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Capítulo 3

"Si las épocas no concuerdan,

culpa a Zelretch" — AkumaAlter.

[Infinito, Azul]

Talvez habría sido mejor idea quedarse en cama.

Sobretodo por la noticia recibida después de levantar el teléfono. Por supuesto, nadie estaría de buen humor después de levantarse obligatoriamente y recibir la noticia de que su madre murió.

Claramente estuvo irritado. Pero había sido mejor tragarse todo eso a favor de asistir al funeral.

Afortunadamente había sido criado para mantener las emociones en control.

Claro que el niño recibiría todas las miradas en el momento en que llegará. Claro que lo mirarían por parecer una versión miniatura de su madre con el mismo cabello castaño y ojos azules. Claro que tuvo que pasar vergüenza al decir algunas palabras al frente.

Acompañado de un traje y corbata de negro y blanco respectivamente, asistir al funeral fue algo…. Un poco desilusionante. Por decir alguna palabra. Sin embargo, avivo las ganas de terminar el hechizo. Simplemente por querer que su madre se sintiera orgullosa en el otro lado y demostrarle que podía hacer realidad lo que ella dijo que era "imposible".

Rara ves se le hacia un entierro apropiado a un mago de la categoría de Aoko, aún más si solo llevaba un día del fallecimiento. pero aparentemente era algo que la familia había querido.

Además, para aumentar más su propia desilusión, la muerte de Aozaki Aoko había traído más problemas para el único heredero que tenía en ese momento.

Y el primero de esos problemas, estaba acercándose a su espalda mientras se estaba retirando del lugar.

—No intentes escapar, pequeño Shirou.

El primer problema, tenía el cabello y ojos de color rojo acompañado de lentes. Correspondiendo a la hermana de su madre y por consecuente su tía, Aozaki Touko.

—Eh, ¿Puedo decir alguna excusa para decir que no trataba de escapar?

—Aunque lo hicieras, no te serviría de nada.

Habían algunas personas que se acercaban a decir unas pequeñas palabras, apretones de manos o pequeños abrazos hacia el único hijo que tenia 13 en ese momento. Pero era mayormente por simple democracia o muestra de respeto más que por lastima.

O al menos, eso se podía sentir. Especialmente porque Touko no pareció interesada en demostrar eso cuando se quitó los lentes. Probablemente porque sabría que no sería necesario.

—….supongo que puedo suponerlo. —No tuvo más opción que suspirar con lastima propia. —Bueno, ¿Qué es lo que quieres?

Había dos facetas en esa mujer. Cuando tenía los lentes puestos, perfectamente podía ser una persona medianamente confiable. Pero desde la mirada de Shirou, cuando los lentes faltaban en su rostro eso era señal de peligro.

Y desafortunadamente, no los tenía en ese momento.

—Necesitamos hablar con el abogado de tu madre.

—¿Abogado?

En primera casi no le dejo opción cuando lo tomo de la mano y casi lo arrastró hacia un auto y lo arrancaba.

—Que yo recuerde mi madre no tenía uno. —Hablo tan tranquilo como pudo. Poniéndose el cinturón algo apurado.

—Si lo tenía. —Respondió mientras frenaba frente a una casa formal. —Lo tuvo especialmente para dejarte todos sus bienes y otra cosa más importante.

Salió del auto y tocó la puerta mientras las palabras salían de su boca. Al mismo tiempo que el lo hacía, noto que ella volvió a colocarse los lentes. Sintió un pequeño escalofrío atravesar su cuerpo mientras la expresión de la mujer cambiaba totalmente de la que tenía hace un momento.

…..está mujer es aterradora…

Pensó solitariamente mientras sudaba y la puerta se abría.

—Señorita Touko. —Hablo un hombre alto que estaba en su tercera edad detrás de la puerta. —Me alegra tenerte aquí tan pronto.

—Si, igualmente. —Respondió la mujer de cabello rojo con la mejor sonrisa que pudo. —Pero no venimos a hablar sobre eso, venimos sobre la herencia que dejó mi hermana.

Mientras lo cogía de la mano, el niño inclino ligeramente la cabeza. Llamando la atención del viejo, que inmediatamente sonrió con alegría.

—¡Así que tú eres el hijo de Aoko! —Exclamo alegremente mientas atacaba los cabellos del chico con su mano.

—(¿Quién es este viejo? Es muy molesto). —En su cabeza, no pudo evitar gruñir.

Pareció notar su molestia, por lo que apartó rápidamente la mano de su cabeza para rascar su propia nuca.

—Lo lamento, me emocioné un poco cuando te vi en persona después de como Aoko te describió.

—(¿Un poco?). —Gruño mentalmente molesto. Una buena parte dentro de si mismo le daba el pensamiento de que involucrarse con este hombre significaría problemas. —¿Quién eres tu?

—Uju, mi nombre es Kischur Zelretch Schweinorg. Al igual que tú madre, un mago verdadero.

—….tu nombre me suena lo suficientemente complicado para ser un mago. —Shirou musito un segundo, antes de fruncir el ceño. —Pero decir que eres un mago verdadero así por así me parece estúpido y algo irresponsable.

—Mmm, talvez lo sea. Pero al menos es mejor que Aoko que ni siquiera lo escondía.

—…. Supongo.

—Como sea, como sea, mejor ya muéstranos el testamento de mi hermana para que el niño lo vea.

Touko interrumpió la plática. Especialmente porque la mano de Shirou estaba levantándose lentamente como si fuera a formar un ataque.

—Oh cierto, ¿Por qué quieres eso?

—Aozaki Aoko fue encontrada muerta cerca de la mansión Tohno. Los testigos y reportes dicen que fue encontrada con una sonrisa y con sangre saliendo de su vientre.

—…..

La causa de su muerte era conocida hasta ahora. Cuando recibió la llamada solo fue para notificarlo, pero hasta ahora era consiente de como murió.

….esa mujer en verdad era extraña…

Morir con una sonrisa en el rostro no era normal.

—….Ya veo. —Zelretch suspiro. Aparentemente un poco abatido, pero se recompuso rápido. —Bien, bien, pequeño Shirou, ven conmigo.

—….no creo que seguir a un anciano Barbon que no conozco sea confiable.

Touko soltó toda la risa que iba a salir de su garganta justo después, en contraste con la mirada juzgadora y en desconfianza del chico. Mordiendo levemente su labio, Zeltretch se quedó quieto mientras procesando sus palabras.

—….Gracioso. mejor vamos.

Un aura depresiva estaba encima del anciano. Haciendo que Shirou sudara con despecho. Sin más opción lo siguió hasta otra habitación.

—….¿Que es esa cosa?

Ignorando lo medianamente antigua que se veía la habitación, había una caja de un tamaño mediano. Lo suficientemente grande como para necesitar los dos brazos para cargarla, pero su atención fue puesta en ella por los kanjis que tenia en la etiqueta.

"Shirou Aozaki"

—Todo lo que tú madre tenía para decirte, por supuesto. Llévatela.

—….Cómo digas.

Su rostro se distorsionó en una expresión un poco nerviosa por el tamaño de la caja. Sin más opción, suspiro y la agarro entre sus manos como pudo. Llevándola con Touko hasta el auto para montarla y subirse justo después.

—Ven a verme si necesitas algo, pequeño Shirou.

Despidiéndose agitando de lado a lado su mano, Zelretch lo miro con una sonrisa alegre mientras el carro arrancaba.

…espero nunca necesitar algo de ti…

Con un escalofrío con el, suspiro con inquietud.

◦❀──────────❀◦

En cuanto el auto volvió a llegar a la mansión mágica, bajo con la caja en sus manos. Mientras Touko abría un poco la ventana para hablar.

—Volveré por ti en dos días. Nos iremos a otra parte de Japón.

—Eh, claro. ¿Dónde exactamente?

Su voz iba cargada con un poco de nerviosismo.

—A Mifune. Por supuesto.

—….claro.

Realmente parecía un poco escéptico a eso. Aunque tuvo que guardárselo. Abrió la puerta del lugar e inmediatamente un libro voló en dirección a su cara.

—¡Bienvenido de vuelta! —Fue el grito de Robin antes de escapar volando.

—... —Recogiendo el libro que cayó al suelo, apretó sus dedos con fuerza en el objeto antes de suspirar. —Voy a hacerte pájaro asado.

Sus palabras salieron, junto a una llama de fuego puro.

Cuando estuvo a punto de perseguir al ave, rápidamente recordó la caja en el suelo. Gruñendo al aire la tomo para llevarla a su habitación. Prometiendo en silencio que quemaría un ala del pájaro próximamente.

La coloco encima de una mesa en cuanto llegó a la habitación. Sin molestarse en ir a buscar a Alice porque sabia que probablemente no le tomaría importancia. De todas formas, tomo una pequeña navaja para cortar la cinta y empezar a abrir el cartón.

…Se siente bastante más ligera de que pensé…

Al abrirla y mirar dentro había….

Otra caja más pequeña.

—…..

Inmediatamente frunció el ceño. Pensando por un momento si Zelretch estaba haciéndole algún tipo de broma estúpida.

Nuevamente repitió el proceso, cortando la caja para abrirla de nuevo, está ves.

Había otra caja.

Otra maldita caja más pequeña.

—…Tks.

Otra vez, volvió a gruñir.

Y otra vez, volvió a cortar la caja.

Y otra vez, otra caja estaba dentro.

—¡Por una mi-

Antes de terminar de maldecir al cartón, noto una nota dentro de la última caja. Lo hizo suspirar con un poco más de alivio, metiendo la mano dentro de la caja para tomar la pequeña nota.

Para Shirou:

"Lamento hacerte esto. Pero tenía que hacerlo al menos una ves en lo que me quedaba de existencia"

"La verdadera nota está debajo de la primera caja que el viejo Zelretch te dio. Perdiste como 5 o 10 minutos de tu vida abriendo cajas vacías, Shirou"

Atte: Tu madre, Aoko.

—….

De hecho, después revisarla, la nota si estaba debajo de la primera de todas las cajas.

Su cabeza cayó contra la mesa con irritación. Golpeándola continuamente por otros momentos más hasta que se sintió satisfecho. ¿Seria raro estar molesto con un muerto? En ese momento no parecía algo malo.

Dio otro suspiro con cansancio. Tomando la nota para empezar a leerla.

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—…..

Mayormente solo eran indicaciones o explicaciones sobre la herencia de dinero. Eso sería hasta los 16 legalmente, además de otras reglas que prometiera como no fumar.

De considerar realmente importante, seria solo una ubicación en específico debajo de la mansión. Específicamente en el taller donde ocasionalmente practicaba magia.

Aprovechando que Alice probablemente estaba dormida (o leyendo en la biblioteca como un fantasma en la noche) salió de su habitación para ir al taller. Abriendo la puerta con todo el silencio que pudo conseguir para no atraer al pájaro del demonio con el nombre de Robin.

El taller estaba un poco oscuro, solo iluminado por algunas antorchas con fuego azul, se veía lo suficientemente claro para no tocar nada erróneo o tropezarse con algo.

No era su primera vez en el lugar. Por supuesto que había estado en ese lugar en otras ocasiones, pero el área que la nota había dicho era para conseguir la información sobre otra cosa.

Imbuyo un poco de mana en su dedo, pasándolo por todos los libros de una estantería hasta que las letras de uno se iluminaron de azul. Según la nota ese libro solo podía ser abierto por alguien con los circuitos mágicas de la familia Aozaki. Eso gracias al rasgo característico del mana interno de estos.

…Estás son, ¿Las notas de Blue?...

Su boca se abrió momentáneamente con sorpresa. Ojeando las notas rápidamente, las notas de la quinta magia verdadera dejadas por Aoko estaban en orden y explicadas de manera correcta. En la primera página del libro, estaba otra hoja de papel, aunque está tenía un rasgo más viejo.

En la hoja estaba un círculo mágico que explicaba como grabarlo en el suelo. Afilando un segundo la mirada, tomo un crayón cualquiera que pudo encontrar para empezar a grabarlo en el suelo mientras tenía la hoja en mano para guiarse.

La orden era, ponerse en el centro del círculo y imbuir todo el mana que pudiera y luego recitar el cántico.

«Escúchame, señor de toda la creación»

«Yo anuncio»

«En mi nombre representado como orden (Azul), anuncio»

«La orden ahora ha caído»

Y siguiendo las órdenes al pie de la letra, pocos segundos después de que el circulo se iluminará en azul, toda presencia de vida en su cuerpo se sintió como su desapareciera y durmiera.

El cuerpo del niño cayó con un ruido sordo al suelo. La hoja voló y cayó en el rostro del chico mientras dormía. Aparentemente, sin ningún inconveniente observable.

◦❀──────────❀◦

¿Has sentido la sensación de estar atrapado en un mar mientras duermes? Básicamente la sensación que el niño sentía en ese momento era esa. Con un raro escalofrío recorriendo su cuerpo por sentir eso, pero sin el agua alrededor.

Con una suave brisa fantasma acariciando su piel, sus ojos se abrieron lentamente. El páramo se veía como una galaxia combinada con el cielo. Además, una gigante grieta de color azulado, y en el suelo, un campo de flores azules que parecía no tener fin.

En lo que respectaba a sus sentidos, parecían estar correctamente bien. Al menos hasta donde saltaba la vista, no parecía haber otra existencia a parte de el en ese lugar.

Al menos, así parecía.

Así pareció, hasta que otra presencia apareció por su espalda. Empujando delicadamente su hombro para llamar su atención.

Una figura con el cuerpo iluminado de azul y el cabello de rojo estaba ahí. Reconoció la figura inmediatamente como la de su madre por ese cabello. Ruborizándose un segundo por ver básicamente la figura desnuda de ella, aunque no pudiera ver su piel o su cuerpo por estar iluminado realmente.

Las palabras que estuvo a punto de decir se atoraron en su garganta. La figura frente a el volvió a empujar su pecho, está ves, como si fuera una aspiradora empezó a fundirse en su cuerpo.

En ese momento su cuerpo empezó a entrar en calor. En el mal sentido desafortunadamente. Puesto que se sintió como una erupción, atacando desde su pecho y extendiéndose por sus venas con un fuerte calor acompañándolo.

Su sangre empezó a fluir a más velocidad. Mientras el sudor empezaba a derramarse de su cuerpo y empapar su ropa.

Aunque no era algo peligroso, realmente, solo era su cuerpo empezando a adaptarse a la Quinta magia verdadera.

De todas formas, su mente volvió a entrar en la inconsciencia. Inmediatamente despertando de golpe justo después.

—¿Estás muerto?

Acompañado de su despertar, el picoteo de Robin en su frente también estaba.

—….Tu.

El ave estuvo a punto de escapar al notar su despertar, pero el reflejo de Shirou fue más rápido y tomo su ala con éxito. Solo para quemarla justo después.

—¡Oye, oye, oye! ¡No!

—Jodete.

El se sentía cansado, y no estaba en condiciones de soportar alguna tontería más. Notando como su cuerpo aún seguía sudando, aunque en menor cantidad, seguía mojando su ropa.

…Esas notas..son para usar a Blue…

Blue, el nombre correspondiente a la Quinta magia verdadera, en referencia a la familia Aozaki quien la descubrió y había estado heredándola.

Y ahora, el era el siguiente en esa lista.

…Necesito bañarme…

Junto con el sudor, venía un mal olor, sumado a lo mojado que estaba su ropa.

◦❀──────────❀◦

Un baño frío después de sudar tanto y tanto estrés es verdaderamente refrescante. Afortunadamente no hubo nada más que lo molestará en esos minutos.

Después de salir y volver a vestirse, decidió volver a revisar el libro de las notas de Aoko sobre Blue. Así que volvió a bajar al taller a tomarlo y luego ir a la biblioteca 1 para tener silencio. Obviamente cerrando la puerta con llave y las ventanas para que un Robin salvaje no apareciera.

…Un minuto, está fórmula…

Su boca se abrió con sorpresa. Inmediatamente se movió para ir a un cajón cercano donde tenía una copia del hechizo de la barrera. Ojeándolo al mismo tiempo que veía el libro con las inscripciones de Blue.

¿Qué pensarías si te dijera que es imposible?

—(No es que fuera imposible, es que solo podía hacerse con tu magia). —Reflexiono en tanto. Escribiendo rápidamente la fórmula ahora completandola con las facciones que Blue permitía. —(Si ahora Blue está completamente conmigo, entonces…).

Buscando rápidamente con su vista, tomo dos hormigas cercana al escritorio. Colocándolas sobre la mesa y poniéndoles algo para que no escapara.

Ahora, apunto su brazo hacia el animal y empezó a recitar el canto.

«Escúchame, Señor de toda la creación»

«Yo proclamo»

«Por mi nombre que representa el orden (azul), yo proclamo»

«Todo se corregirá»

«El orden ahora ha caído. Da la vida a quien lo merece»

A

hora, el siguiente suceso fue literalmente como si un vampiro invisible hubiese aparecido.

La hormiga 1, empezó a lentamente comenzar a envejecer. Sus patas empezaron a marchitarse y sus pasos se volvieron débiles y pesados.

La hormiga 2, paso lo opuesto, empezando a rejuvenecer y hacerse más pequeña por recuperar su juventud, rápidamente estuvo en su apogeo de vuelta.

Una hormiga normalmente vive 28 días, en tanto, el suceso que acababa de presenciar, era como el tiempo de la hormiga 1 había Sido quitado por la hormiga 2, y así la segunda rejuveneció mientras que la primera envejeció.

—…. Eso es.

Sus labios se curvaron en una sonrisa. Sonriendo con emoción mientras iba a buscar una manzana, volviendo a la biblioteca, tomando los papeles, y poniéndolo todo sobre la mesa a su vista.

—Bien, vamos.

Con la Quinta magia ahora en su poder, y sumado a los escritos que Aoko dejo, y sumando más las ecuaciones que ya tenía antes, el hechizo ahora si estaba completo.

Primeramente la manzana fue el sujeto de pruebas para probar la barrera. Al cubrirla con ella, visualmente no había nada fuera de lo común. Pero para un mago sería perfectamente capaz de sentir el aura de magia que rodeaba la fruta.

Ahora, su siguiente acción fue lanzar un lápiz en dirección a la manzana.

Y como esperaba (o más bien quería que funcionara) el lápiz y la manzana no tuvieron contacto. Concretamente el lápiz se suspendió en el aire, no se movía ni un milímetro, no se caía. Simplemente estaba ahí, sin hacer contacto con nada.

Un hechizo que aprovechaba el principio de causa y efecto con el tiempo. Para decirlo de otra manera, la causa se mantenía, pero el efecto se cancelaba porque chocaba con una barrera que interrumpía su tiempo, haciendo que su aceleración se volviera 0 al encontrarse con un futuro en el que el objetivo nunca fue golpeado.

—¡Al fin!

Consecuentemente lanzó más lápices y el resultado fue el mismo consecutivas veces, emocionando lo cada ves más. No espero más para desactivar la barrera en la manzana y aplicarla sobre todo su cuerpo.

Cuando estuvo a punto de hacer alguna prueba sobre si mismo, la prueba llegó solo de su cabeza cuando un libro cayó sobre el.

O más bien intento caer sobre el.

—¿¡Que diablos?! —Escucho el chillido de Robin al ver el libro flotando sobre su cabeza.

—¡Ha!

—¡Alice!

—¡Cobarde! ¡No te atrevas a acusarme con ella!

Empezó a perseguirlo, aún tenía la alegría interna de haber completado su cometido. Aunque para eso su madre había tenido que morir, una parte dentro de el agradecía todos los esfuerzos que dejó para ayudarlo.

Por supuesto, ahora la Quinta magia verdadera, Blue, y una barrera protectora a base de esa magia estaban en su poder.

Al menos, el hechizo ahora estaba completo para cuando tuviera que irse de la mansión.

Infinito y Blue, estaban completos.

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