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De la mafia, al sexo opuesto.

Dos chicos involucrados en la mafia huyen mientras son perseguidos por enemigos del mismo negocio, una señora que presume ser bruja ofrece ayudarlos y darles una segunda oportunidad, viajando al pasado, para poder corregir sus errores, solo que la desesperación de ambos estropea el hechizo y despiertan cada uno en el cuerpo de una chica. Se ven obligados a esperar 5 años para que la brecha de su mundo se abra y puedan volver. En su realidad actual se darán cuenta que sus enemigos también están presentes. Deben sobrevivir y adaptarse a su nueva vida, así como afrontar situaciones para sobrevivir. ¿Querrán volver a su antigua vida? O ¿preferirán ser chicas?

Spellman21 · Fantasy
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11 Chs

Capítulo 8: Domingo.

—Genial... vamos—toma a Nataly del brazo y bajan rápidamente.

Nataly y Johanna bajan rápidamente las escaleras, su padre está afuera con Jacob, abren la puerta y salen al patio.

—Papá tranquilo, solo es un chico que vino a querer platicar ya que no me dejaste ir a su fiesta... eso es todo, tranquilo...—se atraviesa en medio de los dos.

—Señor, yo solo vine a ver a su hija para charlar, ya que ella había dicho que iría a la fiesta, no fue así que pase por aquí y quería saludarla...

—Está castigada—responde Alberto.

—Lo sé, no era mi intención molestar, solo venía a charlar con ella y eso es todo... me disculpo si llegue de forma inapropiada...—extiende su mano hacia el padre.

Alberto sonríe y estrecha su mano.

—Eso fue fácil...—agrega Nataly.

—Bien, estaré adentro, solo media hora y nada de irse de aquí—mira a Johanna.

Alberto entra a la casa.

—Estaré en la habitación, Johanna...—sonríe y se retira, dejando a Johanna sola con Jacob.

Johanna y Jacob charlan por un rato, mientras tanto Nataly regresa a su habitación, apaga la luz y se recuesta a escuchar música con sus audífonos. Después de un rato, escucha la manija de la puerta girar, es Johanna.

Se quita un audífono. —¿Cómo te fue?—se acomoda de lado para escuchar a Johanna.

Ríe. —No pasó gran cosa, solo charlamos, el porque estamos castigadas, la escuela y una que otra pregunta de mi pasado, que hará otra fiesta dentro de 3 semanas, le pregunté el motivo y bromeando dijo: Para festejar que ya eres libre y no estás castigada"...—ríe al recordar lo dicho por Jacob.

—Creo que estás enamorada, apenas unos días aquí y ya tienes novio....—agrega antes de colocarse el otro audífonos y seguir escuchando música.

—No... solo fue un platica y ya... si me atrae pero no creo que se de algo...

—Si claro...—Nataly sonríe.

—¿Y tú? ¿Sigues preocupada por el domingo?—se quita los zapatos.

—No lo estuviera si no supiera que no hay problemas, pero Nicky es un narcotraficante y mi padre un policía, ¿no te parece algo para preocuparse?—frunce el ceño.

—Tal vez... pero debiste terminar con el si no querías problemas...—responde mientras se coloca de nuevo su pijama.

—No te cambies frente a mí... es incómodo...—Nataly la moda con descontento.

—Cálmate, no tiene nada de malo...¿envidia?—ríe.

—Ash—le da la espalda y levanta el dedo.

...

Finalmente llega el domingo, Nataly está hablando por teléfono con Nicky, el viene en camino, espera llegar a las 2 de la tarde a la casa de las Pichardo.

—Ya quiero que sea la comida, muero por las preguntas que le harán a él... menos mal que no traerá a su hermano...—dice Johanna mientras se prueba una blusa.

—No no... por favor... esta vez ayúdame. En caso de alguna pregunta indebida o algún error, interviene... por favor hermanita...—toma las manos de Johanna y le ruega por su ayuda.

—¿Hermanita? Esto es en serio...  ¿qué me darás a cambio o que ganaré?—pregunta con burla, mirando como Nataly está frente a ella rogando por su ayuda.

—Te ayudaré con lo que necesites... lo que sea, pero quiero que desvíes la atención o ayudes en algo, en caso de ser necesario, claro...—sonríe.

Johanna acepta y se mete a la ducha.

Nataly baja a la sala y ve a su padre en la sala, sentado esperando al chico.

—¿Ya viene tu novio?—la voltea a ver en cuanto la ve pasar hacia la cocina.

—Ya viene, llegará en unos 15 minutos, papi...—sonríe y entra a la cocina.

Después de unos minutos Nataly ve llegar a Nicky, lo ve amparado por su hermano, rápidamente sube al baño donde se está duchando Johanna, al mismo tiempo recibe una llamada de Nicky, su hermano Angel pensó que mientras podría salir a comer com Johanna.

Toca la puerta varías veces. —Johanna... tenemos un problema... su hermano, vino aquí y espera llevarte a comer...—dice rápidamente.

—¿¡Qué?!—se escucha que se resbala y cae.

—¿Estás bien?—inquiere mientras intenta abrir la puerta.

—¿Ese chico es estupido o que? Obviamente no saldré ahorita, además que no puedo, y aunque pudiera, no lo haría...—responde desde el otro lado de la puerta.

—Está bien se lo diré...—baja rápidamente las escaleras.

Sale de la casa y ve a Nicky y a su hermano. Saluda a Nicky de beso y luego voltea con Ángel y le sonríe.

—Mi hermana no puede salir ahorita, así que no podrá acompañarte, Ángel. Lo siento..—hace una mueca de tristeza.

—Está bien, espero que luego podamos salir juntos ella y yo...—responde.

—Si, tal vez luego...—sonríe.

Nicky le entrega las llaves a Ángel y el de retira. Toma la mano de Nataly y caminan hacia la casa, donde los esperan.

—Tus padres estaban muy ansiosos por conocerme, pero eso me preocupa un poco, además que soy dos años mayor que tú...—

—Calma... mi padre quizás te dispara, pero nada más...—sonríe.

Nataly abre la puerta, de la mano le pide a Nicky que la siga, ahí están sus padres.

—Papá, el es mi novio—sonríe y lo presenta.

—Hola, mucho gusto, soy Nicky James—dice Nicky y estrecha su mano.

—El gusto es nuestro, te ves algo mayor, las veces que te mire de lejos, no te veías tan alto—dice Alberto.

—En realidad no soy tan mayor—ríe. —Tengo 17, pero a veces actuó de manera inmadura...—agrega.

Se sientan en la sala, minutos después baja Johanna, saluda a Nicky e intercambia miradas con Nataly.

Después se dirige a la cocina para tomar algo del refrigerador para beber, Nataly la sigue a la cocina.

—Te vas a quedar aquí, ¿cierto?—pregunta mientras ve a Johanna servirse jugo de naranja.

—Espere mucho este día, solo quiero ver como te comportas, además estando tu novio aquí—ríe. —y quiero ver la actitud de papá, solo rezo para que no le de un balazo...—salen de nuevo a la sala.

—Y dinos Nicky, a que te dedicas, ¿estudias?—pregunta Alberto.

—Am no, de hecho tengo un negocio, de ahí me mantengo y la escuela la estudio en línea, ya que no me puedo acomodar con los tiempos...—toma un poco de agua.

—Ohhh que bien... y cuéntanos, como conociste a nuestra hija—inquiere la madre.

—Cariño creo que eso no debemos preguntárselo—interfiere Alberto.

Paola ríe. —Solo es una pregunta pero no hay problema si no quiere responder... tal vez Nataly responda...—ve a su hija.

—Mamá...—se sonroja.

—Vamos Nataly, cuéntanos, antes de empecemos a comer...—Johanna la mira con una sonrisa.

Nataly suspira. —Bien, nos conocimos a través de internet, de Instagram...—Nicky la mira fijamente y algo sorprendido por lo que dijo.

—Bueno, fue en la escuela, no lo recordaba bien, el antes de osar de grado, nos conocimos, después nos agregamos a Instagram y comenzamos a conocernos, después el me propuso ser su novia y pues aquí estamos—lo toma de la mano.

Los padres de Nataly sonríen.

—Bien, pasen a la mesa, en seguida serviré la comida—se levanta y se dirige a la cocina.

Alberto y Johanna se levantan para dirigirse al comedor.

Nataly y Nicky se quedan atrás.

—¿Por qué primero dijiste que nos habíamos conocido por redes sociales?—Nicky la detiene.

—Me equivoqué, no recordé bien, bebé—sonríe tímidamente. —Vamos...—lo jala de la mano.

Minutos después todos se sientan a comer.

—Nicky, ¿y de dónde eres?—pregunta Paola mientras comen.

—Soy de San Francisco, California. Pero gran parte de mi vida la pasé en México...

—Nos da gusto concerté por fin, verte aquí en persona... teníamos semanas preguntándole a Nataly cuando se cumpliría esto, y aquí estás... de ve que eres un buen chico y estamos felices por ambos...—agrega Alberto.

—Hacen una muy linda pareja—dice Johanna antes de tomar un sorbo de vino.

La charla se extiende, platican de diversos temas. Después Johanna se levanta para subir a su habitación pero un fuerte dolor de hace presente, se sienta rápidamente y golpea la mesa.

—Ah...—respira de forma acelerada.

Todos se levantan cuando pensaron que se iba a caer.

—¿Qué te pasa hija?—Alberto se acerca.

—Nada, nada... creo que me levante muy rápido... iré a mi cuarto...—responde entre quejidos y con una sonrisa.

—Yo la acompañó...—Nataly la acompaña a su habitación.

—¿Estás segura?—Paola se acerca a ellas.

—No, no... estoy bien, mami—sonríe. —Que Nataly me acompañe...—agrega.

Ambas suben las escaleras y finalmente llegan a la habitación, cierran la puerta y Johanna se recuesta.

—¿Qué te está pasando?—le descubre la blusa y toca su frente. —Parece que tienes temperatura...

—Sentí un espasmo dentro del cuerpo, como en mi corazón... no fue por levantarme rápido, es por algo más, lo puedo sentir Nataly...—dice entre lágrimas.

—Dímelo... que sientes...—inquiere.

—Siento un dolor de cabeza muy fuerte, pero como si todo se distorsionara... nosotras... como si de repente todo se distorsionara...—responde un poco confundida.

—Estas muy cansada, debes descansar, cerraré las persianas para que no entre luz, duerme...—comienza a cerrar las cortinas y reduce la luz del foco.

—Tal vez sea por lo que hemos vivido repentinamente, algo así deberá ser, es por eso que te sientes así... descansa—sonríe. —Todo estará bien..., tal vez te pusiste así por el susto de que Ángel quisiera que salieras con él...—Nataly ríe e intenta calmar a su hermana.

Johanna ríe. —Ni me lo menciones, intentare dormir...—suspira mientras toma su pijama. —Y Nataly... gracias, por apoyarme... aunque estemos en una realidad desconocida...—la toma de su mano.

—Bueno... aquí somos hermanas... y en la otra realidad éramos hermanos, es lo mismo—responde con una sonrisa.

Nataly se levanta y sale de la habitación, se prepara para bajar las escaleras pero se queda en el pasillo, pensando en lo sucedido, le preocupa que lo que le sucedió a Johanna no sea una coincidencia.

Gracias por leer.

¡Saludos!