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Capítulo 2 – El Clan de los Guerreros Sangre de Dragón (Parte 1)

Translator: Nyoi-Bo Studio Editor: Nyoi-Bo Studio

En un abrir y cerrar de ojos, otro medio año pasó. Entrenando duro y fortaleciendo su cuerpo, Linley pasó a través de la gentil y cálida primavera, el abrazador verano, y el escalofriante otoño. El árbol de álamo blanco al costado del campo de entrenamiento vacío del pueblo de Wushan siempre dispersaba algunas hojas secas en el suelo cada vez que el viento soplaba.

El cielo se volvía lentamente oscuro.

Hoy, había un excepcionalmente gran número de personas en los campos de entrenamiento, cerca de trescientas. 

—El entrenamiento de la tarde termina ahora —Hillman sonrió—. Sin embargo, antes de irse, todo el mundo necesita felicitar a esta cosecha de niños que están a punto de dejar el pueblo de Wushan para entrar en el ejército.

Con el final de otoño venía la temporada de reclutamiento. Con el continente entero enfrascado en una era de guerra, cada joven sería convertido en un poderoso guerrero como medalla de honor. Naturalmente, también había quienes deseaban convertirse en magos, pero convertirse en mago era una extremadamente difícil. Tal vez solo una persona en diez mil tendría la calificación necesaria para convertirse en mago. Con tan baja probabilidad, la persona promedio incluso ni lo consideraba.

Convertirse en guerrero era mucho más fácil. Una vez cumplidos los dieciséis años, siempre que fuesen al menos guerreros de primer rango, fácilmente podrían entrar al ejército.

—¡Tío Hillman, gracias!

Ciento veintiséis niños, todos de diecisiete años, se inclinaron respetuosamente hacia Hillman. Esos jóvenes normalmente no asistían al entrenamiento. Todos ellos se habían convertido en adultos, y tenían sus propios trabajos. Pero ya que todos habían sido entrenados por Hillman desde que eran pequeños, todos consideraban a Hillman por haber sido un maestro benevolente.

Antes de entrar al ejército, todos fueron allí a despedirse de Hillman.

Mirando a ese grupo de muchachos de diecisiete años lleno de energía y ansias, Hillman estaba lleno de incontables sentimientos encontrados. Eso era debido a que Hillman sabía que todos esos chicos estaban ansiosos de entrar al ejército, pero después de diez años de servicio militar, ¿cuántos de ellos volverían con vida?

—Espero que al menos la mitad de esos ciento veintiséis sean capaces de regresar vivos —Hillman oraba silenciosamente.

Hillman miró a los chicos, y dijo en voz clara: —¡Mocosos, escuchen! Todos ustedes son los hombres del pueblo de Wushan. Los hombres del pueblo de Wushan deben enderezar sus pechos y darle la bienvenida a cualquier reto, y aceptarlos sin miedo. ¿Me estoy dando a entender?

Todos esos muchachos de diecisiete años enderezaron sus pechos, sus cuerpos se pusieron rectos. Sus ojos estaban llenos de ansias por la vida militar, todos respondieron fuerte al unísono, —¡Entendido!

—¡Bien! —Hillman se puso de pie con el cuerpo recto también. Su fría mirada estaba llena de un aura militar.

—Mañana, todos ustedes partirán. Esta noche, prepárense bien. Sé cuan fuertes son. ¡Todos serán capaces de entrar fácilmente al ejército! ¡Yo, Hillman, esperaré aquí hasta que hagan su regreso triunfal al pueblo de Wushan! —dijo Hillman con una voz clara.

Los ojos de esos jóvenes brillaron.

Regresar a casa con honor, ese era el sueño de cada joven.

—Ahora, les ordeno a todos, vayan a casa inmediatamente y comiencen sus preparativos. ¡Dispérsense! —dijo con una voz fría y feroz.

—¡Sí, señor!

Ciento veintiséis jóvenes saludaron respectivamente, y se dispersaron. Fueron seguidos por la mirada de adoración de los cerca de doscientos jóvenes que quedaban. Mañana, ellos comenzarían un nuevo viaje.

—Tengo dos años más. Cuando llegue a esa edad, también quiero entrar en el ejército.

—Realmente quiero vivir la emoción y la vida palpitante de un soldado. Si tengo que pasar toda mi vida aquí en el pueblo de Wushan, incluso si vivo por siempre, será decepcionante.

Un grupo de chicos de trece años conversaban entre sí. Todos ellos anhelaban esa emocionante vida, una vida llena de vigor. Todo ellos querían acumular méritos y obtener reputación. Querían ser adorados por las chicas y tener la estima de sus familiares.

¡Ese era su sueño!

—Linley, tu padre, el Señior Hogg, tiene un asunto extremadamente importante contigo. No vayas a jugar con otros niños. Ven a casa conmigo —Hillman caminó al lado de Linley. Mirándolo, Hillman se sintió muy orgulloso.

Linley era extremadamente inteligente. Bajo la tutela de su padre, Hogg, desde temprana edad, había aprendido muchas palabras y podía leer muchos libros.

Leer era algo muy lujoso. Usualmente, solo los descendientes de casas nobles podían leer. El clan Baruch era un clan extremadamente antiguo, y mantenía una enorme cantidad de libros.

—Tío Hillman, ya lo sé. Mi señor padre me lo ha recordado tres veces. Mi señor padre nunca ha estado tan insistente sobre algo. No me iré por ahí a jugar —Linley sonrió, revelando sus dientes blancos como perlas, fuesen perfectos sino fuese por el hecho de que le faltaba uno. A Linley le estaban comenzando a crecer los dientes permanentes.

—Es suficiente. Has perdido uno de tus dientes frontales. Cuando sonríes, dejas que el viento entre —Hillman rio—. Ve, ve a casa.

En el antiguo patio delantero de la Mansión Baruch, después de que la familia terminó de cenar, Linley estaba jugando con su hermano menor.

—¡Hermano mayor, abrazo, abrazo!

El pequeño Wharton estaba observando a Linley con una mirada pura, simplemente encantadora. Caminando con paso inseguro, extendió una pequeña mano hacia Linley, tratando de abrazarlo. Linley de pie no muy lejos, tranquilamente esperó a que el pequeño Wharton se le acercase.

—¡Wharton puedes hacerlo! —Linley lo animó.

Los pasos tambaleantes del pequeño Wharton hacían que las personas temiesen que cayese con cada paso que daba. Pero al final, el pequeño Wharton se las arregló para precipitarse a los brazos de su hermano mayor. Su piel suave, era tan suave como el agua, era ligeramente rosada. Sus grandes ojos miraban a su hermano mayor, y con una voz de bebé, dijo: —Hermano mayor, hermano mayor.

Observando a su pequeño hermano, el corazón de Linley se llenó de calidez y amor incondicional.

Sin madre, ni abuelos. A pesar de que tenía a su padre y al guardián de la familia para cuidarlos, Linley, quien había madurado pronto, era extremadamente amoroso y protector hacia su pequeño hermano. En los ojos de Linley, como su hermano mayor, era su trabajo cuidar de su pequeño hermano.

—Wharton, ¿qué has aprendido hoy? —preguntó Linley, sonriendo.

Wharton frunció el ceño, una extremadamente linda expresión. Después de reflexionar, dijo emocionadamente, —¡Hoy aprendí como usar los trapos!

—¿Trapos? —El rostro de Linley reveló una sonrisa incontrolable—. ¿Qué limpiaste?

Contando con sus dedos, el pequeño Wharton dijo: —¡Primero usé los trapos para limpiar el piso, luego las pocetas de los baños, y al final limpié… limpié… cierto, limpié los platos! —Él miró emocionadamente a Linley, esperando un cumplido.

—¿Limpiaste los baños, y luego limpiaste los platos? —Los ojos de Linley eran enormes.

—¿Qué? ¿Hice algo malo? En verdad los limpié muy bien —en la pequeña cabeza de Wharton, sus ojos estaban llenos de incomprensión mientras miraba a su hermano mayor.

—Joven maestro Linley, su padre lo está buscando. Permítame cargar al joven maestro Wharton —un anciano caminó ante ellos. Ese anciano era el mayordomo del clan Baruch, Hiri. En toda la mansión, además del mayordomo, no había ni siquiera una sirvienta.

Linley no tenía más tiempo para charlar con Wharton. De inmediato entregó a Wharton al abuelo Hiri, y se dirigió hacia el salón de invitados.

—¿Me preguntó por qué mi padre me habrá convocado? —a pesar que era joven, Linley podía sentir que esta vez, su padre lo había llamado por algo importante.

Entrando al saló de invitados, en una esquina había un reloj de péndulo que era tan alto como Linley.

El reloj de péndulo podía ser considerado un objeto de gran calidad. Generalmente, solo las familias ricas o los nobles tenían tal reloj. En ese momento, el padre de Linley estaba sentado al costado de la chimenea. Las flamas en la chimenea ardían, crepitando y sonando.

—¿Uhm? ¿Por qué mi padre se cambió sus ropas? —viendo a su padre, Linley se llenó de asombro. Mientras estaba en casa, su padre normalmente solo vestía simples ropas. Solo entonces, mientras cenaban, su padre vestía ropas normales. Pero ahora, se había cambiado a un conjunto de ropas muy nobles y de hermosa apariencia.

El cuerpo entero de Hogg emanaba una antigua y noble aura. Esa aura no era algo que el dinero podía comprar. Era algo que un antiguo clan noble cultivaba en sus herederos. Un clan que había sobrevivido por cinco mil años. ¿Cómo podía un noble ordinario comparársele?

Hogg se puso de pie. Girando alrededor, cuando vio a Linley, sus ojos se iluminaron.

—Linley, ven conmigo. Vamos al salón ancestral. Tío Hiri, sabes sobre los asuntos de mi clan, así puedes venir también —Hogg sonrió.

—¿El salón ancestral? —Linley estaba asombrado.

Los miembros del clan Baruch solo se quedaban en la parte delantera de la mansión. El área en la parte de atrás, prácticamente nadie iba a limpiarla. Solo el salón ancestral en la parte trasera era visitado, una vez al mes, para limpiarlo.

—Pero este no es el momento para dar ofrendas a nuestros ancestros. ¿Por qué vamos al salón ancestral? —Linley tenía su cabeza llena de dudas.

Saliendo del salón de invitados, Hogg, Linley y el tío Hiri, quien aún sostenía a Wharton, seguían un camino de piedras azules hacia la parte trasera de la mansión.

Mitad de Otoño. La noche era más fría que el agua.

El viento frío soplaba, Linley no podía dejar de temblar. Pero Linley no hizo ningún sonido, debido a que podía sentir algo diferente hoy. Siguiendo a su padre, Linley también entró en el salón ancestral.

*Clack* La puerta del salón ancestral se cerró.

Con las velas en el salón comenzando a brillar, todo el salón de inmediato se volvió muy brillante. Linley pudo ver instantáneamente algunas tablas espirituales puestas muy al frente del salón. Ese grueso cúmulo de tablas espirituales se contaban volúmenes como los años del clan Baruch.

Hogg tranquilamente se puso de pie frente a las tablas espirituales, sin decir ni una palabra.

Linley se sintió muy nervioso. En todo el salón, además de los sonidos de las velas, no se escuchaba nada más. La tranquilidad era aterradora, creando una opresiva sensación en el corazón.

Repentinamente, Hogg giró y concentró su mirada en Linley. Con una voz pesada, dijo: —Linley, hoy, hay muchas cosas que deben ser hechas. Pero primero, déjame contarte algo de la historia de nuestro clan Baruch.

Linley pudo sentir que su corazón palpitaba frenéticamente.

—¿La historia de nuestro clan? ¿Qué puede ser? —en su corazón, Linley estaba ansioso por saber, pero no se atrevía a hacer algún sonido.

Una mirada de orgullo apareció en su rostro, Hogg dijo en una voz clara. —Linley, nuestro clan Baruch ha existido por cinco mil años. Incluso buscando en todo el Reino de Fenlai. No creo que podamos encontrar otro clan que sea tan antiguo como el nuestro —La voz de Hogg contenía un orgullo absoluto.

Antiguo. Esa era una palabra que algunos clanes nobles veían con gran importancia.

—Linley, ¿has escuchado de los legendarios Cuatro Guerreros Supremos del continente Yulan? —Volteando su cabeza, Hogg miró a Linley.

Con sus ojos brillando, Linley asintió. 

—Los conozco. De acuerdo al tío Hillman, los legendarios Cuatro Guerreros Supremos son: el Guerrero Sangre de Dragón, el Guerrero Flama Violeta, el Guerrero Tigre Rayado, y el Guerrero Inmortal.

Satisfecho, Hoog asintió. Sonriendo, dijo: —¡Correcto! Ahora, voy a decirte algo. Los Cuatro Guerreros Supremos actualmente representan a cuatro clanes antiguos. ¡Y nuestro clan Baruch es el clan antiguo que contiene la exaltada línea de sangre de los Guerreros Sangre de Dragón!