1 Prólogo

Hoy, después de meses en Inglaterra, estoy tomando un avión de vuelta a mi hogar. Se siente tan irreal poder decir "voy a casa" después de tanto tiempo, pensar en que en cuanto vea a mis padres correré hacia ellos, que volveré a abrazarlos, a mi hermana y mis amigos. Me fui del país con la intención de cambiar mi vida, de poder estudiar la carrera de mi sueños y eso estoy haciendo, sin embargo uno siempre tiene que volver a casa. Estaba feliz por volver, pero yo ya no era la misma persona que ese día se fue.

23 de Mayo

Estaba emocionada, nerviosa. Después de hoy, ya nada sería igual. Iba a ser un gran cambio en mi vida lo que sucedería aquella tarde. Ya había empacado todo, guardé mis libros, mi computadora y mi ropa, ya tenía lo que necesitaba. Me despedí de la habitación que tuve durante dieciocho años, aquella llena de fotos y de paredes color lila, salí de allí con mi valija en la mano.

Fuimos al aeropuerto con mis amigos, mi hermana y mis padres. Durante semanas veníamos tratando de hacernos la idea de que llegaría este momento, de que me iría y quedaríamos separados a miles de kilómetros. Nos mentíamos diciendo que las videollamadas serían suficientes, que nuestra amistad era tan fuerte que nada la rompería. Pero el miedo ahí estaba.

Parecíamos cinco inútiles que no querían separarse, estábamos todos llorando. Habíamos sido amigos desde que mi hermana había nacido y ahora yo, la menor, decidía mudarse a otro país para estudiar. Sería difícil no estar cada viernes para nuestras típicas cenas, no poder llamarlos siempre que los necesito, no escuchar las malas bromas de Matt, ver quejarse a Ross y reírnos a carcajadas con Emily. Aunque… con Lea era todo diferente. Ella es mi hermana, durante diecinueve años compartí todo con ella. Era a quien recurría cuando tenía un problema, cuando quería un abrazo o solamente reírme. Peleábamos, sí, siempre hay discusiones en una convivencia pero la relación que tenía con ella era increíble. Habíamos podido compartir grupo de amigos, algo que por experiencia, no todos los hermanos pueden hacer.

En fin, Lea y yo éramos carne y uña, y ahora la dejaba sola, tomábamos caminos separados.

Matt interrumpió nuestro séptimo abrazo en lo que va del día.

-Bueno, basta. La pequeña Minion debe irse,- sonreí por el apodo, para entonces, mis lágrimas no dejaban de salir -toma ese avión ahora. No dudes en llamarnos cada minuto y si conoces alguna chica inglesa soltera me avisas y voy enseguida.

- Solo vos podes hacerme reír en un momento así, ven aquí.- dije entrecortada debido al llanto, lo abracé y luego al resto-. Los amo chicos, saben que en cuanto tenga un departamento en Londres pueden venir. No olviden de la llamada de los viernes, no importa la diferencia de horario.

-Debes irte, tienes que terminar de hacer los controles...

Y con esa última frase de Emily me dirigí a las escaleras que me llevarían a un nuevo país al que nunca había ido. Estaba sola y debía afrontar esa realidad que me acompañaría por meses.

Así empezó mi viaje.