webnovel

Lunes, 19 de octubre

Aquel lunes, 19 de octubre tomé una de las decisiones más importantes de toda mi vida, me enfrenté a mi mayor remordimiento, me enfrenté a nosotros y a nuestros errores o mejor dicho, a los míos.

-Hola, ¿Podemos hablar un momento?- dije cuando me acerqué al sitio dónde él estaba sentado.

-No me apetece hablar con nadie ahora, mucho menos con basura como tú, lárgate.- Tragué saliva, sus palabras se clavaron como puñales en mi interior, pues sabía que Adrián tenía razón.

-¿Estás seguro de que eso es lo que quieres?¿De verdad quieres seguir así?- repliqué, buscando aunque sea un poco de su atención.

-No me vengas con eso ahora ¡Tú empezaste todo esto!- Dijo, levantándose progresivamente mientras hacía lo mismo con su tono de voz.

-Tienes razón, por eso he venid...-

-¡Cállate! Solo desaparece, dime ¿Quién te pidió que regresaras en primer lugar?- exhaló profundamente, reprimiendo sus lágrimas.

-Podrías explicarme entonces, ¿Por qué me miras con tanta tristeza?-

-¿De verdad puedes decir eso en este momento?-

Pude ver que su mirada se transformaba lentamente de enfado a tristeza y poco a poco se fue sentando de nuevo.

-Te escucharé, pero no lo hago por ti.- dijo sin mirarme a la cara ni un segundo.

-Quiero terminar con todo esto...- su semblante volvió a cambiar, está vez se mostraba exaltado- No quiero que todo termine así, tú lo sabes, ninguno de los dos está conforme con esto-.

-¿Cómo quieres que está situación me parezca bien? ¿Acaso no me ves?- miraba hacia los lados buscando un lugar donde posar su mirada y con una pequeña inclinado acabó mirándome fijamente- tus acciones tienen consecuencias, ¿No tenemos 16 años ya? Deberías saberlo.-

-Es evidente que lo sé, soy completamente consciente, por eso estoy aquí...-

-Cuando algo se rompe nunca volverá a ser como antes, por mucho que lo intentes regresar a su estado habitual, solo acabarás dañando las dos partes- dijo tajantemente, sin permitirme hablar.

-No he venido contigo para volver a como era antes, está claro que eso es imposible. Sin embargo, no puedo soportar la idea de terminar todo de esta forma.-

-Tanto terminar, terminar ¿¡Terminar con qué, acaso vas a volver atrás en el tiempo?!- Me quedé helado, las palabras se atragantaban en mi garganta. - ¿¡No puedes dejar de ser un chiquillo!? Me das asco.-

Y él se marchó, sin un mínimo gesto o expresión, sin un solo sentimiento en su mirada, se fue con la esperanza de nunca tener que mirar atrás, algo que yo debería haber hecho hacía ya mucho. Sabía que Adrián también era una persona, él también sufría a causa de mis palabras, pero no quería dejarlo ir, no quería perder algo que había sido tan importante para mí. Pero ya era demasiado tarde.

La campana indicaba el final del descanso, todos los cursos empezaron a subir las escaleras histéricamente, como siempre lo hacían, nada había cambiado, nadie se había dado cuenta de nuestra conversación y evidentemente, nadie quería hacerlo. Miré a mi alrededor, buscando a la única personas quee hacía sentir tranquilo, pero ella no se encontraba allí, como no lo estará en muchos otros momentos. Entonces, me di cuenta; había empezado a depender de ella, de su presencia, necesitaba su voz para ser feliz y eso en cierta parte, también era un defecto de mi carácter.