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20. BUENOS DÍAS, AMOR

POV JESSICA

En este mismo momento era la chica más feliz del mundo. Puede ser que en un principio no tuviese ni idea de que estaba enamorada de él, sí que me sentía atraída y que lo quería, pero no sabía que era amor hasta que me dijo todo eso en la playa.

Hubo un momento en la mañana, no tengo ni idea que hora, en el que noté como me movían un poco que de ser otra persona no se hubiese dado cuenta, pero para mala suerte de todos, tengo un sueño demasiado ligero, por lo que despierto fácilmente, pero el movimiento paró y me quedé dormida de nuevo.

No sé realmente cuanto tiempo pasó después de que medio despertase por la mañana, lo único que de lo que estoy segura es de que Santi no estaba a mi lado, supongo que se había ido al baño o a trabajar teniendo en cuenta que era las diez y media de la mañana, por lo que me levanté, cogí la camisa de Santi, me la puse y fui hacia la cocina para comer algo ya que moría de hambre.

La sorpresa la llevo cuando lo veo en la cocina haciendo a saber qué, pero debo admitir que olía genial y mi hambre aumentó. Me acerqué sin hacer demasiado ruido y en cuanto pude lo abracé desde atrás haciendo que diese un pequeño salto en el aire.

"Y yo que esperaba encontrarte conmigo en la cama esta mañana." dije con una gran sonrisa en mi rostro "Y yo que esperaba poder darte una sorpresa llevándote el desayuno a la cama." respondió este con una sonrisa igual de grande que la mía "Supongo que acabamos los dos sorprendidos." dije, sin poder evitar reírme "Espero que para bien."

"Yo sí al menos, aprecio lo que querías hacer. Además, debo admitir que me muero de hambre. ¿Qué estás haciendo?" pregunté, acercándome a donde estaba él "Tarali con tu zumo de manzana. Espero que siga encantándote como hacía años." dijo, dejando el vaso de zumo en la mesa "Obviamente que me sigue encantando, sobre todo el que haces tú. Es mi zumo favorito."

"Pues me alegro de eso, pero siéntate, ahora serviré el desayuno." dijo apuntando a una de las sillas "Puedo ayudarte." dije sinceramente "No es necesario, gracias hermosa." Me reí y me senté encima de la mesa mirando para su espalda que tenía los músculos marcados, y esos bíceps. Me encantaba verlo, sobre todo si no tenía una camiseta que me impidiese verlo al natural.

"Bueno, al menos espero que estés disfrutando la vista." dijo con una gran sonrisa en su rostro "Es obvio que lo estoy haciendo, sino no miraría." Apartó lo que tenía en el fuego y se giró en mi dirección pasándome las manos por la cadera y enganchando las manos en la parte de atrás de esta. Yo automáticamente pasé mis manos por sus hombros dejándolas en la parte de atrás de su cuello.

"Bueno, pues a mí me gustaría poder disfrutar de las vistas también." murmuró "Yo no te lo impediré." aseguré, lo único que me apetecía en este momento es que pusiese sus manos en mí "Me gusta esa idea." dije con una gran sonrisa en mi rostro y empezamos a besarnos y el hambre se había ido, al menos el hambre de comida. Ahora tenía hambre de sentir a Santi, de sus manos por todo mi cuerpo, sus labios, ...

"Niños, mejore quedaos ahí fuera un segundo mientras yo arreglo algo." dijo la voz de Carla en algún lugar de la casa "¿Qué pasa Carla?" preguntó Miky y es en ese momento en el que me cagué en todo. ¿Por qué justo tenía que aparecer en este momento? ¿No podía ser más tarde? No, tenían que interrumpirnos en este mismo momento. Pude escuchar como la puerta de la entrada se cerró y noto la presencia de Carla a nuestras espaldas.

"Al menos veo que os lo habéis pasado bien. ¿Qué tal el sexo mañanero, chicos?" preguntó con una gran sonrisa en su rostro "¿Qué mierda haces aquí Carla?" protestó Santi, lo que hizo que esta se riese más "Perdona por molestar vuestra sesión de sexo en este mismo momento Santi, pero te recuerdo que Jessica vive con dos niños y no quiero que se traumen viendo a lo que llaman hermana teniendo sexo contigo en la cocina. Sólo espero que no lo hayáis echo encima de la mesa."

"¿Quién está teniendo sexo?" Y las cosas no podían empeorar. A veces se me olvida lo cotillas que son tanto Madison como Miky, y debo decir que en este mismo momento los odio con cariño. Sólo faltaba el vecino que quedaba a cien metros de la casa de Carla para que estuviésemos todos presentes. Santi escondió su rostro en el hueco de mi cuello y yo pasé a abrazarlo. Este era el Santi que recordaba, el tímido y del cual me había enamorado cuando era niña.

"¿No os dijo Carla que os quedaseis fuera?" pregunté, elevando una ceja "Pero es que no me podía creer que fueses a tener sexo, yo que te creía virgen." dijo riéndose Miky Pues dejarme deciros que soy de todo menos virgen." respondí sinceramente, porque eso lo tenía más que claro "¡¡¡¡Jessica!!!!" protestaron los otros tres y yo me reí "Fuisteis vosotros los que querías saber, no haber preguntado lo que no querías saber."

"Y esta, chicos es Jessica Leone." dijo Carla, negando "Esa misma, ¿me queréis responder que hacéis en casa en este mismo momento?" pregunté, elevando una ceja "¿Interrumpir lo que sea que fueseis a hacer en la mesa?" preguntó Miky y asentí "Aparte de eso." dije "Y lo reconoce..." murmuró el pequeño "¿Qué es lo que reconozco?" pregunté con una gran sonrisa en mi rostro "Que ibas a tener sexo en la cocina."

"Eso es precisamente lo que iba a...." empecé, pero pronto Carla se pone delante de los chicos "Bueno chicos, ¿por qué no le decís a Jessica que queréis desayunar?" preguntó "Eso, eso es a lo que venimos a hacer. Además, Carla vio el coche de Santi y dijo que debíamos aprovechar que estaba el para hacer él desayuno." respondió Madi "¿Y eso?" pregunté, frunciendo el ceño.

"No es un secreto que hace la mejor comida de las personas que conozco, tengo que aprovechar estos momentos que parece que va a estar por aquí a menudo. Mejor, ¿Por qué no os vais a vestir mientras nosotros hacemos el zumo?" dijo Carla con una sonrisa en su rostro "Está bien, pero el mío que ni se le ocurra hacérmelo nadie."

"Pero siempre te lo hago yo por la mañana Jess..." dijo Miky y sonreí porque eso era cierto "Lo sé enano, pero esta mañana me lo va a hacer Santi, ¿verdad?" pregunté mirando para él "Haré todo lo que quieras, bella mía." afirmó "Si, sí, muy romántico chicos, pero nada de sexo estando nosotros en la casa, por favor os lo pido." dijo Carla y mi sonrisa se amplió "Ya veremos."

"¡¡¡¡Jessica!!!!" exclamaron los niños "¿Qué? Tenéis la opción de ir a desayunar a casa de Carla." respondí "Eso no va a pasar, no me perderé un desayuno de Santi por nada. No ahora que vuelve a estar la razón por la cual le salían tan bien." protestó Carla "Y esa razón no se piensa ir más." dije mirando para el chico que amaba "Me alegra saber eso, ahora a cambiarse, venga."

"Ni que fueras mi madre." respondí, riéndome "No lo soy, pero da por seguro que de estar ella aquí te diría lo mismo." dijo "Lo dudo, pero bueno, ya nos vamos a cambiar." Bajé de la mesa, entrelazamos nuestros dedos y nos fuimos para la habitación para vestirnos. Antes de eso nos tomamos una ducha, que a pesar de que estuvimos a punto de hacer el amor, nos controlamos, pero eso sí, nos reímos mucho. La pasaba genial con Santi, a veces creo que hacía a propósito lo de hacerme reír. En este mismo momento estábamos vistiéndonos, para suerte nuestra, Santi tenía alguna ropa en el armario de esta habitación, al parecer era en la que se quedaba siempre que venía, por lo que no tuvo que poner la del día anterior.

Él ya había terminado de cambiarse hace un par de minutos y podía notar su mirada en mí espalda, pero no iba a decir nada porque no me molestaba para nada, más bien me gustaba. Me estaba dando cuenta que me gustaba ser el centro de atención de Santi, de lo que no estoy segura es de si eso es bueno o no, creo que me inclino más por la segunda, pero en este momento no iba a entrar en pensamientos que requieren una reflexión profunda.

"Oye Santi, ¿tú no tienes que ir a trabajar o algo?" pregunté mirando para él a través del espejo "No, para nuestra suerte tengo el día libre, por lo que, si estás de acuerdo, después de desayunar podemos ir a casa de tus padres." dijo amablemente y me giré en su dirección "Claro, ¿me tendré que arreglar?" pregunté, porque eso es lo último que me apetecía hacer en este momento "No es necesario, te ves preciosa con cualquier cosa que lleves."

"Gracias, eres un cielo, amor." dije con una sonrisa en mi rostro "Es lo menos que te mereces después de todo. ¿Te falta mucho para terminar, mi reina?" preguntó con una gran sonrisa en su rostro "No, pero si te aburres puedes ir a junto los demás." dije "Estoy mucho mejor aquí, al fin y al cabo, está la persona que más amo." contestó "¿Es eso una excusa para decirme que me amas?"

"No lo sé, puede ser o puede ser que no." Acabé de ponerme la camiseta y me encaminé hacia él que estaba sentado en la cama. Me puse a horcajadas sobre él y le pasé las manos por detrás de su cuello. "No pueden ser las dos." murmuré "Lo sé, pero es que es tan evidente que estoy seguro de que sabes lo que quiero decir." aseguró "Lo sé, pero déjame decirte que también te amo."

Nos dimos un beso y nos levantamos para ir junto a los demás. Una vez llegamos a la cocina, me senté mientras Santi me hacía el zumo. Durante el desayuno todo fueron risas y conversaciones. Debo admitir que a pesar de que en estos cuatros años era feliz, ahora con Santi y Carla, pero sobre todo con el primero, eso que me faltaba había vuelto.

Cuando terminamos de desayunar, ordenamos todo y nos fuimos al coche para irnos a casa de mis padres. Es en este momento en el que empecé a ponerme nerviosa, porque es otra cosa que llevaba queriendo desde hace cuatro años, saber de mi familia o si la tenía, cosa que para mi suerte era así, sólo espero que no se tomasen a mal las cosas y no pensasen que no había vuelto porque no quería saber nada de ellos, pero estoy segura de que Santi les explicará las cosas bien y cómo sucedieron. Hoy sería el día en el que recuperaría a las personas que más quería y eso era lo único que me importaba, ya ni me importaba tanto recuperar mis viejos recuerdos, lo único que quería era estar con las personas que quería y me querían.