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Fairy tail: El hermano de Erza [Reinicio]

Nací como el hermano de Erza, pero yo no seré una de las hadas que lucharán por el bien de sus amigos, pelearé contra quien quiera pelear conmigo, mataré a quien quiera matarme, seré amable con quien lo haya sido conmigo. No tengo nada de fairy tail y one piece.

Sunkenrock · Anime & Comics
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15 Chs

capitulo 2: los hermanos

Era se una vez en un pueblo pequeño y tranquilo en el reino de Fiore, en un lugar alejado de la bulliciosa ciudad y lejos de todo peligro.

En aquel lugar apartado existía un pequeño pueblo llamado Rosemary.

En el pequeño pueblo que no sobrepasaba las 1000 persona de habitantes había una iglesia que albergaba a muchos niños pequeños de diferentes edades. Los niños jugaban tranquilamente entre ellos en el interior o el exterior en donde tenían su patio con diferente juegos para divertirse entre ellos.

Habían pasado 9 años en un parpadeo desde que habían dejado a dos niños pelirrojos en aquella iglesia.

Los primeros años de los dos niños conviviendo con los demás fue muy agradables porque estuvieron rodeados con muchas personas que ayudaban en su cuidado, pero todo eso cambio cuando pasaron algunos años más y los buenos tratos fueron disminuyendo poco a poco.

Pov Yuujiro

Todo iba bien hasta cierto tiempo o cierta edad, cuando cumplimos los 6 años de un día para otro los niños con los que jugábamos nos empezaron a molestar.

Nos decían demonios y diferentes apodos y todas esas mierdas que hacen los niños pequeños, la única razón de aquello fue porque nuestro cabello era de un rojo intenso como el fuego, pero también aparte de eso y la otra razón era porque por estos lados era muy raro ver a otras personas, ya que los pueblos más cercanos estaban a kilómetros de distancia.

Y también pienso que lo más probable y la culpa de que nos llamaran de esa manera fue por mi culpa.

Para empezar, yo era un bicho raro porque no actuaba como los demás mocosos que lloraban por todo para llamar la atención, más bien, la razón por la que los otros mocosos lloraban era por mi culpa porque con el más pequeño desliz de mi parte, con solo darles un empujón ellos se caían y se hacían heridas, y como son niños rápidamente llorarían y se irían con los adultos para quejarse de mí.

Conforme pasaba el tiempo ya todos empezaron a alejarse de mí, a distanciarse, yo era como una plaga molesta que nadie quería cerca.

Incluso los adultos que nos cuidaban hace no mucho tiempo empezaron a vernos de manera extraña, y como ya sabrás, los niños son como pequeñas esponjas que absorben todo lo que dicen los adultos y ellos repetían las palabras que escuchaban de las personas que nos cuidaban. Son niños después de todo, son idiota.

Entonces, con todo eso hecho por mi parte era de esperarse que el más intimidado o al que le hacían la ley del hielo, era yo.

Los adultos les prohibieron a los otros niños a que se me acercaran porque según ellos yo era como un imán para los desastres. Pero bueno, eso a mí no me importo en absoluto, más bien a mí me gustaba la paz y la tranquilidad, me gustaba el silencio.

Como yo era un solitario a quien siempre veían solo, era normal que no conociera a todas las personas del lugar en el que vivía, así que de vez en cuando me encontraba con algunos mocosos mayores que intentaban molestarme, calo que solo era por unos momentos porque después ellos pedían perdón cuando estaban debajo de mi pie.

Puede que sea mayor que ellos mentalmente, pero eso no me importa en absoluto. Nadie lo sabe ni nadie lo sabrá, así que yo era libre de golpearlos a todos a mi gusto.

Y después de unas cuantas veces más de hacer lo mismo con otros mocosos ellos empezaron a temerme, sí, suena muy cliché, pero así es la vida, no.

"¡Hermano mira lo que encuentre!"

Mientras estaba en mis pensamientos pude escuchar la distintiva voz de mi pequeña y adorable hermanita, girándome vi que venía corriendo a toda prisa con su mano levantada al cielo y entre sus dedos tenía algo que ya me hacía alguna idea de lo que era.

Soltando un suspiro y negando con la cabeza, me aclare la garganta y le grite. "No corras que te puedes caer y luego lloraras." Bueno, aunque le dije eso, ella por supuesto que no le importo mi advertencia y siguió corriendo hasta que llego ante mí.

Sudada y cansada, se agachó por unos segundos hasta que se levantó y me miro con una mirada penetrante con una gran sonrisa en su pequeño rostro.

"Hermano mira lo que me encontré."

Felizmente me enseño lo que mantenía escondido en su mano, era un escarabajo de color rojo con alas semitransparente de mediano tamaño, caía perfectamente en su mano. Ella estaba feliz y contenta, casi se le podían ver pequeñas estrellas destellando en sus ojos.

Luego de unos momentos de silencio de mi parte, la mire fijamente y le dije. "Oh, ese es un enorme y pequeño escarabajo el que tienes allí, y, que harás con él."

Su sonrisa creció y mostró sus blancos dientes diciendo. "Esto lo acabo de atrapar para ti," estiro su mano hacia mi cara dejando al escarabajo justo delante de mis ojos y dijo. "Es un obsequio, aunque todavía falta para nuestro cumpleaños, este es mi regalo por adelantado de mi parte."

Eso me tomo por sorpresa y por unos momentos no dije nada, solo la mire y luego de una pequeña carcajada le frote su cabeza moviéndola de izquierda a derecha y le dije. "Jo, pero que linda que eres tú, no serás acaso la hermanita más linda que haya tenido."

"Pero yo soy la única." Me replica con un pequeño mohín mientras hacia un puchero.

Haha… Mira lo enojada que esta, me haces tanto reír.

Pero, mirándola detenidamente me doy cuenta de que su ropa está sucia con pequeñas manchas de barro, sus zapatos también están manchados con barro, unos pequeños rasguños en su piel y aunque tratara de limpiar su rostro en el que fallo en ello, todavía se le ve manchas de suciedad. Mirando todo eso puedo decir que estuvo un buen rato tratando de atraparlo, o quisas solo estuvo jugando y simplemente lo encontró por suerte.

Bueno, eso no importa mucho.

Le cojo el escarabajo que tiene en su mano y mi mirada cambia entre ella y lo que tengo en la mano mientras le doy de palmaditas suaves en su cabeza, pero su sonrisa pronto se congela cuando lanzo el bicho atrás de mí como basura.

Al hacer eso, era de esperarse que ella estuviera confundida y sorprendida con los ojos abiertos, sus ojos se tornaron con pequeñas lágrimas cuando me dijo. "Eh, porque lo tiras, eres malo, no te gustan los insectos, no te gusto mi regalo... y eso que me costó mucho trabajo encontrarlo solo para dártelo a ti."

Con los ojos con lágrimas y ambos puños apretados, me miraba con ojos sumamente tiernos hasta que le dije. "Tonta", le di un pequeño golpecito en su cabeza y apunte con mi pulgar al lugar en donde había tirado al escarabajo.

"Míralo, tiene un color rojo y es un insecto peligroso que contiene veneno. Si te hubiera picado, y aunque sea un solo rasguño, después de unos minutos sentirías un gran dolor y luego al poco tiempo estarías muerta y ya no podrías estar conmigo."

Cuando termine de hablar, Erza quien se estaba sobando la cabeza con la mirada al suelo me miro con una cara sorprendida y su cuerpo comenzó a temblar y me pregunto con voz temblorosa. "Entonces si el escarabajo me hubiera picado, yo estaría muerta."

Me crucé de brazos y cerré mis ojos cuando simplemente asentí con la cabeza con un leve movimiento, ese fue mi error porque de pronto sentí que me teclearon y me tiraron al suelo.

"Waaah....waaah... hermano, no quiero morir..."

Erza estaba encima de mí mientras lloraba y gritaba ensuciándome la ropa con mocos y mojándome con sus lágrimas al tener su cabeza enterrada en mi pecho. Antes de que pasara a peor la tranquilice con palabras suaves y amables mientras le frotaba la cabeza como le gustaba a ella.

"Tranquila niña tonta, no morirás. Si te hubiera mordido ya hace rato que estarías muerta y como no lo estas, entonces has corrido con suerte, ya que eso quiere decir que no te ha picado."

"En serio sniff-sniff."

"Si, en serio." Le aseguré dándole mi mejor sonrisa que al parecer funciono de lo más bien, ya que ella dejó de llorar al instante, me miro y me dijo.

"Oh, hermano sabes mucho, es por eso que siempre leer libros y no juegas con nosotros."

"Eso se llama aprender, Erza. Tú también deberías hacerlo."

"Eh, pero eso es aburrido y no quiero, además, te tengo a ti para que me cuides y hagas todas esas cosas aburridas."

"Suspiro, está bien, ahora puedes levantarte para que me levante yo."

"U-mm." Erza felizmente se quitó de encima y yo pude levantarme, sacudiendo el polvo de mi ropa.

"Hermano, tus ojos son geniales, porque yo no los tengo como los tuyos, yo también quiero tenerlos así." Erza dice alegremente, pero se puede escuchar cierta decepción en su voz.

La miro y le respondo. "Sí. También creo que son geniales, pero hay algunas personas que al parecer no les gusta mi mirada y no piensas igual que nosotros."

"Si, pero no importa lo que digan los demás porque me gustan como se ven porque son iguales a los que tienen esos pájaros voladores.... Eh, como se llamaban de nuevo". Erza pensó con un dedo en su frente mientras cerraba los ojos, luego los abrió de golpe y exclamo.

¡Falcones!

"Halcones." - Le corregí.

"Si, si halcones."

Soltando otro suspiro miro hacia el piso derrotado y luego alzando la vista alcanzo a ver que en el lado izquierdo de su cabeza tenía un pequeño moretón, casi oculto que si no lo miro detenidamente no lo habría notado, curiosamente le pregunto.

"Oye Erza, eso lo que veo en tu cabeza es una herida de piedra verdad."- Le apunto con el dedo.

"Hehe no es nada."

Tratando de ocultar su rostro se aleja unos pasos de mí, pero le agarro la mano para evitar que escape y con la otra le quito el cabello de su cara para ver bien el moretón.

Erza me mira nerviosamente e intenta no mirarme a los ojos, la suelo y le comento tranquilamente.

"Está bien."

"Que."

"Dije que está bien, si no me quieres decir la verdad es tu problema, si me mientes quiere decir que tú puedes arreglártelas sola con lo que sea que te está pasando."

"Eh, pero no vas a insistir en que te diga que fue lo que me paso."

"No, como ya te lo dije, si me lo dices esta bien, si no me lo dices, también está bien."

"Pero si no te defiendes correctamente, luego va a ser más que un simple moretón, te he enseñado a defenderte y tú ya sabes golpear a alguien, así que si no haces nada, ese ya no es problema mío."

Después decir eso, me di la vuelta y camine hacia el bosque, dejando a Erza sola para que piense que es lo que hará la próxima ves que la molesten, pero me voy a desviar un poco de mi camino para saber quien le hizo daño.

***

Pov Erza.

Me quede parada sola, pensando en las palabras que me dijo mi hermano mientras veía como desaparecía y se adentraba hacia lo más profundo del bosque.

Lo que mi hermano hace solo en el bosque es algo que no hace poco todavía no sabía, pero un día decidí seguirlo para ver que era lo que hacia hasta tan tarde, luego cuando vi esos extraños pero hermosos movimientos que hacia con su cuerpo quede sorprendida.

Su cuerpo era como una pluma, saltaba y golpeaba al aire, era como si estuviera peleando contra alguien, curiosamente busque por los alrededores y me di cuenta de que no había nadie más, cuando di a conocer mi presencia él no se sorprendió y solo me dijo que me estaba esperando.

Increíble, era como si ya supiera que yo me estaba escondiendo detrás del árbol. Le pregunté que eran esos movimientos tan extraños que estaba haciendo y él me dijo que era entrenamiento, yo no sabía que era eso hasta que me lo explico.

Quede sorprendida y le pregunte si es que me podía enseñar, el acepto con gusto. Después de ese día iba todos los días con él para aprender esos hermosos movimientos que vi antes, pero todo lo que hice fue repetir unos movimientos todo el día.

Pasaron unos pocos días más y me aburrí y le dije que ya no quería hacer eso.

Hm quizás debería a pedirle que me enseñe de nuevo, pero no quiero golpear a las personas, aunque mi hermano lo hace ver como si eso fuera divertido.

A los dos nos abandonaron en este pequeño pueblo hace 9 años, nos molestan e intimidan por que tenemos el cabello rojo, nos gritan que somos hijos de demonios y por eso nos abandonaron, porque no nos querían.

Pero cuando los matones, los niños más grandes comenzaron a golpearnos, mi hermano siempre me defendió cuando los golpeaba a todos.

Yo creo que mi hermano Yuujiro es genial, la forma en que camina, en la que sonríe. Me di cuenta de que mi hermano no sonríe mucho, y si lo hace es solo algo forzado. La única vez que le veo una sonrisa verdadera es cuando está peleando o entrenando, todavía no puedo ver cuál es la diversión en golpear a la gente, tal vez lo intente algún día.

Hehe todavía me acuerdo cuando él me mostró esos extraños bailes.

Flashback.

Yuujiro y Erza estaban una mañana practicando, los dos se habían levantado temprano una mañana.

"Escucha Erza, debes prestar atención a estos pasos." Exclamo Yuujiro en voz alta y se alejó unos pasos de Erza, cuando vio que ya tenía su atención él comenzó.

"Los dos tenemos que estar en una cierta distancia, y después haremos esto." - Posicionando sus dos brazos estirados a su lado derecho, continuo explicando.

"Hay que tener mucho cuidado en el ángulo que colocas los brazos. Juntando sus pies y poniéndose de puntitas mientras doblaba ligeramente sus rodillas."

¡¡Fuuuuuuuu.!!

Pasando sus brazos por encima mientras los movía como las agujas de un reloj a su lado izquierdo, avanzaba dando tres pasos cortos

"Decimos 'Fu' mientras movimos los brazos hacia el otro lado, nos acercamos y tienes que dar tres pasos cuidadosamente."

"Sion."

Cambiando sus brazos en dirección opuesta y levantando su pierna derecha doblando su rodilla.

"Ten cuidado con el ángulo de las piernas, y luego ¡¡Haaaaaa."!

Inclinando su cuerpo hacia la izquierda mientras apoyaba su peso con su pierna y con la otra estirada, posicionando sus manos, estirando sus dedos acabo en una postura algo ridícula.

"Aquí debemos unir nuestros dedos mientras cuidas la posición de las piernas."

Después de terminar la extraña explicación junto con los movimientos de baile que demostró, Erza se quedó un buen rato mirando a la nada con ojos vacíos y luego de un silencio incómodo ella dijo de manera tierna mientras juntaba sus dos manos.

"Hermano, sabes que, ya se me quitaron las ganas de entrenar, me puedo ir."