16 Capítulo 16: Odio

Evan se detuvo al escuchar un sonidito siseante de parte de Chris, lo miró curioso, encontró los ojos del niños estaba fijos en él y que no había más que ira en ellos, también apretaba su mano con fuerza, como si no quisiera dejarlo ir, preocupado alzó la mirada queriendo descubrir si algo a su alrededor había ocasionado ese comportamiento, solo descubrió que un hombre desconocido se había parado frente a ellos, cortando su paso. Vio confundido al hombre meter las manos en su saco abierto y entonces avanzar mirándolo de manera burlona, frunció el ceño y sostuvo firmemente la mano de Chris.

—Me fue difícil encontrarte, Evan —declaró, deteniéndose a una corta distancia.

Al escucharlo Evan también lo estudió, el hombre parecía estar en sus treintas, su cabello era castaño oscuro y sus ojos cafés parecían contener una extraña ira oculta tras la burla. Sospecha e incertidumbre hicieron aparición en su interior, aun así, no mostró ninguna señal de eso en su rostro. La realidad era que había estado preparándose para que un encuentro como ese sucediera desde que comprendió alguien del pasado de Evan Clare lo buscaba. El hombre lo conocía, entonces aprovecharía el encuentro para obtener información del pasado del antiguo Evan Clare.

—Quizás porque no quería ser encontrado —respondió con calma.

—Ja —soltó el hombre, sonriendo ahora sin una pizca de humor en sus ojos—. Resulta que ahora no quieres ser encontrado por la familia —prácticamente escupió la última palabra.

«¿Familia?», pensó con sorpresa. No sabía porque se sorprendía, el mundo de la novela era un mundo basto y real, que Evan Clare tuviera familia aparte de sus padres aunque esta nunca hubiera sido mencionada en la novela no debería sorprenderlo, en realidad una parte de él lo había estado esperando.

—Bloqueaste mi número.

A pesar de que ese hombre decía ser un familiar no iba a aceptar eso tan fácilmente, realmente, que fuera familia del otro Evan no significaba nada.

—Luego de un golpe perdí la memoria, no te recuerdo.

Esa era la cortada a la que había decido apegarse si alguien del pasado de Clare aparecía. No quería involucrarse con nadie de un pasado que no le pertenecía, quería estar alejado la situación fuera favorable o desfavorable para él.

—¿Perdida de memoria? ¿Esperas qué me crea esa mierda? —cuestionó.

Evan permaneció en silencio.

—¿Quieres que siga tu juego? —sacó las manos de su saco para moverlas en el aire en un especie de acto burlón—. Bien, soy Nate, el hijo del hermano de tu patético padre, quién murió por tu culpa —dijo, estudiando su reacción, esperando por algo que demostrará Evan mentía.

Al escuchar el nombre pensó el contacto en su teléfono y las llamadas.

—No te recuerdo —reitero.

—Siempre un mentiroso —suspiró como si lo lamentara—. ¿Qué planeas ahora con esto? ¿Despertar la compasión de William?

Conocía a uno de los protagonistas, tampoco era sorpresa.

El hombre le lanzó una mirada a Chris.

—Usaras al pequeño bastardo, supongo… —comentó, mirando con desprecio al niño.

Tomó a Chris en brazos, queriendo alejarlo del otro hombre. Al ver su acción por los ojos del hombre paso un fugaz desconcierto.

—Recuerdo que dijiste estar dispuesto a cualquier cosa, ¿no?

Frunció el ceño debido a la sospecha.

—Tú…

—Te habría ido bien con Carl, Evan. Fue tan amable para ir al hotel y todo, sin embargo tu... —chasqueo la lengua a modo de desaprobación—, rechazaste tan buena oportunidad de trabajo. Siempre has sido un desagradecido.

No estaba dispuesto a seguir escuchándolo, poco importaba la información que pudiera obtener de él, no iba a acercarse al tipo de persona que creía enviar un proxeneta a la puerta era hacer un favor, más aún el desprecio en sus ojos hacia Chris lo llenaba de inquietud.

Lo rodeó queriendo alejarse, el hombre entonces lo sujeto dolorosamente del brazo.

—Estoy hablando, omega. Baja la cabeza y escucha —gruñó en su oído.

Algo en el interior de Evan pareció ceder bajo la orden, ocasionado por un tipo de miedo que jamás había experimentado, sintió su cuerpo temblar y moverse fuera de su control, solo al sentir los brazos de Chris rodear su cuello consiguió ahuyentar esa sensación.

Parpadeo nervioso y al recuperarse levantó la mirada para enfrentar al otro.

—Suéltame.

—Tan arrogante. Eso ya no te queda, Evan, no cuando estas tan profundamente hundido en el barro.

—Dije que me sueltes —pronunció con lentitud.

—Mírate, el niño mimado de los Clare se ha convertido en un pobre infeliz dispuesto a prostituirse por dinero.

Evan luchó por apartarse del tenso agarre hasta que lo consiguió.

—¿Qué quieres? ¿O solo es tu deseo de insultarme lo que te trajo aquí? —Realmente se sentía curioso sobre eso, que lo había llevado a buscarlo.

—Deberías estar agradecido de que aceptará ayudarte.

—Olvida que te contacte si así fue. Me mantendré alejado de tu vida, mantente alejado de la mía.

Avanzó pero el hombre volvió a interponérsele.

—¿Es por tu pequeño plan de perdida de memoria? Debo confesar que te habías tardado. Te has vuelto paciente desde la última vez que te vi.

Evan lo ignoró y se alejó.

—William no se lo tragara. Te lo he dicho, Evan, él ya ni siquiera se acuerda de ti.

«Eso espero», pensó haciendo una pequeña mueca, se detuvo para girar sobre sus pies.

—No sé de quien hablas. Decidí cambiar mi vida, dejar todo atrás.

El hombre lo miró durante un tenso segundo, entonces sonrió con incredulidad, tan rápido como su diversión comenzó esta desapareció, entonces mostró una expresión repleta de acritud.

—Después de todo. ¿Quieres que te crea? ¿Qué lo dejaste atrás cuando hace unos meses suplicabas por una noticia de él frente a mi puerta? —preguntó escéptico, veneno en su voz.

—Lo creas o no, no me importa.

El hombre guardo silencio, mirándolo sin expresión.

—Mentiroso —dijo al final, en un tono extraño.

—Piensa lo que quieras, pero aléjate de mi.

El hombre gruñó y entonces se le acercó con paso violento.

—¿Perdida de memoria? No soy estúpido, tu perr-

—¿Algún problema? —interrumpió Matt, interponiéndose entre Evan y Nate.

Evan se sorprendió al verlo, a pesar de ser más bajo que el otro hombre Matt cuadro sus hombros y se movió hasta que Evan quedo tras él, Nate gruñó y él notó el casi imperceptible temblor en el cuerpo de Matt, el mismo tuvo que contener un estremecimiento.

—Matt, esta bien. ¿Puedes tomar a Chris y llevarlo dentro?

Matt apartó la mirada de Nate a regañadientes, al encontrarse con su mirada quiso hacerle saber estaba bien y podía lidiar con lo que pasaba, Matt asintió y tomó a Chris de Evan para caminar hacia la puerta.

Escuchó un poco divertido como Matt regañaba al guardia en la puerta por no intervenir. Le hizo un gesto al irritado hombre de uniforme para que continuará sin involucrarse y entonces volvió su atención al otro.

—No sé quien eres, no me interesa saberlo. Mantente alejado de mi y de mi hijo.

Sin esperar a que respondiera, Evan dio media vuelta y entró al edificio ignorando la mirada crítica del guardia de seguridad al pasar.

En el interior se detuvo un momento, mirando desconcertado como sus manos temblaban, respiró hondo intentando calmarse y luego se dirigió al área común, al ver a Matt junto a Elena en una de las mesas se acercó, se deslizó en un espacio libre y recibió a Chris del rubio sin decir nada.

Lo sentó en su regazo y tocó su rostro con preocupación.

—¿Chris? ¿Cómo conocías a ese hombre?

—Yo… papá solía ir a la casa de ese hombre a veces, para pedir dinero —dijo en voz muy baja.

Evan cerró los ojos en comprensión y suspiró. Así que por esa razón Evan Clare había estado contactando a su familia, resultaba obvio entender que por una razón u otra estos lo rechazaban. Lo más probable era que se debiera a su comportamiento del pasado.

—Ya veo.

Al abrir los ojos encontró que el niño lo miraba con seriedad.

—Es un mal hombre.

Asintió y besó su frente ante lo que era una clara advertencia en su beneficio. Deseaba preguntarle más, pero no era él momento y sobre todo, por la reacción del niño no parecía tener buenos recuerdos de esos encuentros. Ver a aquel hombre había perturbado a Chris, justo como con aquel otro. Apartó el cabello de su frente. «¿Cuál es tu secreto?» se encontró pensando, no por primera vez.

—Evan… —Matt parecía incómodo—, escuché lo que dijo… Sobre tu perdida de memoria.

Elena que sostenía a Mango se centro en él con desconcierto y preocupación.

—Oh Evan. ¿Eso es cierto?

—Yo… mentí. No es una completa perdida de memoria —decidió decir.

—Por eso parecías tan perdido a veces, cariño, podrías habérnoslo dicho —susurró Elena, tocando su mano en un gesto reconfortante.

—Iba a hacerlo, solo… esperaba conocerlos más.

—Entiendo.

—Ya decía yo que eras un poco extraño —comentó Matt con un suspiro—, y Francis me regaño por decirlo.

—Papá perdió algunos recuerdos tras una caída en el baño. Pero él me recuerda —dijo Chris, mirando a los otros dos.

—Por supuesto que si, eres su hijo —contestó Matt, sonriéndole a Chris.

—Marco, ¿llevas a Chris a jugar? —pidió Elena.

El niño asintió, dejó su asiento junto a su madre y esperó a Chris. Evan depositó otro beso en la frente de Chris como agradecimiento y entonces lo instó a ir a pesar de que realmente no quería verlo marchar de su lado.

Los niños se alejaron, pero aún permanecieron en su vista.

Ante la mirada preocupada de los dos, Evan suspiró.

—Estoy bien, un médico me revisó y terminé un tratamiento antes, pero es probable nunca pueda recuperar esos recuerdos —mintió—, no me gusta hablar de esto.

Ambos asintieron.

—¿Puedes seguir aquí? Ese tipo de alfas nunca acepta un no —dijo Matt.

Elena asintió con cansancio sombrío en su rostro.

—Debes tener cuidado.

Evan suspiró, sintiéndose repentinamente agotado. No tenía duda de que el tal Nate volvería, el odio que había visto en sus ojos era profundo y desconcertante por más de una razón.

—Lo sé.

—¿Quizás podrías pedirle a Francis ayuda? —sugirió Elena.

—No quisiera abusar de su amabilidad.

—Se enojará si no lo haces —dijo Matt, una pequeña sonrisa formada en sus labios.

—La dirección luego de dejar el albergue es confidencial, solo dejamos un número de teléfono para contacto, nada más. Sea quien sea ese alfa, no te encontrará con Francis. Después, puedes pensar en lo que harás, pero por ahora necesitas un lugar seguro —dijo Elena.

Evan miró su celular, al nombre de Francis en la pantalla, ambos tenían razón, necesitaba pensar en lo que haría, necesitaba ocultarse hasta asegurarse Nate se mantendría alejado.

Llevó su mirada a Chris.

Sin embargo no lo haría, pensó en la entrevista de trabajo, pensó en Chris, decidió que huir no era la respuesta. Evan realmente quería una vida tranquila, quería conseguir un hogar para Chris y para él, quería inscribirlo en la escuela y el mismo estudiar después, no podría completar ninguno de sus planes si comenzaba a huir, se había mudado para comenzar de nuevo, para comenzar su propia vida, simplemente no podía comenzar a huir como había sospechado lo hizo el otro Evan.

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