CAPÍTULO 3.

III.

Para llegar a ese lugar acepto este distante y peligroso viaje.

「 Cuenta regresiva: 15 días. 」

Este de Koryo

Aldea de la Luz.

La familia Byun se encontraba atareada preparando el pan para la manada, tenían una pequeña pero acogedora panadería que expedía el delicioso olor a pan recién horneado todas las mañanas, que, por cierto, tenía encantados a todos en la aldea, en especial a la familia del alfa supremo.

Días atrás ambos hermanos habían recibido la visita de un lobo aparentemente norteño que los dejo un poco nerviosos y con la promesa de que pensarían en su propuesta este se había marchado, sin embargo, ambos chicos decidieron no darles importancia a las últimas palabras dichas por aquel hombre alto.

"Espero que no vengan cuando sea demasiado tarde"

...

「 Cuenta regresiva: 10 días. 」

Usualmente el ambiente en la aldea de luz era reconfortante y familiar, contrario a lo habitual, ese día se percibía un aura pesada, a pesar de que todos actuaban con naturalidad, se sentía cierta preocupación en el aire, lo que otros describirían como la calma antes de la tormenta.

A su regreso de las entregas, Luhan y Baekhyun vieron cómo se reforzaba la seguridad en los alrededores de la aldea, sabían que su padre, al igual que todos los alfas y betas de la aldea se encontraban en una reunión de emergencia con Yuhno y su guardia, definitivamente algo raro estaba pasando, el ánimo de los hermanos decayó rápidamente al llegar a casa y encontrar a su madre Sooyoung, empacando lo que parecía ser alimento y ropa, al preguntarle la razón de sus acciones, está dirigió una mirada nostálgica a sus cachorros de 17 años.

—Baek, Lu, no sabemos que vaya a pasar esta noche, pero mi corazón está agitado. Pase lo que pase, deben recordar quienes son y de dónde vienen, mamá y papá siempre estarán orgullosos de ustedes dos. —

La bella mujer abrazaba y besaba a sus hijos como si de una despedida se tratase, cuatro paquetes pequeños habían sido preparados. Con la llegada de Sungjae a casa el ambiente no se aligeró, al contrario, mientras informaba de la situación a su familia un estruendo irrumpió en el bosque, gritos y aullidos fueron lo siguiente, su padre, aquel hombre siempre amable y comprensivo se transformó en él beta imponente y respetado que era en tiempos de guerra, siendo el segundo al mando que ayudó a fundar la aldea de la Luz en sus días de juventud junto a Yuhno, ordenó a su familia transformarse haciendo uso de su voz de mando y con los paquetes de víveres atados a la espalda salieron de su propiedad para dirigirse con rapidez a casa del alfa supremo, Baekhyun dio un último vistazo al que había sido hogar, al observar el cielo divisó nubes negras arremolinarse en él, rayos oscuros caían sobre los árboles y el fuego se extendió por lo que había sido la escuela de entrenamiento para cachorros, de un momento a otro parecía que se encontraba en zona bélica, corrientes de viento incapacitaban a los lobos moverse libremente y sin saber quién era el enemigo no había mucho que hacer, la posición defensiva fue adoptada.

Con éxito lograron llegar a casa del alfa antes de que se sellaran las puertas, ambos chicos se sentían incapaces de procesar todo lo que estaba sucediendo, el aullido de dolor de su madre y la caricia de su padre sobre sus frentes fue el detonante en aquella situación, Luhan sin emitía sonidos lastimeros y las lágrimas caían de sus claros ojos siguiendo el camino entre su pelaje, lamía sus lágrimas tratando de mantenerse fuerte al ver a su padre partir detrás del alfa, su posición de omegas no les permitía ir a la batalla.

JaeJoon, compañero del alfa supremo se colocó al lado de Sooyoung y está le servía de consuelo mientras se dirigían al refugio donde se encontraba ya el grupo de omegas, los pocos alfas y betas presentes eran los encargados de la seguridad.

—¿A dónde creen que van? — Una voz distorsionada detrás de ellos escupió las palabras con desprecio.

— Baek, llévalos a nuestro refugio.

Baekhyun protestó. "¿Qué crees qué haces? Estás loco, no te dejare aquí" Sooyoung intentaba razonar con su hijo, quien les dedicó a ambos una mirada cálida. —Confíen en mí. —

Tras escuchar estas palabras, Baekhyun a regañadientes y con el corazón encogido se aseguró de arrastrar a su madre por el camino, una vez en el bosque se echaron a correr en la formación ya establecida, no sabían qué ocurría, los cielos se habían vuelto locos, había rayos oscuros por doquier, aullidos desgarradores se escuchaban en todas las direcciones, el viento encontrándose en distintas corrientes empezaba a formar diminutos tornados que con el paso del tiempo se iban agrandando y enfureciendo arrastrando todo a su paso, uno creció tanto que alcanzó las nubes, la electricidad lo recorría, Baekhyun podía notar los restos de madera de lo que una vez fue su querida aldea.

Cuando parecía que estaban a salvo en las profundidades del bosque, una figura envuelta en nubes negras se posicionó frente a ellos haciéndolos parar en seco, los alfas se adelantaron al ataque, pero fueron electrocutados por los rayos, los betas restantes les siguieron obteniendo el mismo castigo.

Dolor y miedo.

Baekhyun tenía que hacer algo, su mente inundada con el dolor de estar separado de su padre y hermano, preocupación por su madre y el resto de omegas no le permitía pensar con claridad. ¿Qué podía hacer un simple omega como él?

«Úsame»

La sombra se acercaba hacia él con pasos firmes, lentos y tortuosos, no lograba identificar los rasgos, la oscuridad de la noche y espesor del bosque no le permitían verle la cara a su rival, trago saliva y se irguió en su lugar. "Mamá sigue sin mí, avanza hasta las fronteras con el norte y no voltees hacia atrás, llevaré a papá y Luhan conmigo."

«Úsame»

Esta vez fue JaeJoon quien arrastró a una Sooyoung destrozada y echa un mar de lágrimas aún en su forma animal, huyeron del lugar con tanta rapidez como su embarazo le permitía. Baekhyun los observó y decidió prestar atención a la voz desconocida en su mente.

«Úsame»

«Úsame»

«Úsame»

Lo siguiente que supo fue que su rival empuñaba lo que parecía ser una espada de rayos, su lobo desapareció, siendo sustituido por algo más que no reconocía, la espada rasgo violenta su brazo, no había sangre, en su lugar gotas blanquecinas caían al suelo, sabía que no podía hacer mucho así que decidió abandonarse a esa voz, la consciencia de Baekhyun se desvaneció.

«Te usare»

La transformación se completó y la batalla entre el ser de luz y aquel ente oscuro comenzó, inexperto en lucha el ser de Luz se encontraba siendo sometido por su rival, habría perdido la vida de no ser porque su hermano apareció en el momento justo, luciendo bastante desorientado y con el cuerpo maltratado. ¿Baekhyun? Había dicho, obligándolo a recuperar su conciencia.

El ente oscuro se encontraba inmóvil, fue entonces que ambos hermanos notaron las pupilas enrojecidas de este.

«¡Huyan!»

Como si de una orden se tratara ambos hermanos se echaron a correr entre el bosque, siguiendo el rastro del olor de su madre. Tenemos que volver por papá. Fue el pensamiento de Baekhyun hacia su hermano, el cual fue respondido. Sigue corriendo, ya me ocupé de eso. El más bajo entonces se percató de que el viento retomó las corrientes y su hermano se veía herido, pero no era momento de preocuparse por las heridas, debían encontrar a sus padres y huir de aquellos entes desconocidos.

La madrugada los recibió con aparente calma, ignorando el cansancio siguieron corriendo hasta que sus fosas nasales fueron golpeadas por él fuerte olor a sangre mezclado con el olor de su padre, a unos cien metros divisaron dos cuerpos recargados sobre el tallo de un enorme roble, corrieron tan rápido como sus cuatro patas les permitieron y al llegar encontraron al Beta herido de gravedad, el alfa supremo se encontraba a su lado en peores condiciones, ambos cuerpos estaban bañados en sangre, los hermanos tuvieron que transformarse y sujetar a los mayores a sus espaldas para poderlos transportar, pesaban demasiado.

En el camino se encontraron con Yifan quien los guio hacia los territorios del norte, no detuvieron su andar hasta llegar a la aldea del cielo, donde fueron recibidos por un nuevo día, en el hogar de dicho alfa, para su sorpresa su madre los esperaba ansiosa y con el rostro afligido, después de asegurarse de que sus cachorros tenían heridas menores, centró su atención en su compañero destinado cuyo pulso se encontraba débil, tan débil como su vínculo, Yifan ordenó a sus subordinados transportar a los heridos a las habitaciones donde Lay aguardaba pacientemente.

•••

Horas antes, enfrentamiento de Luhan.

Luhan era consciente de que tenía un mejor control de su poder que su hermano, aquel poder que nunca creyó que necesitaría pero que aun así había entrenado por un corto tiempo. Transformado en humano, colocó sus manos con las palmas hacia el cielo sintiendo la energía emerger de sí mismo, si bien no podía luchar contra aquel hombre cuyo único rasgo que divisó fueron los orbes rojos y llenos de maldad, al menos tendría que bloquear el camino y darle tiempo a su familia de escapar, el hombre parecía dispuesto a atacar en cualquier momento. Luhan visualizó toda clase de objetos entre aquel hombre y el, sus manos se movían en todas direcciones, las venas de estas parecían a punto de explotar por la fuerza empleada, su energía era drenada con cada objeto que movía, principalmente los restos de las cabañas, grandes trozos de madera, tan rápido como los colocaba eran destruidos por el viento de aquel hombre, estaba demasiado concentrado en mover tantos objetos que no se percató en el cambio de escena, se encontraba frente a su padre y el alfa supremo a punto de ser atravesados por los rayos, no tenía idea de que tan lejos los podía enviar, visualizó el único árbol que podía recordar y haciendo uso de la telequinesia los envió allá, los rayos impactaron el suelo y de nuevo todo a su alrededor cambio en apenas un pestañeo, se encontró a sí mismo frente a la silueta de un cuerpo que él reconocía, aunque sin rostro o rasgos humanos visibles. "¿Baekhyun?"

"¡Huyan!"

•••

Luhan se sentía deprimido, pues en el camino había perdido su paquete de víveres y su manada se vio reducida a un cuarto de lo que era, cientos de vidas fueron tomadas por aquellos extraños, no hubo distinción alguna, la aldea, intuía, era ahora todo escombros y restos de lo que un día había sido.

Sooyoung no se había separado de su compañero aun cuando le habían sugerido dejar que el curandero se encargara de él, había vigilado cada movimiento de aquel chico rubio y de aspecto dulce.

—Alfa y beta estarán bien, he curado a los heridos, ahora sólo necesitan descansar, todos. — Parecía más una orden que una recomendación.

Horas después, Yifan dirigió a los hermanos Byun a lo que parecía ser un despacho, en el cual se encontraba el curandero que salvó la vida de su padre y del alfa, cabe mencionar que el chico estaba más dormido que despierto, al parecer su energía también se drenaba con facilidad, a su derecha se encontraba un chico de ojos juguetones y sonrisa tierna, a la izquierda del curandero se encontraba un pelinegro de semblante serio, grandes ojos y labios carnosos.

—Bien, todos ustedes fueron testigo de la maldad de las fuerzas rojas. — Inició Yifan con tono serio. —Debemos decidir entre ir contra ellos o ver morir a los nuestros.

Baekhyun no daba crédito a lo que escuchaba, si había entendido bien, además de él y su hermano, esos cuatro chicos frente a ellos tenían poderes y el alfa Yifan estaba en contacto con uno más del suroeste, ahora debían entrenar y en el futuro enfrentar a esos entes que no solo destruyeron su aldea, sino que también causaron estragos en la aldea rocosa y la aldea del hielo, incluyendo otras regiones, el alto se había dirigido a ellos como las fuerzas rojas. Él omega no tenía idea de lo que aquello significaba, pero estaba seguro de que no quería volver a ser testigo de la destrucción y la muerte, no cuando estuvo a punto de perder a su padre, no cuando su hogar se había visto reducido a las ruinas.

En la habitación reinaba un silencio sepulcral, esta vez fue Kyungsoo quien habló no sin antes aclarar su garganta. —Mataron a todos en mi aldea... mataron a mis padres, yo voy. — había dicho sin pizca de duda, Yifan asentía a modo de respuesta para después posar su mirada en el curandero.

—No tengo un hogar al cual regresar— Al escuchar las palabras del castaño, Baekhyun sintió un nudo formarse en su garganta, él era afortunado al tener a su familia. — Iré contigo alfa. —Concluyó Yixing.

—Estoy en la misma situación que el curandero. — Fueron las palabras de Xiumin, los hermanos podían notar el resentimiento en estas.

Los hermanos eran el objetivo de todas las miradas. Luhan habría preferido hablar con sus padres antes de tomar una decisión, pero Baekhyun se adelantó, firme. —¿Qué tenemos que hacer?

Una pequeña sonrisa ladina adornó el rostro del que suponían sería su nuevo líder.

—Por ahora, esperar, mi amigo se encargará de reunir al resto, después el destino y la madre luna nos guiarán.

「 Continuará. 」