Capítulo 1: Érase una vez

En el año 2005, un explorador venezolano de 54 años llamado Pedro Mateo, vivía al norte de Caracas con su esposa llamada Paula Andrea y su hijo llamado John Perfecto, y a él le gustaba explorar el mundo, y daba clases de historia y geografía en la universidad Simón Bolívar.

Un día, él estaba apostando con sus amigos de la infancia llamados Félix David y Charlie Jesús mientras jugaban dominó para poder explorar el mundo y viajar solo sin compañía.

Félix David era una de las personas que le gustaba burlarse de los demás, y mientras jugaban dominó, dijo con mucha risa y burla.

-Ja,ja,ja, voy a ganarles a ustedes par de idiotas, y así podré viajar yo solito, sin acompañarme con ninguna persona estúpida- y Pedro Mateo dijo:

-Mmm, ya como te gusta ofender, vamos a ver si eres tan astuto y tan valiente en este maravilloso juego de mesa- y Félix David dijo:

-Okey, está bien. Lo voy a demostrar- y todos siguieron jugando.

Cuando ya Pedro Mateo había ganado el partido de dominó, Felix David se había puesto con mucha tristeza y con mucha frustración, y Pedro Mateo dijo:

-Ya ves Félix David, eso te pasa por estar burlándote de los demás- y Felix David dijo:

-Si como siempre, porque yo cinco veces he ganado, y cien veces he perdido- y Pedro Mateo dijo:

-No te preocupes, en la vida uno siempre gana y siempre pierde. ¿Pero saben una cosa? Los invito a ustedes dos para que puedan explorar conmigo, y así puedan conocer a muchas partes del mundo- y Félix David dijo todo agradecido y con una gran alegría:

¿En serio? Muchas gracias por invitarme a mí y a mi amigo Charlie Jesús, porque yo siempre he querido viajar a muchas partes del mundo, y excepto he querido conocer a Europa- y Charlie Jesús dijo todo agradecido:

-Yo también te doy las gracias por invitarme a mí y a Felix David, porque yo también he querido conocer a Europa- y Pedro Mateo dijo:

-No se preocupen muchachos. Desde que éramos niños yo igual sabía que ustedes querían viajar a Europa, y los invité para que viajen conmigo y conozcan muchas partes del mundo. Y también me llevaré a mi esposa y a mi hijo para que no se queden solos- y Félix David y Charlie Jesús dijeron:

-Okey-

Al día siguiente, ellos habían llegado al aeropuerto Maiquetía Simón Bolívar, y como Pedro Mateo tenía solamente 300 bolivares, un aviador llamado Alexander Franz, le había cobrado 500 bolívares solo por ser cinco personas, y Pedro Mateo preguntó con mucho enojo:

-¿Y usted por qué me cobra tan costoso si viajar en este avión es rápido?- y Alexander Franz respondió:

-Señor explorador. Ustedes son cinco personas y cada pasaje cuesta 100 bolívares- y Félix David preguntó:

-Pero Mateo ¿Cuánto tienes de dinero?- y Pedro Mateo respondió:

-Tengo 300 bolívares ¿Por qué?- y Félix David dijo:

-Porque yo tengo 100 y Charlie Jesús tiene 100, y por eso te vamos a ayudar- y Pedro Mateo dijo:

-Okey muchisimas gracias- y como Félix David y Charlie Jesús le entregaron los 200 bolívares, y Pedro Mateo unió los 300 con los 200, y ahí ya eran 500, Pedro Mateo le había entregado los quinientos a Alexander Franz. Y antes de subir, Pedro Mateo dijo advirtiendo:

-Mire señor aviador, le voy a advertir una cosa. Voy a viajar a muchas partes del mundo, y no quiero que me estés cobrando, porque igual ya le pagué los 500 bolívares. ¿Listo?- y Alexander Franz dijo:

-Okey señor explorador, está bien- y todos habían subido al gran avión llamado Wright Flyer y se habían ido al Santo Ángel.