Capítulo cinco: la esperanza es lo último que se pierde

[ale PDV]

Han pasado 3 meses desde que se fue, ya es Diciembre y todo parece ser alegría y espíritu navideño en la calles.

A veces odio todo esto, odio sentirme triste porque hace que odie la felicidad que desbordan todos con estas fechas, pero, ¿cómo puedo estar feliz si pasaré estas fechas sin ella?.

- Amiga- escuché, era Lupita entrando en la habitación- iré a comprar todo para hoy en la noche, ¿quieres venir?- posó su mirada en mi, como esperando una respuesta positiva-

- eh, yo... quisiera salir un rato- dije. Sentí un poco de alivio en sus ojos.

La verdad era que yo no quería salir, pero necesitaba salir, a lo mejor me refrescaba un poco la mente.

-¡Genial!- Una gran sonrisa se formó en sus labios, hasta ese momento no sabía qué necesitaba algo de alegría en esa casa- vamos, vamos, nos espera el auto.

La seguí hasta la puerta y cerramos, dejando la casa.

[lupita PDV]

La verdad me alegra mucho que Ale por fin quiera un poco de aire fresco, estos tres meses han sido muy difíciles y agotadores para todos, pero en especial para ella.

Hace algunas semanas escuché a Ale murmurar algo en su habitación, no escuché con claridad, pero estoy segura que estaba orando, o al menos eso intentaba. Ale no era de orar constantemente hasta aquel día en el que se la llevaron, pero me alegra que encuentre paz en ello.

- ¿qué te parece si llevamos un poco de estofado para hoy?-dije pero Ale miraba hacia la nada.

- Ale...? - dije sutilmente.

- no es nada, ahora te alcanzo- noté una sonrisa falsa pero no quise decir nada que pudiera afectar sus ánimos.

[ale PDV]

Estaba observando algunas luces de navidad cuando creí sentir mi celular vibrando, así que lo saqué y me sorprendió ver que me llamaban.

- buenas tardes - dije esperando una respuesta

- buenas tardes señorita Navarro, le hablo de la estación de policía porque vi su nombre en un documento de rescate y búsqueda por el tema de su novia desaparecida hace 3 meses y...

- El caso de mi esposa se quedó en blanco, ¿oficial?

- oficial Castillo, para servirle- escuché en el teléfono y me alejé hacia el baño de la tienda para hablar mejor

- el caso de mi novia quedó, según ustedes, "imposible" de resolver, dadas las pocas pistas que tenían; según ustedes, Pau ya estaba muerta- dije cortante hacia el oficial, algunas lágrimas resbalaban por mi rostro.

- le hablo para tomar el caso de nuevo si me lo permite

Todo se quedó en silencio por unos minutos. Claro que quería hacer todo para encontrarla pero me daba miedo tener malas noticias.

- yo...- dudé por un tiempo y tuve una respuesta- acepto.

- la veo mañana a las 11 a.m, señorita Navarro, que tenga buenas tardes- y colgó.

Salí del baño para enjuagarme la cara y salir en busca de mi amiga. La vi a lo lejos y por primera vez sonreí ante la posibilidad de poder encontrar a mi novia.

-Amiga- jalé a Lupita del brazo y la llevé algo lejos - un agente retomó el caso de Pau y la vamos a empezar a buscar de nuevo, ¿puedes creerlo? Estoy muy feliz ya quiero empezar mañana para poder...

- Ale- escuché en su voz un poco de seriedad.

- ¿qué pasa? ¿No te da gusto que me pase esto?- dije de la misma forma

- No es eso Ale, sabes que Pau es mi amiga también- dió un suspiro y me tomó de los hombros- pero han pasado tres meses Ale, tres meses y si antes se comunicaba contigo... ya no lo hace. Han pasado meses, y debes empezar a ver todas las posibilidades que esto implica.

Nada era seguro.

- pero... ella debe estar bien- dije soltándome de su agarre

- no lo sabemos Ale- dijo con dificultad.

- no... tú no lo sabes, ellos no lo saben, pero yo lo sé, yo lo sé y eso es suficiente para no dame por vencida, no me daré por vencida sabiendo que el amor de mi vida está allí afuera en algún lugar sola y asustada- finalicé y salí de la tienda mientras todos me miraban extrañados.

Llegué a la casa y abrí la puerta para correr hacia la habitación y tirarme en la cama a llorar.

- es que todo huele a ti- dije abrazando una de sus sudaderas favoritas mientras todo se me caía encima

- quisiera que estuvieras acá. Odio la navidad desde que te fuiste, ¡¿porqué te dejé sola?!- dije y en un ataque de ira tiré mi teléfono al suelo.

Estaba segura de que mis gritos se escuchaban por toda la casa pero no me importó. Nada importaba desde que no sé nada de ella.

- ¿¡porqué?! Ojalá me escucharan ustedes, ustedes los que se la llevaron, ¿¡porqué me la quitaron?!- dije asomándome a la ventana y gritando a la nada.

- ¡mierda!- dije cuando al meterme de vuelta me golpeé el brazo con un mueble.

- necesito... dormir, pero no puedo porque necesito abrazarte, mi bebé.- me volví a tirar a la cama abrazando a la almohada con aquella sudadera y entre el llanto me quedé dormida.

[lupita PDV]

Me quedé parada frente a la puerta de la habitación. No quise interrumpir su momento de desahogo.

Me dirigí a la cocina a intentar preparar la cena de esta noche. Aunque mientras la hacía me quedé pensativa, ¿y si seguía viva?, ¿y si aún hay esperanza?

"La esperanza es lo último que se pierde"

Seguí cocinando y casi sin darme cuenta había terminado por lo que me dirigí a la sala a ver un poco mi celular el cual sonó y me sorprendí al ver que era un número desconocido. Iba a colgar pero pensé que podría ser importante.

- ¿hola?

- Lupita- escuché al otro lado del teléfono. Esa voz era familiar... mierda.

Subí hacia la habitación corriendo para buscar a Ale quien seguía durmiendo, para despertarla y aclarar la duda le puse el teléfono en el oído.

- ¿Lupita siguen... siguen ahí?- sonó y casi sin pensarlo Ale se paró de golpe al escuchar su voz.

- ¿Pau?, ¿¡amor?!- dijo casi sollozando y se sentó en la cama

- a- Amor- dijo, la voz estaba muy quebrada, como si llorara- t-tienen armas amor ayúdame por favor no quiero estar sola por favor- dijo casi llorando. El corazón se me aplastó y puedo asegurar que el de Ale mucho más.

- no amor, no llores, quédate tranquila, no hagas ruido- dijo intentando tranquilizarla- ¿dónde conseguiste el celular, cielo?

- él... lo olvidó en mi habitación pero no debe tardar en veni...- la llamada se cortó.

[ale PDV]

- mierda Lupita debemos ir a la estación de policía por Dios ellos la tienen en una habitación, ¡mierda!- sentí un abrazo fuerte mientras trataba de tranquilizarme.

- debemos esperar a mañana, eso es lo que haremos porque ahora no están en turno las estaciones.

- ¿qué clase de policías hay, por Dios?- me dirigí al baño para despejar mi mente y convencerme de que ella seguía bien. Era una buena señal.

¿O no?

Tomé un baño y bajé a la sala ya que aunque no quisiera hoy era navidad, y debía bajar a "convivir".

Solo debo soportar esta noche.

[pau PDV]

Colgué el teléfono y lo devolví a donde estaba lléndome a mi cama a simular estar dormida.

Escuchaba los pasos acercarse al colchón

- ¿Dónde está mi teléfono, rara?

- uhmm...- dije fingiendo despertar- no lo sé, tal vez lo dejaste en algún otro lugar, acá no está.

- si me entero que lo tienes te voy a matar, ¿¡entendido?!- aquel grito me exhaltó al igual que el azote en la puerta al salir.

Debía ser más cuidadosa ya que esto era de vida o muerte... realmente lo era.