercambios se realizarían a través de Marrill.

...

"Tengo pensado ir a una ciudad humana"(Red)

"¿Una ciudad?" Preguntó curiosa.

"Sí, quiero ver si puedo encontrar a alguien"(Red)

"¿Alguien qué conoces?"(Elise)

"La verdad no pero espero hacerlo de ser posible"(Red)

"¿Es una chica?"(Elise)

"Si" Respondí ya sintiendo que el aura en ella cambiaba.

"Hmmm" Solo refunfuñó y movió su cabeza hacia otro lado para no mirarme.

"¿Estás enojada?" Pregunte estúpidamente a pesar de que ya sentía sus emociones.

"Si"(Elise)

"¿por qué? ¿Estás... celosas?"(Red)

"No quiero que encuentres a otra chica, si consigues a alguien con quien si puedas aparearte sin complicaciones me dejarás" Explicó y pude sentir clara tristeza y preocupación.

"Niña tonta, eso no pasará" dije acariciando su cuerpo hasta su llegar a su cabeza para girarla hacia mí y ver sus ojos tristes "No te dejaré. Sabías que mi repertorio de parejas era grande, esperaba que ya te hubieras hecho a la idea"

"No puedo acostumbrarme, tengo miedo de que me dejes, yo no soy como ellas y no te gusto tanto como ellas por eso. Que tengas a alguien mas que a mí no me gusta, cuando un unicornio encuentra a su pareja se queda solo con ella hasta su muerte"(Elise)

"Sabes bien que no soy un unicornio, ni siquiera me comporto como suelen hacerlo los humanos. Sé que te puede ser difícil, pero tienes que aceptarlo si quieres que lo nuestro funcione y evitar sufrir en el futuro, tienes que aceptar que tendré mas chicas"(Red)

"Pero no me gusta, no siento que esté bien..."(Elise)

"Dijimos que intentaríamos que esto funcione y esto es una parte necesaria. Puede que no seas mi única pareja como lo hacen los unicornios, pero te amaré como corresponde si me lo permites. No estoy en contra de ser tu pareja, pero tienes que aceptar esto..."(Red)

*Sniff*"Trataré, quiero que funcione, ya llegamos a esto... puedes darme razones, siempre se siente mejor cuando me convences"(Elise)

"Pues, veamos" Me puse a pensar "Digamos... soy único, no hay nadie mas como yo y si no quiero quedarme solo necesito multiplicarme, reproducirme, con muchas hembras, cuantas mas mejor. Es necesario, y yo, como único macho, estoy obligado a eso. Si solo tuviera una mujer, no necesariamente se solucionaría el problema, y si eres tú, que no quiere tener hijos aun, o quisas nunca, significaría el fin para mi estirpe... mas mujeres solucionarían eso y tú no tendrías que sentirte presionada. Seremos una gran familia, ahora eres parte de mi familia, clan o manada y deberías aceptar a las demás, porque como lo fue con tu manada anteriormente, ahora ellas serán parte de tu vida... ¿Es mejor así?"(Red)

"Tiene sentido, creo que puedo entenderlo... así está bien, gracias por consolarme"(Elise)

"Siempre" Dije, para luego frotar mi cabeza contra la suya y terminar dándole un beso en la mejilla.

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