Capítulo 2: La Oferta (RE-ESCRITO)
En una habitación bastante lujosamente decorada, se encontraba un hombre con una apariencia normal sentado frente a una meza de te, en el lado opuesto de la mesa de té, se encontraba una mujer que solo se podría describir como algo divino, ya que su apariencia estaba en un reino superando mas de lo perfecto de lo que podrías imaginar.
Los dos se mantuvieron en silencio, la mujer actúa como si fuera aire el hombre que está en frente de ella.
El hombre actúa de la misma manera que la mujer, con movimientos relajados comienza a tomar té tranquilamente, con una mirada de curiosidad, mira a la mujer.
El hombre fue el primero en romper el silencio, mientras preguntaba con un tono de voz confundido. "Estoy muerto?."
La mujer tomándose su tiempo mientras tomaba su té, le respondió en un tono de voz neutral. "Si."
El hombre cuando escucho que estaba muerto, lentamente su rostro confundido cambió a uno neutral como la diosa.
El hombre con desinterés en la voz y con una expresión neutral, le pregunto a la diosa. "Y ahora que…?"
La diosa todo el tiempo estuvo concentrada en el té que estaba tomando, pero cuando escucho esa pregunta, lentamente puso el té en la mesa, mientras ponía toda su atención en el hombre. "Depende de lo que elijas"
El hombre sin contestar a lo que dijo la diosa, espero pacientemente a que la diosa continuara explicando.
La diosa viendo que el hombre esperaba a que ella siguiera hablando, continuo. "Te tengo una propuesta."
El hombre se quedó en silencio mientras pensaba en lo que había dicho la diosa, ya que según el, después de morir, el sería condenado a algo por toda la eternidad, y el ya estaba preparado para la condena.
Sin tener otra opción más que escuchar la propuesta, el decidió escucharla. "Esta bien, te escucho"
La diosa sin cambiar de expresión continuo hablando. "Antes que que te diga la propuesta, te contaré por que te estoy dando esta propuesta"
"Como ya has visto animes basados de diosas o dioses aburridos, ya sabrás a donde se dirige esta propuesta. Yo he vivido durante mucho tiempo, y una existencia como yo, al final también se terminaría aburriendo de ver los mundos en un ciclo infinito donde se reinicia la historia una y otra vez."
"Pero… durante todo ese tiempo, siempre he visto como esos seres que se proclaman dioses, se deshacen de su aburrimiento, enviando a seres con conocimiento de el mundo en el que reencarnaran, mientras les dan lo que ellos llaman deseos, la mayoría de esos seres, terminan gastando todo su poder en los deseos, sacrificando todo su trabajo duro, solo para poder entretenerse."
"Pero, yo soy una existencia que está fuera de todas las leyes, o en otras palabras, el ser que creo todo."
"Y mi propuesta es, que fueras mi entretenimiento, mientras que te doy la oportunidad de viajar por los mundos que deseaste cundo eras… en tu sentido de edad, joven."
El hombre después de escuchar todo lo que dijo la diosa o la creadora, se quedó pensando si aceptar o no, ya que todo lo que le dijo la diosa, era verdad, el siempre quiso viajar a esos mundos.
Y aunque ella estuviera mintiendo en algo, con el conocimiento que el tenía, la creadora bien podría reescribirle la mente con el poder que ella tiene, así que el estaba más inclinado a aceptar, pero antes de aceptar el decidió primero preguntar.
Con un tono de voz cauteloso le pregunto. "Que pasaría si me niego…?"
La diosa sin cambiar de expresión y tono de voz, le respondió como si no fuera nada lo que estaba diciendo. "Nada, solo que entrarías en el ciclo de la reencarnación."
El hombre después de escuchar eso, se quedó desconcertado, ya que el pensó que el ciclo de la reencarnación era solo un mito, y que serían condenados por lo que hicieron cuando estaban vivos, pero al parecer no era así, y esto es otra cosa más para aceptar esta maravillosa oferta.
"Bien, antes de aceptar me gustaría hacerte unas preguntas."
La diosa solo hizo un pequeño movimiento con la cabeza de aceptación.
"Bien, mi primera pregunta es, tu decidirías lo que yo tenga que hacer y no hacer?."
El hombre hizo esta pregunta, ya que preferiría infinita mente desaparecer, que alguien lo volviera a controlar. Eso es algo que ya está profundamente sembrado dentro de el.
La diosa le respondió. "No, yo solo sería un espectador, y si llegara a hacer un movimiento, sería por que alguien se esta metiendo donde no lo han llamado."
El hombre escucho atentamente lo que la mujer decía, cuando ella terminó, el finalmente tomo una decisión.
"Acepto!."
La diosa le respondió con un asentamiento con la cabeza, mientras continuaba hablando.
"A hora que as aceptado, entrare más en detalle de cómo funcionaría todo."
"Lo primero, el mundo al que tú irías, yo lo decidiré.
Segundo, todos los mundos a los que irás, serás, en tus propias palabras, relleno, ya si quieres hacer algo más, es tu decisión.
Tercero, siempre que cambies de mundo perderás todo tu poder que has ganado en ese mundo, y solo quedará el conocimiento y la experiencia ganada.
Y por último, por cada mundo al que vayas te concederé un deseo que tú quieras, y ese deseo no lo perderás cuando cambies de mundo."