1 Cielo e Infierno abarrotados

- ¿Todo terminará así? - Me pregunté a mi mismo, mientras veía como una bomba nuclear caía del cielo gris - Nunca creí que moriría siendo tan joven.

Ya con la muerte respirandome en la nuca, cerré los ojos y acepte mi destino. No sentí nada, no había dolor, no escuche el sonido de la explosión, ni el llanto de los niños o el grito de los adultos, simplemente no sentí nada.

Sin tomar mucha importancia, abrí nuevamente mis ojos, para mi sorpresa me encontraba haciendo una larga fila, que por el número de personas podía decir que se extendía unos 200 m. Pero esto no era lo más extraño, el lugar en donde me encontraba estaba en total oscuridad, parecía como si estuviera flotando en el vacío.

Entonces, ¿como puedo ver a las personas con tanta claridad?, no había nada de normal en esta situación.

- ¿Dónde estoy? - Intente preguntarle a el hombre que tenia enfrente mio, sin embargo no tuve respuesta - ¡Oye! ¿Me escuchas?

Entonces me di cuenta, las palabras no salían de mi boca, solo las estaba pensando, ¿Porque no podía habla? ¿Que demonios está pasando?

- ¡El que sigue! - Gritó una persona, su voz se escuchaba distante.

En cuanto aquella persona dijo esas palabras, mis piernas se movieron por si sola, estaba seguro de que no las había movido, las personas al frente de mi también se movieron, al mismo tiempo, ¿fue a causa de esa voz?

Durante 20 minutos más o menos, estuve pensando en incontables teorías sobre lo que puede estar pasando o en donde estaba, y los únicos lugares en donde puedo estar es en el cielo o el infierno, la pregunta es: ¿En cuál de los dos estoy?

Si pienso en mi vida pasada y todo lo que hice, lo más probable es que este en el infierno, aunque esto no se parece en nada nada a lo que describen las iglesias y sus pastores o padres. Asi que no estoy 100% seguro, y sinceramente espero estar equivocado.

- ¿Cuál es tu nombre?

Preguntó un hombre, sacándome de mis pensamientos. Intenté decirle mi nombre, pero no pude hablar, al igual que antes. Detalle al hombre que tenia en frente, su rostro se veía agradable y su cabello amarillo era sedoso como el de algunas mujeres, pero sus ojos negros se veían vacíos. ¿Porque esta sentado en un escritorio? De verdad este lugar es extraño

- ¡Oh! Se me había olvidado - Dijo con aparente sorpresa, pero su rostro se mantuvo apacible. Hizo chasquear sus dedos y me miró fijamente - Ahora si, dime tu nombre.

Tras ese chasquido, sentí como una horrible sensación fría recorrí todo mi cuerpo y se detuvo en mi garganta.

- Ehm… Soy Ryan Rosberg - Respondí con algo de duda, pero si quería obtener respuesta debía responder sin vacilación.

El hombre comenzó a ojear el gran libro que tenia sobre el escritorio a una velocidad impresionante, a duras penas lograba seguirle el paso.

- Disculpa, ¿Dónde estoy y quién eres tú? - Pregunté aprovechando la oportunidad.

Estas en el limbo y yo soy Samael - Dijo sin apartar la vista del libro.

Yo estaba en shock, ¿El limbo? ¿Samael? Ahora tenía más preguntas, pero Samael chasqueo nuevamente sus dedos y volvía perder el control de mi cuerpo.

- Entra por aquella puerta roja, allí seras juzgado y se decidirá tu sentencia. - Dijo Samael, apuntando con su brazo derecho el lugar.

Sin poder detenerme continúe caminando hacia donde apuntó Samael. Luego de caminar por un rato, una puerta roja apareció de la nada.

La duda se apoderó de mi, ¿Quién o que me espera tras esa puerta? ¿A que se refiere con sentencia?, estaba a nada de volverme loco.

Como si no tuviera miedo(Que si tenía), abrí la puerta. En ella solo había dos personas, por así decirlo, y una silla de madera en medio de la habitación.

El hombre, de unos 2.12 m de altura, tenia el cabello castaño y los ojos azules, además de un rostro bastante femenino, diría que sus facciones son incluso mejores que la de una mujer promedio. Él vestía un elegante saco negro sobre una camisa blanca, la corbata, los zapatos y el pantalón eran del mismo color que el saco.

Del otro lado, estaba una adolescente de ojos negros que al mirarlos sentías la enorme autoconfianza que tenia, su cabello platino se movía con la ráfaga de viento que soplo de repente. Por motivos que desconozco, vestía un atuendo parecido a un uniforme escolar, su blanca piel de sus muslos era apenas visible para todo aquel que la mirará, pero las medias largas que llevaba le daban un toque más de sensualidad.

Ambos se acercaron a mí, al ver que me detuve y me sentaron en la silla de madera. Luego el hombre chasqueo sus dedos.

- ¡Mierda! - Grité, al sentir de nuevo esa horrible sensación - ¿No pueden dejar de hacer eso?

La adolescente mostró su sorpresa al escuchar mi enfado, a diferencia del hombre que mostró una sonrisa traviesa.

- Creo que no entiendes tu posición, ¿Verdad, muchacho? - Dijo él - Si quisiera, podría enviarte al infierno ahora mismo, con tus antecedentes de bebedor y fumador, no creo que haya problemas.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, solo pensar en ser enviado al infierno me puso la piel de gallina, nadie quiere ser enviando al castigo eterno.

- O eso es lo que me gustara decir - Continuó - desafortunadamente para mi diversión, no puedo hacer eso, no en este momento. Verás,  los humanos causaron un gran revuelo que ninguno de nosotros esperábamos. - él se puso una mano en el rostro y comenzó a reírse - Mira que causar el apocalisis antes que nosotros ¡De verdad que son idiotas!. Pero eso no importa ahora, gracias a ustedes, tenemos sobrepoblación tanto en el cielo como en el infierno, por lo que enviarte a alguno de los dos lugares es imposible.

¿Sobrepoblación en el infierno y en el cielo? Debe ser una broma de mal gusto.

- Así que te daré una nueva oportunidad - Dijo con el rostro serio - Seras enviado a otro mundo, uno muy diferente al tuyo en varios sentidos, allí hay cosas que jamás has visto, por eso te daremos un escolta - Señaló a la adolescente que tenia a su lado, la cual no había dicho ninguna sola palabra - Su nombre es Sofia Lauren, ella se asegurará de que aprendas todo lo necesario para sobrevivir.

Me comencé a marear, era demasiada información como para procesarla de un golpe, y tenía demasiadas preguntas.

Tenia algo de conocimiento sobre que son las reencarnaciones gracias a los animes y novela ligeras, pero no se como funcionan en realidad.

Sin embargo, no pude hacer ninguna pregunta, ya que el hombre me golpeó en la nuca, lo que causó mi desmayo.

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