50 50) Un poco de amor y miedo

En la habitación de Jean y Pan, ambas vestían unos vestidos ligeros y más cómodos para su estado avanzado de embarazo. Ya no usaban esa ropa interior ajustada, al menos hasta que den a luz.

Aunque no vestían lencería exótica o algo llamativo, eso no les quitaba atractivo. Para su amado, ellas siempre serían hermosas, y vistiéndose así también les parecería muy erótico.

También estaba Luna allí, con su pijama y sosteniendo en sus brazos a Mini Luna como si fuera un osito de peluche. Ignorando a sus madres semidesnudas, ella también empezó a desvestirse un poco para esperar a quien más amaba.

Al final de la charla con su hermana, Ruiz por fin apareció en la habitación de las hermosas mujeres que lo esperaban, dejándolo completamente emocionado al verlas. No dudó ni un momento, después de tanto tiempo no quería perder ni un segundo más. Su ropa se deslizó de su cuerpo y llegó a la cama.

Riuz: No saben cuánto tiempo las extrañé.

Pan: Nos lo imaginamos. Jean: Mi pobre niño estuvo tan solo -abraza a su hijo-. ¿No te habrás olvidado de nosotros?¿verdad? mi corazón no lo soportaría.

Riuz: Jamás, son parte irremplazable de mí... ahora recordemos cuánto nos amamos.

Luna: Yo primero - exclamó con emoción. Desde que lo hicieron por primera vez, nunca perdió esa emoción y siempre estaba dispuesta a que su hermano le sacudiera su mundo.

Jean: Tranquila, mi amor. En nuestro estado no podemos hacer mucho. Tú serás la que disfrute toda la noche. No te exaltes.

Riuz: De hecho... quiero hacerlo con ustedes también. Pasó mucho y unos simples besos y caricias no serán suficientes.

Pan: Pero... amor...

Riuz: Lo sé, yo mismo fui quien dijo que lo principal era la seguridad de los pequeños - dijo acariciando los vientres hinchados -, pero ya no soy alguien incontrolable como antes. Puedo hacerlo con cuidado y cariño.

Jean: ¿Estás seguro? - preguntó algo preocupada. Aunque ella también deseaba poder volver a hacer el amor como antes y sentir ese placer y conexión especial, aún le preocupaba el niño en su vientre.

Riuz: No arriesgaría a mis futuras hermanas solo por una calentura de casi dos décadas... creo.

Ambas mujeres se miraron por un momento mientras lo meditaban, hasta no soportarlo más y aceptar con expectativas de un poco de amor que hace tiempo no recibían

Pan: Bien, pero debemos ir despacio. Creo que no falta mucho para que demos a luz.

Jean: ¿Nos dejarías ir primero entonces, amor? No sentimos su amor de esta forma desde hace tiempo - le dijo a su hija.

Luna estaba ansiosa, pero no tuvo muchos problemas en aceptar. Esta no era una competencia, era una familia a punto de amarse. Riuz sonrió y le dio un beso amoroso a su hermana por ser tan considerada, luego se acercó a sus madres.

Riuz: ¿Quién va primero?

Pan: Ve tú primero, cariño.

Jean: Bueno, no puedo rechazar esto, pero luego te lo compensaré - Agradeció con un beso profundo a su esposa.

Riuz estaba feliz al ver cómo sus madres se amaban con tanto fervor, era lo que conocía y lo que nunca se permitiría perder.

Acercándose a Jean, levantó el vestido semitransparente dejando a la vista su coño levemente peludo que ya estaba visiblemente mojado.

Dejando que sus madres disfrutaran de su beso apasionado, bajó su cabeza para darle una buena probada a ese tentador manjar. Sin mucho reparo, empezó a usar su lengua para darle algo de placer a su madre, cosa que antes, siendo dominado por sus poderes, no hacía.

Jean sintió como una lengua invadía su valle secreto, sorprendida, le habló a su mujer y ambas vieron como su hijo se encargaba de comerle el coño. Ambas contemplaron la escena, admirándola y disfrutándola al ver que su hijo había cambiado, ya no era una bestia hambrienta de sexo salvaje... o quizás no por ahora.

Luego de dejar el coño de su madre completamente repleto de saliva y sus propios jugos, Riuz retrocedió y se acomodó para poder entrar en ella. Con su pene en el lugar adecuado, entró lentamente dentro de su madre.

Jean sintió un escozor embriagador mientras su hijo entraba en ella, más aún cuando empezó a sentir espasmos fuertes, pero controlados que la hacían enloquecer.

Teniendo un poco más de control sobre sus poderes, Riuz hizo que su "corrupción" lanzara mínimas descargas a través de su pene en períodos regulares, como si del latir de un corazón se tratara.

A una velocidad bastante lenta, Jean era penetrada con delicadeza, al punto que, sin los poderes especiales de su hijo, le sería muy difícil o incluso imposible alcanzar el orgasmo. Fue ese contraste entre la levedad del sexo y esos espasmos placenteros lo que hizo que terminara llegando al clímax con bastante rapidez.

Jean se estremeció y apretó a su hijo con sus piernas mientras sentía ese nivel de liberación que no sentía desde hace tiempo.

Riuz tampoco quiso que en su 'conexión personal' con su madre fuera solo ella quien llegara al clímax, por lo que, usando sus poderes, se obligó a eyacular también, lo que hizo que no fuera tan placentero y satisfactorio como debería, pero no le importó.

Haciéndose para atrás, dejó libre ese coño una vez más y vio cómo el líquido blanco se escurría de él. Jean perdió sus fuerzas y se dejó caer hacia atrás en los brazos de su esposa, pero no quedó así mucho tiempo. Luego de un respiro, se hizo a un lado para que ella también tuviera su parte.

Riuz se acercó a Pan, que también estaba ansiosa y expectante al ver cómo su esposa, a pesar de tener el sexo más suave que había visto, aun así consiguió terminar con una sonrisa satisfecha en su rostro.

Pan levantó por sí misma su vestido, esperando que su hijo le comiera el coño, al igual que su esposa y no quedó decepcionada. Sintió cómo una lengua se alargaba en su interior, invadiendo su intimidad. Al mismo tiempo, Jean quiso compensar a su esposa por dejarla ir primero, por lo que retiró parte del vestido de su esposa y empezó a chupar su pezón.

Ante esta estimulación, Pan estaba mucho más cerca del orgasmo de lo que quisiera, ella esperaba que durara más. Riuz también notó eso, por lo que se detuvo. Decidió pasar al plato principal y metió su pene en Pan para empezar a moverse tan cuidadosamente como lo hizo con Jean.

Pan comprendió cómo su mujer había tenido tanto placer con un movimiento tan delicado. Estando tan al borde, Pan no duró mucho y aunque quería seguir sintiendo ese cuidado por parte de su hijo, no pudo soportar que su interior recibiera su semilla. Apretó sus piernas en su cuerpo con fuerza mientras se contenía para no sacudirse muy fuerte.

Riuz retrocedió y vio como ambas madres se abrazaban entre sí luego de una, aunque leve, satisfactoria noche de pasión. Una linda imagen para recordar.

Sabiendo que no debía seguir poniendo tensión en sus madres, Riuz tomó esto como el final de su actividad por el momento, pero esperaba el momento en que pudieran volver a alocarse.

Redirigiendo su mirada a la última persona en esta habitación que no había tenido su turno, contempló como Luna estaba sentada en una esquina de la cama, ya sin ropa y... ¿divirtiéndose?

Ella había estado observando con atención la diversión de sus madres y hermano. No es que sintiera ninguna excitación o atracción por sus madres, pero el simple hecho de presenciar lo que le pasaría pronto a ella fue suficiente para calentarla.

No se estaba tocando a sí misma para nada, solo frotaba sus piernas entre sí o se soplaba aire frío a su ardiente gatito. No tenía la costumbre de masturbarse, nunca lo hizo, el único placer que conocía y quería era el amor de su hermano y su pene.

Jean y Pan vieron esto y decidieron que luego tendrían una charla con su hija. Sabían bien que fallaron como madres en el tema de la educación sexual y querían asegurarse de que la razón de su tan 'inocente' forma de autocomplacerse no se debiera a que no supiera lo que es la masturbación y el modo normal de hacerlo.

Riuz ya no tenía que contenerse, no tenía que tener tanto cuidado con Luna. Le dio una mirada a su linda hermana y realizó un simple gesto que la hizo comprender que era su turno. Emocionada, Luna saltó sobre su hermano para recibir lo que tanto quería.

Sujetando a su pareja, Riuz la arrojó boca abajo contra la cama y la aplastó con su cuerpo, empezando a penetrarla sin ningún juego previo. Dejándose llevar por ese lado salvaje, empezó a embestir el cuerpo de Luna sin contenerse.

La expresión de Luna era una de pequeño dolor, pero también euforia. Solo gemidos salían de su boca mientras sentía como golpeaban sin piedad su coño, sin importarle estar justo enfrente de sus madres, dejando ver sus pervertidas expresiones.

Queriendo mas de su hermana, con sus manos levantó su cuerpo y la sujeto en posición de full Nelson. Controlando por completo el movimiento, Riuz movió el cuerpo de Luna con total ferocidad sin considerar cuanto podría aguantar con este brusco movimiento. Los alaridos de Luna aumentaron al ser usada de esta manera, pero eso no significaba que lo odiaba. Mientras tuviera el pene de su hermano en su interior, todo estaba bien.

No pudiendo soportarlo mucho mas, descargó por completo su semilla dentro de ella. No le importaba si nacían mas Mini-Lunas, tenían un mundo al que llevarlas. Cansado por su ejercicio, soltó a su hermana sobre la cama, pero no se detendría allí, solo un pequeño toque de su poder fue necesario para elevar la moral otra vez.

Luna aún no se levantó de la posición en la que su hermano la arrojó, pero tuvo que hacerlo cuando este sujeto sus caderas y volvió a meter su miembro en su interior, para así darle todo en estilo perrito.

El impulso no bajó y sus madres se preocuparon un poco al escuchar el fuerte sonido de golpeteo que producían sus hijos. Luna estaba siendo devastada al punto de que accidentalmente se mordió y empezó a sangrar, pero en ningún momento se quejó o dijo nada para que parara.

Jean y Pan vieron esto y aunque quisieron detenerlos para que fueran mas lento, no pudieron, por lo que, en cambio, se acomodaron para sostener a su hija para evitar tantos accidentes.

Vieron como su hijo continuo con esto, incluso después de venirse otra vez, sin dejarle descansar a su hermana. Luna tenía su cabeza entre los pechos y brazos de sus madres con dificultades para respirar, teniendo solo leves momentos de quietud cuando su hermano acababa dentro de ella para luego seguir.

Esto duró horas, al punto de que Luna se quedó dormida por el cansancio, aunque en ese momento Riuz aún siguió embistiéndola un rato mas hasta que se vino por última vez.

Cuando soltaron a la pequeña, esta cayó desparramada como si fuera una muñeca de trapo, ensuciando la cama con los fluidos que escurrían de su coño, el cual estaba peligrosamente rojo. Si se viera como en una caricatura, el pequeño coño de Luna estaría echado humo de tanta sobreexplotación.

Riuz se calmó, parecía que había liberado parte de la acumulación de esos años, aunque no todo, pero suficiente por ahora. También estaba agotado, por lo que decidió dormir. Colocó su pene dentro de su hermana una vez mas y se durmió sobre ella.

Sus madres vieron eso y solo pudieron suspirar por el salvajismo de sus hijos, pero lo aceptaron como su normalidad. Los acomodaron si moverlos mucho y ellas también se fueron a dormir abrazándolos.

...

Al día siguiente, Riuz estaba en el patio tratando de usar sus poderes de cambio de forma para fortalecer su cuerpo y hacerlo más similar al del otro mundo. También quería entrenar, pero notó la dificultad: su conocimiento estaba allí, pero su cuerpo y sus sentidos no eran comparables.

Sus madres lo observaban, le preguntaban sobre lo que hacía y lo felicitaban. Disfrutaban de verlo con tanta determinación y lo apoyaban. Después de una mañana así, todos se sentaron a la mesa para almorzar.

Riuz: Necesito pociones para curar mi cuerpo en el otro mundo.

Pan: ¿Te pasó algo malo? -preguntó con cierta preocupación a pesar de saber que el daño del otro mundo no afecta a su hijo si está en este.

Riuz: Sí... una chica me golpeó.

Hermione: ¿Quisiste follarte a sus madres? -preguntó con sarcasmo sin darse cuenta.

Riuz: No, traté de evitar que matara a mi maestra y parece que tiene un rencor particular contra mí, aunque nunca antes nos habíamos visto.

Jean: ¿Pero estás bien? -también sintió algo de preocupación al escuchar que esa persona tenía la determinación de matar.

Riuz: Aquí sí, en ese mundo me dejó muy malherido, por eso necesito curarme. Aunque hay formas en ese mundo de hacerlo, o no tengo acceso a ella o tardarán mucho.

Pan: ¿Qué necesitas? -preguntó decidida a dejar de lado el tema, porque parecía que las preocuparía demasiado, aunque supieran que su hijo podía defenderse solo.

Riuz: Pues, algo que reacomode, repare y cure más o menos el 70% de mis huesos, algo para curar las heridas internas de casi todos mis órganos, curar las infecciones, algo que ayude a mi sistema nervioso a restaurarse y me permita mover mi cuerpo por debajo de mis hombros... -y así continuó contándoles cada cosa que recordaba del diagnóstico que le hicieron en el palacio de jade.

Con cada palabra, los rostros de Jean y Pan palidecían cada vez más, Hermione tampoco pudo ocultar sus expresiones con lo que contaba su hermano. Incluso Nagat, que no estaba muy lejos y que había ocultado algo, no pudo evitar fruncir el ceño al entender la seriedad de esos daños corporales que ella entendía más que nadie.

Jean y Pan abrazaron a su hijo y, casi llorando, le ordenaron/suplicaron que no volviera a ese mundo, que era demasiado peligroso. Riuz quiso convencerlas, pero ellas estaban muy asustadas. Aun si no tenían nada que temer, no podían tolerar que su hijo pasara por tanto.

El almuerzo se volvió amargo y deprimente, pero podrían superarlo. Riuz no podía abandonar ese mundo, pero tampoco quería que sus madres se pusieran así por él, así que buscaría una forma de tranquilizarlas en el poco tiempo que les quedaba del día.

...

Ruiz y Hermione tomaron el tren de vuelta a Hogwarts por la tarde. El problema de Ruiz se solucionó con la ayuda de Libris, quien con su vasto conocimiento sobre él, tranquilizó a sus madres o por lo menos apaciguó un poco el conflicto que tenían.

Al llegar a Hogwarts, ambos se separaron una vez más. Cada uno fue a su respectivo lugar de residencia. Hermione se preparó para seguir su investigación sobre su situación espiritu-mental, mientras que Ruiz fue a su residencia a probar el ahora habilitado internet.

Al llegar la noche, Ruiz intentó ver si podía ver pornografía en los ordenadores de su departamento, pero no lo consiguió. Parece que hay registros de los inquilinos con su edad en ellos y solo desde cierta edad se quitan la mayoría de las restricciones.

Suspiró con pena al notar que no tenía una forma decente de liberar su estrés, pero en ese momento una de las mini-lunas que venían con él jaló de su ropa.

Riuz: Uhhmm?

Moony: Soy yo papa, Moony.

Riuz: Ohh! ¿Qué pasa? -preguntó algo feliz de ver a su 'hermana', sentándola en sus piernas.

Moony: Quiero ayudarte con el problema de tu pene.

Riuz: Primero que nada, no lo digas así, y segundo, no es necesario.

Moony: pero ahora estamos conectados para siempre, tenemos nuestra casa en tu mundo... y quiero ayudar.

Riuz: Si, lo sé, pero... te quiero demasiado, fuiste muy buena conmigo todos estos años y no quiero que nuestra relación se degenere por mi calentura... con mis madres y Luna salió bien, pero si no es así contigo te verás obligada a algo que...

Moony: Yo solo quiero ayudar a papá, te ayudé antes y quiero hacerlo ahora, déjame hacerlo... -Exigió dócilmente con ternura.

Riuz: ... -Viendo esos ojitos no pudo rechazar su intensa súplica- Bueno.

Esa noche la pequeña Moony con su diminuto cuerpo uso sus destrezas y un poco de baba de slime para darle alivio a su padre, ya sea cabalgando su pene como si fuera un caballo, estrangulándolo, girando como un trompo a su alrededor...

Pudo haber hecho crecer su cuerpo otra vez, sí, pero no lo hizo a pedido de Moony que no quería hacerlo. Ella creía que ese cuerpo adulto casi idéntico al de su madre solo debía ser utilizado en ese mundo de Kung fu y no aquí en este mundo donde su madre ya existía. Luna era la gran madre para todas ellas y era irremplazable.

Esa noche fue entretenida para todos. Riuz por satisfacer su calentura de nuevas formas, Moony por poder ayudar a su papá, y las demás mini-lunas de la habitación por poder presenciarlo al punto de que luego de un tiempo mirando a escondidas comenzaran a hacerle ovaciones a Moony para que venciera al pene de su padre.

...

Así que su vida escolar volvió casi a la normalidad, o casi. Riuz no era el mejor en magia como su hermana, pero ahora tenía algo que destacaba entre los demás. Aunque no pudo recuperar todo, aun así consiguió un gran avance en sus habilidades físicas.

Durante las clases del señor Kennedy, en una confrontación contra muñecos inmóviles, Riuz consiguió la mejor puntuación en tiempo y la tercera en daño. Recibió cumplidos del maestro, que siendo un experto tanto en armas como en combate cuerpo a cuerpo, rápidamente notó que las destrezas mostradas eran propias de alguien con un largo entrenamiento.

Eso lo hizo destacar entre sus compañeros, por lo que muchos lo buscaron para obtener su secreto. No era completamente raro que alguien desarrollara grandes habilidades en muy poco tiempo, había varios ejemplos, por lo que todos querían obtener el método de como lo hizo. En este mundo el mayor activo suele ser el propio poder, así que siempre se está atento a cualquier forma de aumentarlo... aunque no todos son pacíficos al buscarlo.

Muchos otros alumnos, aunque deseaban poder, no se enfocaban en el desarrollo físico. Riuz no estaba completamente asediado por toda la escuela por esa razón. Aunque una mejora siempre es bienvenida, no desperdiciarían su tiempo en algo que no les ayudara más que enfocarse en su propia especialidad.

Hermione misma vio cómo su hermano era rodeado por un montón de niños y otros alumnos mayores, pero también vio cómo este los alejó a todos menos las niñas, haciéndola resoplar.

Durante esa semana se le vio regularmente rodeado de algunas niñas que, consciente o inconscientemente, trataban de usar sus encantos para sacarle respuestas. Entre esas niñas también estaban algunas de las compañeras de Hermione, lo que la irritaba, ya que ella misma aún no podía solucionar los problemas que había causado.

Durante uno de esos almuerzos, justo terminó sentándose en una de las mesas cercanas a donde estaba Ruiz, teniendo que escucharlo coquetear mal con las niñas... pero lo que más la irritó fue lo cerca que estaba de Diana Granger.

Diana se consideraba amiga de Ruiz, por lo que pasaba bastante tiempo con él en comparación con las demás. Tenían cierta familiaridad, ya que Ruiz quería tener la mejor relación posible con ella para ver si solucionaba el problema de la familia de su madre.

Estando rodeado de chicas que se frotaban 'accidentalmente' con él y siendo tan afectivo con la otra Granger, Hermione sintió mucho enojo con su hermano por ser tan malditamente manipulable y pensar con su pene. Eso es lo que ella se decía al verlo, riéndose de sí misma por dudar si eran celos, que claramente no eran...

No soportándolo más, se acercó a su mesa con el ceño fruncido y una clara expresión de enojo.

Ruiz: ¿Qué pasa, Hermione? -Preguntó al verla acercarse con un odio tan palpable.

Hermione: Vámonos de aquí -Dijo sujetándolo sin mirarlo y arrastrándolo fuera del área de comida.

Ruiz: Hermione... -La llamó con sorpresa.

Hermione: No puedes dejar de ser tan imbécil.

Ruiz: ¡Hermione! -Quiso llamar su atención nuevamente para advertirle, pero aún lo ignoró.

Hermione: Se te nota la cara de puta sedienta de coños desde la distancia.

Ruiz: ¡Hermione!...

Hermione: Solo hace falta que cualquier niña mueva la cola frente a ti para que ya estés a su merced. Ruiz: ...

Hermione: Puedes tener algo de decencia. No puedes justificarlo todo con que así es como eres. Aunque somos lo que somos, tomamos nuestras propias decisiones sobre lo que hacemos. Deja de ser una perra que solo piensa en cosas pervertidas por un minuto y concéntrate -Le dijo entre gruñidos.

Ruiz: Podrías tener razón, pero toda la credibilidad de tus palabras se va al carajo cuando te das cuenta de dónde me estás agarrando -Respondió indiferente, pero con cierta sonrisa.

Hermione escuchó lo que dijo y se detuvo, volteándose para luego bajar lentamente su mirada y notar cómo había estado arrastrando a su hermano todo el camino sujetándolo de su miembro. Lo peor de todo fue que después de darse cuenta se quedó congelada en esa posición por unos largos segundos, contemplando la imagen y el tacto sin entender cómo llegó a eso.

Hermione: ¡Ahhh! -Exclamó tratando de soltarlo rápidamente, pero ya había estado así mucho tiempo para que eso significara algo- Perdón, yo no quería... -Quiso disculparse.

Riuz: ¡Hermione! ¡Al fin me aceptaste! -Saltó sobre ella para abrazarla con mucha felicidad.

Hermione: ¡No! -Lo empujó hacia atrás- Fue un accidente, estaba concentrada en otra cosa y sin querer lo agarré -Se excusó sintiendo asco de sí misma.

Riuz: Uy, uy, uy, Hermione, no me mientas, lo disfrutaste -Le dio una sonrisa de malicia y complicidad- Cuando te diste cuenta, pude sentir claramente cómo le diste unas casi imperceptibles caricias con tus dedos durante todo ese rato que no me soltaste.

Hermione: ¡Eso no es verdad! ¡Yo...! -Se estaba poniendo tensa sin saber si lo hizo o no.

Riuz: No tienes que mentir, no te juzgaré ni te presionaré mucho, pero estoy feliz de que aceptaras ser mía -Dijo mientras con su mano apretaba una de sus nalgas.

Hermione: ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡Eso no es verdad! Yo sé lo que fue, no te perteneceré ahora ni nunca, que te quede claro. -Respondió con firmeza e ira.

Riuz: ¿En... en serio? -Preguntó con cierta desgana.

Hermione: Así es -Dijo separándose de su hermano.

Riuz: ... Qué mal -se desilusionó completamente- Supongo que debo seguir insistiendo - se inspiró a sí mismo mientras le daba un apretón a uno de los pezones de Hermione.

Hermione: ¡EY! ¿Qué demonios haces? Dijiste que si no quería no me tocarías - preguntó con cierto miedo después de ese acoso inesperado.

Riuz: Tú... tienes razón - contempló pensativo para luego tener una sonrisa en su rostro - jajaja, esto es genial.

Hermione: ¿Acosar sexualmente a tu hermana es genial? - preguntó con enojo.

Riuz: Sí, digo, no, más o menos... ¿Sabes lo que esto significa? Antes no te hacía nada porque una parte de mi ser es completamente buena y no podía obligarte si tú no querías, porque me causaba un gran dolor, pero ahora puedo hacer eso. Puede que tengas razón de que no quieras nada conmigo, pero quizás una parte muy inconsciente en ti sí lo quiere, o eso es lo que yo creo, y por eso ahora puedo hacerte más cosas... posiblemente no podré llegar al final, pero ahora por lo menos puedo manosearte y tentarte físicamente como antes no podía. ¡Sí! ¡jajaja! - saltó de alegría pensando en las posibilidades.

Hermione: ¡No lo harás...! - temblaba pavorosa al entender lo que decía su hermano y lo que podía llegar a pasar si esto continuaba ese rumbo, pero al intentar gritarle que ni siquiera lo intentara, no consiguió nada, ya que Riuz se fue saltando de alegría por el lugar, ignorándola.

La semana fue muy curiosa después de eso. Hermione se aisló completamente de los demás por miedo a que su hermano le hiciera algo, además de otro suceso.

Estaba en una habitación llena de cámaras y cada tanto revisaba los videos de ella durmiendo. Comprobando la grabación de la noche de ese mismo día, se encontró a sí misma tocándose mientras chupaba la mano con la que había agarrado la cosa de su hermano. Enloqueció al punto de romper la pantalla.

Riuz no presionó a Hermione, en parte porque ahora se esforzó por ingresar a las clases especiales de biología y anatomía. Comprendiendo mejor su cuerpo y el de los demás, podría usar su poder con mayor eficiencia.

Llegando el fin de semana, con base en amenazas, Hermione también volvió a casa. Pero nunca se acercó a su hermano más allá de unos segundos. Buscó una cabina de tren diferente para el viaje y, cuando llegaron a su casa, se fue directo a su habitación sin salir de allí. Eso dejó a Jean y Pan con curiosidad.

Luego de pasar una mañana con sus madres y Luna, Riuz recogió lo que sus madres le consiguieron para restaurar su cuerpo e ingresó a su mundo personal( sección Kung Fu Panda) con Moony para empezar a curarse.

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He aquí, el capítulo que les debía, adiós a mis deudas con ustedes, disfrútenlo.

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