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Pau es secuestrada y a partir de ahí las cosas cambiarán para cada persona que la rodea. Ella tiene un secreto y saldrá a la luz de forma peculiar.

Hali_ByTheOcean12 · Fantasy
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12 Chs

Capítulo ocho: como un pájaro en libertad

[pau PDV]

Me encontraba caminando de nuevo entre pinos y más pinos, el paisaje era espectacular, se podía ver toda la hermosa nieve en el bosque y a lo lejos las montañas.

- creo que quiero descansar un rato- me dije a mi misma quitándome el abrigo y poniéndolo en la nieve para tratar de descansar.

En este punto agradecía mi gran resistencia al frío.

No me di cuenta cuando me quedé dormida pero sucedió y al fin después de 4 meses pude dormir bien.

[lupita PDV]

- volvió a llamar- dije esperando una respuesta de mi amiga.

- ¿pau?- respondió con un tono de preocupación en la voz.

- Ella...- No sabía si debía decírselo aún, pero lo hice- ella me llamó y me dijo que había escapado.

Vi a Ale pararse rápidamente del sofá y llevarse las manos a la cabeza con cierta felicidad o preocupación.

- ¿ella qué?- me miró sorprendida

- escapó- finalícé y la miré- escapó de su secuestrador y me llamó.

Ale empezó a reír levemente como si toda la preocupación se le fuera del cuerpo.

- Ella... mi pequeña es difícil de mantener en un mismo lugar- dijo intentando alegrarse, supongo que sabía que los hombres del secuestro iban tras ella.

- Ella es una guerrera y estará bien, sólo debe llegar a casa- dije abrazándola.

- eso espero- dijo dejando caer una pequeña lágrima.

[pau PDV]

-el tiempo está corriendo, debes darte prisa pues vienen detrás de ti.

- ¿Luna?

- Date prisa, Paula, te estoy echando la mano.

- pero los dejé atrás.

- te quedaste dormida por más de tres horas, despierta, ¡Ya!

Desperté de golpe y recordando aquel sueño tomé mi abrigo y empecé a caminar de nuevo pensando en lo que me habían dicho "vienen detrás de ti".

Caminando por más de tres horas ya me dolían los pies y estaba muy cansada, tenía hambre y sed.

-¿porqué diablos no llego a ninguna parte ahora?- dije y mientras caminaba vi un letrero en la carretera.

Alaska

Come back soon

[vuelve pronto]

-¿qué...? - dije volteando a mi alrededor y viendo el letrero- ¿es en serio que ni siquiera me di cuenta de eso hace cinco horas en el pueblo?- maldije para mi misma

- ¿en qué momento deje de estar en casa?

[****]

- ¡Apúrense! Debemos irnos del país la policía nos viene pisando los talones- gritaba el jefe de todo esto.- Agarren a la chica y vámonos.

- ¿A dónde nos dirigimos jefe?- preguntó otro hombre a cargo.

- Alaska, vamos lejos.- finalizó y volteó al asiento trasero para ver qué yo estuviera inconsciente, lo cual era verdad.

[fin del f/b]

- mierda... cómo soy tonta- dije llevándome las manos a la cabeza.

¿Cómo regreso?

- tendré que meterme al bosque, ahí es más difícil encontrarme- dije metiéndome al bosque segura de mi decisión, empecé el viaje de regreso a casa, seria un viaje largo así que me puse el abrigo, por si acaso.

El cielo era espectacular, no era la mejor forma de conocer otro país, sin embargo me encantaba la nieve, el cielo gris, el clima helado y los pinos a mi al rededor. Por un momento se me olvidó que huía y me sentía libre, como un pájaro que había sido encerrado y por primera vez pudo volar.

Me di cuenta que mi hogar estaba lejos, pero ahora me sentía en casa entre el bosque nevado y la nieve cayendo en mi cabello y ropa. Nunca disfruté una caminata cómo esta pero acá estaba, caminando por todo un país yo sola.

- quién nos diría, la secuestrada resultó más lista- escuché una voz a mi lado y me sorprendí al ver a la voz en mi cabeza, Luna.

Aquella chica de piel pálida y ojos azules con un cabello largo hasta la cintura color negro que resaltaba su tono de piel y su mirada profunda.

Fácilmente la hubiera confundido con una Reyna invernal si no la conociera.

- Luna- dije y ella se unió a mi lado para seguir caminando.

- te desperté a tiempo, ellos venían cerca- dijo mientras se acomodaba el cabello.

- Gracias por eso... -dije apenada por cómo la había tratado anteriormente. Luna era sólo otra chica secuestrada que no había tenido la suerte que yo tuve.

- no hay de qué- finalizó para entregarme algo en la mano- se te olvidó esto cuando aún estaban en México.

- mi llamador de ángeles- dije con una pequeña sonrisa- muchas gracias- dije abrazándola, estaba helada, si no fuera un fantasma pensaría que le estaba dando hipotermia. ¿Cómo no? Ella sólo llevaba un hermoso vestido blanco que le llegaba a los pies descalzos.

- suerte en tu viaje Pau, cuídate de los malos- dijo sacudiendo mi pelo y desapareció entre la brisa helada.

Me detuve para colocarme de nuevo el llamador de ángeles, el toque frío del acero en mi piel me recordó que estaba viva y era muy afortunada.

Seguí adelante después de mirar hacia el cielo, agradecer por esta oportunidad y seguir caminando.

[ale PDV]

Los cuerpos policiales se movían por todo el país para poder encontrar a mi prometida, sin embargo nunca recibíamos buenas noticias,

-¿dónde estás pequeña?- dije en voz baja para contestar mi celular.

- bueno- dije y me pareció escuchar su voz.

- ¿Amor?- dijo y recibió mi respuesta.

- ¿cariño? Me dijo Lupita que te habías escapado estás en dónde? La policía está buscando por todo el país y no estás.

- eso te iba a decir- dijo después de una pausa algo larga- estoy en Alaska.

- espera, ¿tú estás en dónde?- me llevé la mano a la cabeza intentando procesar la información.

- en Alaska. Phillip se movió acá porque la policía le venia siguiendo el rastro y aprovechó que yo estaba dormida para inyectarme un sedante y poder llevarme.

- cariño... no te muevas de dónde estás, por favor, te amo.- dije y colgué para ir con el agente Castillo.

- ¿me puede permitir un segundo?- dije y el agente se volvió hacia mi- mi prometida está en Alaska.

Vi como los ojos de Castillo se abrían como nunca antes y se dirigió a mi con muchas indicaciones importantes. Después llamó a sus hombres y les explicó la situación, debían rastrear a mi esposa lo más pronto posible.

Vi a Lupita llegar y le comenté lo sucedido.

- debemos ser rápidas Ale, y la policía está muy lenta- dijo y la miré confundida.

- ¿a qué te refieres?- pregunté.

- nos vamos a Alaska.- finalizó y se puso los lentes como si supiera lo que hacía, no me quedaba más que seguirle el juego, esto era importante.

"Corre, pequeña, el tiempo se acaba y cada vez te rastrean mejor"