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las ruedas comienzan a rodar

La orden de caballeros contaba con una enfermería dónde llevaron a Maxwell pero este permaneció inconsciente por horas.

Según la doctora maxwell tenía dos costillas rotas, sangrado interno e innumerables contusiones. La medicina en estos tiempos no era exactamente precisa pero la enfermería de la orden de caballeros contaba con la doctora evergrem, descendiente directa de la familia real de evergrem, los cuales poseían el muy raro elemento de sanación.

Andrea no tuvo más opción que irse a casa y dejarlo allí. De todos modos ahí estaba más seguro con la famosa doctora evergrem.

Lo que ella no sabía era que cuando se había marchado de la enfermería, la doctora borro su afable sonrisa de su cara y miró con frialdad a su partida.

Lucia evergrem tenía 29 años de vida. 19 de esos años los vivió dentro del imperio cuando el caballero bluefire la raptó. Tenía los ojos y cabello de un color verde pálido inusual, labios pequeños y rosados, piel blanca con un cuerpo explosivo.

Apretando los dientes y llenándose de determinación Lucia tomó un cuchillo y se acercó a maxwell. Había escuchado como este niño de no más de 12 años le había plantado cara al caballero inamovible en incluso había Sido nombrado caballero, convirtiéndose en el más joven de la historia.

No podía permitir que este niño viviera. si lo hacía, estaba permitiéndole al imperio tener otra arma de destrucción masiva en un futuro.

Justo cuando Lucia blandio el cuchillo con determinación escucho una suave voz que la detuvo.

"Yo no haría eso sí fuera tú."

Lucia estaba paralizada de la sorpresa, sus manos comenzaron a temblar y el pánico la invadió.

¡¡Alguien la había visto tratando de matar a Maxwell!! No podía permitir que ese alguien viviera. si así fuera, su cabeza sería cortada el día de mañana o algo mucho peor.

¡¡No puedo permitirlo!! ¡¡Tengo que matarlo!! !No puede haber ningún testigo!

Lucia agarró el cuchillo y volteó buscando a el posible testigo. Pero al hacerlo, todo el color en su rostro desapareció.

En la gran ventana de la enfermería que daba hacia el exterior se encontraba la sombra de una persona. Un hombre calvo y musculoso.

"¡D-Derek!". Lucia soltó el cuchillo desesperada, tratar de matar a Derek con un simple cuchillo era imposible. Pocos en el imperio podían lastimarlo de gravedad así que era imposible para ella matarlo para silenciarlo.

"¿Porque intentas matar al niño?" Preguntó Derek un poco intrigado. Pero acto seguido sacudió la cabeza. "¿Sabes qué? No me digas, no quiero saberlo. Pero no puedes tocar a ese niño." Recalcó mientras la señalaba.

"Lo dejaré a tu cuidado, pero ya sabes lo que pasará si el niño muere de repente." Con esas palabras Derek saltó de la venta del quinto piso y desapareció en la oscuridad.

Una vez que su silueta desapareció en la distancia, Lucia se dejó caer al suelo sin fuerzas. Sudor recorría todo su cuerpo mientras sus extremidades temblaban. Con un movimiento un poco rígido dirigió su mirada al durmiente maxwell y entrecerró los ojos.

"Que demonios está tramando Derek? ¿Y porque no me asesino?"

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En las proximidades de la mansión de los animales, dentro de un denso bosque se encontraban dos figuras sentadas en una gran piedra.

"¿Estás segura que este es el lugar?" Preguntó Jhon con el ceño fruncido. Hace tiempo que se había cansado de afilar su espada.

"Estoy segura. La nota decía que esté es el lugar de reunión." Lidia apretó los dientes al sacar una pequeña nota de su vestido y se lo paso a su esposo.

"¿Que será lo que quiere?" Jhon arrugó la nota.

"¿Dinero?" Preguntó Lidia.

"Imposible. aunque bien somos nobles, no gano mucho en mi trabajo y si alguien nos descubrió esa persona también debe de vivir en el distrito noble." Jhon sacudió la cabeza. "Además, si esa persona quisiera dinero me habría contactado a mi y no a tí."

Sus palabras pusieron a pensar mucho a Lidia, no había caído en cuenta sobre las intenciones de su chantajista. Cualquier cosa que ella pudiera dar era algo que su esposo también podía hacerlo y sin consultarselo.

A menos que...

Lidia pensó en una posibilidad, pero no quiso compartirla con su esposo por miedo a su reacción.

"Lo más probable es que se percatara de mi presencia." Jhon suspiro. En un principio tenían planeado emboscar a el chantajista y después de saber sus intenciones, asesinarlo. Pero incluso después de espera horas y horas, la persona nunca se presentó.

Ambos no pudieron evitar preocuparse por la posibilidad de que su chantajista rebelé su secreto en modo de venganza.

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Una vez que Andrea, Filip y Adelaida llegaron a la mansión de los blackwater, Adelaida no pudo evitar empezar a salta emocionada y contarle con lujo de detalles todo lo sucedido hoy en la orden. Brincaba de emoción casa vez que describía lo genial que estuvo maxwell y como peleó de tu a tu con un caballero. Pero conforme más escuchaba Silvia, peor su volvía su expresión.

Al notar está situación Andrea mando Adelaida a su cuarto y charló con su madre en el estudio.

"¿Que pasa mamá? No te ves bien." Preguntó un poco cauta.

"¡¡¿Cómo quieres que esté bien?!!" Gritó Silvia histérica mientras estrellaba un jarrón contra la pared.

Andrea se asustó y acurrucó un poco contra su silla.

"¡¡Mierda!! ¡¡mierda!!¡¡mierda!!" Silvia comenzó a golpear el escritorio, silla e incluso la pared con irá.

"¿Que pasó?" Preguntó Andrea con un poco de miedo.

Silvia trato de calmarse tomando grandes respiraciones.

"¡Míralo por ti misma!" Silvia le entrego una carta que había recibido hace muy poco tiempo.

Andrea recibió la carta con escepticismo y prosiguió a leerla. Conforme leía más y más Andrea no pudo evitar sorprenderse, decepcionarse y eventualmente enojarse.

"¿Cómo puede haces semejante estupidez?" Preguntó Andrea indignada.

"Tengo mis sospechas." Silvia susurró.

Lo escrito en la carta de podía resumir en unas pocas palabras.

El marqués blackwater rechazaba la anexión de maxwell como caballero de su casa.

Una decisión estúpida en muchos sentidos. Un noble baron era algo raro de conseguir, más aún uno con un elemento tan fuerte. Cualquier gran casa del imperio estaría feliz de recibir con los brazos abiertos un prospecto como maxwell. Ya sea para casarlo con una de sus hijas o para tener otra fuerza en sus filas.

"¿Que sospechas?" Preguntó Andrea muy seria.

"Hace unos días Tobías me avisó que Verónica había utilizado uno de los cuervos para comunicarse con la familia." Silvia apretó los dientes molesta. "No lo tomé en serio en esos momentos pero puede que ella lo convenciera de tomar esa estúpida decisión."

"¡¡Verónica!!" Andrea gruño con los dientes apretados.

"¡¡Mierda!!" Silvia enloqueció y pateó una de las sillas con rabia. "Ahora maxwell demostró un poder de batalla aterrador y fue nombrado caballero. No pasará mucho tiempo antes de que las demás casas lo contacten y ofrezcan cambiarse de casa, las cosas solo empeorarán cuando se enteren que en realidad no es nuestro caballero."

"Dijiste que aunque mi padre no lo quiera como caballero, entonces tú lo tomarás como nuestro." Andrea comento angustiada. "¿No puedes hacer eso?"

"Puedo". Silvia se paseo por el estudio mientras se mordía los dientes. "Pero ¿que elegirás tú? ¿Servir a tres simples mujeres olvidadas por su casa, sin dinero y propiedades? ¿O servir a una gran casa con mucho dinero e incluso mujeres?"

Ambas guardaron silencio sabiendo muy bien cuál sería su decisión.

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Al otro lado de la mansión y escondido en su cuarto se encontraba Filip mirando fijamente a la pared llena de escritos y es su centro se encontraba el nombre de maxwell.

Perdido en sus pensamientos, lentamente una sonrisa empezó adornar su normalmente estoico rostro.

"¡Maxwell! ¡Tengo que poner a maxwell de mi lado!"

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La fría noche invadió con fiereza los hogares y posadas de la gran ciudad de vinter. Pero la ciudad parecía más animada que nunca con innumerables farolas encendidas que retrataban un hermoso paisaje al contrastar con la Branca nieve.

Los ciudadanos sonreían felices mientras tomaban una copa y celebraban, pues después de más de 6 largos meses de guerra la paz estaba a la vista.

Hoy era el tan esperado día, el día de la coronación. Frente a Miles de personas que esperaban expectantes, los sacerdotes de la iglesia se presentaron con sus finas tunicas. Varias filas de caballeros y nobles de alto rango también hicieron acto de presencia, hincando una rodilla en el suelo y presentando sus respetos a su nuevo y futuro rey.

Muchos actos protocolarios los cuales los ciudadanos ignoraban fueron realizados con extremo cuidado. Para como después recibir a una sola persona que caminaba con tranquilidad hacia el gran trono.

La persona se sentó con tranquilidad y orgullo en el gran trono que se alzaba en lo alto. Uno de los más viejos sacerdotes se acercó al hombre con una corona en la mano y lentamente la colocó encima de la cabeza del hombre. Al hacerlo el viejo sacerdote no pudo evitar mirarlo las de cerca y asustarse en el proceso. Medio rostro del hombre se encontraba medio derretido y quemado, además de que le faltaba un brazo pero nadie en vinter se atrevió a pensar en el hombre como alguien débil.

Todos se arrodillaron con sumo respeto, ya sea noble, plebeyo o sacerdote y gritaron al unísono.

"¡¡Larga vida al rey Marcus magnar!!"

"¡¡Larga vida al rey Marcus magnar!!"

"¡¡Larga vida al rey Marcus magnar!!"

"¡¡Larga vida al rey Marcus magnar!!"

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Bueno 4 días sin actualizar un solo capítulo.

¿Alguien me extraño?

Lo dudo mucho.

De todos modos aquí tienen un nuevo capítulo.

Faltan 46 capitulos... Ya casi, ya casi.

Mi razón para no actualizar estos días es porque en mi país hubo jornada electoral. Para una explicación más detallada pueden revisar mi patreonm, allí incluso subí una foto mía para los que tienen curiosidad de como me veo jeje no tengan muchas expectativas.

Pueden avisarme sobre cualquier error ya sea gramatical, narrativo o de la historia.

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