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42. GOLPE

POV JESSICA

Hace una hora que habíamos llegado a casa, y realmente no me sorprendía nada de lo que nos había dicho el investigador privado, y me esperaba más o menos que esos dos estuviesen compinchados, lo que no me coge en la cabeza, es como estando juntos, no nos dejan en paz, es lo único que pido al final.

Como no quería seguir comiéndome el coco, decidí que era mejor ir a buscar a los chicos al colegio ya que pronto saldrían y al menos ayudaría a distraerme un rato de todo. Salí de nuestro dormitorio y bajé para buscar a Jackson, ya que no me dejaban salir sola a la calle para nada.

En cuanto lo encontré, le dije que iríamos a por los chicos, y nos dirigimos hacia el coche. Durante unos diez minutos, el camino fue silencioso y estaba a punto de quedarme dormida de nuevo cuando Jackson para el coche.

- ¿Segura que no te quieres quedar en casa para dormir?

-Es lo que más deseo en este momento, pero también quiero ir a por los chicos, asique es mejor que te metas prisa antes de que me quede de nuevo dormida.

-Sabes que te puedes quedar en casa ¿verdad?

-Lo sé, no te preocupes más por eso, de verdad, estoy bien.

-Me tengo que asegurar. Mejor dime que es lo que tienes planeado hacer con esos dos degenerados.

- ¿No lo sabes?

- ¿Qué se supone que tengo que saber? ¿Debo preocuparme por lo que estás planeando hacer?

-No, claro que no, pero hace un par de semanas, llamaron a Mónica porque querían que apareciese en un programa para una entrevista.

- ¿Tienes pensado ir? Porque ambos sabemos que van a querer saber que ha pasado durante los cuatro años que estuviste desaparecida.

-No la haría de no ser que quieren que también esté Alison.

-No estoy entendiendo nada. ¿Vas a ir a una entrevista con esa loca?

-Piénsalo bien Jackson, no hay mejor manera de estar segura de que me haga algo, porque lo hará delante de millones de espectadores.

-En eso te tengo que dar la razón, pero ambos sabemos que está loca.

-Lo sé, pero también sabemos que habrá seguridad, pero más que nada estarás tu y un par de guardaespaldas más, por no decir que estará Santi y Carla, sé que no dejaréis que me haga algo.

-Eso lo puedes tener más que claro. Pero entonces no estoy entendiendo el porqué de todo lo que estamos haciendo.

-Creo que ambos sabemos que, en su cabeza, tiene más que claro que no me voy a aparecer en la entrevista…

-Se llevará una sorpresa.

-Si, pero también me encargaré de que no sepa que voy a esa entrevista hasta pasado un rato de la que le hagan a ella.

- ¿Por qué?

-Porque contará cualquier mierda que tenga planeado contar, y pensará que está ganando la guerra…

-Y ese será el momento en el que aparezcas tú para demostrar que lo que está diciendo es mentira.

-Exacto.

-Tienes una mente brillante Jessica.

-Puede ser.

Justo en ese momento llegamos al instituto en el momento en que todos empiezan a salir de este. Una vez tanto Madison como Miky ven el coche se meten en este y con una sonrisa en el rostro en el momento en el que me ven en el. Les devuelvo la sonrisa y una vez entran en el coche, me dan un beso en la mejilla ambos

- ¿Qué haces aquí? Pensé que nos cogería Jackson o Hamilton de clase.

- ¿Acaso no os gusta que venga a cogeros a clase?

-No es eso, pero últimamente estás cansada, y no es que no lo entendamos, estás embarazada y eso, pero se puede decir que no pasamos tanto tiempo juntos como solíamos.

-Lo sé, y lo siento chicos, de verdad, pero eso se arreglará esta misma tarde si no teneis demasiados deberes que hacer.

-Yo no.

-Yo tampoco.

-Genial. ¿Entonces que os parece que después de que acabemos de comer nos vayamos a por un helado?

-Si, hace tiempo que no comemos helado.

-Lo comisteis el otro día en casa de Carla.

- ¿Cómo lo sabes?

-Me entero de cosas.

-Mierda Jess, das miedo.

-Miky, esa lengua.

-Lo siento, pero es verdad.

-A estas alturas deberíais saber que Carla no calla nunca.

-Lo sabemos.

-Pues venga chicos, hoy haremos de comer para todos.

- ¿Por qué no lo hace Santi?

-Porque tanto él como Carla no vendrán hasta las siete.

- ¿Están en el estudio?

-Si.

- ¿Entonces para quién es todos?

-Nosotros y los guardaespaldas.

-Jessica, no es necesario que lo hagas para nosotros.

- ¿Acaso no te quedó claro que no pienso dejar que vosotros comais separados de nosotros?

-Deberías hacerle caso Jackson, porque lo dice en serio.

-Lo sé, ahora, ¿os llevo a la casa o tienes que ir a algún lugar primero?

- ¿Podemos pasar antes por el centro social?

-Claro.

Durante el camino a donde se estaba construyendo el centro social, los chicos nos contaron como les había ido el día, y a pesar de que se podía decir que no tenía ganas de hacer algo, también me había dado cuenta de que pasaba poco tiempo con los chicos en el último par de meses, ya fuera porque estaba cansada, porque estaba armando el plan para que Alison me dejase en paz de una buena vez o por los preparativos para la boda, por lo que esta tarde solo seríamos ellos y yo, porque también lo echaba de menos.

Una vez llegamos al lugar, los cuatro nos bajamos del coche y empezamos a dirigirnos al interior del edificio, porque a pesar de que se había empezado a hacer un par de meses, con toda la gente que estaba trabajando aquí, se podría conseguir que se acabase antes de lo esperado, porque si algo tenía más que claro, es que quería que se terminase pronto, la gente ya había estado esperando demasiado tiempo para que se construyera, no quería que esperasen más tiempo del necesario.

-Esto va más rápido de lo que esperaba.

-Lo mismo pienso yo Miky.

Nada más entramos allí, no tardan en acercarse un par de personas y empezar a contarme los avances y problemas que estaban teniendo.

Después de casi una hora, decidí que era mejor ir a un restaurante y comer, porque la verdad no me apetecía nada hacer la comida y los chicos estaban contentos con eso.

Durante la comida, todo eran risas y gran parte de las conversaciones tenían que ver con la boda. Casi se puede decir que ellos están más emocionados que yo de casarme, pero era complicado que superasen mis ganas.

Cuando terminamos de comer decidimos que era mejor ir a por la ropa que ellos llevarían a la boda, y prácticamente pasamos la tarde de tienda en tienda hasta que por fin se decidieron por lo que querían llevarse. Debo decir que estaba aliviada de que acabasen de una vez y ahora creo que entiendo lo que decía Carla de que odiaba ir de compras.

Una vez salimos del centro comercial, empezamos a dirigirnos al coche con Jackson y los guardaespaldas de los chicos siguiéndonos de cerca. Justo en el momento en el que los guardaespaldas se dirigen al coche, noto como alguien me agarra de un brazo lo que hace que no tarde en girarme y darle un puñetazo a la persona que tenía detrás.

- ¡¡¡¡Leone!!!! ¿Se puede saber qué demonios te pasa?

- ¿Jessica?

- ¡Claro que soy yo! ¿Quién coño…? Mierda, ahora me sangra la nariz.

-Ahora aprenderás a no intentar asustar a nadie.

En el momento que miro detrás de ella, veo que están las demás mirando para nosotras y descojonándose de lo que acababa de pasar debo suponer. Decidí no darle más vueltas al asunto y coger algo para ver si así dejaba de sangrar.

-Vámonos a mi casa para que te lo pueda curar, anda.

-Me has roto la nariz Leone, esto no se arregla en tu casa.

-Primera no te he roto nada, y segunda, si no lo curo te haré sentir mejor.

-Nosotras vamos en nuestro coche. ¿Quieres que alguien vaya con la loca de Jesy?

-Eh, la loca es Leone que es la que me ha golpeado.

-De no haberme cogido del brazo esto hubiese pasado, asique mejor nos vamos antes de que cambie de idea.

Las chicas se fueron a su coche mientras tanto nosotros nos fuimos en el auque habíamos venido. Durante todo el camino a casa, Jesy no paraba de quejarse de que le había roto la nariz y no se que más, pero si de algo estoy segura, es de que no le había roto la nariz.

Una vez llegamos a la casa, nos bajamos y le di las llaves a Miky para que fuese a abrir la puerta mientras yo esperaba a que la dramática de mi amiga dejase el cuento.

-Al menos podías ayudarme a bajar del coche.

- ¿Acaso me escuchaste pedir a mi ayuda para bajar del coche? Te puedo asegurar que en este momento me podría estar quejando de miles de cosas, pero decido no hacerlo.

-No logro entender como es que tu prometido logra aguantarte con el genio que tienes.

-Simple y sencillo, él no me coge del brazo sin que me de tiempo a darme cuenta.

-Oh claro, como su amiguito no te pilla nunca de sorpresa…

-Lo hace, pero eso no implica que yo no lo quiera. Si supieses las cosas que puedo hacer con él…

-Demasiada información Leone.

-No haber querido saber la respuesta, porque sabías que te la iba a responder.

-Al menos sé que en alguna de esa mente perdida tuya, está la vieja Jessica.

-Pues como no espabiles, la vieja Jessica te dejará en la puerta y se encargará que nadie te deje entrar.

-Está bien, vamos porque claramente no quiero quedarme aquí desangrándome.

En ese mismo momento llegan las chicas que dejan el coche detrás del de Jackson mientras tanto nosotras entramos en casa para darle un poco de hielo y una camiseta para que la cambiase.

-Ir a la sala de estar que yo voy ahora dentro de un rato. ¿Queréis algo para tomar?

-Lo puedo hacer yo Jessica.

-Hasta donde yo sé eres mi guardaespaldas no mi mayordomo.

-Puede ser que no lo sea, pero igualmente lo puedo hacer.

-Como quieras. Espero que te sirvan mis camisetas Jessica porque es lo que te va a tocar.

-Mientras no sea una camiseta rara estará perfecto.

Con eso me dirigí a la cocina para coger el hielo y dárselo a Jessica, pero antes iba a asegurarme que tuviese bien la nariz y justo en el momento en el que estaba limpiándole la sangre que tenía en el rostro, aparecen tanto Carla como Santi por la puerta y la primera al parecer no puede aguantarse las ganas de reírse.

- ¿Se puede saber que te ha pasado Nelson?

-Que aquí tu amiga y la prometida del que tienes a tu lado me ha dado un puñetazo en toda la nariz, y por mucho que se empeñe que no está rota, yo creo que sí.

-Dramática como siempre.

- ¿Ahora soy dramática? ¿Acaso no escuchaste lo que acabo de decir?

-Que Jessica te dio un puñetazo, pero no logro entender como llegasteis a eso.

-Yo solo la cogí del brazo, nada más.

-Y cómo te dije, no tenía ni idea de que eras tu.

Santi no tardó nada en acercarse a mi y darme un beso en la sien. De no estar limpiándole la herida a Jesy, le daría un beso y me quedaría entre sus brazos, porque de verdad, tengo sueño.

-Te voy a ir a por la camiseta, espero que no hagas ninguna estupidez.

-No la hagas tu.

No pude evitar rodar los ojos, porque si algo tengo más que claro que gran parte de las veces me saca de quicio.

Cuando llegué a la habitación, me dirigí al vestidor y empecé a buscar alguna camiseta de la que no tendría que quejarse por no ser de su gusto, aunque realmente debía darle igual lo que le diese, estaba en mi casa y era una de mis camisetas, pero da la casualidad de que teníamos gustos parecidos, asique no iba a ser demasiado problema encontrarle algo.

Estaba por salir de la habitación cuando de repente me vienen como un par de recuerdos de cuando era pequeña, como de distintas épocas, pero el que se podía decir que más me había gustado era uno en el que Santi y yo estábamos en un parque y en el que empezamos como pareja.

En este mismo momento no podía estar más contenta, porque ahora que no me molestaba tanto no recordar las cosas que debería recordar, me venían un par de recuerdos.

Cogí la camiseta, baje corriendo, se la lancé la camiseta a Jesy y corrí a donde estaba Santi, el cual acaba por cogerme en el aire, porque de no ser por él estaría en el suelo. También tengo más que claro que en este momento todo el mundo me estaba mirando como si me hubiese vuelto loca, pero me era igual porque había recordado uno de los momentos más importantes de mi vida.

- ¿Qué es lo que te tiene tan contenta, amor?

-Recordé algo.

- ¿El que?

-Un par de cosas, pero sobre todo el momento en el que nos hicimos pareja.