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Prologo: el joven especial amo de la familia real

En un pequeño espacio donde solo estaba la pena del pasado de unas antiguas historias olvidadas, ya un nuevo relato emocionante que deseaba ser el nuevo comienzo de un mundo literario en el planteamiento de miles de nuevas posturas del ciclo revolucionario venidero.

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Una pared de rojo como la mas pura sangre de la realeza descansaba un pequeño niño de piel blanca como la fina porcelana, pelo corto que llegaba hasta el inicio de su espalda y dejaba ver su color de plata como la mejor de la plata, sus rasgos delicados como una muñeca de la colección del señor Blue Diamond o su pureza como las doncellas vírgenes de los cuentos de hadas, pero lo que más destacaba en su maravilloso cuerpo era sus ojos de amarillo miel que dejaba presenciar su espíritu soñador y aventurero. Además de esas espectaculares características físicas solo se encontraba vestidos con una camisa y pantalón de dormir de color blanco de la más alta tela que la realeza se podía permitir en su país.

-Una descripción simple, pero bella de una vida de aquel muchacho Claude – una sonrisa en sus labios se veía aparecer por un documento recientemente leído de una extensa lista de papeles – Un simple campesino que solo desea vivir tranquilamente un sueño pequeño.

-Entonces porque presta su atención a esa clase de gente si puedo preguntar joven maestro – dijo una doncella de pelo dorado y ojos ámbar que vestía un fino traje de sirvienta – No es propio de alguien de su nivel prestar atención a los registros de ese pequeño gremio rebelde que destruimos hace solo unas semanas.

-Natalie es de mala educación cuestionar mis decisiones considerando que solo estoy disfrutando mi tiempo libre con unos textos de mi múltiple colección – menciono el joven a su sirvienta que solo mostro una mueca de desprecio – Soy alguien preocupado por conocer las condiciones de mi pueblo a diferencia de mis hermanos que se preocupan por la sucesión de un trono inútil.

-La realeza no debería tomar sus asuntos en la sucia clase baja, además de que su comentario sobre su familia joven amo es de la clase de desprecio mas bajo que puede usted cometer – dijo la sirvienta con un tono de voz de disgusto – Esto sera informado su madre de forma inmediata, joven amo.

-Oh que interesantes palabras Natalie – menciono el chico con un tono algo más burlón que solo socavo el disgusto de la sirvienta – Por eso es de mi gusto las sirvientas que solo asienten y son leales a sus amos como la sirvienta de mi hermana menor, pero bueno igual no creo que sea una buena forma de vivir en este mundo que pienso empezar a desarrollar.

-Lamento si mis servicios no son de su agrado joven amo, pero fui asignada personalmente por su madre la reina y la responsabilidad de quien esta a su servicio es solo de ella – dijo la sirvienta intentando mantener la compostura.

-Si mi madre lamentablemente no me toma en serio hasta que las cosas son muy serias – dijo el chico mientras dibujando un símbolo en la mesa – Crees que es bueno que un padre o madre no tome en consideración las opiniones de sus hijos.

-La reina siempre tomara las mejores decisiones para usted joven …. – dijo la sirvienta sin poder terminar sus palabras por una repentina fuerza que la empalo en la pared dejando salir su alma al instante.

-Si eso fue lo que me menciono las dos anteriores después de que asignaran a Ashley a mi hermano menor, pero bueno siempre termina mal – dijo el chico viendo a la joven doncella.

La joven doncella se encontraba desprovista de cualquier fuerza de vida mientras su cuerpo descansaba en la pared sostenida por una lanza de oro en el abdomen, mientras el joven miraba con cierto disgusto la escena a la vez que un grupo de sirvientes con la cabeza gacha entraba a la sala para ver la escena con miedo.

-Díganle a mi madre que hable conmigo esta noche o convertiré a un sirviente en mi nuevo proyecto de almas por cada hora de retraso – dijo el chico al asustado grupo de sirvientes mientras dejaba su asiento para acercarse al cuerpo de la doncella – serás mi decimo proyecto Natalie debería sentirte apenada porque solo tus palabras te llevaron a este resultado.