1 EL FUEGO CONSUME LO QUE MÁS AMO.

Se dice que el mundo se creó con amor por un dios supremo que necesitaba compañía haciendo su creación a su imagen y semejanza llamándolos mortales, satisfecho con su primera creación decidió hacer de su propia energía hermosos seres luminosos que se encarguen de proteger y guiar a su creación en su ausencia, a estos los llamó Melek.

Sin embargo, esta creación llamada mortales no se quedó conforme con las reglas que les impusieron para vivir, anhelando más libertad y el poder que observaron de los hermosos seres luminosos misericordiosos que descendieron de los cielos para cuidar la creación del dios supremo.

Luego este dios supremo en una de sus visitas se enamoró de una de sus creaciones, la más perfecta de todas, y fruto de este amor nació un ser iluminado, pero ellos no podían vivir mucho tiempo como el dios supremo, así que este ideó un método para que ellos pudieran vivir a su lado eternamente.

Llevó a sus seres amados a un paraíso lleno de vida y hermosas criaturas sobre la tierra para que vivan allí con el fin de enseñarles el método de la cultivación espiritual y que lleguen a la divinidad como el dios supremo.

Pasaron años en los que el dios supremo se quedó junto a su familia guiándolos hasta que sus seres amados lograron la divinidad como él, la pareja del dios supremo anhelaba un hijo más, pero al llegar a la divinidad ya no era posible para ella concebir así que el dios supremo creó una bendición llamada luz sagrada y se lo otorgó a su pareja para que tenga todo lo que deseaba.

Esta bendición le permitió tener más hijos, estos 6 nuevos hijos desarrollaron otras bendiciones en forma de luz y de su cultivo espiritual divino desarrollaron magia espiritual logrando controlar muchos de los elementos del paraíso.

El dios supremo estaba feliz, sentía que lo tenía todo, adoraba tanto a su familia que no noto como su hijo mayor, anhelaba la magia que desarrollaron sus hermanos menores producto de la bendición Luz sagrada que con el tiempo oscureció su corazón de codicia.

Un día el dios supremo, consciente de su ausencia en el mundo mortal, deja a su familia para instruir a los hermosos seres luminosos Melek como tendrían que cuidar de los mortales cada vez que él se quede en el Paraíso con su familia, pero se sorprende al escuchar de estos seres que su hijo mayor descendió antes para enseñar en secreto a los mortales a cultivarse espiritualmente con la promesa de que los haría ascender a la divinidad y les daría poder eterno.

Enojado, el dios supremo retorna al paraíso para castigar a su hijo mayor solo para encontrar a sus hijos, luchando contra los mortales que con malas intenciones ascendieron a la divinidad por aprender los secretos de la cultivación espiritual, observa a 2 de sus 7 hijos muertos y a su pareja respirando el último aliento de vida en brazos de su hijo mayor, sin pensar más reúne todo su poder para aniquilar a los herejes, pero su pareja como último deseo de vida usa la bendición de luz sagrada para influir la calma y paz en la mente de todos evitando así la destrucción de toda vida en el mundo mientras susurra:

"Perdónalos porque creen que los has olvidado, ellos no saben lo que hacen, no destruyas algo que creaste con tanto amor, solo porque uno de tus hijos se equivocó y los guio al mal camino, es tu deber enseñarles".

De esta forma el dios supremo instruyó a los hermosos seres luminosos Melek que erradiquen a todo ser mortal ascendido que no muestre arrepentimiento y aún contenga maldad en su corazón, luego expulsó a su hijo mayor del paraíso quitando todo rastro de divinidad, habilidad para manejar y cultivar la energía espiritual, convirtiéndolo como castigo en un simple mortal.

Luego envió a sus 4 hijos restantes a distintas partes del mundo mortal, cada uno con un ser luminoso Melek como guardián con la misión de que establezcan el orden y guíen a los mortales perdonados que aprendieron la cultivación espiritual por el camino de la rectitud.

Les quitó su divinidad a cada uno de sus hijos, al igual que al mayor para evitar la codicia, y prohibió que guiarán a los mortales a esta, eliminando toda mención de las técnicas de ascensión a la divinidad de los secretos divinos del universo.

De esta forma, mientras el mundo mortal se fue reorganizando y estableciendo de forma pacífica cada hermano formó un imperio, llegando a un acuerdo de paz entre ellos, los seres luminosos Melek al ya no ser necesitados volvieron a ascender a petición del Dios supremo. Estos imperios llevaron los nombres de los hijos del dios supremo, naciendo así el Sagrado imperio de Yvaktar, el Imponente imperio de Merel, el Ancestral imperio de Duart y el Audaz imperio de Berkel.

"De esta forma termina la historia, Liang Yvaktar ahora ya es momento de que te duermas".

A Liang no le parecía interesante cómo se originaron los imperios, no creía fielmente que el mundo se formará de esa forma, sino como fue el origen de su familia, ya que sus antepasados se mezclaron con los seres luminosos Melek mediante la unión conyugal y no entendía por qué los hermanos que forjaron un mundo de paz rompieron su promesa.

"Mamá, ¿Por qué hay conflicto entre Duart y Berkel si los hermanos juraron establecerse y tratarse de forma pacífica, es tan fácil romper una promesa, no crees que el conflicto también podría venir a nuestras tierras?"

La emperatriz Iyul Yvaktar se sorprendió por las complicadas preguntas que le hacía su hijo con tan corta edad.

"Es muy difícil que alguien de tu edad lo entienda, pero debes recordar que esa promesa se hizo siglos atrás, es posible que su descendencia no lo recuerde porque al educarlos les hicieron creer que una promesa de paz no es más valiosa que obtener los recursos del otro a cualquier costo, eso es ser avaricioso y nos conduce a realizar actos fuera de nuestra moral, debes saber que ambos perdieron algo importante y eso se llama honor mi hermoso Liang, es algo que todo gobernante debe poseer si desea mantener la paz".

Liang comprendió algo importante esa noche, mientras su madre lo despedía con un beso en la sien, se dijo así mismo que el honor sería una cualidad que nunca le faltaría y de esta forma entró en un agradable y profundo sueño.

La emperatriz Iyul Yvaktar tranquilamente se retiró de la habitación para dirigirse a sus aposentos cuando uno de sus guardias oscuros la intercede con el fin de informarle algo importante.

"Esteban, espero que tengas la información que te pedí y las noticias sean a nuestro favor."

El guardia oscuro que apenas recobró fuerzas agacho su mirada con pesar, dudando en informar esta triste noticia.

"Me temo que las visiones de su sobrino Abjal son ciertas, Antoine Yorks Ministro de economía de Yvaktar y su esposo el emperador consorte Shaiming Solem se han reunido en secreto, la familia Yorks ha financiado 100 mil soldados al mando de 2 generales de la primera división del ejército del Audaz imperio Berkel que ya lograron infiltrarse en nuestras fronteras, todo a cambio de una unión con su hija Claudia Yorks y todos ellos tienen la orden de tomar el palacio imperial esta noche, solo nos quedan 3 generales de división aliados dentro del ejército y unas 2 horas antes de que los traidores lleguen a la entrada del palacio."

La emperatriz Iyul Yvaktar sintió todo su cuerpo enfriarse y un agudo dolor en el pecho, se tomó un momento para pensar con claridad mientras se frotaba ambas manos sobre el rostro.

"Como se atrevieron a traicionarme, ughh ¡dios! Todo este tiempo tramando derrocarme a mis espaldas."

Sin perder un minuto más, Iyul transformó el dolor en coraje, enderezó su postura y miró fijamente al guardia oscuro.

"Reúne a los demás generales y la guardia oscura, necesito que el general Caín no regrese de sus negocios en Merel, debe quedarse allí de incógnito y esperar las órdenes de mi hermano Abdul, todos los 3 generales junto al resto de la armada deben evitar todo lo que puedan el ingreso de los traidores por las puertas del sur y defender a los ciudadanos indefensos, quiero que le avises a mi hermano Abdul que su único deber es encargarse de sacar a Liang de este lugar, estoy segura de que él sabrá qué hacer."

"Mi Emperatriz Iyul ¿qué pasará con usted y el príncipe Arang?, permite que la guardia oscura se encargue de sacar a todos a salvo."

Iyul Yvaktar entendía la preocupación de su leal guardia, sin embargo, sabía que no habría un mañana para ella porque descubrió esta mañana luego de recibir la carta de su sobrino Abjal que su consorte había estado envenenando sus alimentos por meses y sin poder notarlo su salud ya estaba al límite.

Si no había un futuro para ella, al menos intentaría llevarse a esos malditos a su tumba, en cuanto a su hijo Arang estaba detallado en la carta que era importante que se quedara, al principio se resignó de darle ese frío destino a su menor hijo, quería luchar para sacar a ambos de este lugar, pero sabía las consecuencias que esa decisión traería.

"Arang se quedará a mi lado, en estos momentos está en mis aposentos, yo me encargaré de él, necesito que la guardia oscura despeje el camino hacia la sala norte, ¡es una orden!."

"¡Entendido su Majestad!"

Liang despertó luego de escuchar fuertes gritos y estruendos fuera de su habitación, preocupado decide bajar de su cama para asomarse a la ventana de su alcoba, logra observar a la luna llena brillando hermosamente sobre un cielo carmesí y debajo de ella al palacio imperial Ming, su hogar en llamas.

Sus hermosos ojos se cristalizaron y su respiración se aceleró mientras observaba la terrorífica escena, decenas de soldados del Audaz imperio de Berkel masacraron a los ciudadanos, se observaban los cuerpos sin vida de mujeres y niños en el patio, los gritos de inocentes suplicando por su vida hacían eco en todo el lugar, sin perder el tiempo cogió su espada Jian carmesí y las matrices de cultivación que necesitaría para defenderse, ya que no podría defenderse si un soldado con cultivo mayor al suyo lo emboscara, después de todo aún era solo un niño.

Mientras se cambiaba de atuendo, la puerta de su habitación empezó a ser golpeada innumerables veces tratando de ser derribada, no tuvo tiempo para pensar con claridad en un escape cuando de pronto tres sujetos en trajes negros logran ingresar.

Uno de ellos le lanza un golpe en el rostro y lo levanta sujetándolo del cuello mientras los otros dos le sujetaban las manos evitando que se defendiera, podía observarse en los fríos ojos del hombre que lo ahorcaba, sentía un dolor tan intenso que descendía desde su cuello hacia sus extremidades y en lágrimas intentaba todo lo posible por escapar de los sujetos.

Siente que su respiración cada vez disminuye al punto de ya no poder ver ni oír nada, perdiendo ya toda esperanza, súplica al cielo que el mismo destino no les pasé a sus familiares, cuando de pronto algo caliente salpica en su rostro.

Sintiendo que el agarre sobre su cuello se libera, empieza a toser tratando de respirar nuevamente con mucha fuerza y rapidez, observa que unas manos lo levantan y comprueban su estado de pies a cabeza.

Al levantar la mirada, Liang observa a su tío Abdul Yvaktar con su espada de jade en mano y a los tres sujetos inmóviles en el suelo, dos de ellos sin muchas de sus extremidades unidas.

Tratando de recepcionar lo que sucedía, Liang escucha que su tío Abdul le grita

-"¡Deja de perder el tiempo y sígueme!".

Ambos salen de la habitación y empiezan a correr por el pasillo hacia una de las salidas de emergencia escondida en la pequeña sala de juegos de los príncipes usada en casos de ataque, sin perder más tiempo, Liang le pregunta a su tío Abdul

"¿Qué está pasando y en dónde se encuentra Arang?"

Abdul se da cuenta de que la emperatriz Iyul Yvaktar decidió ocultar lo que sucedía a Liang, tal vez por el hecho de que Liang se opondría a las decisiones que ya se han tomado, así que decidió ser cortante en cuanto a información innecesaria.

"No tenemos mucha información porque todo fue repentino, pero al parecer la familia del ministro Antoine Yorks planeo esto con intenciones de derrocar a la emperatriz Iyul Yvaktar, tu madre está en la sala norte esperándonos."

"¿Y mi hermano Arang?, tenemos que ir por él."

"Descuida afortunadamente cuando todo inicio estaba en los aposentos de la emperatriz, sus órdenes fueron buscarte y encontrarnos en la sala norte en donde todo está preparado para huir al refugio en el monte Ikuan."

"¿Cómo pudo pasar esto, infiltrarse en el palacio sin ser notados por tus guardias oscuros?, y ¿por qué no luces tan sorprendido?, acaso Abjal lo vio venir"

"Tengo entendido que los tatuajes de rosas y dos espadas en los cuerpos de los sujetos que te atacaron, deben ser mercenarios del Audaz imperio Berkel."

"Tío, si el imperio de Berkel está aliado con Antoine Yorks, esto es más complicado de lo que creímos, escapar solo indica que vamos a permitir que otra familia imperial ocupe el trono del Sagrado Imperio Yvaktar, sabes que los Yorks serán títeres de los Berkel, no podemos permitirlo."

Abdul miró a Liang con lástima, no sabía cómo explicarle que su padre era quien planeo toda esta masacre con el financiamiento de los Yorks y sería el próximo títere del Audaz imperio Berkel.

"Tú solo tienes 10 años, tu mayor preocupación debe ser salir vivo de este lugar, andando."

De esta forma llegaron a la habitación principal lateral que los llevaría a otro pasillo escondido entre sus murales para llegar en menos tiempo a la sala norte. El camino era una tortura, las hermosas paredes se pintaban de rojo mientras el fuego consumía sin piedad todo a su paso, haciendo difícil distinguir los caminos.

Liang recordó que en esta habitación muchos de los ciudadanos de Yvaktar se reunían cada mes para obsequiar, ya sean sus cultivos, objetos hechos a mano o hermosas canciones, a su madre, la emperatriz Iyul en forma de agradecimiento por la ayuda que ella ofrecía a quien lo necesitaba, recordó a todo esa gente sonriente, a los niños que se le alegraban cuando le obsequiaban dulces, pero los gritos a su alrededor que cada vez se hacían más fuertes, le decían que esos momentos jamás volverían.

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