1 CAPITULO 0

El ambiente era triste y lúgubre, el pesar de las almas que aun recorrían aquel lugar podía llegar hasta sus oídos mientras caminaba, ya era viejo y estaba cansado, sin embargo en sus huesos aún tenía el recuerdo de los innumerables conflictos en los cuales se había encontrado, él era un magus sin embargo era diferente a los demás, no solo por el hecho de ser la cabeza de una muy antigua familia, sino más bien porque a diferencia de otros los cuales jamás vieron su vida pender de un hilo, el experimento esa sensación muchas veces y esta era quizás la última. Él era Bartholomeo Vermont, actual cabeza de la familia un hombre de casi 130 años sin embargo su apariencia no era distinta a si apenas tuviera la mitad de su edad algo como eso se explicaba por el simple hecho de que era un titiritero, quizás su maestría no llegaba al nivel de la mujer a la que la torre de reloj había otorgado el color Rojo pero aun así la familia Vermont no se quedaba atrás, combinaba una variante en la creación de homúnculos casi al nivel de la familia Einzbern con sus propias técnicas de creación de títeres a lo largo de las 20 generaciones que habían existido hasta el, así que no había manera de decir que las técnicas de su familia eran jóvenes.

Había sido entregada a él una carta por uno de sus mayordomos, nada que no ocurriera casi todos los días, después de todo aún tenía muchos compañeros en la torre de reloj, una carta entregada en el desayuno era algo muy común, sin embargo había sido esa simple carta la cual lo había llevado hasta ese cementerio, no era el contenido ni el sello en esta lo que había ocasionado que se tomara tan enserio esta situación, después de todo a su avanzada edad ya poco le interesaba de su vida, su cresta mágica ya había sido trasferida por el mismo a su nieto y este ya se encontraba en edad casi suficiente para ser nombrado líder de la familia, su hijo el cual había fallecido hace casi 12 años ya era un tenue recuerdo que algunas veces le causaba penar, en realidad era más impotencia lo que sentía pues no había duda que su nieto era un excelente mago sin embargo su hijo también tenía ese potencial, su familia había perdido una generación completa de avances, su nieto debería compensar esta perdida con el doble de progresos, sin lugar a dudas ya había completado todo en su vida, ese era el principal motivo por el cual se había permitido venir a este sitio.

- ¿Cuánto más deberé estar en esperándote en este frio lugar? Por qué no te muestras de una vez por todas viejo amigo- sus palabras recorrieron todo el lugar, no habían sido pronunciadas con la menor intensidad, pero aun así podían ser escuchadas como si fuesen repetidas una y otra vez - ¿Por qué tardaste tanto en encontrarme?

-jamás te busque en realidad, quería que tu vida concluyera de manera pacífica, por respeto a que alguna vez luchamos juntos, sin embargo, ahora las cosas han cambiado.

Una voz que parecía surgir de la nada, carente de todo sentimiento más aun así había logrado que todos los huesos de Bartholomeo temblaran, poco a poco desde las sombras una silueta comenzó a surgir, vestía un atuendo formal acompañado de un sombrero toda prenda era de un color negro como si acabara de salir de un funeral, no hacía ningún sonido al caminar y mantenía ambas manos en sus bolsillos, su rostro era cubierto hasta la mitad por su sombrero pero por su complexión era fácil pensar que sería un hombre de unos 20 años máximo, cuando estuvo lo suficientemente cerca de Bartholomeo el hombre alzo un poco su cabeza mostrando su un poco su rostro- el cual se encontraba ligeramente cubierto por algunos largos mechones de cabello platinados, pero había algo que resaltaba de aquel rostro inexpresivo, unos ojos dorados idénticos a los de una bestia salvaje que está a punto de devorar a su presa, por primera vez en toda su vida Bartholomeo se sintió totalmente indefenso.

- Veo que los años no te han afectado, aun tienes la apariencia de antaño. dime ¿Qué es lo que te hizo cambiar de opinión y venir a buscarme?

-las mellas que el tiempo ha hecho en ti tampoco son notables, sin embargo, esta no es una visita para recordar viejos tiempo. Pudiste mantenerte alejado de eso, si tan solo nunca hubieran aprobado volver a repetirlo todo hubiera terminado, ¿Por qué decidieron hacerlo? ¡Por que repetir este maldito acto!

Por un segundo el semblante inexpresivo de aquel joven cambio y mostro una rabia descomunal, por un momento el anciano tembló aún más y retrocedió un paso, se negaba a creerlo realmente los mitos eran ciertos, este hombre delante de él era el mayor enemigo de la asociación de magos, el más buscado de todos, aquel que era temido incluso entre la elite de la elite.

-muchas cosas han cambiado con el paso de los años, incluso quienes dan las ordenes son otros ahora, pero eso tú ya lo sabes, al igual que sabes que los ayude- la voz del anciano no tembló ni una sola vez pues era firme al igual que su postura había encarado a aquel joven mientras lo veía directo a los ojos.

-entonces las historias sobre los tres reyes son ciertas, ellos controlan todo desde las sombras y fue por su voluntad que el pasado está siendo desenterrado, pero hay algo que no entiendo, la iglesia no está enterada de esto ¿Cuánto creen que tardaran en darse cuenta y actuar? Me pregunto si toda la asociación seguirá a los tres reyes en una guerra contra la iglesia.

-ellos no le temen a la iglesia, ahora prácticamente la asociación domina todo el mundo, así ha sido desde que los tres reyes llegaron a la cima, incluso los gobiernos son controlados por esta, algunos dicen que la propia iglesia ya está enterada y decidió no actuar, por miedo a las represalias.

El silencio se hizo presente a la vez que el viento comenzaba a soplar con mayor fuerza, si lo que él decía era cierto ya no habría marcha atrás, no habría nada que detuviera la repetición de ese ritual una vez más, eso era algo que él no podía permitir, después de todo había dedicado toda su vida a evitar que una tragedia así volviera a ocurrir, esa era la promesa que había hecho y alguien como el jamás rompería una promesa, jamás faltaría a su palabra, así vivió su vida y así la volvería a vivir hasta que esta terminara y si para eso debía enfrentar a toda la asociación completa pues lo haría.

- ¿Dónde planean realizarlo?, no puedo dejar pasar el hecho de que los ayudaste, dímelo y prometo que hare esto de manera rápida

-ah, mi viejo amigo parece que el cazador no es tan hábil como ellos creen, tu buscas la ubicación de algo que está por ocurrir, cuando lo que tratas de evitar ya ha ocurrido y no creo puedas detenerlo -una fuerte risa salió de aquel anciano provocando la ira en el rostro de su acompañante, sin embargo no había mentira en sus palabras y sabía lo que eso causaría -no creas que no me opondré a ti, puede que este viejo pero aun soy el líder de la familia Vermont, no moriré sin pelear.

En sincronía con sus palabras desde las sombras surgieron una serie de bestias humanoides las cuales tenían cuchillas en muchas partes de su cuerpo el anciano procedió a retroceder mientras aquellas bestias atacaban al joven, este con un movimiento de su mano derecha retiro su sombrero y mostro una sonrisa desquiciada, las bestias se acercaban cada vez más con la intención matarlo más la mirada del titiritero perdió todo su coraje cuando vio como sus creaciones ya no avanzaban más, algunas se encontraban de pie inmóviles y otras incluso se mantenían flotando en el aire más cuando observo detenidamente pudo ver como varios picos de color negro habían salido del cuerpo de aquel joven y perforaban a sus criaturas, no, esos no eran picos ni mucho menos estacas después de todo no eran sólidos, mientras veía como las victimas ardían en llamas luego de ser perforadas, solo cenizas quedaron luego de un segundo, los cuerpos de aquellos seres solo se desmoronaban mientras aquel joven caminaba acercándose más y más a su objetivo, Bartholomeo entendió que no tenía sentido correr, aquel depredador frente a él solo estaba jugando, si lo hubiera querido pudo haberlo matado en el momento en que apareció, pensó que era una broma de mal gusto que un monstruo como el pudiera seguir en este mundo, existía algún ser humano que pudiera siquiera interponerse en cualquier cosa que esta criatura existiera, aun si era una causa perdida no se acobardaría, ahora que estaban más cerca podía atacar realmente.

-Al menos me llevare una parte de ti conmigo cazador! - sus huesos crujieron cual, si todos se hubieran quebrado al mismo tiempo, sus vertebras se dislocaron mientras que su altura comenzaba a aumentar, sus costillas se salieron de su lugar atravesando su carne y desgarrándola, pero no fueron sus órganos lo que se mostró, sino una piedra colocada justo en el centro la cual brillaba con una luz morada – Recibe mi regalo

Un fluido carmesí cubrió las lapidas de los muertos, no hubo el menor sonido ni siquiera un simple susurro, nadie grito, cuando el brillo se hubo disipado Bartholomeo pudo observar lo que su cuerpo ya había sentido, la intrusión de algo que no debía estar y un dolor punzante que iba en aumento, no grito pese a que sentía dolor, no se retorció pese a que su cuerpo deseaba hacerlo, solo una sonrisa se dibujó en su rostro mientras la sangre subía por su garganta, sintiendo en su lengua el sabor de su propia sangre, sus manos tocaron los hombros de su verdugo a la vez que su cuerpo volvía a la normalidad, los ojos de aquel anciano se cerraron poco a poco mientras sentía como los últimos respiros de la vida lo abandonaban, más había algo que aún era necesario hacer, una última verdad que debía ser dicha, el verdadero propósito por el cual había venido a este lugar.

-Siempre tan certero mi amigo, me sorprende que con tus cualidades no seas un asesino de profesión, pero debo agradecerte, pues una vez que tu mano destrozo mi corazón me has liberado a mí y me permites ayudarte.

-así que desde inicio este era tu plan, pero dime porque era necesario este desenlace, que aquejaba tu alma y tu cuerpo, que debes pagar con tu vida para eliminarlo.

-jamás coopere con los tres reyes, así que tuvieron que usar otros métodos y para garantizar que no actuaria contra ellos han puesto un Geass sobre mí, mientras mi corazón lata yo no podría hablar o todo mi linaje pagara el precio, pero ahora mi corazón ya no late más- la voz de aquel anciano cada vez se debilitaba más así que el joven acerco su oído para facilitar todo.

El rostro del joven hombre se contorsiono y cambio por una mueca de terror, la verdad que le había contado no podía ser más terrible, en realidad había fallado, en realidad cometido un error que jamás vio, jamás termino realmente con todo vez y ahora el pasado causaría la destrucción del futuro que prometió preservar, fue por voluntad de quien ahora yacía muerto sobre su hombro que la verdad de todo le fue confesada, cuanto sufrimiento debió haber experimentado este pobre hombre por mantener a salvo a aquellos que ama junto con su honor, realmente podía continuar diciendo aquel joven que lo que hacía era lo correcto, por primera vez luego de tantos años sintió algo de culpa, más en el fondo lo que más sentía era que todo su esfuerzo había sido inútil hasta este punto, como podía haber estado tan ciego, por un instante pudo observar en su mente la mirada de aquella joven a la que había hecho una promesa en sus últimos momentos, ese simple recuerdo hizo que su mirada cambiara totalmente a una llena de determinación, pero a la vez una mirada llena de odio.

-Si, esa es la mirada que recuerdo tenías aquella vez, esa es la mirada de quien venció a casi todos en la cuarta… gracias por darme la muerte de un guerrero -esas fueron las últimas palabras del 16vo líder de la familia Vermont, quien ahora yacía inerte más su semblante era tranquilo totalmente, la muerte lo había acogido en su dulce abrazo y el guerrero al fin descansaba.

-una vez hice esta promesa y la he cumplido durante de quince largas décadas, ahora la hare una vez más, no permitiré que algo tan atroz se repita, la guerra del santo grial terminara definitivamente esta vez -se quitó su gabardina negra y cubrió el ahora cadáver de Bartholomeo, no sin antes extraer su mano derecha del pecho de este, luego comenzó a caminar hasta casi salir de aquel cementerio – juro que Shambhala será cubierta con llamas hasta que solo queden cenizas y me asegurare personalmente de que los tres reyes no vean otra mañana, solo espera y confía, después de todo la venganza es algo que se me da demasiado bien.

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