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Capítulo 57 ¿Disculpen... son realmente monjas?

Han pasado unos días desde que entrene a mis compañeros dentro de los Sueños de Azathoth Dreams, realmente debo agradecerle a Ajuka Belcebu por hacer lo que sea que hizo con mi cabeza, ya que me dio las herramientas y la excusa perfecta para abrir la caja de pandora que llamaba cabeza. En cualquier caso ahora mismo estoy en medio de una cita con Tomoko-chan.

Ella está vistiendo un lindo vestido blanco con bordados florales rosas y amarillos, junto a un par de leggins azul claro debajo así como un par de tacones blancos, su cabello esta peinado y trenzado colgando a un lado y cayendo sobre su hombro, sus ojos verdes ambos están a la vista y no cubiertos por su flequillo, ahora mismo en su mano lleva un pequeño podómetro el cual ha estado usando para contar cuantos hombres y mujeres se detienen para verla, el cual ya lleva un número considerable, aunque en parte es por el hecho de que está conmigo.

Vistiendo un conjunto estándar de Bartender al igual que el gran hombre de Ikekuburo, el único e inigualable "Hewajima Shizuo", salvo que mi cabello negro hasta los hombros atado en un cola baja, mis ojos negros y mi físico me hace ver como un mafioso en un paseo romántico con la joven señorita, no ayuda el que Tomoko este colgada de mi brazo con un ligero rubor en su rostro y literalmente estemos repartiendo comida de perros a todos los presentes.

Todo este acto en una recompensa para mi pequeña mascot- sirviente, sus obras fueron aprobadas sin que yo tuviera que mover un dedo u amenazar a nadie, literalmente leyeron el borrador del manga de Hokage y les encanto y firmaron la serie en ese mismo instante.

--¿Souji-sama... esas son monjas?

Siendo llamado por la tierna voz de mi acompañante saque mi mirada de las nubes y me enfoque al frente. Dos personas vestidas con largas y abultadas túnicas blancas con brocados azul turquesa e hilos de oro, cargaban un pequeño sahumerio, crucifijos y una charola de limosnas, de entre las grandes túnicas con capuchas podían distinguirse unos cuantos mechones de cabello azul y otro castaños rojizos.

Sabía perfectamente quienes eran estas dos "monjas" si bien podría ignorarlas, Tomoko tenía curiosidad por ellas, tal vez para su manga o doujins, quien soy yo para impedir que mi pequeña impresora de dinero consiga su inspiración, gracias a la maligna providencia del gran Leylin-sama coloque un bloqueo mental para evitar que Tomoko me usara como modelo para sus yaois.

--Souji-sama... quiero verlas de cerca, una monja católica de verdad.

--Okey~ vamos~

Bese la frente de Tomoko trayendo aún más atención a nosotros y caminamos hacia las dos Sisters de la iglesia.

Caminamos y nos detuvimos frente a ellas, ciertamente Irina ha crecido y es una jovencita hermosa e inocente, mientras que a su lado Zenobia, diablos el anime y el manga no le hacen justicia, es bastante más bonita de lo que pensaba y por su porte es una guerrera consumada, realmente la nerfearon, es eso o los humanos de este mundo son bastante débiles.

--¿Disculpen... son realmente monjas?

Tomoko pregunto con una total falta de tacto mientras colocaba un billete de cuatro cifras en la charola.

--Gracias y si, somos peregrinas desde el vaticano...

Respondió Irina mientras daba una sonrisa de negocios a Tomoko, mientras Zenobia mantenía la cabeza gacha posiblemente soportando la ira de ser burlada.

*GRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR*

Un gruñido bajo y sonoro resonó por el lugar a lo cual la pobre belleza de cabello azula solo pudo encogerse aún más en su sitio.

--Sisters-san, si no es molesta puedo ofrecerles un trato...

Tomoko sonrió como solo una embaucadora puede sonreír, llenándome de orgullo.

--Soy Mangaka y novelista... me gustaría escuchar sus historias del mundo y les invitare una gran comida... ¡oh! No le molesta verdad Souji-sama...

Tomoko se volvió a mí, preocupándose por si me hubiera ofendido ya que soy un demonio y la iglesia es mi enemigo mortal.

--No hay problema, yo pago~ después de todo hoy es tu gran día~

Acaricie su cabello negro y volví a besar su frente, mientras veía a Irina ruborizarse y a Zenobia fruncir el ceño.

--Por cierto~ es bueno verte de nuevo~ Shindo Irina~

Dirigi mi mirada a la chica de ojos violetas antes de que esta los abriera como platos ante de gritar mientras me señalaba.

--¡¿Hyoudou Souji-kun?!

--El mismo~ ahora vamos por algo de comida~

Abrazando a una sonriente Tomoko por la cintura y dándoles un buffet de comida de perros a las dos ejecutoras de la iglesia nos dirigimos al restaurante.

***

Restaurante Kame-Hen-House

Lleve a las tres chicas a un restaurante discreto pero bastante elegante, era uno manejado por las riadas, servían comida de todo el mundo y si eras un entusiasta de la pesca o la caza no necesariamente deportiva aquí podían preparar hasta un P*to Panda.

Pagando una pequeña propina adelantada a la mesera, nos llevaron a una sala privada donde las dos religiosas pudieron quitarse sus túnicas revelando los trajes de combate súper ceñido y abiertamente eróticos.

--Souji-sama, son trajes de látex, sisters con trajes de látex...

Tomoko se aferró a mi chaleco con fuerza mientras la señalaba como un niño en el zoológico.

--Las veo y por alguna razón... no me sorprende~

Puse los ojos en blanco antes de poner mi tarjeta de crédito en el menú y hablar a la mesera quien se había convertido en aire.

--Trae 8 especiales, tres postres a elección del chef, Tres té helados y una botella de whiskey 18 años~

Con un asentimiento la mesera corrió fuera de la habitación.

--¡Souji-kun!

Junto con la salida de los extraños, Irina salto y se aferró a mi cuello, frotando su mejilla contra mi cara. Cierto fui único que trataba a Irina como a una chica cuando éramos pequeños, Iseei y el resto la trato como a un niño más, esos idiotas, pero no estoy de humor para reencuentros emotivos.

--Las niñas deben comportarse como niñas, Marimacho con coletas~

Golpee la cabeza de Irina haciendo volver a su asiento con un llanto fingido y una sonrisa en su rostro.

--Igual de duro que siempre~ Souji-kun~ no has cambiado nada~

--Irina ambos hemos cambiado bastante~ tu eres mucho~ más femenina ahora~

Señale sin pudor las dos colinas alegres en su pecho, a lo cual Irina los cubrió con sus brazos mientras se sonrojaban.

--Souji-kun, echii~ aquel tienes razón~ ahora soy una bella señorita~ y tu...

Irina me miro de arriba abajo antes de dar un pequeño suspiro.

--No pensé que aquel niño sombrío se volvería un yakuza guapo~

Dijo con un tono coqueto al que solo pude reír.

--Jajajaja~ lo siento pero estoy con alguien ahora.

Abrace a Tomoko y les di otra ronda de frustración a la pareja de espadachines.

La conversación fue bastante tranquila con Irina y Tomoko hablando alegremente de sus viaje, con una que otra palabras de Zenobia quien no apartaba la vista de mí, si las miradas fueran balas sería un colador ahora mismo, pero eso cambio cuando llego la comida, la mirada osca de la amazona se volvió a la comida que pronto desapareció en los estómagos de las dos religiosas.

--Gracias por invitarnos Souji-kun, Tomoko-sensei.

--Muchas gracias...

Irina y Zenobia nos agradecieron y pronto se prepararon para dejarnos, una parte quería dejarlas ir sin muchos problemas pero otra quería joder un poco al guion de mierda que dirige este mundo.

--Irina, si necesitas ayuda no dudes en llamarme.

Extendí mi mano y le entregue un pequeño papel con mi número de teléfono escrito en el, eso y un circulo de invocación modificado, no es como los panfletos con círculos demoniacos, aunque usa la misma mecánica, está hecho con magia abisal por lo que no tiene ningún olor demoniaco, por cierto me deshice de toda esa basura del olor a demonio con magia del abismo por lo que aunque entrara al mismísimo Vaticano, no levantaría ni las más mínima alarma o me quemaría, a menos claro que el mismo Michael este de paseo en ese momento, de nuevo gracias Ajuka Belcebu.

--Gracias Souji-kun~

--Ni lo menciones para eso están los amigos~ ahora si me disculpan tengo que llevar a esta niña a su casa~

Con una sonrisa tome a Tomoko en un bolso para novia e ignorando a los presentes detuve un taxi y partimos dejando a dos religiosas convertidas en estatuas.

***

--¿Irina... es ese el chico del que hablabas, el pequeño caballero? ¡¿Es un completo Gigoló?! ¡Un Pecador!

--Lo sé, lo sé... pero no puedes negar que es guapo... que suerte tiene Tomoko-sensei...

--Ese tipo es solo un cazafortunas...

--No lo creo, el pago por todo y fue una suma bastante grande...Zenobia, comiste cinco platos tu sola.

--¡Lo dices como si no hubieras pedido tres rebanadas adicionales de pastel!

--Siempre hay espacio para el postre...

--Olvídalo, tenemos trabajo que hacer, esos herejes no se atraparán solos...

--Si, también tenemos que reunirnos con los demonios encargados de esta área.

--Tsk...

--Ordenes son ordenes, Zenobia... además tenemos que terminar con esto antes de que "esa tipa" llegue...

Ante la mención de su otra compañera, la amazona tembló ligeramente antes de sacudir la cabeza y darle una sonrisa cansada a su amiga.

--Bien, vamos a revisar la ciudad una vez más, gracias a tu amigo gigoló no pasaremos hambre un tiempo.

Se burló Zenobia recordando el hecho de que el chico de cabello y ojos negros le dio a Irina un par de billetes de alta denominación.

--No me lo recuerdes... ya tengo bastantes cosas de las que preocuparme...

--Si, si, tu príncipe negro se volvió un pecador sexy... tienes mala suerte Irina~

Zenobia puso sus ojos en blanco antes de perderse en las sombras de un callejón siendo seguida por una molesta Irina.

Poco sabían ellas que un lindo slime negro las observaba desde muy cerca.

--*Suru*Azul Tonto y Coletas Naranjas, Graciosas*Suru*

Volvi o al menos eso intento... mi medidor de odio sigue en niveles bajos... pero continuare...esta historia... Por cierto una pregunta ¿Deberia sacar otra ruta de la Historia de Fate con Rin como heroina?

Luixto_Mirokucreators' thoughts