Capítulo 1 —Llegada—

Matthew al tener 18 años entro a primer grado de universidad en la carrera de publicidad, sus amigos habían entrado a otras carreras y diferentes universidades, para su mala suerte la universidad que eligió estaba bastante lejos, sus papás siempre quisieron lo mejor para el pero tener que mudarse se le hacía algo innecesario, habían pasado 2 semanas desde que habían quedado de acuerdo de la mudanza.

«En Madrid está el señor Miller el buen amigo de la familia con el que te puedes quedar, tiene un hijo de tu edad creo que irán a la misma universidad, será agradable» dijo su papá alegre

«Mamá y tu encontraron la manera de deshacerse de mi» río Matt

«Tómalo como una oportunidad» sonrió a su hijo

«Nos vemos» sonríe Matt y procede a abrazar a sus papás antes de subir al avión

«Cuidate mucho» dice su mamá para luego ver a su hijo abordar el avión

...

—Estuve solo 2 horas en ese avión y apenas siento mis piernas, papá dijo que el señor Miller me vendría a recoger pero no veo a nadie— pensó.

Matt había llegado hace unos 40 minutos aproximadamente, no contó el tiempo pero por lo que le decía el amigo de su padre es que había tenido un percance al llegar ya que había ido a una reunión de trabajo y no quería pedir a alguien más que fuera por el al aeropuerto

Este estaba sentado en un local de café qué había en el aeropuerto, decidió hechar un vistazo y levantarse hasta que vio al señor que busco tanto acercarse con una sonrisa

«¡Hola Matthew!» sonrió el hombre de edad media

«Hola Señor Miller, ¿cómo está?»

«Bien, me alegra verte» dijo Mike para luego tomar la maleta del joven, luego empezaron una conversación mientras se dirigían hacia fuera.

Mientras iban en camino a casa del señor Miller estaban estableciendo una conversación,

estaba ansioso pero a la vez algo distraído, jamás había estado en Madrid y la primera vez que va tiene que ir solo y aparte vivir con una familia de desconocidos, no es que considere al señor Miller un desconocido pero no es como que tengan una relación de amistad siquiera.

Más agradable no puede ser, nótese el sarcasmo en sus palabras, siempre le pareció graciosa la manera de hablar del sujeto, era muy parecida a la de su papá, solo que el hombre tenía la voz más gruesa así que una actitud simpática y agradable con voz gruesa y apariencia taciturna le daba algo de gracia, al menos tuvo algo de que entretenerse en el camino.