Prólogo

Mi vida dio un gran giro cuando empecé la adolescencia, aunque no lo crean, pude entender lo que es la vida, no solo a mi manera, sino también como debía ver la de los demás.

Por cierto, mi nombre es Benjamin Carmona, tengo 14 años y vivo en Santiago de Chile. Resido en la parte sur de esta ruidosa capital, Comuna la Florida; en un recinto privado y seguro. Aunque no vivo en una casa exorbitante, la tranquilidad que nos trae a mi familia es lo que importa.

Y ahora que tocamos el tema, mi familia esta conformada por mi padre, Ernesto, un hombre trabajador y de carácter fuerte que también tiene su lado sensible pero es preferible no mencionárselo, será nuestro secreto. Mi madre, Elena, quien es una mujer dura pero dedicada a su hogar. También tengo hermanos; Paloma, la mayor, es la niña de papá, y el del medio Gabriel, el niño que se parece demasiado a papá.

Dentro de todo, es de admirar lo unido que somos, peleamos, si, pero es normal en cualquier familia, lo importante es poder resolver lo que nos agobia unidos.

También tengo un cabezón, digo, un amigo. Victor, vive a unas pocas casas de la mía, esta medio loco pero yo también, así que podríamos decir que es lo que nos une en nuestro lazo de amistad.

Tener 14 años es mas difícil de lo que se aparenta, llegar a esta edad es el propicio en la búsqueda de aceptación y unión con él yo, por que sí. Yo soy quien aprende y se decepciona de lo que hago o dejo de hacer. Las lecciones son solo las piedras del camino que apenas estoy empezando a recorrer, porque la adolescencia no es fácil y yo soy fiel conocedor de ello.