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40) Un año

Perdón, ayer había terminado el capítulo, pero tenía demasiado sueño para hacerle la corrección final.

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Luego de incidente con tigresa, Riuz no volvió a acercarse mucho a ella, temía no tener tanta suerte. Seguían siendo relativamente extraños en este lugar, así que decidió esperar a que las relaciones con todos fueran mejorando antes de intentarlo otra vez.

Los próximos días se siguió entrenando como se volvió habitual, hasta que hubo un incidente. Riuz, luego de un tiempo de que sus poderes estuvieran sellados, estalló en una especie de crisis. Por la mañana se despertó llorando y no soltó a Moony en ningún momento.

"... ¡YO...! ¡Le hice eso a mis mamas... y a Luna... y a ti... y...!"

No paró de lamentarse, cada decisión que tomo, cada acción que llevó a cabo... todas ellas habían empezado a destruirlo desde dentro. Las energías en su interior ya no funcionaban como antes y ahora que había pasado un tiempo desde eso recibió un fuerte shock en sus perspectivas sobre la vida. Como si de medicamentos se tratara, una vez salieron de su sistema, lo golpeo el mal que estos adormecían.

Moony intentó consolarlo lo mas que pudo, pero parecía inútil, era un mar de lágrimas y desesperación. El estado emocional era tan grave que había empezado a lastimarse el mismo cada vez que aparecía uno de esos recuerdos. Con sus poderes presentes no sentía que lo que hacía fuera algo raro, pero ahora, sin ellos, su vieja perspectiva del mundo había vuelto, en parte.

Cuando las cinco y Shifu aparecieron a buscar al par de hermanos que no aparecían se encontraron con esta extraña situación. Riuz quiso echarlas directamente, no quería saber nada relacionado con el entrenamiento, era otra de las cosas por las que no paró de quejarse.

Uno de sus legados familiares le permitía hacer cualquier cosa, no importa que tan mala o perversa sea, sin cuestionárselo o sentirse culpable. El otro legado le daba la voluntad para hacerle frente a situaciones difíciles, como el entrenamiento intensivo y cruel que sufría estos días. Ahora no tenía ninguno de los dos y lo único que quería era volver a llorar a los brazos de sus madres.

Él nunca se había enfrentado a dificultades como estás en el pasado, el máximo entrenamiento que había hecho era solo hasta el punto de estar un poco adolorido, nada como ahora. Se ocultó en los brazos de Moony y no salió de su cuarto, aun gritándoles a su maestra y las otras discípulas que se fueran, que fue lo que hicieron luego de que Moony tratara de explicarles que algo había sucedido hoy.

Las chicas y su maestra estaban confundidas, pero suponiendo que era algo que ver con la especie 'Humana' lo dejaron pasar y fueron a hacer sus cosas. Riuz y Moony aún no eran tan importantes para este lugar para darle muchas vueltas a este asunto.

Moony siguió intentando consolar a su 'papi' pero fue difícil. Además de su vida incestuosa, las violaciones de sus madres, su hermana, el manoseo y masturbación de Moony, y el duro entrenamiento, luego también aparecieron mas cosas, como el asesinato del bandido que se encontraron camino al valle de la paz, la muerte de su lechuza mensajea... su antigua vida.

Desde que renació había tomado el fin de su antigua vida muy fácilmente, pero eso también estaba influenciado por su legado. Ahora mismo estaba sufriendo al darse cuenta de lo que había perdido, padre, madre, hermana, hermanos, amigos... muchas cosas que hasta el momento no le preocuparon.

Fue recién cerca de la noche cuando se calmó un poco, en parte por el cansancio y el que no había comido en todo el dia. Durmió esa noche debido al agotamiento psicológico y cuando despertó al otro dia esas emociones volvieron a atacarlo, aunque no tan fuerte como la primera vez. Esa mañana también fue comunicado por la 'familia'.

[Te dijimos que te afectaría mucho]

"¿Esto siempre es así?"

[No, lo que mas te retiene ahora es tu vida anterior, creaste una perspectiva a base de ella y esta se contradice con tu vida actual. Le sucede a aquellos como tú que tienen un pasado antes de despertar el poder de la familia. Con el tiempo tu nuevo estilo de vida se asentará y como mucho esto será solo un mal recuerdo que desaparecerá instantáneamente con un poco de helado... o algo entretenido propio del mundo en el que estés]

"No... no puedo aceptar lo que les hice a mis madres... ellas me querían... ¡y yo las violé!"

[Pudo ser peor. Nuestro poder nos afecta de formas distintas, tú tomaste un camino mas pervertido y lujurioso que te llevó al incesto y demás... pero este poder también pudo ser otras cosas. Si en vez de lujuria hubiera sido una sed de sangre y asesinato, las cosas se hubieran puesto feas. Has tenido sexo con tus madres varias veces ya y las has disfrutado, pero si en vez de eso las hubieras asesinado estarías triste de solo haberlo podido hacer una vez... aunque teniendo en cuenta el mundo donde estabas quisas pudieras haberlo hecho algunas veces mas... pero habría que discutir si se puede matar a algo ya muerto]

Riuz se estabilizó un poco luego de seguir hablando con sus semejantes, escuchando las historias de quienes pasaron algo similar, pero aun así era un proceso lento... a menos que el sello se rompiera y sus poderes fueran libres otra vez, pero no pareciera que Oogway lo hiciera.

Esta extraña depresión les parecía extraña a las cinco furiosas, hasta tigresa pensó que podía ser a causa de la otra vez. Estas dudas fueron en parte explicadas por Moony que luego de que su hermano se durmiera salió a hablar con la maestra Shifu.

Moony, como las otras mini-lunas, había obtenido libre albedrío gracias a Luna que se los dio casi inmediatamente. Cada uno podía tomar sus propias decisiones, pero siempre tenían la idea de servir a su madre ante cualquier deseo propio. Esta autonomía no era muy fuerte y solo unas pocas desarrollaron personalidades específicas o tomaban decisiones particularmente grandes... pero Moony tuvo que tomar una importante aunque le doliera y que su propia existencia le dijera que no lo hiciera.

La mañana siguiente Riuz fue sacado de su habitación y llevado al campo de entrenamiento sin su consentimiento ni conocimiento de lo que sucedía. Él no quería seguir con esto, no quería volver a sentir el dolor y agotamiento que tuvo desde el comienzo, su idea en este estado mental era abandonarlo por completo. Moony sabía esto y por eso tomo fuerzas para discutirlo con Shifu el otro dia y no decirle nada a su hermano al respecto.

Moony conocía el deseo inicial de su hermano por aprender, como varias veces había dicho que no se rendiría, y entendió que para conseguir lo que quería desde un principio puede que necesite mas ayuda que su propia voluntad.

Sorprendido ante la maestra Shifu que lo esperaba con un bastón de bambú, Riuz no se esperaba ser traicionado y forzado a continuar con el entrenamiento. Quiso retirarse varias veces, pero fue devuelto a golpes para que continuara. Lloró, suplicó, negoció, y muchas otras cosas mas, pero al final nada cambió su destino.

Shifu en realidad no estaba tan feliz de tener que entrenar a un joven llorón, pero las súplicas de Moony la convencieron, además de las palabras de Oogway. El desempeño de este alumno fue decente en un principio, pero ahora daba lástima, parecía que estaba cuidando a un niño mas que enseñar Kung fu.

Al anochecer Riuz volvió a su cuarto apoyándose en el hombro de Moony, aun cuando se sintió traicionado, no tenía muchas fuerzas para volver solo. Se recostó y a pesar del dolor y las heridas terminó durmiéndose muy rápido.

Ese fue solo el comienzo, aun si quería poner resistencia, su destino no podía cambiarse. Todas las mañanas de los siguientes días, si Moony no podía convencerlo, una de las cinco vendría a sacarlo por la fuerza y tirarlo al campo de entrenamiento a pedido de Shifu.

Al principio les pareció algo cruel, pero luego algunas de ellas se divertían en la forma de sacarlo de su habitación. Tigresa fue la menos gentil y mas ruda en el proceso, desde principio a fin, Víbora y Grulla las mas consideradas, y Mono y Mantis las que buscaban la forma de hacerlo divertido.

Con el tiempo, Riuz salía ya por su cuenta, sabía que no podía evitarlo y fue cooperando cada vez mas por el miedo al dolor. Si entrenaba voluntariamente, los golpes eran menos, así que se sometió.

Duro poco mas de un mes hasta que ya no hubo quejas, simplemente una rutina automática. Levantarse, entrenar, comer, entrenar, caer dormido. Este fue un ciclo del que no pudo escapar y por el cual se había generado un resentimiento hacia Moony, pero se desvaneció poco a poco hasta que se transformó en agradecimiento.

Recibiendo daño tras daño dia a dia hubo problemas, la forma física falsa de Riuz se fue desvaneciendo. No tenía poder para restaurar o mantener esa fachada, junto con que cada mínima energía que tenía se usaba instintivamente para recuperarse del daño, provocó que lentamente mostrara su verdadero aspecto de niño.

Shifu y las cinco se sorprendieron demasiado al descubrir que Riuz se rejuvenecía dia a dia, no había pasado desapercibido, pero se les explicó que en realidad este era su aspecto normal. Se tomó como que Riuz tenía una condición especial que lo hacía parecer un niño humano aún con su edad actual y que uso ciertos métodos para parecer mayor.

Tenía muy poco poder y solo durante pequeños periodos era capas de recobrar ese falso aspecto adulto, periodos que aumentaban con el tiempo. A pesar de esto, en realidad, sin que lo supiera, si había crecido unos pocos centímetros, pero su constante cambio de niño a adulto no le permitieron verlo.

Al principio Shifu, teniendo en cuenta su cambio de actitud, creyó que Riuz en realidad era un niño, pero se les dejó claro que es solo en cuerpo y que quisas en mente solo durante ciertos momentos como el anterior. Era un adulto y no había que tener ciertas consideraciones, el entrenamiento continuaría.

Esas fueron las palabras de Moony que durante este tiempo también la pasó mal. Estaba completamente en contra de su naturaleza lastimar a Riuz, pero firme ante su deseo de cumplir los objetivos de su padre, continuó

Durante un tiempo se aisló en su habitación cuando Riuz la echaba con odio, pero siempre volvió a controlar su estado y ayudarlo cuando lo necesitara. Esto fue un gran estrés en ella y también afectó su dia a dia, por lo menos hasta que su padre se estabilizó mentalmente.

Se disculpó con Moony por su actitud anterior, de rodillas suplicante y avergonzado de su mismo, también le agradeció inmensamente que lo ayudara cuando el mismo no podía hacerlo solo. Esto revelo ciertas lágrimas de liberación de la pequeña cría humanizada.

...

El entrenamiento prolongado tuvo resultados claramente visibles. El lado malo de la familia Liryus tenía una habilidad insuperable para el cambio de forma, pero esto siempre era algo temporal. Por el otro parte, en el lado bueno de la familia eran conocidos por templarse tanto física como mentalmente y eso se demostró aquí.

Había pasado un año desde que llegaron y que el entrenamiento comenzara. Riuz, aunque no tenía disponibles sus poderes, algunas características se conservaron y con ellas logró fortalecer su cuerpo y enfocar su mente.

Ya no había llanto ni queja ni necesidad de que alguien se lo recordara o pidiese, él mismo desarrolló la fortaleza mental para soportar el entrenamiento y hasta lo disfrutaba.

Su cuerpo ya no era tan débil como al principio, en parte por su naturaleza y en parte por las reglas de este mundo. Los golpes de Shifu tuvieron que irse fortaleciendo un poco y esa ya es la prueba suficiente. Estaba obteniendo los resultados que quería, aún no era como los nativos, pero llegaría el momento.

En este año no solo Riuz se fortaleció un poco, sino que Moony también, pero en menor medida. Riuz tenía sus talentos natos para forjar su cuerpo, pero Moony no, por lo que aunque tenía mejor estado físico, no fue el suficiente para aumentar mucho la intensidad de su entrenamiento. La idea de que estudiara el kung fu de forma teórica mas que física fue una idea acertada, no se sabe cuánto tomará para que desarrolle un cuerpo decente para este mundo.

Este fortalecimiento no solo fue una buena noticia para Riuz, de que sus ideales estaban siendo alcanzados, sino también un aviso de la evolución de su entrenamiento. Desde cierto momento, no solo Shifu era su maestra, sino que las cinco furiosas también participaron.

Cada cierto tiempo, una de las cinco se encargaba de entrenar al nuevo discípulo. Bajo las órdenes de Shifu y Oogway, las chicas hicieron su mejor esfuerzo por enseñarle a Riuz lo mas que podían, aun si sus métodos no estaban pulidos o no eran adecuados para la anatomía humana. Este entrenamiento entre discípulos también ayudo para acercarlos y que ya pudieran considerarse compañeros en pleno derecho.

...

La relación con las personas del palacio mejoro en gran medida luego de superar la etapa de niño llorón. Shifu vio que la determinación, la seriedad y la disciplina se volvían evidentes en los ojos de este alumno y se sintió satisfecho luego de un tiempo haciendo de niñera.

Las cinco también vieron esta evolución y lo real que era este individuo del que dudaron. Lo que los había distanciado desde un principio eran las dudas e intrigas, luego de ver en ese estado de debilidad que no había algo mas allá o un objetivo escondido, no tuvieron problemas en acercarse.

Tigresa también fue menos despiadada, aunque no mucho, y no fue por lo que vio en Riuz, sino porque durante ese tiempo ella terminó confesando a sus compañeras y maestra lo que pasaba entre ella y el humano.

Contó cómo se conocieron a través de cartas y su amistad, como llegó el fin de ese intercambio y como esto la llenó de dudas. Esas dadas habían crecido con el tiempo, convirtiéndose en inseguridades, luego en sospechas y luego en emociones negativas.

Explicó que ella no tenía soporte espiritual en un principio y que luego de perder a ese único amigo, bajo esas emociones negativas, creció un fuerte bloqueo en su interior, el cual hasta perjudico su Kung fu por un tiempo, pero que lo había superado o mas bien suprimido. Que cuando se reencontraron, esas emociones y todas las sospechas que había ocultado resurgieron.

Luego de esa vez que se confrontó ese hecho y descubrir que quisas todas esas sospechas eran infundadas y que el odio que la retuve durante mucho tiempo fueran realmente su propia culpa, entró en un conflicto interno que una vez mas dificulto su entrenamiento.

Esta deficiencia fue lo que la llevó a revelar esta situación a sus camaradas y maestra. Actualmente, ya se había estabilizado, era mucho mas fuerte que en ese entonces cuando era una niña y no le fue difícil controlar esas emociones.

...

Luego de un año en el palacio de jade, Riuz y Moony habían decido salir al exterior. Ambos se vistieron como la primera vez que llegaron, cubiertos por completos, pero ahora cada uno llevaba una máscara que cubría sus rostros por completos, una negra y otra blanca.

Bajaron del palacio de jade mientras eran seguidos en secreto por una de las cinco furiosas a pedido de Shifu, solo en caso de algún problema. Los hermanos ya fueron aceptados como parte del palacio y se preocuparon un poco de que algo pasara.

El par vagó por el valle de la paz por un buen tiempo, Moony solo seguía a su hermano mientras miraba a los alrededores y Riuz en realidad estaba buscando un lugar en particular.

Luego de varias horas, Riuz pudo encontrar el lugar que buscaba. Quisas si hubiera tomado un camino recto lo hubiera hallado antes, pero el lugar era tan nuevo para ellos que les fue fácil perderse, solo habían estado aquí por muy poco tiempo antes de aislarse en el palacio.

Los hermanos entraron al patio de un restaurante de fideos y se sentaron en la mesa mas alejada del mostrador y cercana a la entrada. Sus identidades eran un secreto y su aspecto hacía sospechar, por lo que decidieron mantenerse discretos... además de que Riuz vino aquí solo para comprobar la situación, no quería ser reconocido o causar problemas en este momento, si es que este lugar era el que realmente pensaba.

Riuz se acercó al mostrador para hacer su pedio y confirmar si este era el lugar correcto, pero fue algo difícil. En la cocina se podía ver a un animal antropomórfico como los de este mundo, pero debido a los cambios con la historia que conocía no podía cerciorarse si era quien pensaba o se equivocó.

Riuz: Hola... hmm... ¿Este lugar?

???: Bienvenidos al restaurante de Fideos de la señora Ping.

Riuz: Oh... ohh... -Estaba sorprendido, si era lo que buscaba, pero con ciertos cambios como los otros hasta ahora- 2 platos de fideos... normales- No sabía bien como pedir, estaba algo nervioso y ni siquiera vio el menú.

Sra. Ping: ¡Enseguida! -dijo mientras seguía picando rábanos con gran velocidad para luego girar su cabeza hacia el interior del lugar- ¡Po! Baja ya, necesito ayuda aquí, apúrate.

Escuchando eso, la emoción invadió a Riuz, pero como no quería destacar se resistió a seguir mirando y solo fue a su mesa. Allí charló con Moony entre susurros para evitar que cualquiera pudiera sacar información de ellos, pero esto también provocó que parecieran mas sospechosos y se les quedaran mirando en secreto o murmuraran sobre ellos.

-Dentro de la tienda-

???: Aquí estoy, estaba... ordenando mi cuarto.

Sra. Ping: Jugando con tus muñequitos -Dijo sin dirigirle la mirada como si esto fuera una situación regular.

???: ¡Que no son muñecos mama! Son figuras de acción que...

Sr. Ping: Solo ve a servir las mesas. Por cierto, hay un par extraño en la mesa del fondo... cóbrales primero.

???: ¿Gente extraña?-preguntó mientras miraba por el mostrador y vio a las figuras encapuchadas.

-Fuera de la tienda-

El par de hermanos vio cómo una panda salía de la cocina con varios platos de fideos sobre una bandeja y los iba repartiendo por las mesas hasta llegar a la de ellos.

La panda, ignorando u olvidando las órdenes de su madre, sirvió los platos en la mesa del fondo, esperando volver rápidamente, ya que la intensa mirada que recibió del encapuchado la ponía nerviosa.

Riuz no pudo evitarlo, su mirada estaba clavada en la mesera que en un futuro se supondría sería un gran maestro del Kung fu. Así como las demás, esta también era una chica, cosa que pudo reconocer debido al sostén de tela que cubría sus pechos. La miró intensamente sin darse cuenta, pero luego se recompuso antes de que esta se fuera.

Riuz: ¡Espera! -gritó causando que la panda se congelara e imaginara varios escenarios peligrosos con esta persona sospechosa- Toma -Colocó algunas monedas sobre la bandeja donde traía los fideos.

???: G-Gracias -Dijo rápidamente antes de volver a la cocina casi corriendo y tropezando con los demás clientes, a sus ojos estos dos parecían criminales... criminales que luego en su mente formarían una escena similar a la de ahora, pero donde ella los confrontaría y derrotaría o algo por el estilo.

Los hermanos comieron el plato de fideos con relativa tranquilidad. Riuz estuvo algo tenso y pensativo, reflexionado sobre lo que vio y descubrió en este viaje, pero luego de un tiempo lo dejó de lado y disfrutó de la comida.

Riuz: Está... sorprendentemente bueno.

Moony: Sí, mucho mejor de los que yo hago.

Riuz: Es de esperarse, esta es una familia de fideos con una cocinera que dedico su vida a esto. Solo tenemos que esperar, seguro los tuyos serán tan buenos como estos y quisas mejor.

Moony: Bien -respondió sonriente, no le importaba tanto el halago como el estar con su papi disfrutando de la vida.

Al terminar de comer los hermanos se fueron deprisa hacia el palacio, no querían estar mucho tiempo en público.

-Dentro de la cocina-

Sra. Ping: ¿Cómo te fue Po? ¿Pagaron los de la mesa de atrás? Si no tendremos que enseñarles una lección -Dijo frotando su cucharón de madera.

Po: ¡¿Qué?! Ehh... si, aquí esta... ¡Espera! Aquí hay mas de lo que debería... 1... 2... 4...

Sra. Ping: ¡Dejaron Propina! Siempre supe que eran buenas personas, no hay que juzgar a alguien por su apariencia... solo por la cantidad de dinero que traen al restaurante -la señora Ping dijo con seguridad y confianza como si no hubiera dicho nada anteriormente.

Po: ¡Mama! ¡La propina es igual al precio total de los fideos! ¡Nos pagaron el doble! -exclamó sorprendida.

Sra. Ping: ¡En serio! Déjame ver -dijo antes de acercarse y contar por su cuenta- ¡Qué buenos clientes! ¡La próxima vez que los veas asegúrate de darle nuestra mejor mesa!... y ofrecerle nuestros platos mas caros -exclamó con una fuerte mirada, donde sus pupilas casi formaban el símbolo de dinero.

Po: Pero mama, puede que se hayan equivocado al pagarnos, tenemos que ir a decirles...-dijo, pero fue golpeado por el cucharón de madera de su madre.

Sra. Ping: No seas tonta, claramente esas buenas personas se compadecieron de una pobre madre y su hija que luchan por sobrevivir en este mundo vendiendo fideos... por eso dejaron tanta propina -Actuó trágica para luego volver a su yo habitual y apuntar con su cucharón.

Po: Pero podemos meternos en problemas si...

*Golpe de cucharón de madera*

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