CAPITULO 10

Me alejo de la mujer.

—¡¡¿Quién eres?!!

Sigo viendo mis brazos. Están cubiertos de un fuego negro.

—¡¡¿Qué es esta cosa negra?!!

La mujer se acerca a mí.

—No es momento de explicaciones, tienes una pelea que ganar.

Veo al golem, su pie se está regenerando.

—¡¡Mierda!!

Empuño mi espada con mucha fuerza.

—Bien, me gusta tu estilo.

La mujer toca mi espada, se vuelve polvo y entra en la espada.

—¡¡¿Eh?!!

Suelto la espada.

—¡¡Esto es raro, muy raro!!

Mi espada se convierte en la mujer.

—No hay tiempo, el golem ya se regeneró.

El golem me intenta golpear.

—¡¡Mierda!!

Me cubro con el escudo y salgo disparado.

—¡¡Carajo!!

Me levanto y me dirijo al golem.

—¡¡Necesito mi espada!!

—Buena decisión.

La mujer se acerca a mí corriendo y salta.

—¡¡Hagámoslo!!

Se convierte en una espada y la atrapo.

—¡¡No sé quién eres, ni por qué entraste en mi espada, pero tenemos un golem que derrotar!!

El golem me intenta golpear y lo esquivo.

—Debes destruir su corazón, es la única forma de derrotarlo.

—¿Enserio

—Confía en mí.

Sigo esquivando los ataques del golem.

—Pero es enorme, será difícil alcanzar su corazón.

—Entonces salta.

—¿Salta?

—Sí, salta con toda tu fuerza.

—Está bien.

Esquivo uno de sus ataques y salto.

—¡¡Increíble!!

Salto como unos diez o quince metros.

—¡¡Aquí vamos!!

Encajo la espada en su panza.

—¡¡Nos faltó poco!!

—Escala.

—¡¡Sí!!

Uso mis manos para subir rápidamente.

—Un poco más...

El golem me golpea.

—¡¡Mierda, eso dolió!!

—Ignora el dolor y sigue subiendo.

Sigo subiendo.

—Un poco...

Llego a su pecho.

—¡¡Llegué!!

—¡¡Destruye el corazón!!

—¡¡Sí!!

Encajo mi espada dentro de su pecho.

—¿Ya?

El golem se golpea intentando golpearme.

—Espera.

El fuego negro que me rodea, rodea mi espada, y el pecho del golem se vuelve negro y se desintegra.

—¡¡Genial!!... Aunque también es raro.

El cuerpo del golem se deshace y empiezo a caer.

—¡¡Mierda!!

Caigo sobre la tierra.

—No dolió tanto como esperaba.

Me levanto y el fuego negro desaparece.

—Ahora quiero explicaciones.

Suelto la espada y se convierte en la mujer.

—Bueno, déjame presentarme. Mi nombre es Mersa y soy tú familiar.

—¿Familiar? ¿Qué es un familiar?

—Es un espíritu que te acompaña y te sirve... Para que me entiendas mejor, un familiar es como un esclavo.

—¿Por qué estabas dentro de mí?... ¿Y por qué tienes alas?

—La primera no te la puedo contestar aún, y tengo alas por qué soy un demonio.

Hay un silencio incómodo y me alejo de ella.

—¿D-demonio?

—Creo que en tú mundo me conocen como Dragón.

—¡¡¿Dragón?!! ¡¡Imposible!!

Me alejo de ella.

—¿No me crees?

Empieza a volar y se convierte en un dragón enorme. Se convierte en un dragón morado con cuatro ojos.

—¿Ahora me crees?

—¡¡Pero hace más de dos mil años que desaparecieron!!

Mersa vuelve a su forma humana y aterriza.

—Solo estamos ocultos.

—¡¡Necesito respuestas!! ¡¡¿Por qué estabas dentro de mí? ¿Por qué estaba rodeado de algo negro? ¿Qué está pasando?!!

—Calma, tendrás las respuestas que quieres... Cómo te dije antes, no puedo contestarte la primera aún. Lo que tú llamas negro, se llama fuego protector.

—¿Fuego protector?

—Bueno, creo que debo explicarte un poco mejor.

Me toca la frente.

—No te asustes.

Mi vista se distorsiona y aparecemos en mi vieja casa.

—¿La reconoces?

—Aquí vivía con mis padres... ¿Por qué estoy aquí?

—Es una visita a tus recuerdos, quiero mostrarte algo.

Me veo gateando por el piso.

—Soy yo cuando era un bebé.

Una sombra aparece de la nada y y cubre a mi yo bebé.

—¡¡¿Qué es eso?!!

—Es un espíritu sombra, su trabajo es buscar a los siguientes elegidos.

—¿Elegidos?

La sombra entra en mí.

—¿Esa sombra eres tú?

—No, solamente entró en tí para que mi espíritu entre en tí.

La sombra sale de mí y desaparece.

—Desde ese momento, yo he estado dentro tí.

Mi visión se distorsiona y aparecemos en mi escuela.

—¿Recuerdas las burlas que recibías por no tener magia?

Veo a los dos niños que me molestaban golpeándome y burlándose de mí.

—Esto pasó cuando tenías siete años, mira muy bien tú rostro.

Veo mi rostro. Las heridas que me hacían, se curaban de inmediato.

—¿Eh? ¿Eso pasaba?

—Esa es parte de mi magia, puedo curarte de heridas leves como esas. También puedo curarte de heridas más graves, pero se necesita mucho tiempo para hacerlo.

—¿Yo soy un elegido?... ¿Qué significa eso?

—Con su debido tiempo lo sabrás, aún no es necesario que lo sepas.

Mi visión se distorsiona y aparecemos en mi casa.

—N-no... No quiero ver esto de nuevo.

Veo los cuerpos de mis padres en el suelo.

—¡¡No quiero verlo!!

—¿No quieres ver cómo asesinas a los bandidos?

—¿Yo?

Me veo llorar.

—¡¡Nunca los perdonaré, nunca!!

Mi cuerpo es rodeado por el fuego protector.

—¡¡Los mataré!!

Me lanzo contra los bandidos y los empiezo a golpear.

—¿Fuí yo?... ¿Yo los asesiné? ¿Por qué no lo recuerdo?

Estoy golpeando a los bandidos y esquivo sus ataques fácilmente.

—En ese tiempo yo no sabía pelear... Esto es raro.

—El fuego protector te brinda protección, es como una armadura, aumenta tú fuerza física, y además, aumenta tú agilidad. En ese momento la ira se apoderó de tí y perdiste el control de tú cuerpo.

Mi visión se distorsiona y aparecemos en el pueblo Osiris.

—Ahora mira esto.

Veo cómo el golem me aplasta.

—Cuándo estuviste a punto de morir, inconscientemente activaste el fuego protector.

Veo cómo el pie del golem se desintegra y me levanto del suelo.

—Cuando el fuego protector se activa, éste elimina la magia que esté a cinco metros cerca de tí. Y como el golem se mantiene de pie con pura magia, el pie del golem se desintegró por estar cerca de tí. Aunque este efecto solo dura pocos segundos.

—¿Y por qué ya no sentí dolor?

—El fuego protector te curó de tus heridas.

—Es realmente increíble.

—Aunque solo puedes usarlo una vez al día.

Mi visión se distorsiona y veo a Mersa tocando mi frente.

—Supongo que ya resolviste tus dudas.

—¿No tengo magia por qué soy un elegido?

—No... Realmente es raro que no tengas magia.

—Ya veo.