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Prólogo

En el silencio de la habitación solo se podía escuchar el sollozo de una joven que se encontraba tirada en el suelo, sujetando sus piernas con sus brazos.

-¿Por qué? ¿Por qué tenías que ser tan cruel?- decía la joven mientras lloraba.- La joven dejó de llorar y se paró frente al espejo de la habitación, y se vio atreves de este, por sus ojos verdes esmeralda aún seguían cayendo algunas lágrimas, su cabello castaño caía en cascada por su espalda, este llegaba hasta su cintura, ella no era la típica chica con medidas 90-60-90, sino más bien sus medidas con 99-96-116. Ella seguía parada frente aquel espejo, mirándose hace mucho tiempo que dejó de importarle lo que la gente dijera de su cuerpo, porque ella se amaba así tal cual era.

Y creía que su prometido también la amaba, aun no teniendo un físico de modelo, pero al parecer se equivocó. Hace unas horas atrás encontró a su prometido en la cama follando se a su supuesta "amiga", cualquier mujer hubiera entrado y armado un escándalo, pero no ella, no entró, ni armó ningún escándalo no por ahora, agarro su celular y comenzó a grabar aquella escena, solo grabo unos segundo pero con aquello seria basta para que el mundo conociera aquella traición.

-Mi querido prometido, si crees que esto se quedara así no sabes lo que te espera el día de nuestra boda.- Solo faltaban dos días para que Agatha y Eros se casaran, pero esa boda iba a ser un fracaso absoluto y ella se encargaría que así sea, mientras tanto fingiría que nada sucedía.

Así pasaron los dos días, ella fingía delante de él que no sabía nada, aún con un dolor en su alma que parecía que en cualquier momento se derrumbaría todo los pilares que las sostenían. Su vida en realidad se había derrumbado aquel día cuando vio aquella escena, sus planes, sueños junto aquel hombre fueron tirados a la basura en un abrir y cerrar de ojos, ella lo amaba y aun lo ama, pero nunca podría perdonar una traición.

Agatha comenzó arreglarse para su boda, tenía el dinero suficiente para contratar a personas que la ayudaran con el maquillaje y su peinado pero quería ser ella misma la que se arreglara para su gran día aunque este ya no sea su gran día.

Agatha ya se encontraba lista para su boda.

Al llegar a la Iglesia ya se encontraba, su mejor amigo esperándola en la puerta para entrar con ella a la Iglesia, su padre habían muerto hace unos años atrás y su hermano apenas tenía 12 años y se encontraba en un internado estudiando, ella quería que sería su pequeño hermano la acompañara pero este se había opuesto rotundamente a lo que quería su hermana, ella en aquel momento no entendía por qué se comportaba así ahora entiendo esa actitud de su parte, debió de ver algo o escuchado algo.

Aquiles y Agatha comenzaron a caminar hacia el altar, donde se encontraba el novio esperando la, había muchas cámaras ya que la dueña de las empresa más importante del país se estaba casando, con un joven empresario que comenzaba hacerse poderoso entre la sociedad. Al llegar al alta se paró frente de todos y dijo.

-Siento mucho que todos esté hoy aquí, porque esta boda no se llevará a cabo.- Un una pantalla donde hace momento se estaba viendo la entrada de la novia, comienza a reproducirse el video donde se encontraba el novio con una mujer en la cama, y de repente se ve el rostro de esa mujer todas la personas allí presente se sorprendieron y comenzaron a murmurar.

- Cómo están viendo, yo no me puedo casar con este hombre que está parado aquí a mi lado, después de enterarme que me ha estado engañando, yo no puedo perdonar una traición lo siento Eros, si hubiera sido sincera conmigo y me hubieras pedido ayuda para subir a la cima de esta sociedad, sin engaños, y como amigo ni siquiera tenías que enamorarme te hubiera ayudado con mucho gusto, pero preferiste mentirme, y eso llevó a

que hoy haga lo que hice, capas mi empresa también sufra por causa de este escándalo, pero tú y tu amiga saldrá más perjudicado.- diciendo esto se agarra su vestido para comenzar a caminar y bajar aquellas escaleras que tenían hacia el altar, su amigo se acerca para agarrar su mano y ayudarla a bajar.