Capítulo 1 - Londres bajo ataque -

Sus oídos aún tenían un breve zumbido, después del estallido que había causado, minutos antes, cuando había matado a la quimera, que había escapado de una de las brechas entre mundos que se habrían de vez en cuando desde hace unos meses. Las vacías y congeladas calles de la capital británica le recordaban un viejo pueblo al que alguna vez había llamado hogar, en un lugar desconocido para cualquiera de los que se sentaban a su alrededor en el autobús, que aunque no eran muchos, tenían su particularidad, como todos en ese mundo.

Hace semanas que había tenido que mudarse a horripi-Londres, después de ver varias noticias sobre personas viendo extrañas criaturas en toda la ciudad y múltiples reportes de personas desaparecidas, había tenido que tomar el primer vuelo de la bella y hermosa Los Ángeles, a esa fría y vieja ciudad. Al principio se había creído la historia de "efectos de promoción de películas", pero cuando hace unas semanas la fotografía de una quimera muy bonita, en comparación a la que le había tocado ese mismo día, había comenzado a circular, no había tenido muchas opciones.

Por lo que conocía, era la única de su mundo en ese lugar, ya que en realidad no sabía cómo había terminado allí, en primer lugar, y tampoco sabía regresar; se podría decir que incluso se sentía responsable por lo que pasaba, seguramente había creado alguna falla en el Universo y ahora, su mundo natal y este, estaban comenzando a sufrir las consecuencias.

- Beth, no estoy de humor. Sigo de vacaciones, ¿por qué tienes que llamarme tan tarde?- Normalmente no era del tipo de personas que contestaría así de mal a su secretaria, pero eran las jodidas tres de la mañana y aún tenía la sensación de vértigo que le causaba el sonido en sus oídos.

- Lo lamento, sé que es de madrugada allá, pero Herb dice que si no entregas los archivos del caso de Benson contra Hawking, hasta mañana por la tarde, nos despedirá a ambas.

- ¡Mierda!

- Lo sé, la audiencia se adelantó por una problema con el juez. Te envíe todo a tu correo, deberías revisarlo.

- Lo haré cuando llegue al hotel, Beth.

- ¿Acaso saliste de fiesta un miércoles, Ava?

- Algo así…- Su secretaria era una mujer de cuarenta y tantos, que normalmente no hacía preguntas, pero que siempre cuidaba de ella. Jamás le diría la verdad sobre quién o qué era.- Te llamaré cuando tenga lo que necesita Herb.

- Cariño, no me importa si estás huyendo de otro hombre ahora mismo, deberías avisarme si algo así pasa. Al menos eso me habría alertado del lindo chico que te busco está tarde.

Su temperatura descendió tanto como sabía estaría fuera cuando se bajará del autobús, haciendo que su cuerpo se tensara poniéndola alerta. No había razón para que alguien la buscara, ni en su trabajo, ni en ningún lado, las personas en su círculo se conocían entre sí, y Beth conocía a todos, no había razón para que un misterioso tipo preguntara por ella.

- ¿Beth? ¿De qué tipo hablas?

- Un lindo chico asiático. Preguntó por ti y dijo que era urgente, parecía muy preocupado. Supongo que es alguien que te conoce bien, te llamo Avanthy...

- Su nombre. ¿Cuál era el nombre de ese tipo, Beth?

- Lo anote en mi teléfono, espera un momento, debe estar aquí... Estoy segura. ¡Aquí! June Jay

- ¡YOON JAE!