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Epílogo: Somos uno

Nota 1: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o a aquellos quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.

Nota 2: Este capítulo contiene escenas de tipo LEMON (descripciones explicitas de contenido sexual) por lo que no es apto para menores de 18 años.

Nota 3: La segunda parte de esta historia "FIND THE WAY - Parte 2", se puede encontrar en mi nueva cuenta "JiraiyaSamaWriter2". Quedan invitados a pasar y disfrutar de la continuación de esta historia.

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Eran cerca de las 5:00 de la madrugada y dos jóvenes muy bien arreglados, caminaban lentamente por las desiertas calles de la ciudad fortaleza. Ambos iban en silencio, ya que las palabras no eran necesarias. La chica iba tomada del brazo del chico y ambos llevaban una sonrisa en el rostro.

Shinji y Rei no habían querido tomar un taxi luego de dejar la discotheque. La noche estaba fresca y agradable, invitando a caminar bajo el cielo estrellado; además, ninguno de los dos quería separarse del otro aún. Querían disfrutar de su mutua compañía el máximo tiempo posible y sin que hubiera nadie de por medio. Finalmente la pareja llegó frente a la puerta del departamento de Rei. Este era el momento que Shinji no quería que llegara, ya que significaba que la velada había terminado y que debía despedirse de la chica peliazul. 

Rei sacó sus llaves, abrió la puerta de su pequeño departamento y se volteó para mirar a Shinji con algo de pena, ya que sabía que había llegado el momento de la despedida.

— Gracias por traerme — dijo con una pequeña sonrisa, que llegó a su rostro con gran facilidad. 

— No tienes que darlas. Fue un placer — respondió Shinji, sin poder evitar acercarse a ella para buscar sus labios, a lo que Rei no lo hizo esperar y se acercó a él, también deseosa de perderse en sus labios.

El beso fue mucho más apasionado de los que se habían dado hasta ese momento. Se entregaron con pasión a esa íntima caricia, explorándose mutuamente, entrelazando y masajeando sus lenguas, experimentando un placer único, mientras se fundían en fuerte abrazo bajo la luz de la luna.

Cuando finalmente rompieron el beso, se separaron lentamente, sin poder apartar los ojos del otro y se quedaron viendo unos momentos sin saber bien qué hacer a continuación. Finalmente, Shinji decidió tomar las riendas de la situación, ya que no podían quedarse parados ahí el resto de la noche.

— Bueno, será mejor que regrese a casa. Misato debe estar preocupada por mí — dijo Shinji, liberando sin muchas ganas el abrazo en que tenía prisionera a Rei — Yo… te llamo mañana. ¿De acuerdo?

Rei solo pudo asentir con la cabeza y entonces Shinji se acercó para un último beso, un beso suave y tierno. Miró por última vez esos hermosos ojos color escarlata, en los que le hubiera encantado perderse por el resto de la noche. Con el pesar de su corazón, se alejó lentamente de la chica, resignado a volver al departamento de Misato, para escuchar sus regaños por irse de la fiesta de una forma tan poco decorosa, pero no pudo avanzar mucho, ya que Rei lo sujetaba de una manga de su chaqueta. Miró a la chica interrogante.

— No tienes por qué irte aún. Puedes pasar un rato, si lo deseas — dijo Rei, mirando a Shinji con entendimiento, ya que ella tampoco deseaba separarse de él.

Shinji miró sorprendido a la Primera Elegida, ya que no se esperaba que ella lo invitara a entrar, pero no iba a dejar pasar la oportunidad de estar un momento más con Rei; no ahora que había descubierto lo que sentía por ella.

— Sí, me gustaría pasar un rato — respondió con algo de timidez.

Rei esbozó una pequeña sonrisa, se hizo a un lado e invitó a pasar a Shinji, entrando detrás de él, cerrando suavemente la puerta tras de sí.

Shinji se llevó una gran sorpresa al entrar a ese pequeño departamento. Contra todo lo que pudiera esperar, el departamento estaba ordenado y limpio. Otra cosa que también lo sorprendió, fue ver un montón de cosméticos sobre la cómoda, donde por lo general, solo había cajas con remedios. Esto lo hizo sonreír con alegría. Era bueno ver que él no era el único que estaba cambiando.

— ¿Deseas algo de beber? — preguntó Rei, quitándose su chaqueta y dejándola descansar sobre el respaldo de una silla.

— Sí, gracias — respondió Shinji, casi por inercia. En realidad no tenía ganas de beber, pero si eso lo hacía alargar un poco más su estancia en ese lugar, bienvenido sea. 

— Tengo jugo de manzana y de naranja. También hay té, si gustas — respondió la chica, parándose frente a Shinji y mirándolo a los ojos.

— Jugo de manzana estaría bien — respondió Shinji, observando esos hermosos ojos escarlata.

Rei no pudo responder, estaba totalmente atrapada en los ojos de Shinji y este a su vez había quedado atrapado en los ojos de ella. Sin darse cuenta ambos se fueron acercando lentamente, hasta que sus labios volvieron a encontrarse en un tierno beso, que poco a poco se fue trasformando en uno más apasionado. Shinji decidió profundizar ese beso irrumpiendo con su lengua en la boca de Rei, la que se dejó llevar y correspondió la caricia de Shinji, enlazando sus lenguas, comenzando a explorarse mutualmente en un juego sensual y atrevido, que los dejó literalmente sin aliento, por lo que muy a su pesar, tuvieron que separarse para poder respirar. 

Se separaron lentamente y Rei observo a Shinji, con todo el amor que había tenido contenido por tanto tiempo, un amor que creyó nunca se concretaría, pero ahora él estaba ahí, en su departamento, frente a ella, observándola con el mismo amor que ella lo observaba a él, un amor puro y sincero, un amor que calentaba su corazón, un amor que quería compartir por entero con él.

Rei se sorprendió en un inicio por ese pensamiento, pero pronto sintió que era lo correcto. Amaba a Shinji y quería expresar todo lo que sentía por él y que estaba atorado dentro de ella por tanto tiempo. Los besos y las caricias no eran suficientes para expresarlo, necesitaba más. Quería estar con Shinji en un nivel aún mayor. Necesitaba estar con él, por entero. 

— Shinji… ¿Quieres ser uno conmigo, uno en cuerpo y alma? — preguntó Rei, casi en un susurro.

Shinji fue tomado por sorpresa por esa repentina pregunta de Rei y en un primer momento no estaba muy seguro de lo que esas palabras querían decir, pero al contemplar los expectantes ojos de la chica, lo comprendió. Sintió un escalofrío recorrer toda su espalda cuando el significado y la implicancia de esas palabras lo golpearon como si le hubieran dado con un mazo en la cabeza. Rei estaba dispuesta a entregarse por entero a él. Quería amarlo y darle como regalo lo más preciado que tenía. Shinji se sintió el hombre más afortunado del mundo al tener una persona que lo amara con tal intensidad. En su mente y su corazón, solo hubo una respuesta posible.

— Sí Rei… en cuerpo y alma… ahora y siempre.

Rei sonrió con ternura ante esta respuesta, apoyó sus manos en el pecho de Shinji y las deslizó hasta sus hombros, deslizando la chaqueta de su lugar, hasta que terminó cayendo al suelo, para luego empezar a acariciarle la espalda.

Shinji se estremeció al sentir las manos de la chica acariciándole la espalda y al sentir como luego fue levantando la camisa, para poder acariciarle la espalda sin nada de por medio, lo que le hizo sentir como una corriente eléctrica recorriendo su cuerpo. Era una sensación increíble, pero no podía quedarse ahí de pie sin hacer nada, debía corresponder en algo las atenciones de Rei.

Con algo de timidez, levantó sus manos y lentamente comenzó a acariciar los descubiertos hombros a Rei. Realmente no sabía muy bien qué hacer a continuación. Todo esto era completamente nuevo para él, pero pronto se fue relajando y se dejó llevar por las emociones que estaba sintiendo. Fue así como de pronto se encontró besando el cuello de Rei, la que dio un suave jadeo cuando él tocó un punto sensible, cosa que hizo sonreía de satisfacción Shinji, volviendo a atacar ese punto sensible, arrancando más jadeos de la chica.

Por su parte, Rei también se encontraba improvisando. Esta era una situación completamente nueva para ella, por lo que no sabía cómo debía proceder, así que decidió seguir el mismo consejo que le dio Shinji en la pista de baile, "dejarse llevar". Hasta ahora eso parecía estar funcionando, ya que estaba disfrutando sobre manera el poder acariciar la espalda de Shinji, que ahora se estaba entreteniendo besándole el cuello, donde había encontrado un punto particularmente sensible que ella no sabía que tenía y que la hacía estremecer dando suaves jadeos, sin poder evitarlo.

Fue así, que esas mutuas caricias se fueron haciendo más intensas y más atrevidas con el correr de los segundos, hasta que sus bocas volvieron a encontrarse en un apasionado e intenso beso, con el que expresaron el fuego que estaban sintiendo en ese momento, para luego seguir con las mutuas caricias, entre nuevos y apasionados besos.

Con el correr de los minutos, Rei había logrado quitarle la corbata y la camisa a Shinji, lazándolas a un lado, al tiempo que este le bajaba el cierre trasero del vestido, haciendo que se deslizara por el perfecto cuerpo de la chica, cayendo al suelo y dejándola solo con medias y bragas. Se abrazaron mutuamente y se quedaron así por largo rato, disfrutando del electrizante contacto de piel contra piel. No había necesidad de apresurarse, tenían todo el tiempo a su disposición y querían disfrutar al máximo ese momento.

Luego de largos momentos de estar abrazados, Rei se separó lentamente de Shinji, quien se sintió ligeramente mareado al ver los hermosos y tentadores senos de Rei, pero logró reponerse. Observó con curiosidad a la chica, que procedió a quitarse los aros y el collar que aún traía puestos, luego se acercó a la cómoda y los depositó dentro de un joyero, que le había obsequiado la Mayor Katsuragi. Se aplicó un poco de crema en la cara y con la ayuda de una toallita húmeda, que tomó de una caja sobre la cómoda, comenzó el proceso de quitarse el maquillaje frente al espejo.

Shinji quedó paralizado ante lo que veían sus ojos; y es que ver a una semidesnuda Rei Ayanami, quitándose el maquillaje, era una escena tremendamente sensual. No pudo evitar acercarse a la chica, y en un acto de repentino atrevimiento, la abrazó por detrás. Rei había visto como Shinji se acercaba, al ver su reflejo en el espejo, pero se sorprendió al sentirse abrazada por él, aun así, le gustó que lo hiciera. Le gustaba sentirlo cerca de ella.

— Nunca imaginé que algún día te vería llevando maquillaje — dijo Shinji en un susurro, sin poder evitar besar otra vez el cuello de Rei.

— No eres el único que ha cambiado — respondió la chica, ladeando un poco la cabeza para hacerle a Shinji más fácil su trabajo, a la vez que le regalaba una hermosa sonrisa a través del espejo.

— ¿Alguna vez te dije que me encanta verte sonreír? — dijo Shinji embobado, dejando por un momento el cuello de Rei, para observarla reflejada en el espejo enfrente de ellos.

— Me alegra escuchar eso — dijo la chica soltándose del abrazo de Shinji, para girarse y verlo de frente a los ojos — Porque esta sonrisa es solo para ti.

Por respuesta, Shinji le dio una gran sonrisa y un tierno beso, que ambos les calentó el corazón.

— ¿Sabes? Esta es la primera vez que voy a hacer esto, pero en vez de estar nervioso, me siento relajado. No sé por qué — comentó Shinji, mirando a la hermosa chica frente a él. 

— A mí me pasa lo mismo. Supongo que es porque eres tú — dijo Rei, con lo que Shinji no pudo más que concordar.

Luego de esas palabras, se miraron a los ojos unos momentos, hablándose con la mirada. Ambos supieron lo que vendría a continuación, el momento que ambos esperaban, el momento que ambos deseaban.

Nuevamente las palabras estaban de más. Así que ambos caminaron en silencio hasta la cama y comenzaron a despojaron de sus últimas prendas de ropa, quedando completamente desnudos uno frente al otro.

Shinji pudo finalmente contemplar en todo su esplendor el cuerpo de la chica que en pocos momentos pasaría a ser su mujer, quedando sin aliento. Desde un tiempo a esta parte, el cuerpo de Rei se había desarrollado bastante, por lo que ya no era la misma chica que había visto desnuda en ese mismo cuarto, cuando vino a traerle su nueva identificación hacía cerca de un año. Sus curvas se habían acentuado más, sus pechos también habían crecido y estaban firmes y rectos, sus piernas eran largas y torneadas. Su bajo vientre estaba cubierto por un bosquecillo azul claro, que sumando a su piel blanca como la porcelana y a simple vista suave como la ceda, le daban un aspecto alucinante. Shinji sintió un leve mareo al darse cuenta que ahora tenía el derecho exclusivo sobre ese exuberante cuerpo femenino.

Por su parte, Rei también aprovechó de darle un buen vistazo al cuerpo de Shinji. El chico también se había desarrollado bastante en el último año. Para empezar, ya no estaba tan delgado como cuando lo conoció. Había ganado algo de peso, sus hombros estaban más anchos y pudo ver que su musculatura estaba empezando a desarrollarse, ya que se podía apreciar que estaba empezando a marcar algunos músculos, lo que seguramente se debía al constante entrenamiento físico al que eran sometidos en NERV, para soportar la extenuante experiencia que era Pilotar un EVA durante una batalla. Rei no pudo reprimir una pequeña sonrisa de satisfacción al observar el cuerpo de Shinji y al seguir bajando la vista no pudo evitar que sus mejillas se sonrojaran furiosamente, al ver como la masculinidad del chico estaba levantada en una poderosísima erección. Erección de la que ella era la única responsable.

Ambos se observaron a los ojos unos momentos. Ambos estaban sonrojados, pero al observarse mutuamente recobraron la calma. Entonces Rei se subió a la cama, cosa que a ojos de Shinji resulto una acción tremendamente erótica y sensual. La chica se recostó en la cama, quedando frente a él mientras le observaba expectante. El próximo pasa debía darlo él y era el paso más importante.

Shinji se obligó a salir de su ensimismamiento al ver la mirada expectante de Rei. Subió a la cama y se recostó junto a su compañera, sin poder evitar recorrer nuevamente su cuerpo con los ojos. Era simplemente perfecta. Con una sonrisa y el corazón latiendo desbocado, buscó nuevamente los labios de Rei, que respondió de inmediato, perdiéndose ambos en la embriagante sensación de ese beso al que le siguió otro y otro, mientras se fundían en un abrazo, quedando Shinji sobre Rei. 

Con el correr de los segundos, Shinji comenzó a besarle nuevamente el cuello de Rei, buscando otra vez ese punto sensible, arrancando nuevos jadeos de la chica, que producto de la excitación, fueron más fuertes que un principio. Poco después los besos fueron bajando hasta los hombros y poco después descendiendo hasta llegar a los pechos. Shinji observó fascinado esos turgentes senos frente a él, los que acarició suavemente con las manos, causando que Rei se estremeciera por completo, cosa que lo estimuló para seguir adelante. Concentró su atención en uno de eso senos y comenzó a besarlo y lamerlo, para luego pasar a succionar el erecto pezón, dándole pequeños mordiscos, a la vez que le acariciaba el otro pecho, rozando y retorciendo ligeramente el pezón, arrancado gemidos de Rei, que se removía debajo de él, sin poder contenerse a causa del placer que estaba experimentando.

Luego de saciarse estimulando los pechos de Rei, el joven Ikari fue descendiendo una vez más, besando y lamiéndole el vientre de la chica, mientras ella le acariciaba la espalda y jugaba con su cabello. La respiración de Rei comenzó a acelerarse cuando los labios de Shinji llegaron hasta el bosquecillo de su entrepierna, pero él no se detuvo ahí. Estaba extasiado disfrutando de ese cuerpo que lo volvía loco, quería descubrirlo y recorrerlo por entero, acariciando y besando cada rincón, pero dejando lo mejor para el final. Fue así como siguió besando y acariciándole las piernas, cuan largas eran, para luego subir nuevamente ahora besando sus muslos, a la vez que le abría las piernas dejando expuesta su intimidad empapada en la miel que fluían de ella, producto de su excitación.

La respiración de Rei se aceleró hasta convertirse en jadeos, cuando sintió la respiración de Shinji en su entrepierna. Ella ya intuía lo que él pensaba hacer a continuación, y se encontró deseándolo desesperadamente; lo necesitaba, podía sentir como ardía su entrepierna y necesita calmar ese fuego que manaba de ella. De pronto y sin aviso, sintió como la lengua de Shinji pasar por su entrepierna, saboreando la miel que manda de ella. Apretó las piernas por acto reflejo atrapando la cabeza de Shinji, mientras estrujó las sabanas con sus manos, a la vez lanzaba fuertes gemidos por el inmenso placer que recorría su cuerpo.

Shinji volvió a abrir con delicadeza las piernas de la chica para liberarse de su prisión, para luego volver a sumergirse en su intimidad, comenzó a lamerla, pasando por cada uno de sus pliegues, a la vez que saboreaba la miel que manaba de ella. Era algo diferente a todo lo que conocía, pero de un sabor increíblemente dulce. En ese momento la chica lo tomó de la cabeza con las manos y lo invitó a sumergirse nuevamente entre sus piernas, a lo que él respondió de inmediato, volviendo a su trabajo, mientras que Rei gemía sin poder contenerse, juntando otra vez las piernas sin poder soltar la cabeza de Shinji.

Para Rei, esta era una sensación increíble. Aún no podía creer que Shinji estuviera saboreándola de esa forma y dándole tanto placer al mismo tiempo. Sus gemidos resonaban por todo el pequeño departamento mientras sujetaba la cabeza de Shinji con las manos, invitándolo a seguir en lo que hacía, hasta que llegó un punto que ya no pudo soportar más, y sintió como si algo estallara dentro de ella. Rei había llegado a clímax, experimentando su primer orgasmo, que recorrió su cuerpo como descargas eléctricas, dejándola completamente exhausta.

Para Shinji, fue evidente que Rei había alanzado el orgasmo al escuchar como gemía de placer, a la vez que se estremecía sin poder evitarlo. Momentos después salió de la entrepierna de Rei. Aún podía sentir el sabor de ella en su boca y miró a la chica, algo más recuperada, la que lo atrajo sobre ella de los brazos y lo besó con una pasión no vista hasta ese momento. Rei miró a Shinji a los ojos con todo el amor y la pasión que ardían dentro de ella, entonces, abrió las piernas y se preparó para recibirlo.

Shinji sintió como su corazón se aceleraba al acomodarse para entrar en Rei. Nuevamente ella no dijo una sola palabra, pero al ver sus ojos, pudo ver que estos decía claramente: "Tómame, soy tuya"

Rei cerró fuertemente los ojos y arqueó la espalda al sentir como Shinji entraba en ella y dio un fuerte gemido. Podía sentirlo entrar abriéndose paso a través de ella, duro, palpitante, caliente; era una sensación increíble.

Por su parte, Shinji se sintió como en el cielo al entrar en la chica. Rei Ayanami era estrecha, húmeda y caliente. Podía sentir el roce en su miembro al ir adentrándose en ella y eso lo hacía extasiar y para su completa sorpresa, no pudo contener un par de gemidos que se le escaparon por causa del placer que experimentaba. Shinji continuó empujando lentamente mientras escuchaba los gemidos de Rei hasta que llego a un tope que le impedía seguir, presionando con más fuerza y la barrera cedió permitiéndole entrar por entero en la chica, arrancándole otro gemido, pero había algo diferente, este último gemido no fue de placer, podía jurar que fue de dolor.

— ¿Rei? ¿Estás bien? ¿Te lastimé? — preguntó con evidente preocupación.

Rei tenía los ojos fuertemente cerrados y apretaba los dientes, esa última embestida le había causado dolor, pero lentamente iba desapareciendo. Shinji había tomado su virginidad, ya no era más una niña, ahora era una mujer, la mujer de Shinji. Ese pensamiento la hizo sentir feliz como nunca antes.

— Sí… estoy bien. No te preocupes — respondió Rei, con una tierna mirada.

— ¿Estás segura? — volvió a preguntar Shinji, sin estar muy convencido aún.

Por respuesta, recibió un profundo beso mientras Rei apretaba un poco más el abrazo en el que lo tenía atrapado.

— Estoy bien. No te preocupes. Por favor, sigue… no pares… sigue… — le susurró al oído.

Ante esa invitación, Shinji decidió continuar y comenzó a moverse, entrando y saliendo de la chica, con torpeza en un principio, pero cogiendo el ritmo y de a poco retomó el camino. También cuidó de hacerlo con mucha suavidad en un principio para no lastimarla, pero al ver que el rostro de Rei, fue relajándose y que sus gemidos reflejaban un profundo placer por lo que estaba haciendo, comenzó a aumentar el ritmo y la fuerza de las embestidas. Sin poder evitarlo, Shinji fue dejando escapar algunos gemidos producto del placer. Era una sensación alucinante, algo que lo dejaba sin aliento, algo que le remecía por entero, algo que sentía no solo con el cuerpo, también lo sentía en su alma.

Rei gemía con cada embestida que recibía. Sentía como el simiente de Shinji, entraba y salía de ella provocándole un placer indescriptible. Su entrepierna se había humedecido nuevamente, causando que cada vez que Shinji entraba en ella, se escuchara un sonido húmedo y resbaladizo que la excitaba aún más. Era una sensación alucinante. Sentía el cuerpo ardiendo y un ligero mareo al experimentar tanto placer. ¿Esto se sentía al hacer amor? ¿Esto era lo que se sentía al ser uno con la persona amada? Era algo sublime, algo que no se podía expresar con palabras, algo que no era solo placer físico, podía sentirlo también en su corazón, en su alma. Las lágrimas salieron de sus ojos por el placer y la felicidad que experimentaba, había cumplido su sueño, volverse uno con la persona que amaba, era uno con Shinji Ikari.

— Shinji… somos uno… somos uno — dijo Rei entre jadeos, mientras sentía que llegaba al límite.

— Rei… ohhhh… — intentó hablar Shinji, pero no pudo decir nada más, ya que en ese momento sintió que algo estallaba dentro de él.

Ambos jóvenes alcanzaron juntos el orgasmo, experimentando un placer indescriptible, mientras sus jadeos y gemidos inundaron el pequeño departamento. Rei podía sentir como Shinji la inundaba con un líquido espeso y caliente que la quemaba por dentro, a la vez que un devastador orgasmo la recorría sin piedad por todo el cuerpo. Para Shinji también fue una sensación indescriptible. Podía sentir como su descarga inundaba el interior de Rei, causando que de alguna forma, la chica lograra estrechar aún más la presión que ejercía en su miembro, haciendo que la sensación de placer fuera aún mayor. Arqueó la espalda y dio un último y poderoso gemido de liberación antes de caer rendido y sin aliento sobre el cuerpo de la que ahora era su mujer. 

Ambos se quedaron así por un momento, abrazados, jadeantes y con una delgada capa de sudor cubriéndoles el cuerpo. Sus respiraciones lentamente fueron recobraban la normalidad, mientras los últimos vestigios del orgasmo les recorría el cuerpo. Shinji salió lentamente de Rei y se bajó de ella, cayendo pesadamente de espaldas en la cama, totalmente agotado, entonces sintió como la chica se giraba para recostar medio cuerpo sobre él, mientras lo rodeaba con un brazo. Se vieron a los ojos y una sonrisa de satisfacción y felicidad apareció en el rostro de ambos, se besaron tiernamente y Rei recargo su cabeza en el pecho de Shinji, cerrando los ojos dando un suspiro de alegría. 

— Eso fue… lo más hermoso que experimentado en toda mi vida — comento Shinji con un suspiro de contento — Pude sentirte Rei. Pude sentirte aquí, en mi corazón — dijo, señalando su corazón con una mano — Tienes razón. Somos uno, hay una parte de ti en mi corazón, así como una parte de mi está en el tuyo. Pude sentirlo.

— Yo también pude sentirlo, Shinji — dijo la chica con los ojos húmedos por la emoción.

— Te amo Rei — dijo Shinji, mirando a la chica con todo el amor que había en su corazón.

— Te amo Shinji — dijo Rei, devolviendo una mirada con la misma intensidad.

Se observaron a los ojos por unos momentos, comprobando una vez más los que ya habían expresado con palabras y con sus cuerpos. Sonrieron con felicidad y se besaron con ternura, quedando luego abrazados, sin ganas de separarse. Al poco rato ambos se quedaron dormidos y el amanecer los encontró en la misma posición, abrazados con una sonrisa el rostro.

 

FIN

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Notas del Autor: Finalmente, y después de años de haber sido escrita, puedo decir con gran alegría esta parte está llegando a su fin.

Con este epilogo, donde Shinji y Rei expresaron física y emocionalmente lo que sienten el uno por el otro, pongo el broche final a la primera parte FIND THE WAY, donde fuimos testigos de cómo Rei y Shinji llegaron a ser una pareja. Pero no todo va a ser color de rosas, de aquí en adelante el amor de esta pareja va a ser puesto a una dura prueba en su Segunda Parte.

En estas notas no podía dejar de agradecer nuevamente a mi amigo Fantastic-Man, que fue quién me motivó para que publicara esta historia y quién además, me ayudó revisando y corrigiendo cada capítulo, gracias a lo cual se pudieron subsanar esos fatales errores que impidieron publicar esta historia en su momento. Sin su inestimable ayuda, esto jamás se hubiera podido publicar. Nuevamente, "Muchas gracias amigo"

Para finalizar, nuevamente los invito a seguir la segunda parte de esta historia "FIND THE WAY - Parte 2", en mi nueva cuenta "JiraiyaSamaWriter2".

Saludos y nos leemos en la segunda parte.