¡El regalo no es para ti!

Tyler era una persona a la que le importaba mucho su orgullo, y entre su círculo social, formado por vástagos ricos, siempre había sido el que más le gustaba presumir y alardear de su riqueza. 

Ese día, se iba a casar con la chica más guapa de Orlando, y el único defecto era que Hailey era una divorciada. Por eso, ya había dicho a sus amigos de antemano que humillaría a Jordan en público durante su boda. Sin embargo, quién iba a pensar que no sólo no podría hacerlo, sino que sería humillado por él. 

¿Inclinarse, arrodillarse y servirle a Jordan un poco de vino? ¡No se atrevió a hacerlo! 

«¿Me está engañando?» El pensamiento vino a la mente de Tyler ya que, en su opinión, Jordan no podía ser el vástago de una familia rica, y mucho menos el presidente de la Corporación Ace. Después de todo, ¿qué familia adinerada estaría dispuesta a dejar que su hijo se convirtiera en un vividor?